Cartas a la prensa – Manifestaciones – 2010

20100222. Resultado de las urnas.

                                        Por lo general, aprecio la moderación con la que Albert Montagut, incluso desde su posición de director, comenta las cartas de sus lectores. Pero confieso que no comprendo que diga que quienes insultaron a Aznar “representaban también a quienes no saben aceptar el resultado de las urnas”. Porque le criticaban por la guerra de Iraq, que las urnas –como antes las encuestas- mostraron también el rechazo mayoritario de los españoles. No me gusta, por supuesto, el método de esos estudiantes; pero menos aún el que, al revés que en Gran Bretaña con Blair, Aznar no haya tenido que comparecer para dar cuenta de esa guerra ante la Justicia.

20100222. Patriotas de verdad.

                              Todos los españoles deberíamos sentir vergüenza ante la pitada en Bilbao al himno nacional y al rey. Porque, después de más de tres décadas, todavía no hemos tomado las medidas para que las opiniones, aunque sean minoritarias, puedan expresarse democráticamente, sin bochornosos espectáculos que ponen al desnudo nuestras deficiencias y dan a esas minorías el prestigio de las víctimas y de los luchadores por la libertad. El patriota de verdad se enfrenta y resuelve los problemas que el patriotero niega farisaicamente, por intereses inconfesables o por necedad.

20100224. Al no manifestante.

                                      En nombre del Gobierno, que no lo hace para disimular, quiero agradecer al sevillano de la carta en PÚBLICO que incita a quedarse en casa en vez de protestar contra él, con la excusa de que los sindicatos también lo hacen mal.

                                     Porque lo menos que se puede pedir a un opositor de verdad es, como no pocos hacemos, salir protestar contra los dos en esa manifestación. Al menos, mientras no tengamos fuerzas para montar otra manifestación seria, no el paripé de algunos cartujos de la izquierda, que no se hablan con nadie para no manchar su pureza.

                                     Durante un Gobierno al menos relativamente de izquierdas, como dice también el 24 de febrero Jordi Calvo en PÚBLICO, es cuando más hay que salir a la calle, porque es más fácil que nos oiga y tenga con ello argumentos para actuar contra los intereses asociales de la derecha.

20100421. Policía politizada.

                                               Una foto de prensa que, por su significado, pasará a la historia, muestra al juez Garzón entrando como imputado en el Tribunal Supremo, impulsado por su espalda por la mano abierta del jefe de los miembros de la Guardia Nacional. La conducta posterior de ese jefe allí fue también inequívoca, según vimos quienes, de los 35 periodistas y media docena de partidarios de Garzón, estuvimos atentos.

                                               En efecto: que uno de estos militantes fue perseguido por dicho militar, quien le conminó que no podía estar junto a la puerta del Tribunal, “ya que tenía una pancarta injuriosa para los jueces”. En realidad, ese policía daba una interpretación sesgada al texto de la misma: “España al revés: corruptos y fascistas juzgan al juez”, como si se refiriera a los jueces del Tribunal, y no a los demandantes (“según había entendido todo el mundo hasta entonces –se quejaba el ciudadano-. Pero ¿quién discute con quien lleva una pistola”).

                                               No contento con eso, tras relegarlo a la acera de enfrente, ese jefe policial, incluso ante tantos testigos, volvió a acosarle allí, diciendo que no podía estar quieto, sino andando, y envió después a otro guardia nacional para estrechar las cadenas de seguridad e interponerse en su camino, impidiéndole circular.  ¿Es esa la policía democrática, de todos, la que defiende nuestro derecho constitucional a la libertad de expresión, o una policía politizada al servicio de quienes han montado esta encerrona a Garzón?

20100427. Manifestarse sentado.

                           Hace tiempo que la Rambla de las Flores perdió las mejores. Las que, en la primavera posfranquista, brotaron de nuevo en forma de voluntarios –individuos o grupos-, que proponían bajo sus árboles sus “arbitrios” para mejorar el mundo. Los intereses creados y bien atados acabaron con ellos, a golpe policial y ante la pasividad ciudadana. Sólo quedan hoy los más vulgares payasos, que ayudan al sistema a distraer al ciudadano en sus crisis, no los nobles bufones que “criticaban, riendo, las malas costumbres”.

                            La llegada del vice-papa Bertone a Barcelona, para preparar otra visita del Pontífice, ha hecho revivir, por un momento, mejores tiempos. Denunciando el abuso, un anciano, visiblemente fatigado de tanto caminar, sostenía, sentado en la Rambla, un cartel: ¿”Visita” que a impuestos pago? ¡EmPAPAr así no es cristiano!

                        ¿Dónde están los millones de ciudadanos, incluso católicos conscientes, que dicen de boquilla que rechazan ese multimillonario saqueo de nuestros impuestos, clara violación anticonstitucional, tanto a nuestros bolsillos como a nuestras conciencias? Esta elocuente anécdota ¿no pone al desnudo que “la libertad se conquista cada día, no la dan” y que “cada pueblo tiene el Gobierno que se merece”?

20100501. Sindicatos encubridores.

                                         UGT y CCOO pensaban volver a esquivar el tener que atacar el fondo de la crisis, y protestar este Primero de Mayo sólo sobre el posible recorte de las pensiones. Los datos del paro les obligaron a incluirlo a última hora; pero tapándolo en lo posible, que es mucho. ¿No han adoptado incluso la vergonzosa práctica de las “banderas japonesas” –reliquia de un país autoritario como pocos- que sólo permite ver a los jefes, tapando antidemocráticamente a los demás, anulando con esos vergonzosos telones su posible aprobación o sus quejas, estas últimas cada vez más frecuentes, como es lógico, ante unos jefes prepotentes que tan descaradamente pretenden ningunearlos?

                                        En Madrid, esta vez uno de sus servidores empujó incluso físicamente para apartarle a un manifestante mayor que denunciaba en Madrid ese encubrimiento con una pancarta: “Día del parado, con banderas ocultado”.

20100523. Campeones a la española.

Este año la Liga Europea de Campeones de Fútbol se dirimió entre Italia y Alemania, los dos países que eliminaron sus dictadores fascistas. En “compensación” por no poder estar España, antes del partido en el estadio Bernabéu se exhibió una camiseta de la selección española, con la inscripción: “Garzón, 0; Franco, 1.”, que recordaba el triunfo recién obtenido por el dictador de aquí, después incluso de morir hace décadas en su cama.

Algunos espectadores españoles dijeron que estaba fuera de contexto, pero sin razón: porque estaban allí, y no en las manifestaciones en favor Garzón, o en otras en defensa de la democracia, como se hace hoy en Italia o en Alemania. En España, quien reúne grandes muchedumbres, con distintas excusas, pero siempre con el mismo fin de mantener y aumentar el poder de los herederos del franquismo, es la derecha más reaccionaria de Europa.

20100528. España no es Grecia.

                              En Grecia se concentraron más de 50.000 personas para protestar ante el Parlamento que iba a aprobar un ajuste injusto. En España, no llegaron a 50, dirigidas por un sindicato de los que no recibe ayudas multimillonarias del Gobierno. Se dirá que nuestra situación era especialmente crítica. Cierto, era y sigue siéndolo, como confirma ese hecho.

20100724. Montilla falsea lo sucedido.

                               Un político debe ser diplomático, pero no mentir abiertamente para ocultar sus errores. ¿Cómo puede Montilla calificar de ordenada y pacífica una manifestación que fue copada y secuestrada por un sector, el independentista, que físicamente impidió su desarrollo, cerrando el paso a su cabecera, y acabó persiguiéndole e insultándole personalmente, hasta obligarle a refugiarse en un edificio, imágenes que hemos visto todos los que no estamos voluntariamente ciegos? A mí, me acosaron primero y después físicamente me quitaron una pancarta que decía “Unidos, sí; no unificados”, porque no coincidía con su mentalidad independentista, que de tantas otras maneras antidemocráticas intentan imponer a la gran mayoría de los catalanes que, como muestran las encuestas y elecciones, estamos lejos de sus planteamientos.

20100915. Merecerse un gobierno.

                                      Cada país tiene el gobierno que se merece, y con gran exactitud en regímenes más o menos democráticos. Mientras que en Francia hay manifestaciones millonarias, una y otra vez, cuando el Gobierno intenta hacer recortes sociales, como ahora con las pensiones, el Gobierno de España acaba de aprobar en el Parlamento una Ley que restringe derechos sociales de los trabajadores… mientras que apenas veinte personas se manifestaban en la calle contra ella. Y una huelga general, ante el pésimo enfoque de la crisis por el Gobierno, que ha terminado incluso por un espectacular e injusto cambio de rumbo, renegando de sus promesas electorales, corre riesgo de ser poco efectiva, al ser planteada tan tarde y mal, y de poner las cosas aún peor para los más débiles, serles una aún peor “putada”. Vaya Gobierno, vaya sindicatos… y vaya ciudadanía.

20100926. La huelga, la última trinchera.

             Datos oficiales muestran que es cada día mayor la brecha entre los ricos, cada vez más ricos “a pesar” de la crisis, -que ellos han provocado por su torpeza o para pescar en río revuelto-, y el resto de la población. Y Zapatero se ha rendido y “se ha vuelto como un calcetín” en lo económico, como Aznar lo hizo con su política autonómica.

             Ante la presión de la mayoría de la población, en fuerte crisis, los sindicatos han tenido que sacudir su sopor –bien pagado por el Gobierno- y convocar una huelga general, para ellos “una gran putada”. Si no aprovechamos este giro sindical oportunista para presionar de verdad al gobierno, este primer fracaso de una huelga general sería sí, un merecido castigo para los sindicatos, pero nos dejaría por muchos años –hasta conseguir formar otros partidos y sindicatos- sin organizaciones para defendernos de los más depredadores. De ahí que, aun tapándome las narices, como al votar a cierto partido que no me convence para evitar que gane otro aún peor, haré el 29-S a la huelga y, en particular, iré a la manifestación contra los culpables de la crisis, porque en la calle es más difícil manipular las cifras.

20100930. Bofetadas a Zapatero.

                               Es lógico que los dirigentes sindicales, y sus pancartas en la huelga general, fueran muy moderadas, dado –entre otras cosas, que todos sabemos- que deberán dialogar pronto de nuevo con Zapatero. Pero los ciudadanos que protestaban en la calle dieron rienda suelta a su indignación, como se comprueba en las fotos de la manifestación de ese día. Baste recordar el rosario de bofetadas bien merecidas que recoge en diario madrileño: “ZP.P., vendido”, “ZP.P., fuera”, “ZP, adiós, torpe traidor”, “ZP, al paro, no vales”, “ZP, ¡al revés!” y “¿Recortes? Los ricos, primero”.

20101012. Francia y España.

                          Gobierno y sindicatos galos coinciden en que la sexta huelga general en Francia ha reunido aún más ciudadanos que las anteriores. Aquí, los sindicatos se lo piensan mucho antes de convocar una manifestación tras su tardía huelga, y tras haber perdido los trabajadores más que nunca por los enormes y unilaterales recortes del Gobierno contra sus derechos.  Parece que a demasiados les basta llorar en el bar, mientras ven el fútbol por televisión. España, bien atada y amansada, es diferente; aquí basta desahogarse con rabietas contra Gobiernos y sindicatos, como si cada país no tuviera –y, en democracia, más pronto que tarde- los que se merece.