Jesús, aún tenemos príncipes de la Iglesia de capa y espada en España, en franca cruzada. Así Jesús Sanz, arzobispo de Oviedo y ultraconservador medieval, de los de la guerra santa, que usurpa el papel de los políticos y fuerzas armadas. Estos, los seglares, son los que deben frenar a “los moritos que asesinan a los cristianos en nuestras iglesias dentro de sus territorios”, mientras que los profesionalmente representantes de la doctrina de Jesús son los que con su doctrina y práctica del “no matarás” deberían convencer de la superioridad de su doctrina, lo que demasiadas veces, -como este este nuevo “Jesús”- están lejos de creer y, por tanto, de predicar.