Sexualidad – 2001

20010105. La sexualidad infantil en Diario 16.

      Como lector y anunciante apoyo hace lustros a DIARIO 16, como el mejor diario defensor de nuestra libertad. Sin embargo, dentro de la oleada de autoritarismo popular que nos invade, veo con preocupación ciertos síntomas del mismo hasta en él. Hoy, por triste ejemplo, en la misma sección que se pretende pluralista por definición, A FAVOR – EN CONTRA, la veo deformada hasta el punto que ambas posturas son en definitiva idénticas, en favor de la censura del nuevo medio de comunicación, Internet…   al menos, en lo que permita la técnica.

     La excusa para la censura es, en el fondo, la misma que daba Franco y tantos otros dictadores: la sexualidad; argumento concentrado ahora en (contra de) la sexualidad infantil. La más mínima autocrítica histórica mostraría la debilidad de esa “razón irrebatible”, porque, a lo largo de los siglos, ese “argumento supremo” de defensa de la sexualidad infantil no ha sido prácticamente empleado. ¿Seremos, pues, nosotros, los primeros realmente morales, como pretenden orgullosos todos los integristas de cualquier época? ¿Hemos olvidado del todo hasta el tímido “destape” del puritanismo decimonónico iniciado por Freud al reconocer –con tantos reparos, visibles en su mismo adjetivar- que incluso el niño es un “perverso polimorfo”, que puede dar aquí también no pocas lecciones a sus anquilosados y reprimidos mayores? ¿Seguiremos tapando nuestras vergüenzas mezclando impúdicamente lo que es la sexualidad con la violencia, sin la que no nos atrevemos ni a concebir que el “purísimo niño”, como antes la “purísima mujer”, pueda querer la sexualidad?

20010128. Clinton y Jackson, hipócritas.

Mientras actuaba en 1998 como consejero espiritual de Clinton tras su adulterio, el pastor Jesse Jackson, se ha sabido ahora, estaba manteniendo una larga relación adúltera y teniendo un hijo de ella.

En el caso de Clinton, la mayor vergüenza no es, opino, el adulterio; ni siquiera el que perjurara para negarlo; lo realmente intolerable es que acudiera, entre otras cosas, a intensificar una guerra para intentar escapar a la censura que merecían esos actos; como vergonzoso es que se le haya querido condenar por una transgresión sexual de esa índole, y no por la ruina y muerte que provocó en provecho propio.

En el caso de Jackson, su increíble hipocresía muestra la inanidad de los “profesionales de la moralidad” y de la misma moral sexual tradicional. Yo estuve a punto de ser sacerdote, pero comprendí a tiempo que esa moral es impracticable, antinatural (no “sobrenatural, como proclaman con vano orgullo e hipocresía sus defensores). Excluidos los frígidos y los fanáticos (que acaban locos, o sublimando en terribles perversiones) los mismos dirigentes llegan a “acomodos” lamentables, profundamente inmorales, de los que hoy J. Jackson es un “ejemplo” más.

20010208. Orgasmo femenino.

Mi más enérgica condena contra el   mayor traidor a la humanidad; bueno, a los hombres, a los varones. No se trata aún del primer varón que, tentado por el millón de dólares ofrecido por alguna oscura masonería femenina, consiga tener realmente un hijo (pariéndolo), sino de algo aún peor. Por eso pongo a parir al yanqui que, poniendo unos electrodos en la columna vertebral de una mujer, le hizo experimentar orgasmos «como nunca consiguió mi marido”.

¿Estaremos los varones condenados a ser ahora nosotros el “sexo inútil”, innecesario? Todavía nos queda un recurso. Recordemos que, aunque no sea políticamente correcto, es de admirar la astucia con que conseguimos –a base de moralina, de mitos pseudorreligiosos, de leyes y de palos- convencer durante siglos a las mujeres que ellas eran el sexo estéril, la mera tierra depositaria del semen, y proclamarnos así únicos dueños de los hijos.

Ahora, con mucha más razón, podemos y debemos emprender otra campaña, para desorgasmar y desgenitalizar la sexualidad, tan empobrecida hoy por un lamentable y antierótico reduccionismo, tan masculino, pues sus raíces se remontan a aquella indebida apropiación unilateral de la prole. Así conjuraremos el peligro de que las mujeres, entusiasmadas por los electrodos, nos cortocircuiten y pasen de nosotros.

20010217. Pureza cien por cien.

         «Los diez mandamientos se resumen en dos: amar a Dios y no j… (físicamente) al prójimo; es decir, el sexto mandamiento; y la regla de oro consiste en no amar (físicamente) al prójimo».

          Esta interpretación puritana de la religión, que tantos padecimos tanto tiempo, se impone todavía no pocas veces, a pesar de algunos loables esfuerzos en sentido contrario, en un PP que ha echado a un alcalde que gastó 80.000 pesetas con una mujer de vida alegre, pero mantiene a quien gastó muchas más con su mujer seria, o comprando joyas. 

            ¡Si, tras la victoria del PP, hasta un agua mineral pretende vendernos que ella nos purifica, siendo pura, etc.! Puro cuento que no hay quien se lo trague: pues incluso Jesús prefirió para purificarnos, hasta hacer de él un sacramento, el vino.

20010321. Pederastia en EE UU.

Cada época tiene su caza de brujas, en la que se cometen las mayores atrocidades contra personas inocentes e indefensas por parte de los individuos realmente más perversos y crueles de la sociedad, disfrazados bajo capa de moral y de religión. Acabamos de ver en TV2, basado en un hecho auténtico sucedido en la misma parte de Estados Unidos donde se dio el caso de las brujas de Salem, “El juicio McMartin”, donde malvados fanáticos de todo tipo en ensañan sobre una familia acusada de abusos a menores. Hace pocos días, estuvo a punto enjuiciarse en Londres al responsable de una exposición donde había fotos de algunos niños desnudos. Cualquier día se pedirá aquí cerrar el “pederasta” museo Sorolla.

¿No ha llegado el momento de tener el valor moral de decir “¡basta ya!” y desenmascarar a esas mentes corrompidas de inquisidores que pervierten la moralidad para satisfacer sus más crueles instintos? Porque no sólo destrozan y hasta matan a sus víctimas, sino que también causan otros daños incalculables, al desviar la preocupación de la sociedad por los gravísimos problemas morales reales que tenemos, y que no es tan “barato” resolver –lo que explica que esos fanáticos tengan tantos cómplices- como la creciente y sangrante injusticia en las relaciones Norte-Sur, los centenares de millones que padecen hambre y enfermedades evitables y los regímenes que oprimen y torturan impunemente a sus ciudadanos.

20010407. Morbo.

En España, mucho programa de televisión «Gran Hermano», como antes mucho «destape»; pero un par de fotos relativas al Día Mundial del Naturismo ponen a mitad del año 2000 las cosas en su sitio. Por una parte, la foto de una asociación que reivindica el desnudismo en Madrid, en la que vemos que todos sus miembros –dicho sea, con perdón- están con una camiseta que les tapa «todo»; menos uno, que se cubre «eso» con una pancarta, y otro, lejos, tumbado, que esconde lo mismo con una pierna flexionada. La otra foto es el desnudo frontal e integral del director de un programa televisivo infantil, con cuatro mujeres en la misma postura, en el canal 5… británico. O sea, que aquí se admite lo que sea, siempre que sea morboso, pecado; si no, como afirmaba, entre mil otros, Cela, no tiene gracia, no satisface.

En definitiva, pues, «la revolución sexual a la española», como decía uno y piensan muchos, es «que haya muchas putas, y muy putas».  Tranquilos, pues, que continúa, modernizada sólo en lo imprescindible, la «España eterna»; aquí pecamos mucho precisamente porque seguimos siendo «mú» católicos; seguimos siendo «el país de las catedrales y de las blasfemias», lo que, lejos de contradictorio (por ser la blasfemia expresión de fe, como el pecado) es de lo más coherente y complementario, en un perenne «círculo vicioso» -¡y tanto!- de condenación y salvación. ¡Jesús, qué país!

20010524. Reina sexy.

En épocas más naturales, menos desequilibradas sexualmente, se ensalzaba a la mujer sensual como diosa, según nos recuerda la Venus romana o la Afrodita griega; incluso como la diosa principal y hasta única, la Gran Diosa Madre, reproducida en tantas partes con sus órganos reproductores muy destacados. Hoy apenas empezamos a recobrar, con muchas vacilaciones y defectos, esa valoración del amor, según reflejan, de modo aún tan imperfecto, los concursos de belleza y de modelos. Aún resulta escandaloso que una Reina de belleza pueda serlo del Reino, que una modelo pueda ser modelo, primera dama, para todos.

 Sería hermoso que, esa lucha por reequilibrar nuestro cuerpo, -ese “microcosmos” personal, según se le ha llamado a veces-, nuestra micro ecología, esa reivindicación en la que parece querer distinguirse el Príncipe Felipe, como ya en defensa de la macro ecología, fuera el mejor recuerdo y mensaje que nos dejara, aunque fuera el último, si nuestro puritanismo impidiera todavía aceptar con la suficiente madurez que se realice al máximo nivel social ese reencuentro con la belleza y sensualidad hecha carne.

20010704. El celibato eclesiástico.

No creo, como algunos cínicos, que todo se deba a una campaña para fomentar maquiavélicamente las hoy escasísimas vocaciones religiosas. Pero no deja de ser sorprende este reconocimiento por parte del Vaticano de un hecho, tan común como persistentemente “desmentido”, como los abusos sexuales del clero respecto a monjas y feligreses(as). Reconocimiento tanto más extraño, cuanto que el Papa ha confesado que habrá que suavizar el celibato eclesiástico, sí, pero sólo después de su muerte, (dando una prueba más de su falta de energía y responsabilidad ante tan urgente reforma). Por si las moscas, yo recomendaría seguir la prudente norma de aquellos pueblos cristianos viejos españoles que, para evitar mayores peligros y males, no admitían en su entorno a curas que no vinieran con su mujer… o, añadamos, dada la mayor abertura de los tiempos presentes, sus adjuntos.

20010704. Las razones reales del celibato eclesiástico.

Los bienintencionados de siempre, ante el “destape”, reconocido por el Vaticano, de los abusos sexuales del clero, han pedido acabar con el celibato eclesiástico. Pero la jerarquía católica no es tonta, y si lo mantiene es precisamente porque es antinatural, insoportable. Así tiene cogido por el… cuello, dependiente de su continuo perdón, a su clero, como ese clero tiene a su vez a sus pies, confesando faltas continuas al sexto (y demás) mandamientos, interpretados estrictísima, inhumanamente, a sus feligreses.

Ese es el negocio fundamental que san Pablo denunció que practicaba el judaísmo, pero que acabó utilizando en su nueva espiritualidad: “Por la ley conocí el pecado”, y “sin pecado no hay redención”, por lo que -canta jubilosa la Iglesia en su liturgia- “Feliz culpa, que nos mereció tal redención”… de la que somos nombrados ministros, administradores y principales beneficiarios. ¿Cómo renunciar a ese chollo? ”¡No j… orobes!” Que ya pasaremos la mano, extendiéndola después para cobrar por el servicio. Sin represión y, en particular, sin represión sexual, habría que reconvertir ese tan exitoso procedimiento.

20010704. Auge y prohibición de la masturbación.

La antropología y la historia nos muestran que el instinto de supervivencia lleva a la humanidad a incrementar, en las épocas de superpoblación, prácticas que ayudan a disminuir la fecundidad, como la homosexualidad y la masturbación. Lo mismo ocurre respecto a esta última práctica en las épocas de epidemias, máxime si son de origen sexual, como la sífilis. Con mayor razón son comprensibles esas prácticas reequilibradoras cuando se dan simultáneamente ambos problemas, como hoy, cuando nuestra época ha sido calificada tanto como la de la Superpoblación como la del SIDA.  “Pero” ahora el Vaticano acaba de condenar al moralista redentorista español Marciano Vidal que pretendía suavizar algo la prohibición de ambas prácticas. Y pongo el “pero” entre comillas porque nadie podrá encontrarle un “pero” a esa conducta de la Iglesia, de lo más coherente con su milenaria tendencia a procurar que el mundo siga siendo un valle de lágrimas, terreno abonado para su actividad de “salvadora” profesional… en el otro mundo. Los incoherentes son quienes dicen que quieren desarrollar un mundo sano y equilibrado, y al mismo tiempo se reclaman de quienes procuran que este mundo no deje de ser un infierno con la excusa de redimirnos así de un futuro infierno extraterrestre.

20010704. Un modo serio de escoger pareja.

Sin duda, buscar una pareja visitando la ermita de San Antonio es una forma más “tradicional” que el visitar una agencia matrimonial. Pero me parece que la mayoría de la población tendría el buen sentido de no añadir que es también una forma “más seria” de hacerlo. Si quien lo afirma lo hace además en el ejercicio de su cargo de alcalde de Madrid, entonces, en mi opinión, comete una provocación y un claro abuso de poder. Una vez más, Álvarez del Manzano aprovecha su cargo para fomentar descaradamente sus peculiares concepciones ideológicas, mucho más cercanas tantas veces a la superstición que a la religión, en su afán de hacerse perdonar en el más allá sus cada vez mayores y menos ocultos pecados.

20010704. Una auténtica reina de belleza y sexualidad.

En épocas más naturales, menos desequilibradas sexualmente, se ensalzaba a la mujer sensual como diosa, según nos recuerda la Venus romana o la Afrodita griega; incluso como la diosa principal y hasta única, la Gran Diosa Madre, reproducida en tantas partes con sus órganos reproductores muy destacados. Hoy apenas empezamos a recobrar, con muchas vacilaciones y defectos, esa valoración del amor, según reflejan, de modo aún tan imperfecto, los concursos de belleza y de modelos. Aún resulta escandaloso que una Reina de belleza pueda serlo del Reino, que una modelo pueda ser modelo, primera dama, para todos.

 Sería hermoso que, esa lucha por reequilibrar nuestro cuerpo, -ese “microcosmos” personal, según se le ha llamado a veces-, nuestra microecología, esa reivindicación en la que parece querer distinguirse el Príncipe Felipe, como ya en defensa de la macroecología, fuera el mejor recuerdo y mensaje que nos dejara, aunque fuera el último, si nuestro puritanismo impidiera todavía aceptar con la suficiente madurez que se realice al máximo nivel social ese reencuentro con la belleza y sensualidad hecha carne.

20010704. El chivo expiatorio sexual.           

Cada época tiene su caza de brujas, en la que se cometen las mayores atrocidades contra personas inocentes e indefensas por parte de los individuos realmente más perversos y crueles de la sociedad, disfrazados bajo capa de moral y de religión. Acabamos de ver en TV2, basado en un hecho auténtico sucedido en la misma parte de Estados Unidos donde se dio el caso de las brujas de Salem, “El juicio McMartin”, donde malvados fanáticos de todo tipo en ensañan sobre una familia acusada de abusos a menores. Hace pocos días, estuvo a punto enjuiciarse en Londres al responsable de una exposición donde había fotos de algunos niños desnudos. Cualquier día se pedirá aquí cerrar el “pederasta” museo Sorolla.

¿No ha llegado el momento de tener el valor moral de decir “¡basta ya!” y desenmascarar a esas mentes corrompidas de inquisidores que pervierten la moralidad para satisfacer sus más crueles instintos? Porque no sólo destrozan y hasta matan a sus víctimas, sino que también causan otros daños incalculables, al desviar la preocupación de la sociedad por los gravísimos problemas morales reales que tenemos, y que no es tan “barato” resolver –lo que explica que esos fanáticos tengan tantos cómplices- como la creciente y sangrante injusticia en las relaciones Norte-Sur, los centenares de millones que padecen hambre y enfermedades evitables y los regímenes que oprimen y torturan impunemente a sus ciudadanos.

20010704. Un partido puritano.

«Los diez mandamientos se resumen en dos: amar a Dios y no j… (físicamente) al prójimo; es decir, el sexto mandamiento; y la regla de oro consiste en no amar (físicamente) al prójimo». Esta interpretación puritana de la religión, que tantos padecimos tanto tiempo, se impone todavía no pocas veces, a pesar de algunos loables esfuerzos en sentido contrario, en un PP que ha echado a un alcalde que gastó 80.000 pesetas con una mujer de vida alegre, pero mantiene a quien gastó muchas más con su mujer seria, o comprando joyas.  ¡Si, tras la victoria del PP, hasta un agua mineral pretende vendernos que ella nos purifica, siendo pura, etc.! Puro cuento que no hay quien se lo trague: pues incluso Jesús prefirió para purificarnos, hasta hacer de él un sacramento, el vino.

20010704.  ¿”Afean” la ciudad las prostitutas?

                    Estos días se discute mucho sobre la prostitución, pero el problema es más grave aún y nos afecta negativamente a todos: la raíz del conflicto se encuentra en la actitud dualista ante y contra nosotros mismos, que recogió y «bautizó» en parte el cristianismo, y que nos divide en monstruosos centauros, «mitad ángel, mitad bestia» por lo que «queriendo hacerse un ángel, se hace el bestia» (Pascal).

           Para que las prostitutas no «escandalizaran» ni «afearan» Madrid lo importante no es, pues, perseguirlas, empobrecerlas y arrinconarlas más aún, como al mismo sexo, sino, por el contrario, dignificar ambas cosas. Entonces seríamos todos más felices, más nosotros mismos, y nos podríamos enorgullecer y beneficiar en Madrid de nuestras heteras o geishas, como Grecia o Japón. Todo lo contrario de lo que es capaz proporcionarnos, con una espiritualidad preconciliar trasnochada hasta la ridiculez, un señor Manzano, especializado en perseguir parejas de hecho o Playboys. Encarna así una lamentable versión española tardía del Tartufo de Molière Sus múltiples y tristemente famosas declaraciones relativas a temas sexuales bastarían ya para demostrar que es la persona adecuada… para agravar, y no para resolver, el problema.

                    Si la izquierda critica por una parte con razón la hipocresía de la derecha al respecto, no por eso, como en otros temas, está inmune de todo dualismo sexual represivo, hoy disfrazado a veces de feminismo, o de un paternalismo que define a las trabajadoras del sexo como meras «víctimas» del sistema, quitándoles toda responsabilidad propia en poder mejorar sus condiciones de vida, y condenando de modo maniqueo también todo comercio sexual como intrínsecamente perverso.

20010704. Liberar a las prostitutas de sus libertadores.

Los sociólogos recordamos con frecuencia que hay tres clases de embustes: “Las mentiras, las grandes mentiras y las estadísticas”. Existe todo un arte (anticientífico) de seleccionar a entrevistados y entrevistadores, opciones y formulaciones de preguntas, etcétera, lo que permite presentar como “rigurosa conclusión” de un cuestionario casi cualquier resultado.

Estos días, por ejemplo, una encuesta así amañada permite presentar como un “hecho” el que casi ninguna mujer escoge voluntariamente ser prostituta, lo que satisface tantos al puritanismo de la derecha como a cierto radicalismo, no menos puritano, de izquierda. De ahí su amplia difusión interesada por esos grupos, a pesar de contradecir tal “descubrimiento” los resultados de otras encuestas más serias, y la obvia existencia, comprobable sin necesidad de encuestas, de no pocas  prostitutas que prefieren serlo, incluso en una sociedad aún tan puritana, que tanto les persigue y denigra, cuando obviamente tienen abiertas otras salidas laborales, o incluso no tienen extrema necesidad económica, como generalizan sus lacrimosos “salvadores” de distinto color, que, en vez de pretender hipócritamente echarles una mano, mejor harían en quitarle la que le tienen puesta encima.

20010719. Castidad en Kenya.

            Es desesperanzador constatar que el destino de naciones como Kenia se encuentran en manos de quienes, como su presidente Daniel Arap Moi, se atreve pedir a sus conciudadanos el año 2001 que se abstengan de practicar la vida sexual al menos durante dos años para detener el avance del SIDA. Aun en el caso, sin precedentes, de que esa medida pudiera llevarse a la práctica, es de lo más antinatural y despiadada; de aquellas que, como ya reprochaban los romanos, “por la salud, hacen perder las razones de vivir”.

            Hay que denunciar como se merece esa insensatez, que se propugna ante la presión de los grupos religiosos musulmanes y católicos, contra la importación a Kenia de preservativos. La Iglesia Católica, el Estado Vaticano, sin responsabilidad real y directa sobre millones de personas normales, puede permitirse el lujo demagógico e irresponsable de condenar las más elementales medidas sanitarias, hoy contra el SIDA, como antes otros Papas condenaron la  vacuna antivariólica, la anestesia y la anticoncepción; los países que de un modo u otro caen bajo su influencia, como ahora Kenia y en su día la España franquista, padecen leyes y costumbres antinaturales impuestas  a todos por esos integristas, cuyos actos y razonamientos muestran  que no tienen corazón ni cabeza.

20010719. Kenia.

            Es desesperanzador constatar que el destino de naciones como Kenia se encuentran en manos de quienes, como su presidente Daniel Arap Moi, se atreve pedir a sus conciudadanos el año 2001 que se abstengan de practicar la vida sexual al menos durante dos años para detener el avance del SIDA. Aun en el caso, sin precedentes, de que esa medida pudiera llevarse a la práctica, es de lo más antinatural y despiadada; de aquellas que, como ya reprochaban los romanos, “por la salud, hacen perder las razones de vivir”.

            Hay que denunciar como se merece esa insensatez, que se propugna ante la presión de los grupos religiosos musulmanes y católicos, contra la importación a Kenia de preservativos. La Iglesia Católica, el Estado Vaticano, sin responsabilidad real y directa sobre millones de personas normales, puede permitirse el lujo demagógico e irresponsable de condenar las más elementales medidas sanitarias, hoy contra el SIDA, como antes otros Papas condenaron la vacuna antivariólica, la anestesia y la anticoncepción; los países que de un modo u otro caen bajo su influencia, como ahora Kenia y en su día la España franquista, padecen leyes y costumbres antinaturales impuestas  a todos por esos integristas, cuyos actos y razonamientos muestran  que no tienen corazón ni cabeza.

20010719. Castidad en Kenya.

Se ha criticado el carácter utópico, y humanamente tan duro, (mucho más aún que las antiguas “huelgas de vientres” propuestas en la Europa decimonónica por algunos grupos izquierdistas) de la demanda del mismísimo del Presidente de Kenya para que todos sus ciudadanos emprendan una “huelga de relaciones sexuales” de al menos dos años, con el fin de evitar la propagación del SIDA.

Aparte de esos aspectos humanos fundamentales, yo quisiera sólo observar, desde mi punto de vista profesional, que la adopción de esa medida sería catastrófica para la economía de un país, al provocar bruscos vacíos de enteras generaciones. Baste recordar lo que ocurriría a los nueve meses en las maternidades y personal sanitario adjunto, así como en los productos comerciales relacionados con los recién nacidos; lo que se repetiría después en las escuelas, etc. Esos “guías ciegos” llevan al abismo a sus pueblos.

20010726. Aborto.

Ellos, sí, son como gallos de pelea, entrenados para dar picotazos por quienes sacan ocultos beneficios de sus encarnizadas peleas sin sentido. Una vez más, estos días intentan estafarnos, presentándonos en carteles y otros medios de difusión como valiosos gallos lo que no son aún ni huevos, es decir,  exhibiendo como niños de un año  de edad lo que no son sino fetos de pocas semanas. Sería ridícula, si no fuera tan vergonzosa, su campaña burdamente engañosa -y por tanto intrínsecamente inmoral- contra todo tipo de aborto. Así desprestigian la misma postura sobre el tema que dicen querer sostener, y que, defendida honestamente, y respetando otras opiniones, sería también ella respetable. “Dios no tiene necesidad de nuestras mentiras”; pero un clero demasiado humano, en sórdida búsqueda de poder, nunca desmiente –e incluso fomenta-  esos abusos de algunos de sus acólitos más extremistas, “más papistas que el Papa”… al que a veces incluso seducen a emprender cruzadas inhumanas.

20010910. Reflexiones ante un sujetador hinchable.

Los medios han aireado, diría casi, inflado, la salida en Londres del primer sujetador hinchable, con una cola… de pedidos de más de cien mil (100.000), antes incluso de ser lanzado al mercado. ¿Puede alguien imaginarse la que se armaría si se fabricara un hinchable análogo para los varones, “aunque” fuera para más abajo, para su entrepierna?

 Con razón se ha quejado un hombre que, si un varón observa a una mujer desnuda cercana a una ventana, se le critica a él, como “mirón”; si sucede lo inverso, también se le critica a él, como “exhibicionista”. Esta distinta vara de medir los sexos, aparentemente favorable a la mujer, en realidad la sigue discriminando, pues sólo a ella se le permite seducir, se la considera sexualmente más débil e inofensiva, prolongando así unas diferencias que sirven para seguir retrasando la equiparación entre los sexos.

20011029. Represión del placer.

No sólo en algunos púlpitos de pueblo, sino incluso en el Parlamento encontramos todavía genuinos representantes del tradicional masoquismo que dignificaba el dolor y satanizaba el placer, según caricaturizó la revista Simplicisimus en un pastor protestante que intentaba tranquilizar a su esposa antes de meterse en la cama: “-No te preocupes, querida: sólo es pecado lo que gusta”.

En España, y hoy, el parlamentario aragonés Ángel (sic) Cristóbal Montes defiende la postura del PP de prohibir el matrimonio entre homosexuales, porque, argumenta, si empezamos así “¿Por qué no llegamos a la promiscuidad total, a la manera de una tribu amazónica, y vivimos todos bajo un cobertizo y lo pasamos bomba?”. Es antológica, freudiana, su identificación civilización con represión, su creer que “tanto es un más caballero cuanto de más cosas se avergüenza” (B. Shaw), su satanización del “pasarlo bomba”.

Ya vemos demasiado bien estos días a donde nos ha llevado el exacerbado consumismo, el no querer vivir, ni relativamente, bajo un cobertizo: a guerras por el petróleo y demás recursos escasos. Más le valdría a ese y otros políticos puritanos recordar el lema de las actuales manifestaciones contra los bombardeos, desde el clásico “Make love, no war”, recordado en las del norte de Europa, hasta su traducción castiza, “Folla, no jodas. Polvos, sin ántrax” en pancartas de la reciente manifestación de Madrid.

20011213. Asaltos a los bancos.

                         Emigrante en Argentina, fui testigo de cómo el golpista Videla se preocupaba por la creciente ola de asalto a los bancos, a lo que la oposición respondió que, si los militares asaltaban la Casa Rosada, sede del Gobierno, no era raro que otros asaltaran bancos.

                        En España están aumentando también los asaltos a los bancos, aunque ya no gobierna un militar golpista. Pero sí manda ahora quien, con un tercio del censo y una ley electoral manipuladora, tiene una mayoría absoluta, y que al año de gobernar ha actuado contra todas sus promesas, perdiendo la confianza –encuestas al canto- de nueve de cada de diez ciudadanos.

                          Curiosa democracia, pues, la nuestra, en la que, además, son los bancos los que asaltan a los ciudadanos, con “preferentes”, y también apoderándose de los créditos internacionales, e incluso desahuciándolos de sus hogares. ¿Tendré que emigrar de nuevo, como lo hacen ya tantos otros españoles?