20000623. Prostitución.
Estos días se discute mucho sobre la prostitución, pero el problema es más grave aún y nos afecta negativamente a todos: la raíz del conflicto se encuentra en la actitud dualista ante y contra nosotros mismos, que recogió y «bautizó» en parte el cristianismo, y que nos divide en monstruosos centauros, «mitad ángel, mitad bestia» por lo que «queriendo hacerse un ángel, se hace el bestia» (Pascal).
Para que las prostitutas no «escandalizaran» ni «afearan» Madrid lo importante no es, pues, perseguirlas, empobrecerlas y arrinconarlas más aún, como al mismo sexo, sino, por el contrario, dignificar ambas cosas. Entonces seríamos todos más felices, más nosotros mismos, y nos podríamos enorgullecer y beneficiar en Madrid de nuestras heteras o geishas, como Grecia o Japón. Todo lo contrario de lo que es capaz proporcionarnos, con una espiritualidad preconciliar trasnochada hasta la ridiculez, un señor Manzano, especializado en perseguir parejas de hecho o revistas tipo Playboy. Encarna así una lamentable versión española tardía del Tartufo de Molière Sus múltiples y tristemente famosas declaraciones relativas a temas sexuales bastarían ya para demostrar que es la persona más adecuada… para agravar, y no para resolver, el problema.
Si la izquierda critica por una parte con razón la hipocresía de la derecha al respecto, no por eso, como en otros temas, está inmune de todo dualismo sexual represivo, hoy disfrazado a veces de feminismo, o de un paternalismo que define a las trabajadoras del sexo como meras «víctimas» del sistema, quitándoles toda responsabilidad propia en poder mejorar sus condiciones de vida, y condenando de modo maniqueo también todo comercio sexual como intrínsecamente perverso.
20001106. Homosexualidad pura
¡Qué lento es el progreso hacia la tolerancia, para no hablar del pleno respeto a los demás! En su entrevista con EL PAÍS SEMANAL, Chavela Vargas pide que se respete su lesbianismo. Pero, en su defensa, dice: «Yo nunca me he acostado con un señor. Nunca. Fíjate qué pureza. Mis dioses me hicieron así. Por algo es.» Me recuerda al negro que quiere congraciarse con el blanco hablándole de lo buenas que son las razas puras, proponiéndole un frente común racista contra los mestizos. Con el agravante añadido aquí de que la gran mayoría de los homosexuales y muchos heterosexuales han probado la bisexualidad, a la que naturalmente tendemos todos, según indican los actuales conocimientos científicos al respecto.