19800104. Por las víctimas del amianto.
Muchos colegas se han reído del comerciante que, según reproduce la prensa, hace firmar un impreso en el que le eximen de persecuciones judiciales a los clientes que le compran tabaco. Si leyeran el informe del Time sobre el amianto quizá se les helaría la risa en los labios. Siendo el amianto no menos legal, y produciendo muchas veces menos el cáncer a muchas menos víctimas que el tabaco, las reclamaciones por perjuicios al respecto han eliminado económicamente ya a muchos de sus principales fabricantes, y llevado al borde de la bancarrota a grandes compañías aseguradoras, incluido el mítico Lloyd de Londres.
Si no lo hacen, como se ve, por un elemental sentido humanitario, bien harían esos traficantes en abandonar el funesto comercio de esa droga legal, tan peligrosa par ellos mismos, aunque no la consuman, como muestran cada día tantas condenas judiciales y el reconocimiento de culpabilidad por parte incluso de la primera productora mundial, Philip Morris. Porque no les quepa duda que las víctimas del tabaco, o los deudos de los que ya mataron, no descansaremos hasta que ellos también paguen como deben su deuda.