Salud – 2012

20120709. La triste España del botellón. 

                               Mientras ya un tercio de los niños de 13 años declaran haberse emborrachado el último mes, por fin alguien con autoridad, como el director de la FAD, ha tenido la valentía de criticar que, al celebrar ante España entera su triunfo, algunos futbolistas se emborracharan hasta apenas balbucear. Un inescrupuloso estímulo del turismo y los intereses de ciertos vinicultores –recuérdese un Aznar diciendo ante ellos que nadie podía prohibirle beber antes de conducir- fomentaron las borracheras masivas, con excesos obligaron a ponerles algún coto en algunos lugares.

                             No es, pues, un escándalo aislado. Todavía hoy se fomentan “fiestas” que consisten más que nada en emborracharse hasta mancharse los vestidos con alcohol y caer al suelo, dejando el centro de la ciudad varias veces al día peor que una pocilga, según puede ver y avergonzar cualquiera persona responsable en la de san Fermín de Pamplona. Aún sufrimos, e incluso se hace propaganda, de esa triste España del botellón, en perjuicio de nuestra salud, incluso de quienes no nos emborrachamos, pero a quienes los borrachos insultan, agreden y matan en los hogares y las carreteras.