Política – Cataluña – 2010

20100723. Hasta en el fútbol.

                                No es un caso aislado. En varios campamentos de verano se ha prohibido a los niños ver la final del Mundial, tanto en Cataluña como en el País Vasco, donde incluso se llegó a decirles que había ganado Holanda. Es la lógica autoritaria y totalitaria de todo “ismo”, que se impone por la fuerza a la libertad ajena, ya que no puede por la razón. Recordemos que ese nacionalismo ya ha triunfado oficialmente en Cataluña en algunos aspectos, como en la obligatoriedad de rotular en catalán, ley tiránica que recién acaba de anular Patxi López en el País Vasco. Esos son los hechos, las amenazas, más aún, los hechos consumados, contra nuestro régimen democrático, que sólo los voluntariamente ciegos por cobardía o complicidad se empeñan en desvirtuar.

20100724. Montilla falsea lo sucedido.

                               Un político debe ser diplomático, pero no mentir abiertamente para ocultar sus errores. ¿Cómo puede Montilla calificar de ordenada y pacífica una manifestación que fue copada y secuestrada por un sector, el independentista, que físicamente impidió su desarrollo, cerrando el paso a su cabecera, y acabó persiguiéndole e insultándole personalmente, hasta obligarle a refugiarse en un edificio, imágenes que hemos visto todos los que no estamos voluntariamente ciegos? A mí, me acosaron primero y después físicamente me quitaron una pancarta que decía “Unidos, sí; no unificados”, porque no coincidía con su mentalidad independentista, que de tantas otras maneras antidemocráticas intentan imponer a la gran mayoría de los catalanes que, como muestran las encuestas y elecciones, estamos lejos de sus planteamientos.

20100719. Jueces y políticos más juiciosos.

                        Los catalanes nunca hemos conseguido tanto autogobierno como el que ahora tenemos con el Estatut, incluso después de los recortes del Tribunal Constitucional. Cierto que ese tribunal no es nada ejemplar, pero tampoco los son los políticos que hicieron ese Estatut y consiguieron que se aprobara por los pelos y con una gran abstención. Es legítimo querer avanzar más hacia el Estado federal, pero sin exagerados victimismos, que no sólo nos resta aliados en el resto de España, sino que provoca un rechazo muy perjudicial para todos.

20100713. Manifestación bimanipulada.

                         Como catalán preocupado por mi tierra, estuve en la manifestación del 10-J, contra los excesos de un Tribunal Constitucional, desprestigiado por varias razones, además de por parte de esa sentencia. Pero debo criticar también la gran manipulación de que fuimos víctimas en un acto que el presidente Montilla prometió que sería plural, transversal, pero que acabó cediendo en el lema unilateral de Òmnium Cultural, y en todo lo demás, convirtiendo la manifestación en una encerrona de la que fue también víctima el mismo Montilla. También muchos medios de difusión, por sensacionalismo o partidismo, acabaron por manipularla, destacando sólo a los partidarios del independentismo, y silenciando otros lemas y pancartas. Por ejemplo, las centenares  -quizá miles- de los ciudadanos que reclamaban una respuesta inteligente: “Con paz y sensatez, todos ganaremos”; tuvo que ser precisamente el catalanista “Avui” el que les dedicara una página entera, con el título: “Alguien lo tenía que decir”.

20100709. Victimismo contraproducente.

                              Todos queremos más. Pero es prueba de inmadurez quererlo todo, como los niños, y llorar con continuo y desesperante victimismo por no conseguirlo de inmediato. Hoy sábado 10 de julio de 2010 tenemos en Barcelona una manifestación para quejarse de los recortes del Tribunal Constitucional al Estatuto. Los recortes son reales, como lo es el mal funcionamiento de este tribunal; pero, también ha sido muy deficiente la actuación los políticos catalanes, que sólo consiguieron hacer aprobar por los pelos ese ley; y que ahora se han peleado hasta el ridículo incluso por detalles de esa manifestación.

                               De ahí que la mitad de los ciudadanos de Cataluña estamos contra esa manifestación victimista, que ignora lo principal: que nunca hasta ahora hemos conseguido tanto autogobierno. Como bien analiza el historiador Joaquim Coll en EL PERIODICO, esa manifestación tiende a convertir en lastimosa derrota lo que en realidad es una victoria, aunque sea, como todas, incompleta y a mejorar. El trasnochado victimismo que inspira ese acto daña nuestras legítimas aspiraciones federalistas y, en vez de incitar a trabajar en ese sentido a los demás españoles, nos crea antipatías perjudiciales para todos.

20100630. Estatut: todos culpables.

                                        Soy catalán, e incluso alguna vez he votado al PSOE, pero no soy del todo ciego. El lamentable Estatut de Cataluña es culpa de cuantos lo originaron, aunque ninguno quiera hoy reconocer su responsabilidad. Primero, de un Zapatero que dio un indebido cheque en blanco al PSC, para conservar sus codiciados votos.  Después, de un PSUC que quiere también eternizarse en el poder traicionando su programa y a sus votantes apuntándose a un nacionalismo más extremo que CiU, dirigido como está por un Montilla, ese cordobés con el triste celo de los conversos, como lo es a su manera Carod-Rovira, con el que tan buenas migas ha hecho por ello.

                                       Son unos pésimos políticos, cuya desmedida ambición de poder les lleva a aprobar una ley de leyes por una mayoría no sólo no cualificada, sino por una minoría del censo electoral, cosa prohibida en democracias avanzadas. Y ¿para qué hablar de un PP que intenta conseguir con artimañazas jurídicas lo que no es capaz de alcanzar por las urnas, y enfrenta a la ciudadanía de una España cuya unidad dice defender? ¿Y de una Justicia tan politizada y desprestigiada hasta límites increíbles, vergüenza nuestra y hazmerreír del mundo?

                                       En la manifestación de protesta por la sentencia sobre el Estatut, el lema propuesto –“nosotros decidimos”- es una mera proyección freudiana de los políticos, no de los ciudadanos: no sólo no han votado a favor de Estatut la mayoría de los ciudadanos de Cataluña, sino ni siquiera la mayoría de los inscritos en el censo electoral. El lema adecuado sería el que denunciara de verdad al conjunto de políticos responsables de esa crisis, que tanto está sirviendo para tapar y acrecentar las auténticas crisis que nos están perjudicando: “Todos culpables”.