20190101.Por una mejor Nochevieja.
La inmensa mayoría celebramos Nochevieja con actos positivos hacia los demás. Pero hay una tan ínfima como dañina minoría que la aprovecha para dañar la salud (el sueño, la tranquilidad) de los más débiles (niños, mayores, enfermos, etcétera), de todo bicho viviente (perros, gatos, etcétera) e incluso del planeta, contaminándolo. Como suelen usar para ello la pólvora, son a su nivel unos exitosos terroristas cósmicos, con la complicidad de quienes no educan, no prohíben o no hacen cumplir las leyes a esos asociales que nos perjudican a todos.
20190220. Escándalo hipócrita y dañino.
Lejos de insultar a las víctimas del Síndrome de Down, el periodista Espada se esforzó por evitar esa tragedia para ellos, su familia y la sociedad. Yendo a la raíz del problema, denunció a aquellos de sus progenitores que dañan tan grave e irremediablemente a sus hijos por imprudencia pero que, en vez de reconocer su culpa, se revuelven ahora contra él.
Sin duda hay casos imprevisibles y muchos, demasiados, debidos a la ignorancia de la que es culpable la sociedad; en particular aquellos, que todos conocemos demasiado, que se niegan a emplear los métodos saludables preventivos, para intentar que vivamos en “un valle de lágrimas” para el que nos obligan a pagarles toda la vida y sólo disfrutaremos cuando muramos.
20190523. Cantante tiralevitas.
Un cantante tiralevitas ha agradecido espontáneamente a Amancio Ortega su donativo a la Sanidad pública. Lo curioso que hace pocos meses Hacienda publicó que dicho cantante debía casi dos millones de esos impuestos con los que se financia nuestra Sanidad. Sí, se trata del mismo cantamañanas que declaraba que si veía a un vendedor ambulante con un disco suyo pirateado lo detendría hasta que viniera un policía. Con ricos así, cada vez tenemos, según cifras oficiales, una mayor diferencia entre ellos y los pobres. ¡Pobre país!
20190909. Otro escándalo periodístico y social.
Cuando apenas se habían apagado los ecos del anterior, tenemos un nuevo escándalo del periodismo más enfermizo, que indica su poco nivel actual, fomentado por quienes desean que olvidemos nuestros problemas fundamentales. Así nos han empachado durante dos semanas con pseudo noticias sobre la búsqueda de la ex esquiadora Blanca Fernández Ochoa.
Por otra parte, opino que todo el mundo debe ser libre para suicidarse, sin deshonra, que muchas veces lo es para la sociedad que impulsa a ello, ni chantajes de castigos de ultratumba. Pero, excepto en el caso de instantánea pérdida de control o locura manifiesta, el suicida debe respetar a los demás. No vale tirarse desde un edificio y matar a un transeúnte, o estrellar su avión con cientos de pasajeros. Tampoco el hacerlo en un lugar apartado, sin dejar ninguna indicación, creando una tan grande como innecesaria alarma familiar y social. Pero, vaya, ese es el único “detalle” que, tras ocupar tantos días otros las cabeceras de los medios, no veo se señale y tenga su merecido reproche social.