Política – Franquismo – 2004

20040921. Carroñeros.

La reacción general ante el último asesinato de ETA ha sido muy esperanzadora, tanto por su carácter masivo, como por su intensidad y por su madurez, incluidos los objetivos prácticos de aislamiento político, social y económico de los partidarios de un HB que no condena esa barbarie.

Por ello es más de lamentar el grupo de fanáticos que intentó desvirtuar la manifestación sin precedentes de Madrid, incluso cortándola durante algún tiempo, en un descabellado intento más de imponer de nuevo por la fuerza sus ideas antidemocráticas, al grito de: «ETA no, Franco sí!» (¡en 1997!). Esos carroñeros no sólo han pretendido aprovecharse del cadáver de Miguel Ángel Blanco, sino incluso de la momia polvorienta de Franco.

Ciegos voluntarios, ignoran que ETA debe mucho más que a nadie su supervivencia a Franco, cuyos hijos (nietos) legítimos son tanto esos pocos fanáticos partidarios de la pena de muerte tanto en el País Vasco, ETA-HB, como los que la reclaman, fascistas de uno y otro pelo, o rapados. Dejemos «que los muertos entierren a los muertos», y apostemos por la vida, por un futuro de convivencia y paz.

20040928. Cosas pequeñas.

Los numerosos cobardes asesinatos de enemigos políticos vencidos e inermes, fríamente planificado por militares a sus órdenes, son “cosas pequeñas” para el general Pinochet, quien así revela lo que le importa la vida de los demás.

¿Cómo puede el mundo engendrar tales monstruos de maldad? ¿Cómo podemos soportar aquí en España a sus cómplices, los que le apoyaron activamente o al menos se opusieron al enjuiciamiento de semejante superasesino?

Claro que esto último puede parecer también “cosa pequeña” en un país en que no se juzgó –más aún, se llegaron a dar medallas y elegir para altos cargos públicos- a quienes colaboraron con otro general sublevado contra el Gobierno legítimo, matando diez veces a más personas, también para “salvar la patria”- con la excusa de que del otro lado, en la defensa contra la rebelión, también hubo algunos excesos, y algunos de los culpables consiguieron escapar de la también fríamente planificada eliminación física masiva bajo la dictadura de este otro general sublevado.