En menos de 24 horas me han impactado tres noticias: Un mono ha salvado a otro, electrocutado, zarandeándolo y echándolo al agua para que reaccionara. Una tortuga, con grandes esfuerzos, ha salvado a otra que se había caído y volteado. Una manifestación ante el ministerio de Sanidad denunciaba en su cabecera: “Dos muertes al día por hepatitis C. Gobernantes insensibles, queremos la medicina ya”. Sin comentarios.
20141216. Ministro ejemplar.
El ministro del Interior ha dicho unas cuantas verdades de a puño, como que tiene obligación de defender nuestras fronteras y que abrirlas sin más tendría un efecto llamada sobre centenares de miles –millones, diría yo- de inmigrantes. Pero tras estas verdades intenta tapar su aprobación de comportamientos inhumanos, como las espinosas concertinas de las vallas, el disparo de pelotas de goma a náufragos y la devolución en caliente –contra la misma ley europea- a Marruecos.
Le retrata también estos días su chulesco desafío de enviar a quienes se quejan de ese trato a los inmigrantes que hayan conseguido pasar. Jorge Fernández Díaz, ejemplar digno del Guinness en su género, con razón dice que no admite lecciones de humanidad, porque parece que no tiene entrañas en las que puedan caber De aquí que intente disimular sus miserias con un manto farisaico de religión, táctica que, como la de otros notorios dirigentes –con el silencio cómplice de los obispos- tanto está contribuyendo a la pérdida acelerada de seguidores por parte de su partido y su Iglesia.
20141111. Inspira confianza.
Me llega la noticia, desde el País Vasco, de que se van a fletar autobuses para protestar contra el aborto. La foto de la persona que lo organiza me inspira confianza de que no abortará: es un hombre, y aparenta tener más de sesenta años. Bien es verdad que no lleva hábito clerical, pero eso ahora no está de moda; tampoco me importa mucho: no quiero ser desconfiada.
20140806. Otro escándalo en la Tomatina.
Un escándalo destapa otro escándalo. Esta vez ha sido en tierras valencianas donde un partido ha tenido que poner una denuncia por oscuras maniobras llevadas en la mercantilización y privatización de un acto. Lo curioso, lo noticioso es que esta vez el PP no ha sido el privatizador, sino el denunciante de los privatizadores y mercantilizadotes de la Tomatina, una coalición PSOE-IU que gobierna el ayuntamiento de Buñol.
El ciudadano de buena fe se extrañaba de que pudiera existir y prosperar esa gamberrada pueblerina, tantos años prohibida, cuya fama la ha convertido esa torpe y ostentosa destrucción de comida en una sangrienta bofetada a los hambrientos del mundo entero, sin que protestaran los partidos que presumen ser los abanderados de la solidaridad internacional. Pero ahora, con esa denuncia, el público descubre atónito que son esos mismos partidos los promotores de la que ha sido llamada, con justicia, la Fiesta de la Insolidaridad Mundial (FIM). Interrogados sus dirigentes, responden indignados que ellos son buena gente, y que incluso dan su óbolo para el Tercer Mundo. ¿Qué les diferencia del banquero rapaz que da su limosna al pobre para tranquilizar su conciencia?
20140708. Orgullo gay, si.
Al señor M. Fermoselle nadie le ha discriminado nunca, -incluso hasta insultarle, agredirle físicamente, encarcelarle y matarle-, por preferir a las mujeres morenas, por lo que bien dice que él no se siente orgulloso de ese su gusto. En cambio, a los homosexuales, muchos por fuertes raíces genéticas –es decir, naturales-, sí. Por eso, aunque él simule extrañarse, deben reivindicar su condición ante quienes se empeñen menospreciarlos, como ese señor. Presentar como específico de los gays el que en su manifestación algunos de ellos vistan de forma estridente, suden, u orinen fuera de tiesto, cuando eso y mucho más ocurre en mil festejos populares, como en los Sanfermines, muestra de nuevo la profunda homofobia del autor de esa carta. Como muchos intolerantes hoy, intenta encima presumir de demócrata, cuando quienes lo son de verdad saben que respetar la libertad ajena es defender la propia.
20140701. Una victoria y dos vergüenzas.
Se ha conseguido una gran victoria al aprobar la ONU el crear un marco legal vinculante para vigilar que las multinacionales no exploten el trabajo esclavo ni cometan otros crímenes de lesa humanidad en los países débiles. La vergüenza es que a estas alturas haya que crear ese marco, sin que baste y sobre incluso la declaración de derechos humanos que han prometido cumplir sus miembros. Y más vergüenza aún es que, entre los pocos que votaron en contra, se encuentren los Estados Unidos y la UE, mostrando que quienes realmente mandan en ellos son unas despiadadas multinacionales.
20140523. Racismo institucionalizado.
¿Cómo se pueden sacar de contexto, como se excusa el alcalde de Sestao, palabras tan claras: “La mierda ya no viene a Sestao? ¿Si no, la echo a base de hostias”? Y encima, incivilizado en la forma y en el fondo, se hace el tonto, argumentando que él no sabe por qué se sacan ahora esas expresiones suyas, cuando esto sucede -probando que su racismo es con todos- porque se niega a empadronar a una serie de familias extranjeras que no son delincuentes, como intenta engañarnos de nuevo, diciendo que sólo se refería a algunos malhechores.
Todavía peor es que el PNV sólo vea “desafortunadas” sus palabras, demostrando hasta qué punto el racismo está institucionalizado, conforme a su nacionalismo y a su fundador, en ese como en otros partidos nacionalistas, y no sólo los vascos. Y hasta qué punto ese racismo ha calado en el pueblo de Sestao, que se ha apresurado a hacer una manifestación, y no en contra, sino a favor de ese energúmeno, Josu Bergara.
20140521. Cañete, peligroso racista.
Mucho se habla, y con razón, del machismo de Cañete, que ha tardado una semana en disculparse, obligado por su partido, de su insulto a las mujeres. Pero no fue un calentón de boca, como pretende, sino su mentalidad: lo prueba, entre otros ejemplos, el que en un Foro dijera que “El regadío hay que utilizarlo como a las mujeres, con mucho cuidado, que le pueden perder a uno”.
No menos grave es su discriminación racista. Así no ha tenido empacho en insultar, sin disculparse después, a los inmigrantes, que, según él, no sirven ni para camareros, y que –pretende-abusan de los servicios de salud, contra lo que prueban las estadísticas oficiales. Peor si cabe, por su repercusión en materias de su competencia, fue su recomendación, como ministro, a los agricultores españoles de que vendieran las “harinas locas” en África y América Latina, con lo que, pasando de los dichos a los hechos, incitó a causar un perjuicio sanitario en esos continentes, como denunciaron en su día varias manifestaciones ante su ministerio. ¿Qué no sería capaz de proponer y hacer si tuviera poder en la Unión Europea? ¡Peligroso!
20140219. Racismo y corrupción extremos.
Por supuesto, como otros países, España debe reconocer sus errores y horrores históricos. Pero, con esa tapadera, ahora el PP va a conceder la nacionalidad española, después de más de cinco siglos (cuando no son fiables ni las tan vigiladas dinastías reales) a los presuntos descendientes de los judíos expulsados en 1492. En justicia, esto obligaría a darla a los moros y moriscos, y con mayor razón, al ser expulsados después. Y también a los gitanos, varias veces expulsados; ¿o es que es peor expulsar por religión que por racismo?
El tan negado, -por ser tan enorme que se toma por natural- racismo popular explica que se haya podido concebir, y no haya provocado todavía un mayor escándalo ciudadano la concesión gratuita de nacionalidad a esos judíos, que se negaría a moros y gitanos, según las encuestas. No es que se hayan vuelto locos los gobernantes, sino que hay unos fuertes intereses por parte de poderosos grupos económicos judíos, que quieren aprovechar esa doble nacionalidad para hacer negocios incalificables. Y una corrupción total por parte de quienes, una vez más, y a veces los mismos, como Gallardón, intentan, -recuerden el reciente caso del magnate judío magnate Adelson, tan amigo también de Aguirre- vender España, sus leyes y su nacionalidad al mejor postor.
20140214. Tras la tragedia de Ceuta.
Tras el estupor y tristeza inicial, tras conocer la muerte, al llegar a la frontera española, de tantas personas que intentaban escapar de la miseria, los detalles del suceso han dado paso a una creciente indignación y denuncia por la inhumana actuación de algunos miembros de la Guardia Civil. Hasta el ministro del Interior, tras intentar defenderlos, ha tenido que cesar a sus mandos y reconocer que emplearon bolas de goma y bengalas contra personas indefensas el agua, contradiciendo las afirmaciones de esos policías e incluso un video delictivamente manipulado por ellos. La misma Unión Europea exige, bajo apercibimiento de sanciones legales, que se aclare la situación y se lleve a la Justicia a quienes resulten responsables. Sin embargo, todavía hay quienes apoyan esos delitos, ocultando los hechos y las protestas que se están produciendo entre los ciudadanos que no toleramos a quienes manchan el nombre de nuestro país, como ciertos policías y en parte el mismo ministro, calificado irónicamente en la concentración de Madrid de “San Díaz Matamoros, cierra España”.