Cartas a la prensa – Economía – 2003

2003XXXX. Falsa deuda del sur.

El predominio técnico y financiero, las presiones políticas y hasta militares, e incluso la más vulgar y directa corrupción –de lo que tenemos tantos ejemplos recientes- ha hecho que los países del Norte hayan sacado en pocos lustros de los países del Sur del planeta mucha más riqueza que la deuda externa de estos últimos, con lo que han aumentado de modo alarmante, y a veces catastrófico, los desequilibrios anteriores. De ahí que, según reconocen los principales organismos internacionales, la cancelación –en modo racional, como todo- de esta deuda externa favorecería el equilibrio mundial, es decir, acabaría beneficiando a todos.

Sin embargo, algunas de las ONGs que hacen campaña en este sentido, todavía impregnadas, en el mejor de los casos, por la antigua mentalidad paternalista, hablan de “PERDONAR la deuda externa” (o emplean el adjetivo que, según la Real Academia, es su equivalente legal: CONDONAR), como si la culpa de la situación recayera exclusivamente en el Sur, y su reclamación fuera del todo justa. Así, de hecho, esas ONGs dan la razón al Norte y niegan la principal motivación que debería impulsar a eliminar esa deuda a los países desarrollados: lo justo de esa reclamación del Sur. Con estos amigos, los países subdesarrollados apenas necesitan enemigos.

20030508. Fildalgo víctima.                       

                     Total, intrínsecamente buenos o malignos, ángeles o demonios, dicen los teólogos, sólo pueden ser los espíritus puros; en los hombres, todos, hay siempre mezcla de bien y de mal, por más que los maniqueos pretendan tener toda la razón y calificar a los demás (ir)religiosamente de demonios. Máxime, cuando han sido víctimas de una agresión, vistiéndose de angelitos que nunca han roto un plato. Incluso cuando han roto ciento, y han dado a los “demonios” las armas que ahora les dan de cabeza. Me refiero, claro está, al “ejemplo” de Estados Unidos con Sadam Husein (armado antes por ellos contra Irán) o Bin Laden (armado también por EEUU antes contra los rusos); pero también conviene recordar aquí el palo recibido por otro gigante, física y organizativamente, a nivel español, el doctor Fidalgo y, en su persona, CCOO.

                       ¿Quién será tan bárbaro –o interesado- como para dudar que condenamos esa violencia ejercida contra el sindicalista Fidalgo, como la del 11-S contra Estados Unidos? Pero, justamente para romper el espiral de violencia, hemos de mirar el contexto de ese crimen, los antecedentes y motivos, sin aceptar a priori las obviamente interesadas afirmaciones de inocencia total por parte de la hoy víctima; en este caso, de un jefe de sindicato que sostiene que cumplió escrupulosamente con los apoyos a los que se comprometió con las víctimas de Sintel, y que si la mayoría de esos trabajadores sigue estando en la calle (en el paro), y manifestándose ahora también contra él  y CCOO, es por  su perverso gusto,  por ser o estar dirigidos por unos “mafiosos”, es decir, en definitiva, ser o estar endemoniados.

                         Es difícil, incluso para quienes conocen de cerca el problema, calibrar al detalle la responsabilidad de cada cual; pero no lo es afirmar que la razón no está sólo en una de las partes; y menos aún, si cabe, en la de los de arriba. Recordemos las palabras de Gandhi: “La peor violencia es la necesidad” y, por tanto, la violencia de quienes en alguna manera colocan en esa situación a sus víctimas.

20030909. Cheques de viajero en euros.

                            Por segundo año me he encontrado con la desagradable sorpresa de no poder conseguir cheques de viajero de más de cien euros, mientras que hace muchos años que existen los de quinientos y mil dólares. Más aún, en Méjico he tenido dificultad en cambiar los cheques en euros por moneda local, dado que, me decían, en la misma Europa no se cambiaban los euros con facilidad. ¿Cómo es posible que tengamos una administración tan mala que, incluso en tema tan fácil e importante, perjudica hasta ese punto nuestros intereses?

20030918. Corrupción del PSOE y PP  sobre la vivienda.

                            Cualesquiera que sean las tramas inmobiliarias de corrupción que se puedan probar en el PSOE o en el PP en torno a la Comunidad de Madrid, hay una mucho mayor que las engloba y cuya culpabilidad recae directamente sobre ambas formaciones políticas en su conjunto, no sólo en Madrid, por su probada complicidad en el mayor robo que se ha hecho en memoria humana a las familias españolas: la multiplicación especulativa del precio de las viviendas. Esta pesadísima losa, cada vez más insoportable para las nuevas generaciones, descalifica de entrada a todos esos políticos, mientras no pongan realmente el problema sobre la mesa, reconozcan las responsabilidades de sus partidos y tomen medidas eficaces para resolverlo.

20031010. El patriotismo manipulado como negocio.

                                Yo le agradezco mucho su descaro, porque pone al desnudo su estrategia, incluso ante los más ingenuos. Al decir el presidente de la Patronal, J. M. Cuevas, que el eje de las próximas campañas electorales no será los temas económicos, sino la unidad de España, ha salido, por una vez, de su cueva, y revelado su truco: “Saluda a la bandera, mientras yo te robo la cartera”.

                                 Estos “salvadores de la patria” basan su negocio en distraer la atención pública de sus problemas económicos reales con las clásicas batallitas contra la “anti-España”, como hace su hermano gemelo y competidor, el no menos camuflado de patriota PNV, desde el otro bando. Cogidos entre esos negociantes de la política, los ciudadanos corrientes sufrimos, con demasiada paciencia a veces, sus interminables peleas, sus costosísimos “impuestos de guerra” y sus autoritarios modales, “justificados” todos ellos con la excusa de que “la patria está en peligro”. El peligro, y muy real, son todos esos manipuladores de nuestros sentimientos patrios, todos del mismo bando, que sólo compiten entre sí para ver cual chupa más a su respectiva clientela.

20031103. Billetes fasos de DIA.

                        ¿Es admisible el negarse, pública y sistemáticamente, a admitir unos billetes de curso legal? Hago una compra por 59.91 euros en una cadena de pequeños supermercados de origen francés. Voy a pagar a la cajera con un billete de cien. Ella se niega a aceptarlo y me señala un pequeño aviso –que ni así acierto a ver- en el que, dice, se advierte que no admiten billetes de cien, lo que confirma la supervisora que viene a anular mi compra. “Es que casi todos salen falsos”, añade con un alarmismo que prefiero no calificar. ¿Qué hacer contra esas prácticas que, día a día, así atentan contra el funcionamiento de nuestra sociedad?

P.D. Con el tiempo y la inflación terminó esa discriminación monetaria.

20031121. El petróleo, nuevo Apocalipsis.

            El petróleo es hoy un elemento capital en el progreso de nuestro mundo, el humano, hacia su propia destrucción. No me refiero sólo, ni principalmente siquiera, al evidente aspecto ecológico de la contaminación de la tierra, los mares e incluso, por su combustión, la misma atmosfera terrestre, sino, ligado a ello y, sobre todo, a los cambios históricos que su utilización está produciendo en el mundo.

            En efecto: por su misma estructura física, el petróleo se encuentra de preferencia en los lugares más marginales, inhóspitos, desiertos del planeta, donde habitan los grupos menos civilizados, más fanáticos, salvajes. Por no fijarnos sino en los dos polos hoy principales, fijémonos en los dos polos hoy capitales: por un lado, el oriente medio, y, centrado fundamentalmente en Arabia Saudí; por el otro, el sur de estados Unidos, y, concretamente Texas.

              Ahí están los fanáticos, como el fundamentalista alcoholizado reconvertido Bush,, salvado por dios, que emprende todos los días su campaña de guerra y muerte –como antes sus penas de muerte- rezando por los que va a matar para salvar al mundo y el orden cristiano, una la cruzada encantado de haber encontrado otro equipo parecido al suyo, de fanáticos fundamentalistas islámicos, para tener un encuentro histórico por otro los propagadores en el mundo del fundamentalismo islámico, saciando, junto con la fiebre del oro negro -que ofreciera también a Aznar-  su sacro racismo, el imperialismo racista de su pueblo y las exigencias del complejo militar-industrial que ya denunciara, desgraciadamente, solo al irse, el presidente Eisenhower.

20031122. Esclavos y libertos.

                           Es asombroso el estoicismo, el estómago con el que soportamos los peores males, incluso la muerte… ajena ¿O no tan ajena? Hace siglos, Europa basó gran parte de su prosperidad en el mercadeo de esclavos, como en los célebres viajes triangulares ingleses: Africa (esclavos), América (algodón), Inglaterra (textiles). Los españoles, más decentemente… hipócritas, esclavizábamos o encomendábamos para salvar sus almas y achacábamos ese tráfico infame a los ingleses, pero les comprábamos ávidamente, junto con los textiles, unas “piezas de Indias”, es decir, esclavos medidos según su capacidad de ser explotados.

                          Hoy día, el “milagro europeo”, nuestra “asombrosa” prosperidad, está basada en gran parte no ya en “importar esclavos”, como denunciaba una pancarta en una manifestación madrileña, sino en un “truco” mucho más provechoso todavía para nosotros. Tras el antiguo saqueo bélico, nuestro neocolonialismo económico arruina la economía e industria del Sur en un permanente y, por lo general, incruento saqueo. No les queda, a los que todavía tienen fuerzas para ello, sino intentar llegar a nuestras costas, incluso a costa de sus vidas, para ofrecer su trabajo “negro”, marginal.

                           No tenemos, pues, que pagar su compra, ni su viaje, ni sus cadenas, ni su alojamiento, ni ningún otro de los costes y responsabilidades que generaban aquellos esclavos. Y, de paso, su masiva presencia nos sirve para abaratar mucho el coste de los trabajadores libres no cualificados, a los que con ello tenemos más “controlados”, con aquella sujeción más disimulada de los antiguos “libertos”. ¿Cabe mayor ni más inhumano negocio?