Religión – 2021

20210107. Sal tirada al suelo.

                     El cardenal Osoro ha tenido que volar de Madrid al Vaticano para rendir cuentas de por qué han “volado” tantos millones de las fundaciones pías para ayudar a los más necesitados. El mismo Francisco también ha tenido que quitar hace días a su Secretaría de Estado el manejo del dinero, tras la “evaporación” de centenares de millones de limosnas recibidas para los pobres en “inversiones” -nunca mejor dicho- en Londres, etc.

                      La corrupción, de que tanto nos quejamos con razón en España e Italia, se debe en gran parte al ejemplo dado por un alto clero que, habiendo perdido hace tiempo la fe y la vergüenza, ha hecho del dinero su nuevo dios; y encima, falsos pastores, siguen sermoneando y despellejando a los incautos hasta que su avaricia les rompe el saco. 

                        Ya el Maestro echó a latigazos a los mercaderes del Templo, convertido por ellos, como denunció, en “cueva de ladrones” (¿No cobran ya tantos ahora, hasta hacerlo parecer normal, incluso por entrar en algunos templos?). También advirtió con severidad a sus Apóstoles, tras llamarles “sal del mundo”, que si la sal pierde su sabor no sirve sino para ser tirada al suelo y pisada. Cabe recordarlo y ejecutarlo hoy, como ha hecho ya el Papa en estos casos, a la vista de tanta sal tan oportunamente tirada al suelo por toneladas en la nevada.

20210121. Somos poca cosa, con perdón.

            Por si no hiriera ya bastante nuestro orgullo nuestra recién demostrada debilidad ante un ser minúsculo, invisible a nuestros ojos, como el coronavirus, los astrónomos acaban de descubrir un supercúmulo de galaxias con más de 1.700 billones de soles. Así como suena, algo inconcebible hasta hoy.

            Hace menos de dos siglos, la Inquisición española todavía mataba a quien creía que la tierra era el centro del universo; y por menos aún mataban todavía hace menos de un siglo los franquistas. Todas las ideologías, entonces fundadas en ideas religiosas, opinaban que el universo había sido creado para nosotros. Hoy ya no podemos decir ni que somos como hormigas, -cuya masa en la Tierra es parecida a la nuestra- sino algo casi infinitamente más pequeño, poca cosa, en suma, en esos prácticamente infinitos gigantescos universos.

             Hay que ser muy torpe a tozudo para seguir empecinado en apoyar las antiguas creencias, cuyas lógicas consecuencias sólo siguen practicando sectores cada día más reducidos; grupos que, por eso mismo, son cada vez más social y mentalmente cerrados, con frecuencia con más agresivos, arguyendo ser, más o menos, unos selectos, un “pueblo escogido” sobre los demás.

20210123. ¿Una explosión casual?

                                                     Una enorme explosión mató a varios sacerdotes y laicos en Madrid, destruyendo un edificio de la Iglesia, como lamentó de inmediato el mismo Papa. Pocos días antes, una organización terrorista islámica había incitado atentar contra la Iglesia española, pero el contexto pronto descartó esa explicación.  En épocas pasadas se habría acusado del desastre al diablo; pero hoy resultaría difícil, cuando sólo uno de cada cinco españoles cree en su existencia.

                                                     Quedaba, pues, apelar a una fatídica casualidad que hizo explotar una caldera de gas justo en el mismo momento en que iban a arreglarla, después de tres días de no funcionar habiendo temperaturas bajo cero. Eso dijo un sacerdote superviviente, que, añadió rápido, “pero no tocamos nada”. Habrá que aclarar esa asombrosa coincidencia, como el confirmar que la caldera -y no sólo el edificio- había pasado las inspecciones pertinentes, así como que el joven piadoso que iba a repararla tenía lo correspondiente capacitación. Es lo menos que podemos hacer para compensar en lo posible a las víctimas supervivientes o a sus allegados.

20210125. Somos poca cosa, con perdón.

               Parece que no basta la gran herida que ha hecho a nuestro orgullo la recién demostrada debilidad que tenemos ante un ser minúsculo, invisible a nuestros ojos, como el coronavirus. Los astrónomos acaban de descubrir un supercúmulo de galaxias con más de 1.700 billones de soles. Así como suena, lo más grande que hemos conocido nunca.

             Hace menos de dos siglos, la Inquisición española todavía mataba a quien creía que la tierra no era el centro del universo; y por menos aún mataban hace menos de un siglo los franquistas. Todas las ideologías, entonces fundadas en ideas religiosas, opinaban que el universo entero había sido creado para nosotros. Hoy ya no podemos decir ni que somos como hormigas, sino algo casi infinitamente más pequeño, poca cosa, en suma, en esos -prácticamente al menos- infinitos gigantescos universos.

             Hay que estar, pues, muy voluntariamente ciego para seguir empecinado en apoyar las antiguas creencias, cuyas lógicas consecuencias sólo siguen practicando sectores cada día más reducidos; grupos que, por eso mismo, son cada vez más social y mentalmente cerrados, lo que con frecuencia les hace ser muy agresivos, faltos de argumentos razonables para apoyar sus ideas y creyendo ser el “pueblo escogido” sobre los demás, como su versión más moderna, los sangrientos nacionalismos.

20210127. Doble condena por la explosión.

                             Se veía venir, dada la gravedad de los destrozos, la multitud de afectados y los cinco muertos.  Se ha descubierto ya que tres de las siete calderas del edificio del Arzobispado en la calle Toledo de Madrid eran ilegales y el olor a gas empezó muchas horas antes. La Justicia, en vez de tapar el caso, como durante la dictadura, debe poner pronto una pena ejemplar a un propietario tan rico, como demuestran sus recientes escándalos de corrupción multimillonarios ser el Arzobispado, que han alarmado al mismo Papa. Y éste debería imponer una fuerte penitencia pública a los clérigos culpables de ir tan grave y deliberadamente, contra el precepto de Jesús de amar al prójimo, al dejar de asegurar hasta ese trágico desenlace sus bienes y su misma vida.

20210131. Fanatismo extremo e incongruente.

                                       En pleno siglo XXI, una ONG ha recibido insultos e incluso amenazas de muerte por protestar contra un mural en un hospital público sevillano que contenía propaganda religiosa islámica. Perdón, quería decir cristiana. Es decir, unas amenazas de violencia incluso incongruentes. Porque si el Corán predica la guerra santa, Jesús mandó meter “la espada en la vaina” al “vaina” -tonto en andaluz- que quería defenderle así.

                                      Todavía quedan en España demasiados que presumen de cristianos, pero cuyas obras muestran ser practicantes de la religión que impusieron durante ocho siglos -sobre todo en ciertas regiones- los pueblos islamizados, cuya última invasión, demasiado exitosa y, por lo que se ve, aún influyente hasta esos extremos (in)morales, fue a las órdenes de Franco.

202102XX. Fanatismo extremo e incongruente.

                                       En pleno siglo XXI, una ONG ha recibido insultos e incluso amenazas de muerte por protestar contra un mural en un hospital público sevillano que contenía propaganda religiosa islámica. Perdón, quería decir cristiana. Es decir, unas amenazas de violencia incluso incongruentes. Porque si el Corán predica la guerra santa, Jesús mandó meter “la espada en la vaina” al “vaina” -tonto en andaluz- que quería defenderle así.

                                      Todavía quedan en España demasiados que presumen de cristianos, pero cuyas obras muestran ser practicantes de la religión que impusieron durante ocho siglos -sobre todo en ciertas regiones- los pueblos islamizados, cuya última invasión, demasiado exitosa y, por lo que se ve, aún influyente hasta esos extremos (in)morales, fue a las órdenes de Franco.

20210205. El riesgo les hace parecerse.

                              Los antiguos decían: “Hay tres cosas de personas: las que viven, las que mueren y las que están en el mar”, dado lo azarosa que era entonces su situación. Todavía Sorolla titularía su famoso cuadro de un accidente marinero como: “¡Y luego dirán que el pescado es caro!”. Los militares han estado involucrados hasta hace muy poco en continuas guerras. Los políticos, incluso no tiranos, han vivido siempre con el temor a una espada física o política sobre su cabeza, como Damocles. Los ladrones y narcotraficantes, también, unos de otros y de la policía. 

                             Esa continua inquietud por su vida y fortuna ha unido a grupos en apariencia tan distinta en la búsqueda un seguro de vida y hacienda.  De uno de ellos nos habla el refrán: “Si quieres aprender a orar, métete en el mar”. De ahí la gran religiosidad de muchos militares y políticos, como la, tan escandalosa para los bien pensantes, de ladrones y narcotraficantes. Hechos muy probados de los que, si se tiene valor, se pueden sacar muy interesantes conclusiones. Como la del ministro de Economía Ullastres, del Opus Dei, que, angustiado por la conciencia del conflicto entre sus ideas religiosas y su profesión de economista, nos advirtió en pleno franquismo: “Si nos desarrollamos, creeremos menos en Dios”.

20210219. Temen que sepan.

       Su poca fe, su cobardía, le ha puesto al desnudo. Si realmente creyeran que es verdad lo que inculcan a sus hijos, no tendrían tanto miedo que otros le indicaran lo contrario. Ya el cardenal Cañizares pedía que se diera comunión a los cinco y no a los siete años, cuando los niños están ya “picardeados”, vamos, no son tontos. Hoy, con las nuevas tecnologías, pretender tapar el cielo y hasta la boca de los demás con la mano es no ya inútil, sino ridículo, como lo es el partido que grita ser el más español, pero se ha bautizado, a lo medieval, con un nombre latino, Vox.

20210219. Muy triste funeral de Estado.

                               Todos los funerales son tristes y más los de Estado, ya sea por el valor que se presume tiene el difunto o por la gran cantidad de muertos, como los de la pandemia, el 15 de junio de 2020.  Por primera vez este acto se ha realizado con el debido respeto a las leyes, lo que despierta esperanza de un futuro mejor. Porque han hecho falta que pasaran más de cuarenta (40) años de que nuestra Constitución del 29/12/1978 entrara en vigor (es un decir) para impedir que, incluso en un último acto público y oficial a los muertos, se lleguen a pisotear las creencias y voluntad de muchos difuntos; los ajenos o incluso adversarios del antievangélico catolicismo de cruzada aún imperante en la jerarquía española que se ha apoderado de su recuerdo cuando ya no podían defenderse.

20210219 Infierno, terrorismo mental.

                                         El cordobés dijo a Nerón: “Tu poder radica en mi miedo; ya no tengo miedo, tú ya no tienes poder”.  Veinte siglos después de Séneca, esto parece aplicarse a la tan rápida pérdida de poder de la Iglesia católica tras el franquismo, cuando la libertad de información y expresión ha hecho bajar a menos del 20% el porcentaje de los españoles que creen en el infierno, incompatible con un Dios bueno. Hasta un Papa ha tenido que decir que era sólo “un estado de ánimo”.   Algunos estudios sugieren que “el fuego que no se apaga” del Evangelio evocaba el sumidero humeante de las laderas bajo los muros de Jerusalén; vamos, una basura. Pero también un terrorismo mental que ha ensombrecido la vida de incontables generaciones.

20210219. Sirenas y campanas dañinas.

       Un estudio de EEUU encontró que en el 93% de los casos no estaba justificado que las ambulancias usaran las sirenas, que dañaban al mismo auxiliado, haciéndole creer que estaba más grave y que causaban una grave contaminación acústica en la población. Hoy, en tiempos de pandemia, dañan psíquicamente a incontables personas; en particular, a todo el vecindario cuando se detienen, acrecentando su temor a tener graves contagiados o incluso muertos en su cercanía. También los bomberos debieran hacer un examen de conciencia sobre los abusos de su campana; aunque, en casos de incendio, sí sería útil que alertaran al vecindario inmediato al lugar del suceso (y no, como ahora, a media ciudad), para que tomen también las medidas oportunas.

20210227. Vivir como un obispo.

    La verdad es que “el bajo clero” ya no “vive como un cura”. Incluso en una famosa propaganda para reclutarlos en Madrid no se hablaba del salario, sino sólo de que era un empleo fijo de por vida. Hay que ser obispo o arzobispo para “vivir como Dios”. Así el arzobispo de Badajoz, una de las regiones más pobres, a quien los mismos eclesiásticos critican por su vivienda de lujo de 500 metros. Más aun que el cardenal Rouco, en lujoso ático de dos millones en Madrid. Se acerca escandalosamente al otro ático del número dos del Vaticano, Bertone, pagado con dos millones provenientes del dinero para un hospital infantil.

      Es curiosa esa obsesión del “alto clero” por acercase al cielo físico. Quizá sea porque temen que en el Cielo serán precedidos por los publicanos y las prostitutas, como advirtió a algunos Jesús (Mt. 21, 25-32). Él los sacó de verdad y a latigazos del Templo, como esta modesta denuncia intenta promover para que estos, hasta hoy ”sagrados”, intocables individuos no puedan seguir riéndose del Maestro y engañando a muchos.

20210228. Ellos matan, todos pagamos.

    Una explosión mortal… también de injusticia. Cuatro muertos, diez heridos, centenares de perjudicados.  Todo hay sido “accidental”, como ha dictaminado y archivado una jueza, jubilada por incapacidad permanente hace menos de diez años y poco después repuesta, María Inmaculada Lovo. Vamos, que, como remacha en titulares, por si alguien pudiera quedarle alguna duda, una “cadena de casualidades que provocó la explosión”, como ”explica” en dos página el periódico de más difusión de este país este domingo, día de su mayor tirada.

       En efecto: Dice este medio que un sacerdote vio ponerse en rojo la alarma su caldera del sexto piso a media mañana, pero la explosión fue a primera hora de la tarde, después de dos visitas del electricista amigo de la parroquia, que murió de la explosión “sin tiempo para hacer nada”, lo que no puede saber porque murió su único acompañante, un clérigo y cualquier cosa, como encender una luz” pudo provocar la deflagración. En todo caso, su primer deber, al que falló, como también el clérigo, fue el no avisar horas antes de la avería, y del olor a gas que sintieron muchos, a la Compañía eléctrica. Ésta se ha disculpado porque no fue en el exterior, por lo que han culpado ahora a la otra, encargada del interior. Pero es obvio que esta tampoco va a pagar, porque si el enganche con el exterior estaba roto pueden decir que se debió a la explosión, y no habría señalado horas antes alarma sólo en una de las siete calderas.

         Dos de esas calderas son además ilegales. No puede estar más clara, por esto también, la responsabilidad de la propiedad. Pero esta es la Iglesia católica, sagrada, intocable. De ahí que todo sea pura casualidad; y menos mal que ya no dicen que lo quiso Dios. Total, que tendremos que pagar todos, menos ellos, que no pagan impuestos, los muertos heridos, los vidrios, edificios y coches rotos, pues los despojos de la explosión llegaron a 500 metros. Pero la, pero el “preocupación” del Papa por el tema, aquí vemos hasta qué punto tenía razón, sólo tardó en hacerse pública aquí a las dos horas.

20210316. San José, mártir de la paternidad.

        Algunas personas de poca fe se burlan de que se celebre el día del padre precisamente el de san José, “padre putativo” de Jesús.  Es verdad que hasta que han llegado los diabólicos análisis médicos, “la madre es siempre cierta, el padre, siempre incierto”, según decían los romanos. Pero el asumir la paternidad era -y es- todavía más sacrificado si la madre declaraba que el hijo era de otro varón; y más duro aún, si sostenía que le había preñado un espíritu puro, un genio, un Dios.

           Ese grado supremo de fe de José, superando las tentaciones de no asumir su cruz -que hasta a Jesús le costó sudar sangre asumir la suya- ese grado supremo de fe, es lo que hace que sea sin duda, por decirlo en términos deportivos, el campeón olímpico del papel de padre.

20210322. Menos defraudadores religiosos.

                             Un año más, a sólo el 32,15, desciende el porcentaje de defraudadores religiosos; es decir los que marcan en su declaración de la renta que se dé a la jerarquía católica el 0,7% de los impuestos que pagamos todos, incluidos los más de dos tercios que no quisiéramos contribuir a ese timo legal -pues ellos no pagan ni un céntimo más que nosotros y no se multiplican milagrosamente, a su conjuro, los euros, por lo que todos debemos pagarlo también “religiosamente”, lo que va contra nuestro bolsillo y nuestra conciencia. ¿A qué espera este Gobierno para acabar con este fraude, del que durante tantos años ha sido también cómplice? Y ante su desvergonzada pertinacia ¿cómo es que no hay ninguna asociación o personalidad que tenga el valor de denunciarlo, no digo ya entre lo que aquí llamamos -eso sí, con mayúsculas- Justicia, sino ante la Unión Europea, que tampoco ha actuado aún de oficio?

20210402. España, impecable.

             Pasadas estas Semanas Santas (incluida la Semana de Pasión), podemos seguir vanagloriándonos de ser un país, en lo que es posible en nuestro tiempo, impecable.

              Es cierto que hemos tenido que ceder a verbalmente a la modernidad y declararnos aconfesionales, pero la cruz sigue culminando nuestra bandera y la corona de nuestro jefe de Estado, mientras que la gran mayoría de nuestros presidentes y ministros han jurado sus cargos ante crucifijos, los jueces se encargan de castigar a quienes ofendan lo sentimientos religiosos ajenos y los políticos, de desde Podemos a Vox, -según vimos hace poco en las elecciones andaluzas-, se fotografían con imágenes religiosas.

               ¿A qué seguir? Como acabamos de comprobar, la mayoría de nuestras festividades siguen siendo religiosas, y en las Semanas Santas se prohíben no sólo manifestaciones con otras opiniones sobre el tema, sino incluso, como este año, la policía, cuya placa de identificación corona una cruz, ha detenido e identificado a una docena de pacíficas mujeres que, como era ya habitual, intentaban en Madrid renunciar a esa asociación.  Vamos, que declaraciones como las del cardenal Rouco, de que “en Madrid se peca demasiado” responden sólo a un magnífico y desinteresado apoyo al sector turístico.

20210408. Vacunación y democracia.

          El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, rechazando la apelación de unos padres checos cuyos hijos no eran aceptados en las escuelas por no estar vacunados, acaba de sentenciar lo evidente: no se puede jugar con la salud de los demás. La vacunación es, pues, legítimamente obligatoria en una sociedad democrática.

            No se trata, por supuesto, de afirmar que la mayoría puede imponernos cualquier medida referente a nuestra salud; pero es evidente que puede y debe -a pesar de errores puntuales, como hemos visto han cometido todos los Gobiernos con la Covid- imponer unas restricciones mucho más dañinas a nuestro bienestar y economía, como lo es el confinamiento respecto a las secuelas que de hecho tienen las vacunaciones obligatorias en los países democráticos.

20210416. Jugar a dos barajas, ni Forcades ni el papa.

      Hay una monja benedictina que juega a dos barajas, contradiciendo directamente el mandato fundamental de Jesús de amar al prójimo. Ahora, a nivel mundial, como acaba de denunciar un conocido diario estadunidense, insiste en “predicar” contra las vacunas al coronavirus, lo que está más que comprobado, lleva a millones a contraer en grave enfermedad con múltiples secuelas e incluso morir.

          No se trata ya de un decadente cantamañanas, confeso adicto a drogas duras, como Bosé, sino alguien que pertenece profesionalmente y se siente así respaldado por el grupo religioso jerarquizado mayor del mundo. No se puede tolerar que lo manipule, jugando a dos barajas, para difundir impunemente prácticas contrarias a su posición y que pueden llevar a frecuentes y fatales consecuencias. Tiene que escoger, con la rapidez que exige el caso, o ella misma o sus superiores. Tampoco el papa Francisco puede eludir su responsabilidad y alegar ya ignorancia para desentenderse de la salud y vida de sus fieles, en vez de actuar con una severidad ejemplarizante, apartando, si no rectifica públicamente, esa contagiosa manzana podrida. “Por sus obras los conoceréis”.

20210506. A los comentarios sobre mi denuncia del papa de las dos caras en ATRIO.

  1. Me parece que es un torpe intento de tapar, de censurar, el meter un tema muy distinto, que era libre de exponer en una intervención propia, como hace María Luisa y quienes le siguen. Denota una falta de argumentos con que rebatir mi exposición.
  2.  Sobre las riquezas del Papa, de lo que pide información Calleja, hay muchísimas en sus palacios y Museo, destinadas a dar fama al Papado; es decir, lo contrario de lo que pidió Jesús y el auténtico Francisco. Hay 200 millones de dinero entregado por creyentes que pensaban iría a los pobres que fueron empleados en especulaciones inmobiliarias en Inglaterra, escándalo reciente y público que por tanto ha obligado a dimisiones como la de Bercciu. Hay infinidad de propiedades de terrenos y edificios no utilizados en Roma, Italia y el mundo que podrían solucionar el hambre de centenares de millones de personas, como creo haría Jesús. Aparte de que quizá, eso no puedo probarlo, grandes reservas de oro.
  3. Sobre el tema de la natalidad, es obvio que cuanto dice el papa debe ser prudente y matizado, porque no puede ignorar que, aun así, será manipulado por ciertos intereses muy poderosos, incluso en la Iglesia. La natalidad explosionó en el siglo XIX y XX en Occidente y ayudó invadir y a saquear el resto del mundo. Después, de 1950 a 2017, la población mundial pasó a nivel mundial de 2.500 a 7500, es decir, se triplicó en el peor tsunami que nos ha sucedido como especie y que los papas, como jefes del catolicismo, son los principales responsables, como de la difusión del sida, etc. De ahí que, no por haber matado por su propia mano u otros crímenes como otros papas, sino por la mayor influencia que tiene el papado gracias a los modernos medios de difusión, viajes, etc., este papa, como Juan Pablo II y otros, sea de los que han perjudicado más a la humanidad en su conjunto. Véanse los libros que, como demógrafo y religiólogo, tengo en mi www.mimejor.info.
  4.  Sobre la imposibilidad de todo diálogo entre creyentes y ateos que afirma otro comentarista, esa opinión no tan nefasta en la práctica cuando había pocos ateos, al menos confesos, es muy perjudicial hoy, cuando incluso en España nos estamos acercando poco a poco a la paridad. Yo mismo soy ateo desde hace mucho tiempo, pero aquí no discuto como tal, sino que critico la inconsistencia de los que se llaman cristianos, pero hacen lo contrario de lo que dice el Evangelio. Si lo fueran, sería mucho más fácil entenderse en paz unos y otros, lo que considero que es tener una gran estima, como tengo, de la auténtica doctrina y práctica de Jesús.

20210509. Hablar mal de los muertos o políticamente difuntos.

    Los muertos parecen ser todos unos santos, por lo bien que se hablan de ellos. A veces por alivio ante su desaparición o por superstición; otras, más razonables, por temor a sus herederos. Sobre todo, cuando se trata de meras muertes políticas de muy vivos, que buscan con sus acólitos venganza en la sombra o descaradamente.

    Esto último y más peligroso es el caso Iglesias, que tiene el descaro de decir que se va porque ya no suma y es un chivo expiatorio, cuando no ha hecho sino restar votos desde que acabó con los demás fundadores de Podemos, chivos expiatorios suyos, cambió sus estatutos en verano y se corrompió hasta Galapagar. Peor aún ha sido un Gabilondo, que no pudo hacerlo peor, ni cometer con su soberbia errores más rotundos, queriendo encima recoger su acta de diputado hasta que los suyos tuvieron que echarle tan bruscamente que terminó en el hospital con un trauma psíquico, Ojo con esos y otros falsos muertos, que todavía pueden hacernos mucho daño.

20210509b. Sin la cruz del impuesto.

                                               Dado el millonario beneficio obtenido por la Iglesia madrileña con su ingeniosa venta inmobiliaria, que ha interesado hasta al papa Francisco, se murmura que este año los devotos madrileños estarán exentos de poner la cruz del “impuesto religioso” para el pobre clero. Pero si insisten en su pía costumbre, pueden dar el dinero directamente a los pobres muy pobres por la pandemia.

20210517. El papa de dos caras, jesuita.

               Un día, tras proclamarse un nuevo Francisco, dice que el que tiene una gran riqueza y no la reparte merece el infierno, pero después conserva centenares de millones en liquidez del dinero que le entregan los creyentes para aliviar el hambre y la pandemia del mundo.

Un día dice que no debemos multiplicarnos como conejos, – la humanidad se ha triplicado en 70 años, en un catastrófico tsunami poblacional y ecológico sin precedentes que el Vaticano ha contribuido como nadie a provocar-, pero de nuevo acaba a estimular la natalidad en un Congreso, diciendo que sin ella no hay futuro.

               Un día dice que la suya no es la Iglesia del aborto, del que Jesús ni habló, y otro va a bendecir nada menos que un cementerio de fetos.

                Después habrá quienes pretendan que se borre de los diccionarios el que uno de los sinónimos de hipócrita sea el de “jesuita”, como lo es profesionalmente él. Pocos papas han hecho más daño a la Iglesia y al mundo.

20210527. Poderosa multinacional basada en el terrorismo mental.

    Una multinacional consiguió poco a poco un imperio convenciendo a sus conversos que tuvieran muchos hijos y les inculcaran, desde antes que tuvieran uso de razón, que si no obedecían sin permitirse dudar de ellos a todos sus mandamientos, sufrirían espantosos tormentos eterno.

      En el siglo de las luces de los nuevos medios de comunicación, ni dos de cada diez personas cree todavía en España en esa patraña. Pero todavía los restos de poder de esa inhumana (ellos dicen sobrehumana) multinacional son tan fuertes en Madrid que cuando mueren varias personas por la explosión de dos calderas ilegales de sus miembros se considera que fue por casualidad -por la voluntad de su dios, por supuesto- y no tienen que resarcir nada por sus homicidios.

20210727. Indemnizaciones, no oraciones tras la explosión.

                  El 31 de mayo a las 19 horas el arzobispo de Madrid visitará por primera vez el edificio parroquial con calderas ilegales que explotó en enero, con cuatro muertos y multitud de heridos y damnificados, para rezar por ellos. Pero de indemnizarlos nada, gracias a que una jueza muy católica -antes inhabilitada permanentemente- decretó dijo que todo había sido “una casualidad” de la que nadie tenía la culpa. No se sabe que tenemos que lamentar más en este país: si la enorme corrupción de ciertos jerarcas y jueces o el temor servil a reclamar justicia de muchos ciudadanos.

20210729. Los obispos españoles se despiertan.

                “Nunca es tarde si la dicha es buena”.  Los obispos lanzan un grito de alarma contra “un resurgir artificial de ‘las dos Españas’”, con “enfrentamientos” y “puesta en cuestión de las instituciones democráticas”. Esperemos que esta vez hablen en serio, se despierten- y no sea una pesadilla suya, fruto de lo que temen que les espera, o un engaño suyo más-, y empiecen ya mismo a reconocer que ellos han sido los máximos culpables de sacralizar, literalmente, esa guerra de las dos Españas, incluso en sus peores momentos, declarándola “cruzada”.

                   Más aún, la jerarquía católica ha seguido proclamando como mártires, hasta este mismo Papa Francisco -en eso tan poco franciscano- a quienes en realidad murieron por ser los militantes uniformados, activos o pasivos, de una Iglesia que se identificaba con los ricos más explotadores y sanguinarios, traicionando al máximo las enseñanzas de Jesús. Para no hablar la tan fuerte lucha hasta hace muy poco de la jerarquía católica contra esa misma la democracia de cuya falta hoy se quejan, cuando el mismo Papa era elegido por los fieles durante los primeros siglos del más auténtico cristianismo.

20210816. Católicos que roban, y mucho.

                   Los cristianos, los que siguen de verdad a Jesús, nunca roban. Pero muchos fariseos, lobos con piel de oveja, lo hacen cada día y mucho, porque hay demasiadas ovejas que se dejan explotar. Hoy y aquí tenemos un caso muy “ejemplar”: una manada de esos lobos que mata, hiere y roba a los madrileños.

                    Estos son los hechos: Una explosión mata a cuatro personas, provoca muchos heridos, y perjudica a centenares de vecinos. Se constata oficialmente que, entre otros “detalles”, debe su gravedad a tener una caldera ilegal. Pero los culpables forman parte del clero, son sagrados, intocables. Una jueza muy especial, que durante varios años había sido apartada de su carrera, tiene el valor, contra toda evidencia, de declararles plenamente inocentes, irresponsables, a ellos y a su jerarquía. Por si esto fuera poco, el alcalde de Madrid, gaviota voraz para lo que le conviene, más que paloma inocente, sí, Almunia, acaba de pisotear la aconfesionalidad del Estado prometiendo el dinero de todos para reparar el desastre.

                   ¿Cuál de esos católicos anticristianos, según demuestran sus hechos, clero, jueza o alcalde, nos roba, en definitiva, más? ¿No habrá cristianos capaces de defender a tan público y gravísimo, sacrílego uso de su religión?

21210828. Atentado, “Justicia” e impunidad católicos.

                                  He leído en un diario católico, RD, el titular “Diez años tras la visita de Benedicto XVI, ¿qué?”. Yo respondo con hechos. Un fanático talibán, digo, católico, que nada cristiano, peregrinando para ello desde Méjico, se movió buscando cómplices para atentar con gas mortal contra unos manifestantes. Estos no protestaban contra el catolicismo, ni contra el papa, sino sólo porque, contra la Constitución, se gastarán 50 millones para homenajearle. Detenido e identificado el delincuente, una serie de complicidades le permitió días después escapar y hasta salir de España, sin que “nuestra” “Justicia” lo reclamara a Méjico.

                                      Por lo demás una turba de católicos sí consiguió acabar con esa manifestación, legal y legalizada y algo protegida, -poco por lo que se ve-, por las fuerzas del orden. Y eso que todavía no reinaba el papa Francisco que, con gran aplauso de los talibanes, ha justificado el pegar físicamente de verdad a quien insultara a su madre mística.

                                       Otro ejemplo patente. “El papa da a Somalia 50.000€ y gasta aquí 50 millones”. Al manifestarme entonces con un cartel con ese -y sólo ese- contenido, sin adjetivos, fui apuñalado en la calle Princesa por otro fanático, detenido a mis gritos por la policía. Puse mi denuncia. En la vista, la “Justicia” no me dejó hablar y le puso sólo una ridícula multa, que quizá ni pagó. Eso es lo que aún rige aquí, que, por supuesto, no es Afganistán, como la posición católica en nuestra guerra civil no se puede comparar con la talibán.

20210823. Una extraña amistad clerical.

       En el Colegio eclesiástico romano tuve una amistad particular con otro seminarista catalán, al único que comuniqué antes de irme que dejaba esa profesión clerical y de los pocos compañeros con los que contacté varias veces años después. Medio siglo más tarde, octogenarios ambos, me entero -por casualidad y después por Google- que, dueño despótico de la bolsa arzobispal barcelonesa, manda de hecho más que su prelado.

          Nada de eso es más contrario a mi carácter de investigador y difusor de lo investigado, que, incluso en apuros económicos como emigrante en América, nunca miró el dinero sino como un instrumento necesario en su vida. Él, en cambio era ya famoso en Roma por su habilidad en manejarlo, objeto -entonces- de muchas bromas.  ¿A qué se debió nuestra afinidad?

            Siempre ingenuo, he tardado en comprender algo tan claro. Nos unía, tan fuerte como inconscientemente, nuestro desengaño respecto a la pretendida fachada cristiana de nuestra Iglesia. Pero mientras yo seguí muchos años intentando intelectualmente reformarla -perdón, ponerla al día- él acabaría permaneciendo en ella para medrar al máximo de sus posibilidades como apóstol de la bolsa, pero no traidor a esa, en verdad, “multinacional”, como dicen, en broma, claro, algunos sacerdotes. Por eso él, que era casi el único catalán no nacionalista cerrado allí entonces, buscando así el dinero de todo, después se hizo, para ganar más, un feroz independentista. “Su Dios es el dinero”.

                 No es un caso aislado. “Vista Roma, la fe rota”. Por eso mismo el Vaticano escoge como jerarcas suyos a los que han pasado por Roma. No vaya a ser que alguno se tome en serio el Evangelio, como otro amigo mío allí, después obispo auxiliar de Tarancón en Madrid, el vasco Echarren, claro seguidor del Evangelio, al que, al hacerle obispo por error, tuvo que desterrar de por vida a una isla. O como otro amigo mío, el andaluz Carrillo, también ya difunto, por querer como párroco ayudar con bienes de la Iglesia a los pobres, terminó secularizado. Con razón, según las encuestas, los españoles confían mucho más en los párrocos que en los obispos.

20210825. Traidores y apóstatas, ellos.

                 Ellos fueron los que abandonaron la doctrina de Jesús, los traidores. Porque Jesús nunca dijo a los pobres o esclavos que no quisieran dejar de serlo, como les ordenaba por escrito el romano de clase alta Pablo de Tarso, impidiendo que buscaran liberarse. El Maestro también dijo: “Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia”, es decir, buscándola; porque Jesús no bendijo así a los ladrones, rectamente perseguidos por la Justicia. Tampoco bendecía a los enfermos para que soportaran con resignación su enfermedad, sino que los curaba; no era como quienes en su nombre condenaban las vacunas como un contradiós, al estilo del papado del siglo XIX.

       Los que convirtieron la religión en un apoyo de los explotadores e injustos, en un “opio del pueblo” fueron ellos, hayan sido Pablo o Papa quienes traicionaron a Jesús. Y quienes abandonaron a esos falsos representantes, o incluso al Evangelio, creyendo, engañados, que era esa su doctrina, fueron en eso más cercanos a Jesús, mientras que “quien consuela al esclavo es cómplice del esclavista” (Hainchelin).

21210828. Atentado, “Justicia” e impunidad católicos.

                                  He leído en un diario católico, RD, el titular “Diez años tras la visita de Benedicto XVI, ¿qué?”. Yo respondo con hechos. Un fanático talibán, digo, católico, que nada cristiano, peregrinando para ello desde Méjico, se movió buscando cómplices para atentar con gas mortal contra unos manifestantes. Estos no protestaban contra el catolicismo, ni contra el papa, sino sólo porque, contra la Constitución, se gastarán 50 millones para homenajear al jefe de un grupo religioso. Detenido e identificado el delincuente, una serie de complicidades le permitió días después escapar y hasta salir de España, sin que “nuestra” “Justicia” lo reclamara a Méjico.

                                      Por lo demás una turba de fe esos fanatizados extranjeros católicos sí consiguió acabar con esa manifestación, legal y legalizada y algo protegida, -poco por lo que se ve-, por las fuerzas del orden. Y eso que todavía no reinaba el papa Francisco que, con gran aplauso de los talibanes, ha justificado el pegar físicamente de verdad a quien insultara a su madre mística, la Iglesia católica.

                                       Otro ejemplo patente. “El papa da a Somalia 50.000€ y gasta aquí 50 millones”. Al manifestarme entonces con un cartel con ese -y sólo ese- contenido, sin adjetivos, fui apuñalado en la calle Princesa por otro fanático, detenido a mis gritos por la policía. Puse mi denuncia. En la vista, la “Justicia” no me dejó hablar y le puso sólo una ridícula multa, que quizá ni pagó. Eso es lo que aún rige aquí, que, por supuesto, no es Afganistán, como la posición católica en nuestra guerra civil no se puede comparar con la talibán.

20210901. La fe, del cruel terremoto al coronavirus.

     Lo ocurrido con la epidemia de coronavirus, que ya ha matado a más de 3 millones de personas (seis millones, si se cuentan bien los de la India), ha tenido en España repercusiones parecidas al llamado Gran Terremoto de Lisboa, sin precedentes históricos.

      En efecto: El 1 de noviembre de 1744, a las 9,30, con epicentro en el mar próximo a Lisboa y con fuerza de 8,5 a 9,5 de su escala, hubo un terremoto, seguido de un tsunami y un incendio que destruyeron casi toda la ciudad. El incendio fue peor debido a las velas encendidas, ese día y a esa hora, por celebrarse la fiesta de Todos los Santos. Fue el primer terremoto analizado científicamente… y el primero que socavó en toda Europa, creando enormes controversias en ese Siglo de las Luces, la creencia en un Dios bueno.

        La actual epidemia nos ha afectado a todos en pleno siglo, digámosle por ahora, de Internet, que ha puesto al alcance de la gran mayoría un saber con menos censuras. De ahí que, acelerando el ritmo de los últimos decenios, espoleados con la pandemia, encontramos que se declaran en España no cristianos, del 0,51 en 1950 y del 13,1 no religiosos en el 2000, al 38,7 de no religiosos en 2021 (CIS). Dato confirmado por el de los que afirman no creer en el infierno, (muy incompatible, por fortuna, para nuestra mentalidad actual, con el creer en un Dios bueno) supera, por más de 4 a 1, a los que aún creen y temen ir ahí. Es lógico, pues, que esté perdiendo tanta clientela y poder la organización que, disimulándolo con eufemismos, aún sostiene la idea de un Dios bueno que condena a un infierno eterno.

20210905. Bergoglio se hace el tonto.

     Agravado encima por unas imprudentes y repetidas frases sobre nuestros problemas territoriales, el Papa Francisco ha dicho a radio COPE que no sabe si España está reconciliada ya con lo ocurrido en la última guerra civil. Bergoglio, además de ser argentino, ha vivido en España y sabe muy bien lo que pasó: porque si murieron muchos clérigos, aunque no cogieran las armas contra el pueblo, como hicieron algunos de ellos, fue porque la Iglesia estaba plenamente identificada, hasta el punto de proclamar que era una “Cruzada”, con el golpe de Estado y guerra de los ricos, a los que Jesús condenó repetidamente.

        A pesar del tiempo transcurrido, el Papa ha vuelto a reabrir una y otra vez las heridas al canonizar a esos “mártires”; testigos sí, pero de la perversión de su organización. Es decir, porque eran, como si llevaran su uniforme, (cualquiera que fuera su pensamiento íntimo), militantes del grupo de los traidores al Evangelio. Y ahora viene ese jesuita -17 años con ellos dan para conocerlos bastante- a hacerse el tonto, diciendo que no sabe por qué sigue el conflicto que él mismo ha avivado. ¿Cabe mayor fariseísmo, mayor aproximación al grupo de los que acabaron crucificando al Maestro? Nada más natural y sano que, con mayor conocimiento de los hechos y mayor sentido ético, los españoles estemos abandonando masivamente su ciego rebaño.

20210905. Bergoglio se hace el tonto.

     Agravado encima por unas imprudentes y repetidas frases sobre nuestros problemas territoriales, el Papa Francisco ha dicho a radio COPE que no sabe si España está reconciliada ya con lo ocurrido en la última guerra civil. Bergoglio, además de ser argentino, ha vivido en España y sabe muy bien lo que pasó: porque si murieron muchos clérigos, aunque no cogieran las armas contra el pueblo, como hicieron algunos de ellos, fue porque la Iglesia estaba plenamente identificada, hasta el punto de proclamar que era una “Cruzada”, con el golpe de Estado y guerra de los ricos, a los que Jesús condenó repetidamente.

        A pesar del tiempo transcurrido, el Papa ha vuelto a reabrir una y otra vez las heridas al canonizar a esos “mártires”; testigos sí, pero de la perversión de su organización. Es decir, porque eran, como si llevaran su uniforme, (cualquiera que fuera su pensamiento íntimo), militantes del grupo de los traidores al Evangelio. Y ahora viene ese jesuita -17 años con ellos dan para conocerlos bastante- a hacerse el tonto, diciendo que no sabe por qué sigue el conflicto que él mismo ha avivado. ¿Cabe mayor fariseísmo, mayor aproximación al grupo de los que acabaron crucificando al Maestro? Nada más natural y sano que, con mayor conocimiento de los hechos y mayor sentido ético, los españoles estemos abandonando masivamente su ciego rebaño.