Cartas a la prensa – Monarquía – 2021

20210104. Chiste no tan viejo.

           Sí, es parcialmente viejo ya, pero también sigue siendo actual el conocido chiste: “-¿Qué le vas a pedir a los reyes?” –“Que se vayan.”  Porque uno de ellos ya ha cogido el oro y se ha escapado, seguramente también con el incienso y la mirra para tapar el mal olor de su corrupción. El otro que queda (no contamos al difunto Alfonso XIII ni a otros Borbones fugados) puede que esté comenzando a pensar en ello, a pensar de las ventajas del cargo, porque ya la mayoría de quienes contrataron hace más de 40 el cargo con su familia, declaran ya abusivas sus prerrogativas.

20210117. La auténtica Sofía.

           Cuando su marido empezó a comportarse de modo indigno, Sofía se fue con sus hijos a la India, donde estaba su madre. Pero ésta le convenció que mirara por sí y tragara todo -eso sí, con inmensa rabia disimulada, contra su marido y España- para seguir siendo reina, en lugar de dar la cara y educar como era su deber a sus hijos y, sobre todo, a su marido.

              Sofía tiene, pues, una enorme responsabilidad real, de primera línea, por lo sucedido. Pero tampoco la izquierda, ni incluso las feministas, han cumplido durante décadas con su especial compromiso y han arropado, al menos con su elocuente silencio, a la “pobre madre sufridora”. De pobre, nada. De ejemplo familiar, menos. No hace falta leer el libro de Pilar Eyre para completar un cuadro en el que ella, como el conjunto de los Borbones, ha fallado -por más que todavía se aduzcan algunas mentiras en su favor- prácticamente en todo. Y la sociedad, por supuesto, también, al tolerar o incluso aplaudir esa tremenda vergüenza real.

20210216. Su Alteza voló aún más bajo.

                 El rey demérito, digo, emérito, acaba de pagar cuatro millones a Hacienda, antes que le cueste más aún su “olvido” por haber viajado “invitado por un pariente”. Pero Peñafiel nos relata un vuelo suyo aún más bajo, más rastrero.

                  En pleno vuelo, al aún rey multimillonariamente jubilado se le ocurrió y visitar en el trayecto a otro de sus muchos curiosos amigos, para lo cual, debiendo aterrizar antes, hubo que tirar al vacío toneladas de combustible. Al consiguiente daño ecológico y económico hay que añadir el mucho peor de poner así en peligro la vida de todos los viajeros, incluido, por ir en ese vuelo, el mismo Peñafiel. Sobran comentarios.

20210117. La auténtica Sofía.

           Cuando su marido empezó a comportarse de modo indigno, Sofía se fue con sus hijos a la India, donde estaba su madre. Pero ésta le convenció que mirara por sí y tragara todo -eso sí, con inmensa rabia disimulada, contra su marido y España- para seguir siendo reina, en lugar de dar la cara y educar como era su deber a sus hijos y, sobre todo, a su marido.

              Sofía tiene, pues, una enorme responsabilidad real, de primera línea, por lo sucedido. Pero tampoco la izquierda, ni incluso las feministas, han cumplido durante décadas con su especial compromiso y han arropado, al menos con su elocuente silencio, a la “pobre madre sufridora”. De pobre, nada. De ejemplo familiar, menos. No hace falta leer el libro de Pilar Eyre para completar un cuadro en el que ella, como el conjunto de los Borbones, ha fallado -por más que todavía se aduzcan algunas mentiras en su favor- prácticamente en todo. Y la sociedad, por supuesto, también, al tolerar o incluso aplaudir esa tremenda vergüenza real.

20210219. Otra “hazaña” de J. C. Borbón.

           Un avión arrojó 20 toneladas de combustible, con peligro de incendiarse, cerca de Jeda. Esa arriesgada y contaminadora maniobra -como ha contado ahora Jaime Peñafiel-, se efectuó por orden de Juan Carlos de Borbón, para que pudiera aterrizar, contra lo previsto, para visitar a uno de sus caros amigos árabes. El comandante del avión no tuvo el valor de imponer su autoridad en la aeronave. ¿Llegará el día en que sepamos poner en su sitio a al menos a un ex Jefe de Estado antes de que se muera?

              Este poner en riesgo la vida de los demás de esa manera y después de su retiro refleja por milésima vez la inhumanidad y sensación de impunidad de aquel que bien escogió a su hechura Franco, como lo demostró también con su incalificable conducta con su padre, hermano, esposa, hijos, amantes, amigos y todos nosotros. El de las cuentas sin cuento. El que vendió el Sahara para que le dejaran reinar, como acaban de destapar los papeles de la CIA.

              ¿A qué seguir? No se trata ya de monarquía o república, sino de si un pueblo tiene lo que debe tener para hacerse respetar por quien así representa al máximo lo que, por acción u omisión, son muchos de sus dirigentes. Por eso me temo lo del avión no sea la última hazaña de Juan Carlos de Borbón.

20210309. El racismo real, al desnudo.

         Por fin queda claro el porqué del alejamiento e incluso exilio del nieto preferido de la reina de Inglaterra, Harry, tras casarse con la actriz Meghan Markle. Porque Inglaterra, dijo un experto inglés, es el país en que decir “un caballero” es algo tan concreto como decir “una salchicha”. Las jerarquías están marcadas más que en el resto de Europa, máxime por ser el último país en perder su Imperio.

             El que el nieto real preferido se casara con una mestiza y tuviera un hijo de color se hizo insoportable para el régimen, al ser un auténtico desafío de hecho a la pureza del sistema, la realeza, cuya “sangre azul” justifica su poder. Hasta en España, cuando se peleaban con ella, las Infantas acusaban a Letizia de ser una plebeya. Aunque hoy quiera a veces ocultarse, la monarquía es un sistema intrínsecamente racista, que transmite su legitimidad y privilegios por su linaje a duques, condes o hidalgos; incluso todos los ciudadanos adquieren privilegios de sangre cuando el país conquista otro de un color diferente, aunque la “moda actual” de respeto a los derechos humanos y condena del racismo consiga que a veces intenten disimularlo.

20210326. Una real adivinanza de golpe.

              Se trata de un rey que fue elegido como sucesor suyo por un franco golpista. Que ordenó que España fuera el primer país en reconocer al sangriento golpista Videla y estableció lazos de amistad con los golpistas de otros muchos países. Que tardó muchas horas, hasta que se vio que no iba a triunfar el que montaron algunos de sus amigos, en condenar el golpe del 23F. Que después defendió ante el embajador alemán a quienes lo cometieron, porque “amaban mucho a España”. Con esos datos, hay que intentar adivinar, aunque no sea de golpe, cual fue la posición real de ese soberano hoy (d)emérito ante el 23F.

20210801. Pagamos a los cuatro reyes.

              El titular principal de un diario madrileño dice: “La Fiscalía ve complicado querellarse contra el rey Juan Carlos I”, cuya seguridad seguimos pagando al año de su huida con un botín regio. Es, sin duda, “nuestro” Rey de oros. También seguimos pagando más de 50 millones anuales -y no los ya muy excesivos ocho que intentan colarnos desde siempre-, a su hijo, obviamente relacionado con él en demasiadas cosas; como jefe del Ejército, Felipe VI es, digamos, “nuestro” intocable Rey de Espadas.

               Por otra parte, también todos, incluso los no católicos, sostenemos a un “Papa Rey”, pagando cada año, del conjunto de los impuestos, como los devotos que ponen una crucecita, pero sin dar un céntimo más que nosotros; dado que Francisco bebe ceremoniosamente vino por nuestra salvación, es “nuestro” Rey de Copas. Y el colmo es que también pagamos de ese modo -y mil otros, como las descaradas inmatriculaciones que dio a su Iglesia Aznar- a otro Papa Rey, dimisionario como el laico el fugado de aquí, y encima cómplice de Hitler y refugiado en el Vaticano. Por eso, y por haber sido jefe de la Inquisición y amenazarlos aún con un infierno en el que ya ni los niños creen, le corresponde el deshonor de ser “nuestro” Rey de Bastos.

                  No es, pues, que resulte “complicado” enjuiciar a los cuatro reyes. “Sólo” haría falta que tengamos lo que hay que tener para romper esa anticuada baraja que así utilizan constantemente para estafarnos.