20210106. “Diligencias” contra la delincuencia.
Un salvaje delincuente acaba de cortar de raíz las cepas de un conocido vinicultor. Muchos le expresaron su solidaridad, pero no la policía, que rehusó incluso presentarse, porque, relata la prensa, “no había pruebas” de quien lo hizo. ¿Cómo sabían los agentes que no había allí huellas del vehículo utilizado ni de los pies de quién o quiénes lo hicieron? ¿Ni de que no había rastros de distinto tipo, tras tanto rato de actividad, caídos de sus bolsillos, o colillas u otros objetos? ¿O de que no se podía saber así qué instrumento se usó, lo que en este caso, por haber pocos modelos y en distinto estado de conservación, tanto puede ayudar a identificar a su autor? Aparte de que un hecho tan específico puede casi siempre dar pistas para encontrar, si se trabaja en ello, al culpable.
En vacaciones, unos ladrones entraron por los tejados a mi ático en Madrid. Revolvieron todo el piso y querían llevase tantas cosas que tuvieron que dejar algunas en la azotea, incluido un destornillador suyo. No toqué nada y avisé a la policía, llevando a los dos agentes que acudieron a la azotea y a donde estaban antes los objetos robados. Echaron unos polvos donde quisieron y me dijeron, ellos también, que no había pruebas, que no podían hacer nada… porque al venir por los tejados los ladrones se habían ensuciado las manos (sic).
Como hacen hoy las administraciones y empresas que quieren cumplir con sus usuarios, sería de desear que en la policía hubiera supervisores que, tras cada actuación de sus miembros, preguntaran a los perjudicados si están satisfechos con su actuación. Así estas “diligencias” incalificables serían mucho más raras y, por supuesto, habría también menos delincuencia.
20210116. Atenas o Esparta. Autolimitarnos o entre matarnos.
Un jugador estrella, Marco Lehmann, ha sido “invitado” a matarse por ser homosexual, por quien muestra, además de su intolerancia, una ignorancia supina. ignorancia. Porque la población mundial se ha triplicado en 75 años. En esos casos, como prueba la historia y múltiples pruebas de laboratorio con otros seres sexuales, si no se frena ese crecimiento con prácticas sexuales no reproductivas o una feroz represión del sexo, surge la violencia individual y masiva, las guerras y epidemias entre los pueblos hacinados. Hay que escoger: O el amor platónico de Atenas y otras prácticas sexuales esterilizantes o la guerra continua de Esparta, con más barreras y guerras locales o mundiales. Los homosexuales, presionados por la naturaleza, alivian algo la presión de la población sobre alimentos y espacio., etc. El suicida, también; pero que lo practique primero también y no nos jorobe tanto quien lo predica para los demás.
20210303. El porno no es prostitución.
Disculpe el lector de este obvio título, que quiere poner en evidencia el extremismo al que puede llevar el ultra feminismo de Rosa Cobo, autora del libro, mejor diría libelo, “Pornografía, el placer del poder”. resumido en su artículo “El porno es prostitución filmada”. También escritor y sociólogo desde hace muchos más años, con varios libros en defensa de la igualdad entre los sexos, creo deber mío responderle.
Por supuesto, en la pornografía hay de todo. Bien lo conoce quien ya en los estertores del franquismo tuvo que publicar sólo en París su “El des-cubrimiento del hombre”. Pero poco sabe, o selecciona sólo lo que quiere inculcar, quien calla que en su gran mayoría exalta la sexualidad femenina independiente o en pareja lesbiana, lo que place también a los hombres, así como la cooperación y placer mutuo entre mujeres y hombres. Estos hechos destruyen por su base su teoría, tan sesgada y dogmática, y por tanto anticientífica.
La profundidad de su puritanismo antimasculino llega al colmo, como en otras de su cuerda, al considerar el trabajo sexual femenino (del masculino, ni habla, porque también destruye su argumentación) como el mal absoluto, al que hoy esas ultra feministas añaden la pornografía. Así van cercenando toda libertad sexual, incluso la que aún admiten para captar incautos o hacer callar a quien, desde cualquier orientación sexual, no se atreven a oponerse a esos, tan recientes como dañinos, excesos de esas feministas hegemónicas.
20210516. El poder puritano del PSOE.
Tanto la vicepresidenta Calvo, como la ministra de Trabajo, Valerio, afirman que “la prostitución no es compatible con la igualdad entre hombres y mujeres”. Y eso respecto a un sindicato como OTRAS, abierto tanto a unos como a otras. ¿Es que las trabajadoras sexuales se degradan, pero los hombres no?
No solo fallan radicalmente en la igualdad que dicen defender entre los sexos, sino en su oposición al sindicato “por ser socialistas”. ¡Menudos socialistas que admiten un sindicato de patronos de clubs de alterne, pero no de sus trabajadores! Nada más hipócrita que unos sedicentes socialistas que quieren hacerse perdonar que los son, mostrarse “decentes”, unas “señoras de Vogue”, como se disfrazaron -o no- la vicepresidenta anterior, de la Vega, y todas sus ministras. Con razón ella recibió al retirarse el revelador agradecimiento de la ideología más opresora de la mujer en nuestra cultura, encarnada en el cavernario cardenal Rouco. Con esos Gobiernos “socialistas y feministas”, las mujeres no necesitan enemigos. Al pan, pan; y al vino, vino.
20210818b. Sexo a contramano.
Los jóvenes se reirán de este título, porque creen que eso no existe. Pero sí; basta un poco de sentido común y amor -completo-al prójimo, sin necesitar ser puritano. Hace poco supimos que en Moscú hubo más de doscientos accidentes de tráfico más el día que se colocaron unos carteles comerciales en los que destacaba la foto de una mujer despampanante. Y no hace tanto que un conductor español tuvo un accidente en la carretera que bordeaba un campo nudista; no fui yo, que estaba dentro. La solución humanitaria, en la que debiera intervenir las autoridades de tráfico, es evidente para todos los videntes, se pongan ciegos o no ante ese impacto visual. Que los carteles de ese tipo se puedan poner, no faltaba más, pero sólo a contramano de la circulación rodada.
20040902. Adopción por homosexuales.
La verdad es que a mí no me concierne el tema en sí, porque a mi edad no creo que ya vaya a ser adoptado ni cambiar de orientación sexual. Pero, como demócrata, me interesa que se respete a todo el que respeta a los demás, Y DENUNCIAR A QUIENES DE VERDAD ATENTAN CONTRA NUESTRA CONVIVENCIA. Y aunque en este tema concreto estaría quizá más dispuesto que otro a cambiar de opinión, el hecho es que todos los estudios serios que, como sociólogo, he analizado en distintos países, coinciden en que no hay diferencias entre los adoptados por homosexuales y los demás.
De ahí que el rechazo contra esa adopción, expresado en una carta por Pilar Donato (LA RAZÓN, 2 septiembre 2004), contrario a los datos conocidos, constituya sólo una prueba de sus prejuicios, su falta de razón, mal encubierta, como suele ser el caso de muchos antidemócratas, con el insulto a quienes “hacen o permiten esa barbarie”, “agresión criminal e irreparable” “no tontos, sino desvergonzados y malvados”. Son éstas claras proyecciones freudianas de su propio desorden psíquico que acaba sacralizándolo, y atribuyéndoselo a una cruel divinidad; atentado nada baladí contra nuestra convivencia ciudadana, si recordamos que muchos hemos vivido épocas en que a los que pensaban distinto al nuestro los metían en la cárcel y, antes, incluso los quemaban en los significativamente llamados “Actos de Fe”.
20210818b. Sexo a contramano.
Los jóvenes se reirán de este título, porque creen que eso no existe. Pero sí; basta un poco de sentido común y amor -completo-al prójimo, sin necesitar ser puritano. Hace poco supimos que en Moscú hubo más de doscientos accidentes de tráfico más el día que se colocaron unos carteles comerciales en los que destacaba la foto de una mujer despampanante. Y no hace tanto que un conductor español tuvo un accidente en la carretera que bordeaba un campo nudista; no fui yo, que estaba dentro (y no con la excusa de publicar un libro sobre el tema, que también). La solución humanitaria, en la que debiera intervenir las autoridades de tráfico, es evidente para todos los videntes, se pongan ciegos o no ante ese impacto visual. Que los carteles de ese tipo se puedan poner, no faltaba más, pero sólo a contramano de la circulación rodada.