20060117. No basta un buen diagnóstico.
Muy interesante ha sido la reflexión –o meritoria confesión-, “la duda hamletiana de ser o no ser de la izquierda” de Ramón Jáuregui. Recuerda este político vasco el escándalo de la ausencia de la izquierda en las recientes protestas de París o de estudiantes en otros lugares y la nula presencia de la Internacional Socialista en los grandes problemas internacionales, hasta el punto de que las protestas contra la pobreza las tienen que encabezar líderes del pop, como Geldof y Bono, y el que “las izquierdas nacionalistas han sido absorbidas y deglutidas por el nacionalismo”, como en los aberzales y el ERC catalán.
Cabría recordar aquí la previsión de T. Veblen sobre la posibilidad de triunfo del socialismo… sólo si sus adversarios no conseguían neutralizar las reivindicaciones obreras “en las arenas del patriotismo”. Y la responsabilidad del PSOE a este respecto en España, tanto al ceder F. González –en uno de los dos únicos errores que creo ha reconocido jamás, junto al del referéndum OTAN- el gobierno del País Vasco al PNV, aun siendo el PSOE entonces el más votado, como en el inmenso error actual de apoyarse un PSC-PSOE, minoritario en votos ante CiU, y para superarlo, en un ultranacionalismo maragalliano y en una alianza con un ERC ultranacionalista. Tiene razón Jáuregui: pero lo que falta, sobre todo, es coherencia y valor a su partido para actuar contra un mal ya tan avanzado que hace cada vez más evidente el diagnóstico y más difícil una cura que no deje graves secuelas.
20060117. Degenerado.
En cualquier parte, por desgracia, puede darse un degenerado tal que no sólo llegue a matar fríamente a quien le había salvado la vida, sino que, después de pasar por la cárcel, ponga una cristalería en los bajos de la vivienda de la viuda de su víctima. Pero es muy difícil concebir siquiera una sociedad que no sólo tolere ni por un momento a ese monstruo, sino en la que haya un sector importante que llegue a catalogarlo como un héroe a imitar, un miembro de la élite que está forjando un País Vasco mejor.
No estoy hablando solamente de ETA, o de HB. No han sido aún desautorizadas, ni en la teoría ni en la práctica, las palabras que sobre los violentos pronunció Arzallus, como líder del PNV: “Unos golpean las ramas y otros recogen los frutos”. Excepto para el pequeño grupo amenazado de muerte por resistirse activamente al imperio del crimen político, el más favorable futuro próximo del pueblo vasco será el de una inmensa vergüenza histórica por haber tardado tanto en solucionarlo, tristemente paralizado por el temor, o incluso cómplice más o menos activo de alguno de los distintos grupos que aceptan o, condenándolo de palabra, se lucran aún del terror político.
20060227. Enfrentamiento favorable para ETA.
Sí, yo estuve en la manifestación del sábado 25-F. Como he estado en muchas, muchas manifestaciones contra el terrorismo de ETA, en Madrid, Victoria, Bilbao y San Sebastián. Pero esta fue muy distinta, y trágicamente quien más provecho ha sacado de verdad de ella, del agravamiento aquí patente de la división entre los demócratas, ha sido la misma ETA.
Es cierto que la política antiterrorista del Gobierno del PSOE es muy deficiente, muy débil, muy imprecisa. A cada momento parece que va a llegar el final, con ilusiones que luego resultan ser eso: ilusiones. Sin embargo, la misma indefinición y falta de soluciones reales de éste Gobierno hacen radicalmente falsas las imputaciones de criminalidad, basándose en sospechas y juicios de intención, llegando al extremo de calificarlo de “cobarde”, “vendido”, “traidor” y desear incluso la muerte de su presidente, Zapatero, como demasiadas pancartas y gritos demasiado coreados pusieron al desnudo era la mentalidad de muchos en esta manifestación, promovida ahora ya abiertamente, no como la primera, por el PP.
Si algunos intereses políticos han podido frenar un avance hacia la solución por parte del PSOE, mucho más manipuladora ha sido la actitud ruin de un PP que, como antes reprochábamos todos juntos a HB, pretende nutrirse de los cadáveres de las víctimas. Recordemos que la misma presidenta de la AVT dimitió hace pocos meses por la excesiva politización partidista de su secretario Alcaraz, y lo mismo han reprochado varias importantes Asociaciones de Víctimas, como la de Cataluña, así como víctimas muy señaladas, y numerosísimos comentaristas políticos. Pobre España, en donde hasta la oposición, en lugar de ayudar al Gobierno contra los enemigos de la democracia, o presentar una clara alternativa positiva ante sus fallos, piensa prioritariamente en hundirlo del todo como sea para ponerse en su lugar, fomentando una división entre los ciudadanos que sólo aprovecha a los terroristas.
20060323. PP y PSOE ante ETA.
Los españoles, empezando por los vascos, vamos a estar muy atentos para ver quienes van a contribuir más y mejor al “alto el fuego permanente” de ETA, o quienes, por excesiva ambición o torpeza, van a torpedearlo hasta hacerlo fracasar. Ahora es más imprescindible que nunca una estrecha colaboración, precisamente por su labor distinta y complementaria, del PP y del PSOE. Uno ha dado más los golpes, el otro ha actuado como “recogenueces”; uno ha hecho más de policía malo, otro de bueno. La desconfianza acentuada del PP no debe llegar convertirse en una profecía autorrealizadora, provocando necesariamente una ruptura del proceso, como quienes ya niegan que pueda ser real, con “razones” tales como que ETA ayer no se quitó ya la capucha ni entregó sus armas. Y el PSOE debe realizar medianamente bien el dificilísimo papel de dar la suficiente confianza al PP de que no hará concesiones indebidas, sin quitar tampoco toda esperanza a los de ETA de mitigar algo su derrota, lo que les llevaría a lanzarse, desesperados, en un terrible –para todos- morir matando. El patriotismo se demuestra con los hechos. En el PSOE, reconociendo el papel que ha jugado y aún tiene que desempeñar el PP; en el PP, reconociendo lo mismo en el PSOE, en este período en que gobierna.
20060611. Guerra a la paz.
Muy significativo del espíritu de la manifestación de la AVT ha sido el ardor con el que muchos de sus asistentes han empuñado pancartas de “Guerra a ETA”. Algunos oponían, como es lógico, este llamado a la guerra a las que desdeñosamente calificaban de “inútiles” pancartas de “Paz” en el conflicto de Irak.
Su mentalidad y reacción ante el problema de la violencia es, en definitiva, el mismo. Recordemos que Bush, apoyado por Aznar, para el que todos los terrorismos son iguales, se negó a reconocer otra posible raíz de la violencia que la maldad de sus adversarios, el “eje del mal”. Ni una palabra sobre su devastadora invasión económica e incluso militar, más de cien en un siglo. Sin nada que rectificar, no quedaba otra alternativa, otra “solución”, que emplear aún más violencia y terror que ellos, más guerra, lo que nos ha llevado hoy a un mundo cada vez más violento, más inseguro, más hostil.
En España, el preconizar sólo la solución violenta, policial, a un problema vasco, tan agravado por la dictadura, ha llevado a décadas de violencia y muerte; e incluso hoy, cuando diversos factores parecen favorecer la desaparición de la única organización secreta que practica la violencia armada, ETA, vemos aun PP empeñado en aprovechar cualquier ambigüedad y error de otros en ese proceso para preconizar el uso exclusivo de la violencia armada, de la guerra. Más aún, califica cualquier intento de acabar con la violencia por métodos pacíficos como traición y entrega a “la paz de ETA”. En una escalada sin precedentes, muy desestabilizadora, el PP acaba incluso de acusar al Gobierno de España de complicidad con los terroristas (¡!), retirándole –de hecho, y declarándolo así- un mínimo apoyo institucional, en un ambiente crispadísimo, prebélico, como de guerra civil, aún virtual, a escala estatal. Si en anteriores manifestaciones de la AVT-PP las pancartas “ETA NO” en realidad querían decir, y lo decían rotundamente otras, “No al Gobierno español”, éstas del 10 de junio ya apuntan, como tantos otros gestos de estos extremistas, a una “Guerra al Gobierno español”, peligrosísima locura que esperemos sirva para hacer recapacitar y apartarse de esa carrera al precipicio a los más sensatos.
20060713. Nuevos carroñeros.
Durante muchos, muchos años he publicado, como ciudadano y como sociólogo, centenares de escritos contra el terrorismo de ETA. También me he manifestado no menos veces en la calle, en Madrid y en el País Vasco, con miles, sí, miles de pancartas, muy bien acogidas por miles de conciudadanos. La más conocida, un “ETA, NO” en rojo, encabezaba hasta hace poco la página web de la Asociación de Víctimas del Terrorismo; también difundí mucho la pancarta: “Ni ETA ni cómplices”, desgraciadamente de máxima actualidad hoy. Porque una y cien veces he denunciado a quienes utilizaban carroñeramente los cadáveres de los terroristas para medrar. Por eso no puedo menos de denunciar de la misma manera hoy a quienes, disfrazados como si fueran del lado de los demócratas, siguen esa repugnante táctica de hacer negocio con las víctimas, convocándolas una y otra vez con lemas tan demagógicos y mal intencionados como los de su última manifestación: “Rendición, en mi nombre, no”.
En efecto: Nada puede gustar y fortalecer más a ETA, ni ir en contra de sus víctimas, que esa división propiciada por esos que presumen de querer luchar más democráticamente que nadie. Lo honesto es apoyar todos la acción del Gobierno de turno, lo que incluye, por supuesto, también el criticar, incluso severamente, los errores que cometa, que los hay, y habrá más si se le deja aún más solo y débil ante el problema; nunca se podrá justificar este sabotear de raíz, e incluso hacer juicios previos de intención, a las iniciativas de solución, por el tan miserable como antipatriótico deseo de impedir que sea otro el que en parte pueda llevarse el mérito de terminar con esa tragedia común. Y el colmo de la perversidad es provocar esa división ante los terroristas manipulando, y multiplicando así, el dolor y pasión de algunas víctimas y de sus parientes.
20060915. Héroes o cómplices.
Cuatro proetarras encapuchados rociaron con gasolina un autobús lleno de viajeros y golpearon e hirieron con una barra de hierro a un anciano de 78 años, viajero del mismo, que les reprochó su acción, huyendo ante la aparición de la policía antes de poder incendiarlo. Recuerdo ante este hecho el comentario de un comentarista entristecido: “¿Qué se ha hecho del noble pueblo vasco para que ahora produzca esos asesinos del tiro en la nuca?”
En las manifestaciones contra la violencia en las que participé nunca coreé el lema, tan bien intencionado como incoherente, “-No son vascos, son asesinos”. Por desgracia, no sólo son vascos, sino que cometen sus crímenes en nombre del pueblo vasco. Y no existirían si no tuvieran tantos cómplices activos, y si no hubieran votado más del diez por ciento repetidamente a HB, y si no gobernara en el País Vasco un partido que, tras rituales rechazos a la violencia, no hubiera empleado consistentemente la estrategia, descaradamente expuesta por Arzallus y no desmentida por Ibarreche, de que “unos golpean el árbol, y otros recogen las nueces”. Lo que ocurre es que lo que unos golpean y e incluso hieren y destruyen no son árboles, sino muchos centenares de personas, y la cosecha de nueces que los otros recogen en provecho propio son los mutilados y los muertos.
¡Desgraciado el país -como dijo de cierta región europea uno de sus hijos-, en el que los ciudadanos se ven obligados a elegir entre ser héroes o cómplices activos o pasivos de los criminales! Y la extremada lentitud –por miedo o por intereses inconfesables- por parte de muchos de los principales interesados, los del País Vasco, en acabar con esa situación, y sanear a fondo sus restos, no hará sino pesar aún más gravemente sobre el porvenir de todos.
20061126. Quien vende víctimas.
Durante muchos años me he manifestado públicamente, por escrito y en la calle, en Madrid y en el País Vasco, contra aquellos miserables del entorno de ETA que utilizaban carroñeramente los cadáveres de sus víctimas. Pero nunca creí que le situación podía empeorar aún hasta el punto que desde la misma asociación creada para defender y ayudar a esas víctimas surgiera un grupo, encabezado por un abogado de mirada huidiza, que ni siquiera tiene la condición legal de pariente de víctima, que chantajeara a los sobrevivientes de esa tragedia, y a sus parientes, impulsado por los políticos más extremistas de la oposición, manipulando a las víctimas para lanzarlas una y otra vez contra el Gobierno, atribuyéndole nada menos que la intención de venderse a los terroristas.
Dando un paso más en esa insensibilidad, ese dirigente escogió una fecha para la su última manifestación que coincidía con la celebración anual del día mundial contra la violencia de género, negándose a cambiar dicha fecha a pesar de ser advertido meses antes de dicha coincidencia, según han denunciado muchas asociaciones contra el maltrato de género. Y hasta en ese atropello fue apoyado por la plana mayor del PP, que asistió a esa manifestación de manipuladores de víctimas del terrorismo político, desertando totalmente la manifestación de las mucho más numerosas y no menos mortales víctimas de la violencia doméstica. Por eso adhiero a las pancartas que ahí denunciaban: “No está el PP. Nos engaña con la AVT”. La ciudadanía debe tener en cuenta la mentalidad que revelan estos hechos y obrar en consecuencia. Por muy dura que sea la realidad, los hechos muestran quienes no quieren la paz, si no son ellos sus principales protagonistas; o incluso quienes prefieren un terrorismo endémico, permanente, que les permita justificar un régimen cada vez más autoritario y tiránico, pervirtiendo la democracia “a lo Bush”.
20061230. Ni ETA ni cómplices.
Sí, ETA ha sido la que ha puesto materialmente el coche-bomba, la que ha hecho derramar de nuevo la sangre. Pero ETA no habría vuelto después de tanto tiempo por donde solía si no hubiera habido tantos, por acción y por omisión, que le han dado fuerzas para ello. Durante muchos años he llevado, en Madrid y en el País Vasco, pancartas con el lema: “NI ETA, NI CÓMPLICES”. También he denunciado públicamente por escrito a HB y a otros nacionalistas vascos que, como aves carroñeras, se aprovechaban de los cadáveres dejados por ETA. Por eso constato con acrecentada indignación que al preguntarse también ahora a quién aprovecha este crimen, quienes son los cómplices objetivos de ese renovado terrorismo, hay que ampliar aún más aún el círculo de implicados. Porque hoy parece de entrada favorecer, asimismo, fuera incluso del País Vasco, a quienes, debilitando su debido apoyo al Gobierno, tienen hoy una tan indisimulada como escandalosa cara de satisfacción, viendo cumplida su profecía autorrealizadora, mientras los conjuntos de los españoles vemos alejarse las perspectivas del fin de la violencia.