Cada vez vemos más en las calles más perros curiosos, olfateando y dirigiendo a sus amos hacia lo que les interesa, máxime cuando encuentran otros de su especie, para trabar amistad o pelearse a ladrido pelado.
Esta creciente moda se debe a que nuestros dirigentes planificaron mal el ritmo de nuestra propia procreación. En el Sur mundial -y en el sur de España- no se enseñó, lo que ha provocado una gran migración del Sur hacia el Norte. Tras el cambio aquí de régimen político, los ciudadanos, y pese a continuar ciertas prédicas, redujimos casi todos la procreación, hasta tener España la mínima mundial durante varios años. Esa generación es la que, con menos descendientes, adopta ahora más animales de compañía, presentes en el 48% de nuestros hogares.