20030423. Cuba fusila a quienes quieren huir.
La verdad es que, como siempre, todos tienen un poco de razón… y de sinrazón. Aznar puede criticar el que los dirigentes de izquierda no estuvieran protestando ante la embajada cubana en Madrid tras las largas condenas de prisión a disidentes políticos y la ejecución de los tres que quisieron escaparse de la isla secuestrando un barco: a ellos les hubiera escuchado quizá más Castro. Pero resulta triste escuchar esa razonable crítica cuando ni el mismo Aznar ni ningún otro del PP, a quienes hubiera sido ideológicamente más fácil, por razones económicas u otras, estuvieron tampoco apoyando esa manifestación.
Incluso nuestro Jefe de Estado, que teóricamente está más allá de izquierdas o derechas, también mostró en su día tibieza en la defensa de los derechos humanos del pueblo cubano, al simpatizar –más allá de las normales relaciones que exige el protocolo- con el viejo dictador caribeño, hasta el punto de intercambiar con él corbatas que, en el actuar contexto, recuerdan las siniestras sogas de ejecución.
Es necesaria una mayor solidaridad real de todo el pueblo español con un pueblo cubano víctima de una dictadura que supera ya con mucho los cuarenta años que padecimos entre la dictadura y la dictablanda de Franco.
20030429. Compleja manifestación contra el castrismo en Madrid.
¡Ya era hora! Después de cuarenta y cuatro (44) años de una revolución que tan pronto degeneró en una sangrienta tiranía, por fin se ha celebrado en Madrid la primera manifestación contra la dictadura castrista con la presencia de los principales partidos parlamentarios. Y, dados los intereses económicos de la derecha y los ideológicos de la izquierda, que habían retrasado tantos decenios el acto, es lógico que esta manifestación resultara una de las más conflictivas de nuestra historia.
Por afinidad ideológica e intereses políticos y económicos, se explica que la mayoría de los cubanos que estuvieron en la Puerta del Sol se identificaran más con las posiciones de representante del PP; pero dieron pocas muestras de perspicacia al dejarse manipular por los intereses de ese partido hasta concentrar su ira, casi más que contra Castro, con el “ausente” Zapatero y su allí presente representante, tildándole de “comunista”, impidiéndole hablar, persiguiéndole, etc. No cabe injusticia más evidente ni autodescalificadora que denunciar la ausencia de Zapatero y no la de Aznar o, por lo menos, la de Arenas; y resulta grotesco tildar a estas alturas al PSOE de “comunista”. En todo caso, intentar excluir una parte tan importante de la sociedad como representa el PSOE es una actitud políticamente suicida para quienes realmente pretendan solucionar con apoyo español el problema cubano.
Para ser justos, no toda la responsabilidad exterior en ese montaje la tuvo el PP; aunque no se ha señalado como debiera, también manipularon el acto grupos de ultraizquierda, que se infiltraron para reventarla y debilitar así el frente antidictatorial que su celebración estaba contribuyendo a formar en España. Esperemos, para bien de Cuba, que un número cada vez mayor de cubanos sepa unirse y coordinarse con cuantos queremos de verdad su democratización, sin subordinarla a otros intereses, como vemos que hacen, hasta en las mismas manifestaciones de repudio al castrismo, algunos ultras de ambos extremos del espectro político.
20030430. Los asesinatos de Castro y los GAL.
“¡Peor, hombre, peor!”. Eso habría que decir a Castro cuando intenta disculparse de sus asesinatos legales apelando a los de la España de los GAL. Porque los asesinatos legalizados se repiten con mayor facilidad y dejan encima una como buena conciencia “a lo Castro”, mientras que los otros suelen ser menos numerosos por su misma dificultad y clandestinidad, y en no pocas ocasiones acaban siendo perseguidos y castigados, al menos parcialmente. Por lo demás, como demócrata, reconozco a Castro su condición de hombre, mientras que él y los suyos la niegan casi siempre a sus adversarios políticos, llamándoles “gusanos”, triste prueba, por sus mismas expresiones racistas, de que su nacionalismo y su socialismo se parecen demasiado a los de los nacionalsocialistas alemanes; y si no les gusta que les compare con los nazis, basta con que dejen de imitarlos tan bien.
P.D. Una vez, Castro reconoció que no se les debería llamar gusanos, sin que esto tuviera repercusión ni en el lenguaje racista del régimen.
20030702. Ciegos sobre el régimen castrista.
Espero que el artículo de Laurent Fabius, “La extraña mansedumbre” contribuya a erradicar la que aún queda en parte de la izquierda contra ese desertor en provecho propio de nuestros ideales, esa vergüenza nuestra que es hoy Fidel Castro, compensando el retraso del conjunto de la izquierda en este campo con una acelerada movilización a favor del sacrificado pueblo cubano.
Aprovecho la ocasión para felicitarle por la calidad y variedad de firmas que enriquecen el nuevo semanario, esperando de su espíritu democrático que vaya abriendo, como en ESTRELLA DIGITAL, un diálogo con sus lectores en una correspondiente sección de Cartas.
P.D. Todavía en 2022 hay una parte de la izquierda que sigue ciega ante la traición del castrismos a las Declaraciones de La Habana.
20031026. Pobre Cuba.
¡Pobre Cuba, cuyo destino está siendo aún peor que el nuestro durante el franquismo! En efecto: 1. La dictadura castrista dura ya más de los cuarenta interminables años que tuvo la nuestra. 2. La pérdida de libertades en Cuba ha sido creciente, al revés que en España; recordemos, en particular, la conversión de toda la isla en una prisión cada vez más severa. 3. La traición ideológica, incluso al bando que apoyó al movimiento –dentro y fuera del país- ha sido mucho más completa que la del franquismo. 4. El desarrollo económico y social, a pesar de haberse inflado groseramente sus logros iniciales –aprovechando la poco informada opinión internacional al respecto-, han sido cada vez cada vez más destruidos en Cuba, hasta niveles de auténtica hambre física y cultural, achacada plenamente, como hacen todas las dictaduras, a la conspiración exterior.
Por supuesto, las presiones exteriores tampoco han faltado, y también han sido mucho más negativas que para España. Ahora mismo, en el momento en el que el presidente estadounidense que ha coartado más que ningún otro las libertades en su propio país han tenido el valor, ante sus electores de Miami, de prometer impulsar la libertad en Cuba, la Cruz Roja ha tenido que hacer una dura denuncia, casi sin precedentes, contra el trato especialmente inhumano que el gobierno de Bush da a la única parte de Cuba que no es prisión de Castro, la infame prisión en que Estados Unidos ha convertido la base de Guantánamo. Por unos y por otros, por sus “liberadores”, como Castro y, ahora, Bush, para no hablar de los que creen beneficiarla apoyando aún ciegamente cruel dictadura de ese traidor a todos, incluida su propia revolución, ¡pobre, pobre Cuba!
20031223. Ideologías religiosas feroces.
Sobre las feroces maneras con las que el cristianismo fue impuesto, tenemos en España una mucho más larga y dolorosa experiencia aún que en América, desde hace milenios y hasta nuestros días. Pero eso no debe cegarnos hasta el punto de olvidar la imposición feroz de otras de otras ideologías politico-religiosas, en ocasiones aún más sangrientas que la cristiana, como fue el caso de la azteca en grado máximo, y de los demás imperialismos culturales, de los que el inca fue el más importante, impuesto a sangre y fuego en Suramérica. Sólo la justa inamadversión hacia ese y otros imperialismos explica la fácil conquista americana del nuevo imperio español… y después, a su manera, el estadounidense. Lo sano y progresivo no es, pues, restaurar fantasmas de antiguas creencias, ligados a sistemas agrícolas del pasado, sino liberarse de todos los mitos y supersticiones de cualquier tipo del pasado y emprender una convivencia ciudadana laica, no ligada a ideologías trasnochadas de un pasado (felizmente) irrecuperable.