Fui uno de los más de cinco millones que un día votamos a Podemos. Eso me da el derecho y el deber de exigir a Belarra, que aún manda en rescoldos de aquel fuego que, mal empleado, puede todavía abrasarnos. Como ahora, al pretender algo tan absurdo como que no nos preparemos mejor contra Putin u otro salvaje de Occidente u Oriente.
¿Está vendida Belarra a alguno de ellos, o se cree de verdad lo que dice? Sería mejor que estuviera vendida (o chantajeada), porque quizá algún día se podría arrepentir. Pero si cree de buena fe que debemos seguir tan desarmados (sin apoyar ni a los de abajo, que son quienes más sufren en guerras) y fallándole así hasta a su propio instinto de conservación, es un grave peligro para todos nosotros.