Directivos de asociaciones ecológicas y sanitarias de Francia denuncian que se van a destruir ahí píldoras y esteriletes fabricados sobre todo para África, en donde evitarían embarazos no deseados, niños abandonados, abortos, etc.; destrucción que costaría más que su distribución. Y preguntan: “¿Aceptará Francia sin reaccionar ser la ejecutora de una política insensata procedente de ultramar?”.