Trabaja y consume menos (1985)

El «Primero de Mayo» se inició hace ahora cien años para exigir la reducción de la jornada de trabajo a ocho horas. Se consiguió ese objetivo, pero no se ha avanzado más desde hace decenios. La técnica actual permitiría que todos viviéramos bien trabajando la mitad, unas cuatro horas. Pero los empre­sarios quieren que los trabajadores sean como el capitalista pocos, consumistas e insolidarios; y con amenazas de despido o halagos consumistas obligan a trabajar cada día cuatro ho­ras extraordinarias o incluso más.

Este doble trabajo y esos beneficios extras son tan roba­dos como los indebidos beneficios del capitalista a todos  los parados, subempleados, mujeres, «jóvenes» y «viejos»; también a los trabajadores del «Tercer» Mundo, cuya hambre y mi seria nuestro consumismo agrava y nuestro racismo ignora, a pesar de ser ellos la gran mayoría de la humanidad.

El combatir el exceso de trabajo y de consumo de los obre ros hoy «bien» empleados y asimilados (hasta ideológicamente,’ gracias al consumismo) por el capitalismo permitirá dignificar  más el trabajo, y su mayor derecho al ocio lo será también, a la libertad y al placer. No hay que tener miedo a la libertad, ni a combatir las presiones patronales para que los trabajado res «bien» empleados sean pocos e insolidarios. Reivindiquemos para todos el derecho a un trabajo moderado y satisfactorio, a un consumo adecuado, y así podremos vivir todos con mayor justicia, igualdad, paz y libertad, puesto que, como vemos, todas estas cosas se encuentran tan íntima y solidariamente ligadas.