Cartas a la prensa – Economía – 2001

20011004. Vuelta ciclista de aprovechados.

Como en otras concentraciones de público, se veían en la meta de la final de Vuelva Ciclista a España diversas pancartas con reivindicaciones de los afectados por crisis de algunas empresas, e incluso relacionadas con la actual crisis mundial, como las de “NI TERRORISMO, NI HAMBRE”. Yo quisiera resaltar la que denunciaba lo que en ese momento estaba pasando allí: “MADRID COLAPSADO POR CUATRO APROVECHADOS”; crítica que, por desgracia, se podría aplicar también a otros espectáculos, en bicicleta o a pie (maratones), celebraciones pretendidamente religiosas o patrióticas que unos pocos aprovechados, en parte siempre los mismos, utilizan en beneficio propio, como si Madrid fuera su cortijo, y sus residentes, su ganado al que encierran para sacar más tajada.

20010825. Subvenciones de Gescartera.

Muy indignante es el que algunos se aprovechen del poder político para obligarnos a pagar la avaricia -la “sagrada hambre de oro” que decían los clásicos y siguen practicando tantos “vivos”- de los especuladores de Gescartera, cuando ellos mismos no saben dar otra razón de los escandalosos beneficios que tantas veces les procura la especulación que el riesgo presuntamente asumido.

El colmo es que encima nos tomen por tontos, insistiendo en que aceptemos voluntariamente el ayudar a esos “pobres” especuladores –mucho más ricos que el promedio de quienes pagamos impuestos- dando como razón de esa “limosna” los fondos ya existentes de compensación de bancos y seguros, cuando el uso esas instituciones es en la práctica general y obligatorio, y con fines hasta directamente contrarios al de asumir riesgos, como es el caso de los seguros.

20010822. Escándalo de pobretones.

Siempre está feo, pero tanto las normas divinas como las humanas distinguen cuidadosamente el pecado venial de apoderarse del periódico del vecino, una faltilla muy distinta del pecado mortal de quedarse con su coche. No estaba bien el que con nuestros dineros cierta directora de TVE regalara jerseys a sus amigos; pero lo que hacen ahora los otros es de abrigo… de visón, “uniforme” femenino implantado, en su peculiar versión de “por el imperio… económico hacia Dios”, los miembros de cierta Obra pía.

Los más famosos escándalos de corrupción del gobierno anterior, incljuso siendo muy graves e inaceptables, no llegan en promedio ni a la décima parte del monto económico de los escándalos actuales. Criticados entonces por la izquierda, a quien dolía en especial esa traición a su ideología por los suyos –y con la vana esperanza de que rectificaran y se evitara lo que vino después-, la derecha, aun denunciándolos también hipócritamente para ocultar los propios, siempre miró con menosprecio esos “escándalos de pobretones”, que no saben actuar con la elegancia y legalidad de los que realmente tienen clase.

  No le falta cierta razón. Porque la derecha no sólo tiene mayor experiencia en hacerlo, y en el conocimiento de las leyes, sino que esas mismas leyes han sido hechas tradicionalmente en su favor. Más aún: se ha elaborado toda una ideología que bendice su comportamiento. Se deducía del Antiguo Testamento que  Dios bendice con riquezas a los buenos, lo que lleva a pensar que todos los ricos son buenos; completando el sistema, se aplica a los demás el Nuevo Testamento,  aconsejándoles que  sean “vivos”  y se conformen ahora con su pobreza, porque  después tendrán “la mejor parte”; vamos, que en el fondo tienen que agradecer a los ricos, ya sea de forma oficial, desde el Gobierno, a de forma privada, como hoy Gescartera, el que les ayuden a ser tan pobres y ganar tanto paraíso.

20010728. Zorros y lobos del G8.

                         ¿Quién pondría al zorro a cuidar del gallinero? ¡Si hasta las mismas cifras oficiales del G-8 reconocen que, a pesar de sus repetidas promesas, cada vez hay más desigualdades en el mundo, y que con una pequeña parte de lo que gastan en armamento podrían salvarse tantos millones como hoy mueren de enfermedades y miseria!

                        ¡Basta ya de lobos disfrazados con piel de cordero! ¡Si hasta una ideología que predica tanto la paciencia y la resignación como la cristiana reconoce el derecho a la rebelión contra el tirano que oprime y mata! Lo admirable es que haya tantas ovejas y gallinas que esa dictadura tenga que estimular a los pocos que se saltan las normas, y hasta disfrazar a su policía de manifestantes violentos –como ya vimos aquí, como en otras partes, tan torpe o descaradamente, en Barcelona- para intentar justificar la represión contra los pocos opositores pacíficos a ese sistema tan expoliador, que de tantas maneras esquilma, desuella y hasta liquida a tantas víctimas suyas.

20010727. Es piratería, no comercio.

La periodista Pepa Roma pone el dedo en la llaga cuando señala que en las relaciones internacionales “hoy funciona más la piratería que el comercio”, y que una multinacional no compite, sino que barre al pequeño campesino, con ayuda de la Organización Mundial del Comercio y hasta de los ejércitos. Así las diferencias entre ricos y pobres son cada vez mayores.

“Ignorando” interesadamente que entre el poderoso y el débil la igualdad es lo que oprime y la ley es lo que libera, Rodríguez Braun grita piadosamente, una y otra vez, “libertad” e intenta oponerle a Pepa Roma que “la diferencia entre Canadá y Burundi es que en Burundi no hay capital”, pero sin reconocer esos mecanismos reales del mercado que agigantan tales desigualdades, para lo que recurre a viejos tópicos racistas de mayor inteligencia y trabajo en el Norte. Con igual parcialidad, intenta, como tantos otros prohombres del sistema, criminalizar al movimiento antiglobalización hablando de violencia, según le señala la misma periodista, que ve el secreto del éxito del movimiento antiglobalización, a pesar de tantas dificultades de todo tipo, en encarnar “un descontento que está por todo el mundo” menos, por supuesto, en esas minorías injustamente privilegiadas que lógicamente intenta liquidarlo incluso con la mentira y la más extrema violencia física, es decir, resucitando el fascismo.

20010704. Hoteles de ricos.

El titular era, por decir lo menos, ambiguo: “Gallardón subvenciona el veraneo en la capital a los parientes de los madrileños”. Porque los que de verdad vamos a pagar esos hoteles somos nosotros. No ignoro las leyes de la economía, ni soy miembro de ninguna oposición sistemática. Comprendo, acepto y hasta aplaudo ciertos gastos que sean realmente inversiones, que puedan redundar en beneficio de todos. Pero salta la alarma cuando veo que esta subvención, este “galardón”, llegará hasta los hoteles de cuatro estrellas. Esto se parece demasiado a la subvención a las familias… ricas que propugna el PP, imponiéndonos a todos los españoles el subvencionar sus coches de lujo, unos costosísimos monovolúmenes. Esta “sensibilidad social”… de alta sociedad, este quitar a unos (muchos y más pobres) para dar a otros (pocos y más ricos) hacen ver demasiadas estrellas, y no precisamente de hoteles, a demasiados bolsillos. Conviene no olvidarlo a quien quiera defender su bolsillo de esos, digámoslo suavemente, ilusionistas, prestidigitadores políticos.

20010703. Huelgas democráticas.

-“Transpórtame a la otra orilla”, pidió el escorpión a la tortuga… a la que picó en el cuello  cuando ya estaban en  mitad del río. “¿Cómo me haces eso, si así moriremos los dos?” se quejó ella. “No sé: lo llevo en la sangre”. Como el escorpión de la vieja fábula,  hay unos transportistas privados baleares  que llevan en su (mala) sangre, en su mala… educación que mamaron en la dictadura, la idea caricaturesca y suicida de que la libertad y la democracia es el derecho a hacer lo que a uno le da la gana, sin respeto a los demás, lo que les ha llevado a la insensata y suicida actitud de perjudicar tanto, con sus huelgas realmente salvajes, a nuestra primera industria nacional y, así, a todos, no «sólo” a docenas de miles de viajeros. Porque además de no haber cumplido con sus servicios mínimos y de haber desoído a sus mismos sindicatos, se han convertido en auténticos delincuentes, atacando los normales servicios de transporte municipales y a los particulares.

Ojalá las demandas civiles y penales por daños y perjuicios contra ellos encuentren jueces que hagan rápida y debida justicia de esos insensatos escorpiones humanos, verdaderos terroristas económicos, a los que la sociedad debería retirar unas licencias que les permiten perjudicarnos tanto a todos. Sociedad que debiera también tomar las medidas que se requieren ante la complicidad –por unas u otras razones, incapacidad u oscuras conveniencias- de distintas autoridades con huelgas tan antidemocráticas como ésta o la ya tan larga de los pilotos de Iberia.

20010627. Útil veraneo del Presidente.

                              En lugar de volver a Castellón, el Jefe del Gobierno, va a veranear este año en Menorca. Como en otros países, y más en éste, que depende tanto del turismo, a mí me parece muy bien que los máximos dirigentes políticos vayan cambiando sus lugares de veraneo, para promocionar distintas zonas de España. Y esto vale, por supuesto,  también del Jefe del Estado, por más que unos empresarios hayan pretendido comprar, digo, premiar su fidelidad a un sólo lugar de veraneo botando al agua para ello una auténtica Fortuna, en una lamentable operación de (mala) imagen para todos.

Andrés Montoza Neila

Av. presidente Carmona, 10

28020. Madrid.

20010621. Pésima alternativa a Correos.

Es una vergüenza. Se gastan millones en hacer propaganda, prometiendo que van a romper el monopolio de Correos con envíos más económicos. Pero cuando se consulta su tan publicitada web, hablan sólo de sus problemas e intereses, no de los del cliente, y ni mencionan –con razón, como veremos- sus tarifas. El incauto posible cliente tiene entonces que llamar a un teléfono de pago, un 902, en el que le sueltan un largo rollo “a porte debido”. Más aún, la telefonista de esa empresa resulta incapaz de responder a datos elementales, incluso después de emplear más tiempo y dinero nuestros, pues ella misma nos hace esperar mientras ella va a enterarse. Y cuando, a insistentes preguntas, se consigue saber al menos el precio del envío de una carta, resulta ser más caro que el de Correos. Ante nuestra sorpresa, “justifica” la propaganda en sentido contrario… “por lo que cuesta el sobre que ellos ponen gratis” (¡!). Esos señores ¿nos creen tan tontos que no sabemos ni lo que cuesta un sobre? ¿quieren acabar con el monopolio de Correos, o reforzarlo?

Progreso, 19.

28044. Madrid.

20010526. Verdugos.

“El verdugo” sigue estando de moda. Ya no hay pena de muerte, pero –según nos ha recordado crudamente uno de los actores de la obra- las fuertes obligaciones, las cadenas “doradas” que vamos aceptando para adquirir un piso, elevar el consumo de la familia, etc., nos siguen convirtiendo en verdugos por dinero de nuestra propia libertad y de la de los demás. Baste contemplar la increíble y vergonzosa –pero por eso mismo, no la más dañina- proliferación de vigilantes de todo tipo, guardianes de un orden administrado, según definió un sociólogo, por “esclavos armados sobre esclavos desarmados”.

20010511. Sintel y otros problemas.

Teniendo como fondo a la diosa Cibeles, la pancarta de la manifestación de Sintel denunciaba también a los dioses lejanos que decidían su destino: “El P.P.atronal va bien: el patrono en Miami, y Sintel en la calle”. Y sin cobrar nueve meses debidos. Y con sus mujeres refugiadas en la Catedral, con idéntico resultado negativo hasta el presente. Porque habría que añadir otra pancarta, no sólo denunciando la actitud del Gobierno del Estado, sino también la pasividad de la Iglesia. Estos días, en efecto, oímos gritar muy fuerte a sus jerarcas contra una píldora que favorece a las mujeres, pretendiendo, contra la opinión de los especialistas de la OMS, que es abortiva, y que ellos están en favor de la vida. De la vida dura, porque no gastan igual energía en defender a los de Sintel, como tampoco lo hicieron con las víctimas de la colza, ni con los muchos más que cada año mata o deja inválidos o sin parientes el tabaco. Con estos dirigentes y jerarcas ¡qué lejos queda estamos aún de disfrutar de una auténtica sociedad popular, democrática!

20010419. Pensiones y medicamentos.

           Fiel a la táctica de este gobierno, de tirar la piedra y esconder la mano (con desmentidos), y uniendo a esa hipocresía común su característica personal, para medrar políticamente, de demagoga populista, de nueva “sonrisa del régimen”, la ministra de inSalud (con minúscula, es decir, de antisalud) ha agitado el lema “quien más tenga, más pague” para pedir el copago de medicamento a los pensionistas de mayores ingresos. Ese principio sería válido sólo en un régimen en que se aplicara realmente a todos ese principio, empezando por los que realmente tienen más, que nunca son los pensionistas, incluso los de pensiones más altas, que encima han sido ya muy injustamente por los sucesivos gobiernos, que ahora siguen intentando la bajeza de aprovecharse de los que, como grupo, son todos de los más débiles.

20010321. Telefónica nos explota.

Pocas cosas pueden ser más irritantes y exasperantes en nuestra vida cotidiana que el que oigamos que Telefónica sea la empresa que ha sacado este año más beneficios, mientras que simultáneamente nos anuncia nuevas subidas de precios, nos da un peor servicio (e incluso tiene el impudor de no devolvernos  nuestro dinero en las cabinas telefónicas) y vemos tirados en el centro de la capital miles de personas de todas España, pasando necesidad por que les dejó en la miseria, sisando su salario de muchos meses, una de las sociedades “arregladas” por Telefónica, Sintel.

Reflejo de su dictadura monopólica, cuya transición también es tan lenta como exasperante, recibo hoy un sobre suyo con la grosera orden: “¡Rápido! ¡Abre este sobre!” Esa “propaganda” espero resulte contraproducente para toda persona mínimamente democrática, y ayude de hecho –como otros pesadísimos anuncios suyos- a acabar con ese trasnochado imperio que todavía ejerce entre nosotros.

20010307. ¿Eterno desequilibrio Norte-Sur?

Siguiendo en su línea de constante y sistemática desinformación a favor de la política gubernamental, Televisión Española nos habla del “eterno desequilibrio Norte- Sur”. Si es eterno, es irremediable, no hay que preocuparse ni sentirse culpable por ello ¿verdad?

La verdad es que tal desequilibrio no tiene nada de eterno, y se ha multiplicado varias veces en el último siglo. Cada año, sólo en intereses de la deuda externa, el Sur devuelve más del doble de la mísera “ayuda” recibida; y, por supuesto, de la microscópica, ya casi invisible “ayuda” que, contra todas sus promesas, proporciona el gobierno de Aznar.

El PP ha hecho descender la poca cooperación del gobierno anterior, con lo que nos hemos hundido hasta casi en el último lugar al respecto en la Unión Europea. Mientras, prosperan nuestra (vamos, la de los amiguetes del gobierno) exportación de armas ilegales a sus dictaduras, junto con otras muchas vergonzosas agresiones políticas y económicas a esos pueblos, cuyos emigrantes mueren en nuestras costas, son discriminados laboralmente aquí e incluso expulsados en forma demasiadas veces inhumana.

20010303. Cámara de comercio.

La Cámara de Comercio ha editado un libro para enseñar a los taxistas a tener un comportamiento cívico. Mucho mejor aún sería que ella misma se lo aplicara y tuviera el único gesto cívico aceptable en su caso, el de autodisolverse, en lugar de aprovechar influencias antidemocráticas heredadas de la dictadura para imponernos a alto coste unos “servicios” no pedidos que casi todos rechazamos.

20010204. Vargas Llosa, inculto globalizador.

En un interminable artículo, plagado de contradicciones y errores, incluso estadísticos, Mario Vargas Llosa, intenta probar lo más obvio: que no hay que oponerse a toda globalización –o comercio mundial- sino sólo a la mala. Nada más fácil ni contundente que triunfar de adversarios tan necios… como inexistentes.

El problema está en que este novelista opina (rasgo de imaginación literaria que sería premiable si no correspondiera a ciertos intereses) que la actual globalización es buena, más aún, la única posible, condenando así a sus oponentes como a imbéciles que negaran la mismísima ley de la gravedad (argumento-insulto que pone como título de esa su soflama ultraliberal). Ejemplo insigne de su fe en el “pensamiento único”, de creer(se) que quienes piensen de otra manera son irracionales.

               Si no libros serios de economía, Vargas Llosa haría bien en ojear al menos un libro de divulgación freudiana. Quizá entonces sería algo más sutil y convincente, y no sólo criticaría con razón los estragos causados por otras fantasías y utopías sociales, como “los veinte millones” muertos en la Unión Soviética, sino que intentaría ir algo más a fondo, hacerse también alguna autocrítica, ver si él mismo no proyecta demasiado en los demás su propio trauma. Porque, según datos oficiales de las Naciones Unidas, su bendita globalización produce muchos más millones de muertos de hambre, miseria y guerras cada año en el mundo.

Con un poco más de rigor científico y ético Vargas Llosa no proyectaría tampoco grotescamente a todos lo bien que le va económica y socialmente a él venderse a ese tipo de globalización, predicando el conformismo con ese sistema (“mandado por la Providencia”, “por Su Mano invisible” decían otros ultraliberales hasta hace poco). Autoproclamándose profeta de la globalización, este Moisés no teme caer en el mayor de los ridículos, bajando de su Sinaí y proponiendo su “ley histórica”: “El progreso social y económico está en relación directamente proporcional al aburrimiento vital que significa a acatar la realidad”. Ley que no sólo deja al desnudo su vergonzosa –además de “aburrida”, pasiva, vegetal- entrega a quienes le pagan, sino hasta donde llega su agotamiento “vital” intelectual, su capacidad de decir en tono serio tonterías “históricas”.

20010125. Impuestos de funcionarios.

Contra la sentencia que le obliga a pagar lo pactado con los funcionarios, el Gobierno argumenta que “acabarían pagando la subida ellos mismos”. No se puede decir más claro que su política económica lleva a que los asalariados deben soportar unilateralmente los impuestos.