20070108. Nuevos y peores Judas.
En el mayor escándalo conocido en los últimos tiempos, el arzobispo de Varsovia se ha visto obligado a dimitir en la misma ceremonia de su entronización, al probarse que había colaborado con la policía comunista contra sus mismos colegas. No es raro, por desgracia, que se encuentren “incluso” en el clero, algunos Judas. Sin embargo, aquí las circunstancian han sido especialmente graves. Por supuesto, por el cargo máximo que había alcanzado ese Judas. Y mucho más aún porque, al revés que Judas, que se arrepintió hasta el punto de suicidarse a las pocas horas, este impresentable sujeto, el arzobispo Estanislao Wielgus, traicionó a sus hermanos durante muchos años, y durante muchísimos más siguió tan impenitente que, hasta hace pocos días, intentaba negar su crimen o, al no poderlo negar más, afirmaba que lo hizo forzado y sin hacer daño a nadie, contra los documentos finalmente exhibidos en público, que le han obligado a dimitir. Y tampoco hay que olvidar la deplorable conducta de la Santa Sede, que le intentó reafirmar en el cargo y taparlo todo cuando ya era público, como hacía hasta hace poco con los pederastas y otros clérigos culpables de gravísimos delitos, cometiendo una doble traición: a la sociedad civil y a la doctrina cristiana que tan requetemal, como vemos, pretenden representar.
Con ser tan grande el escándalo polaco, mucho peor es aún, por desgracia, el español, ya que hubo tantos miembros del clero y hasta de la jerarquía que actuaron como denunciantes de seglares e incluso clérigos, llevándolos por millares sus denuncias a la cárcel y al fusilamiento desde 1936, sin que hasta la fecha ninguno de ellos haya sido obligado a dimitir; más aún, sin que esa jerarquía, en las distintas ocasiones en que se le planteó el tema por su propio clero y fieles, y siguiendo el ejemplo de Juan Pablo II, tuviera el mínimo gesto de pedir perdón en general por los crímenes cometidos por sus miembros.
20070212. Cuna de odios.
Aunque no pocos italianos hacen de la religión su negocio, siguen repitiendo el “Roma veduta, fede perduta”; como perdieron la fe tantos alemanes, con Lutero a la cabeza, tras visitar el corrupto Vaticano renacentista. Pero demasiados españoles, como lo fui yo mucho tiempo, incluso viviendo en Roma, no siendo astutos comerciantes, ni ateniéndose a razones ante la evidencia, orgullosamente tozudos en su “sostenerla y no enmendarla”, tienen a gloria el proclamar que “tienen tanta fe que ni los curas consiguen quitársela”.
A estos orgullosos fieles les recomiendo, en esta era de la globalización, que se curen viajando un poco más, hasta Jerusalén, y vean allí, del modo más cotidiano y sangrante, que grado de intolerancia, fanatismo y eliminación –en cuanto pueden- de los demás han llevados los distintos monoteísmos, judío, cristiano e islámico, que pelean ferozmente entre sí, palmo a palmo, por aquella así tan endemoniada ciudad “santa”, hasta el punto, según denuncia The Times, de poner en peligro la vida de sus mismos fieles, por no ponerse de acuerdo ni en cómo abrir una salida de emergencia en la Basílica del Santo Sepulcro.
Ese nido de odios –que cada monoteísmo achaca, claro está, al contrario- les ayudará a comprender la raíz de los peores conflictos sangrientos que hoy asolan el mundo, y por tanto, su posible solución. ¡Y pensar que todavía hay “pensadores” tan ignorantes o perversos que pretenden hacernos creer que la necesaria paz vendrá de una conjunción de esa fuente milenaria de discordias y muerte, tan bien encarnada en el filicida Abrahán, que no dudaba en matar a su único hijo cuando creía que se lo pedía su divinidad!
José María Heras Muñoz. Hortaleza, 22. 28004. Madrid.
20070221. Tranquilizantes políticos.
Son tan impresionantes como significativas las quejas de las madres de regiones de hambrunas crónicas cuando por fin se proporciona a sus hijos una dieta adecuada. Sus hijos, protestan, se vuelven “revoltosos”, y resulta imposible “educarlos” bien, como antes. Esto explica por qué, incluso hoy, y tras altisonantes promesas en sentido contrario, muchos dirigentes no solucionan como podrían el problema de centenares de millones de hambrientos. Si estos cobraran fuerzas físicas, se harían “revoltosos”, reclamarían también un vestido, una casa y un trabajo dignos, acabando con el injusto sistema imperante, y sus actuales dirigentes.
Junto con el hambre, a lo largo de la historia, los políticos han empleado otros “calmantes”, como la ideología de la resignación, la entrega o “Islam” a la voluntad de Alá, o la esperanza o temor de una mejor reencarnación futura. Reforzado todo ello con el recurso a las drogas, opio, el alcohol o el “bendito” tabaco, que deja fuerzas suficientes a sus víctimas para que sigan trabajando para sus dirigentes, y elimina a sus adictos cuando ya son poco rentables para el sistema. De ahí los privilegios otorgados a determinadas iglesias, bares y tabacaleras, cuya labor “tranquilizante” sigue siendo muy estimada en ese medio mundo en que ni el hambre ni el consumismo exacerbados –incluido el de tranquilizantes así directamente reconocidos como tales, somníferos, etcétera- garantizan el mantenimiento del sistema.
20070221. A veces no me siento solidaria.
Aunque eso guste a ciertos ecologistas extremistas, no simpatizo con san Roberto Belarmino, cuando decía que debemos dejarnos picar por los piojos, que no podrán gozar de otra vida (y esa paciencia ante los parásitos fue aducida para probar la santidad de Teresa de Ávila). Tampoco comulgo con los clérigos que, inspirándose quizá en aquel “Ay de los ricos, que tenéis vuestra consolación en la tierra”, apoyan a los partidos de algunos pobres… ricos, esas míseras sanguijuelas que acabarán perdiéndolo todo en el más allá. Ni me siento solidaria con las profesoras de religión que se lamentan y acuden a los tribunales cuando son echadas por algunos obispos, después de enseñar muchos años fielmente su doctrina de sumisión de los pobres y de las mujeres. Ni comparto la tardía reclamación de justicia por parte de una “Miss” desposeída de su trono de oropel, tras haberlo procurado varias veces, al destaparse que ha mentido descaradamente sobre su estado civil, y arrinconado para triunfar con trampas incluso a su propio hijo; ella misma se ha sorprendido de tantas muestras de apoyo como ha recibido, indecente solidaridad que muestra hasta que punto estamos en un mundo de pícaros y sinvergüenzas, que no dudan, para conseguir sus torcidos fines, incluso intentar engañar a la Justicia.
20070226. Más papistas que el Papa.
Nada más falso que la razón que da la asociación de profesores de religión ante la novedosa sentencia del Tribunal Constitucional, que avala el despido de una profesora porque vive con quien no es su marido, quejándose de que “nos confunden con sacerdotes”. Porque hay obispos que, no sólo en esos casos de concubinato, sino incluso en los de pedofilia y aún peores, no sólo no despiden, sino que llegan a ocultar ante la Justicia, colocando a sus colegas en el sacerdocios en sitios donde pueden seguir dando esos “ejemplos” de vida cristiana, cometiendo incluso delitos penales contra los más inocentes e indefensos, como los niños. ¿Dónde está, en todos esos casos, la Justicia, que sigue aplicando ahí sólo la Ley del Embudo? Serviles con los poderosos, más papistas que el Papa, los jueces han dado una sentencia tan favorable a los obispos que ni ellos mismos se la esperaban, como ha confesado con ingenuidad el obispo de Málaga.
20070401. Modernos sacrificios humanos por Pascua.
El situar la “Semana Santa” en el momento de mayor probabilidad de lluvia, el cambio de luna de abril, era una argucia comprensible para que asistieran a sus ceremonias quienes esos días no podían trabajar en los campos. Pero hoy, cuando sólo una pequeñísima minoría de los mismos creyentes asisten a esos ritos, no sólo nos aguan las vacaciones a centenares de millones de ciudadanos, sino que esa lluvia provoca la muerte, mutilación o graves heridas y daños físicos (para no hablar de los económicos) de miles y miles de personas en el conjunto los países afectados por esas adversas condiciones atmosféricas durante sus desplazamientos en la “Semana del Turismo”, como ha sido rebautizada con exactitud en Uruguay.
El comportamiento de las Iglesias, y en particular del Vaticano, ante catástrofes humanas incluso peores, como la del SIDA, no permiten esperar, en un plazo razonable, una reacción racional y humanitaria por su parte ante esta hecatombe anual, evitable con un mero cambio de fechas. Y eso, aunque a ese cambio no cabría oponer ninguna objeción religiosa realmente seria. Y menos aún para los seguidores de verdad de Quien dijo que sus discípulos se reconocerían por su amor al prójimo, no por hacerle literalmente la Pascua, e incluso acelerar su hipotética llegada al cielo mediante accidentes de tráfico, en una moderna perversa reintroducción de los sacrificios humanos con excusa de religión.
Ya es hora, pues, que la Unión Europea enfrente el problema en su conjunto y, como corresponde a sociedades ya oficialmente no confesionales, adopte alguna de las varias reformas racionales de todo el calendario que ya existen, para que podamos pasar nuestro tiempo de trabajo y descanso, nuestra vida entera, de un modo más racional, sano y seguro.
20070401. Provocadores de accidentes y muertes.
Mi denuncia puede parecer muy dura, pero mucho más grave es la indiscutible realidad, las docenas e incluso centenares de muertos, y miles de heridos que cada año provoca su inhumana insensibilidad ante los accidentes de tráfico. En otras épocas, en que casi toda la población era agrícola, el situar las fiestas de la Pascua en el momento de mayor probabilidad de lluvia, el cambio de luna de abril, era una argucia comprensible para que asistieran a sus ceremonias quienes esos días no podían trabajar en los campos. Pero hoy no sólo nos aguan las vacaciones a centenares de millones de ciudadanos, sino que esa lluvia provoca la muerte, mutilación o daños físicos (para no hablar de los económicos) de miles y miles de personas.
¿Tendremos que esperar mil años, como los que tardaron en darse cuenta que el pueblo ya no hablaba latín? ¿O más de doscientos –por ahora- par que comprendan que el “creced y multiplicaos” podía ser una bendición en un mundo vacío, pero la peor maldición en otra superpoblado? ¿Hasta cuando tendremos que soportar aquí su dictadura, en un mundo laico, en el que incluso quienes se siguen declarando cristianos no siguen tantas anticuadas e incluso absurdas normas suyas? Ya es hora que la Unión Europea enfrente el problema en su conjunto, y adopte alguna de las varias reformas racionales de todo el calendario que ya existen, para que podamos pasar nuestro tiempo de trabajo y descanso, nuestra vida entera, de un modo más racional, sano y seguro que con el antiguo, regido por quienes todavía tienen una espiritualidad de “cuanto peor, mejor”, y se empeñan de hecho en hacer de este mundo un valle de lágrimas para que queramos e incluso, como con los accidentes de tráfico, la no prevención del SIDA, y otras trampas mortales, vayamos más rápidamente de lo que quisiéramos a su hipotético más allá.
20070401. Modernos sacrificios humanos por Pascua.
El situar la “Semana Santa” en el momento de mayor probabilidad de lluvia, el cambio de luna de abril, era una argucia comprensible para que asistieran a sus ceremonias quienes esos días no podían trabajar en los campos. Pero hoy, cuando sólo una pequeñísima minoría de los mismos creyentes asisten a esos ritos, no sólo nos aguan las vacaciones a centenares de millones de ciudadanos, sino que esa lluvia provoca la muerte, mutilación o graves heridas y daños físicos (para no hablar de los económicos) de miles y miles de personas en el conjunto los países afectados por esas adversas condiciones atmosféricas durante sus desplazamientos en la “Semana del Turismo”, como ha sido rebautizada con exactitud en Uruguay.
El comportamiento de las Iglesias, y en particular del Vaticano, ante catástrofes humanas incluso peores, como la del SIDA, no permiten esperar, en un plazo razonable, una reacción racional y humanitaria por su parte ante esta hecatombe anual, evitable con un mero cambio de fechas. Y eso, aunque a ese cambio no cabría oponer ninguna objeción religiosa realmente seria. Y menos aún para los seguidores de verdad de Quien dijo que sus discípulos se reconocerían por su amor al prójimo, no por hacerle literalmente la Pascua, e incluso acelerar su hipotética llegada al cielo mediante accidentes de tráfico, en una moderna perversa reintroducción de los sacrificios humanos con excusa de religión.
Ya es hora, pues, que la Unión Europea enfrente el problema en su conjunto y, como corresponde a sociedades ya oficialmente no confesionales, adopte alguna de las varias reformas racionales de todo el calendario que ya existen, para que podamos pasar nuestro tiempo de trabajo y descanso, nuestra vida entera, de un modo más racional, sano y seguro.
20070401. De sardinas y teologías.
Al inocente comprador de un vagón de sardinas que, al querer probarlas, protestaba al comprador porque estaban podridas, éste le respondió indignado: “-¡Usted está loco! ¡Esas sardinas no eran para comer, sino para negociarlas!”. Suelo contar esa parábola de La Codornizpara explicar lo que me pasó cuando tuve la ingenuidad de estudiar a fondo la teología en Roma para saber la verdad, cuando, como toda ideología, la teología está diseñada para mantener unida y bien gobernada una comunidad de creyentes. Con razón los genuinos teólogos dicen que no creerían en la Biblia si no fuera por la Iglesia, que establece su canon y correcta interpretación. Quienes protestan e intentan el “libre examen” se van alejando cada vez más de la organización y de toda fe. Hoy también, lógicamente, “la teología de la liberación” desemboca en “la liberación de la teología”. En ese proceso siempre hay muchos, inteligentes y angustiados teólogos, como los agrupados en torno a la Asociación Juan XXIII, ante cuyo 26 y, por ahora, último Congreso, el varias veces censurado jesuita J. M. Castillo ha pronunciado unas antológicas palabras: “La teología ha sido con demasiada frecuencia un pensamiento cautivo”.
La permanencia de estos grupos ingenuamente disidentes, como lo fui yo en mi época, es tolerada por la jerarquía eclesiástica, entre otras razones, por serle útiles, porque dan la esperanza a muchos de que “por fin” su Iglesia va a cambiar “de verdad”. Bien lo sé yo mismo, que tengo buenos amigos en esos “evolucionistas”, como entre los “evolucionistas” dentro de la ideología marxista, de la que nunca participé, aunque es tan fácil y atrayente pasar de una a otra, e incluso compartirlas; no en vano Marx era también un judío escatologista, deseoso de contribuir a un ya cercano milenio sin contradicciones, como Jesús; aunque dieciocho siglos no pasan en vano, y el mismo Marx se declaró no marxista, por lo que resulta más contradictoria, y por lo tanto menos factible, la pretensión de establecer Iglesias marxistas ortodoxas duraderas.
20070405. Vallecas.
Se han pasado tres pueblos en su pretendida “mejora” de la Semana Santa de Madrid. No sólo por sus excesivos “pasos” o templos enriquecidos, mientras los “templos vivos de Dios” (hasta cuando son extranjeros) están abandonados a sus puertas, o hasta han tenido que emigrar a los semáforos; sino porque el Arzobispado de Madrid ha escenificado para esta Semana Santa incluso la crucifixión en carne y hueso de Jesús.
En una clara proyección freudiana, versión psicoanalítica del evangélico del “ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio”, el cardenal Rouco, vestido de púrpura y joyas, con un nutrido séquito clerical y acompañante diario de ricos y poderosos, ha acusado estos días a los clérigos de la parroquia de Vallecas de buscar protagonismo, cuando ellos llevan treinta años compartiendo su vida con los pobres, con trajes pobres (y hasta de esto les acusa, de ir poco distinguidos, de seglares), ejerciendo con todos, “incluso” pecadores y herejes, como Jesús, la caridad cristiana. Y para reforzar esa su condena, Rouco no duda, como antes algunos de sus predecesores respecto a los judíos sacrificadores de niños, en propalar que en Vallecas remedan el Santo Sacrificio, dando rosquillas en lugar de hostias. Es decir, que Rouco nos quiere hacer comulgar con esas ruedas de molino –por supuesto, falsas, desmentidas por los de Vallecas- para poder darles hostias, sacrificarlos por blasfemos y sacrílegos. Demasiado realista, esta Semana Santa de de los fariseos de siempre, condenando de nuevo a Jesús.
20070415. Corona de cine.
Es de cine. Todos recordamos aquella época en que estuvieron de moda películas históricas en que aparecían reyes musulmanes, con coronas coronadas – nunca mejor dicho – por Medias Lunas. Rechazaríamos su pervivencia hasta nuestros días, por ser la expresión clara de regímenes confesionales, en los que quienes no profesen una determinada religión son ciudadanos de segunda o incluso muertos de primera. Contra ese totalitarismo que lleva -hoy aún más que ayer, por ir a contrapelo de la historia- hasta el fanatismo y terrorismo, es bueno que demos ejemplo de pluralismo y democracia, máxime cuando así lo reclama nuestra ley de leyes, la Constitución, y actualicemos y legalicemos plenamente la Corona física, de modo que no figure en ella también eso otro símbolo religioso, que en Occidente, en vez de la Media Luna, es la Cruz.
Si los imanes considerarían blasfemo, antirreligioso, que no coronara en Oriente la corona una Media Luna, es explicable que aquí pase aún lo mismo con sus homólogos, como en Madrid el cardenal Rouco, que ayer, como quien dice, exhortaba a don Juan Carlos I a que resucitara oficialmente (en lo personal, cada cual profesará lo que crea conveniente) el título de “Rey Católico”; consejo tan profesionalmente interesado como contrario a nuestras leyes, al interés general y al de la misma Corona que, de perpetuar esos arcaísmos, difícilmente se perpetuaría, quedaría de película… B.
20070418. Quien da gato por liebre.
La señora Josefa Olmo, de Valladolid, haría bien, antes de escribir una carta, de leer, aunque sea por encima, los Evangelios. Entonces vería que quienes intentan “dar gato por liebre”, engañar al prójimo, proclamándose discípulos de Jesús, no son los curas de Vallecas, sino, por goleada, los miembros de la jerarquía eclesiástica. Y que conste que yo soy neutral en este punto al no ser creyente, pero sí especialista en historia de religiones.
20070522. Negar el genocidio.
Apenas se puede imaginar una mayor falta de respeto a la verdad histórica y a los centenares de millones de latinoamericanos, creyéndoles tan ignorantes de su propia historia y susceptibles de ser engañados hasta ese punto. El Papa acaba de declarar en Suramérica que el catolicismo no fue impuesto allí por la fuerza. En España, como coprotagonistas de los hechos, sabemos también muy bien que lo primero que hacíamos al llegar a cualquier territorio americano era la famosa requisitoria, la exigencia de conversión al catolicismo y sumisión a nuestro rey, bajo amenaza, en caso contrario, de declararles la guerra hasta el final: fue la base “legal” de la Conquista. La de la Colonia fue el sometiendo servil de los indios a los “encomenderos”, con la excusa de enseñarles la religión, lo que sirvió también para “justificar” la esclavitud de los negros.
Sin embargo, siguiendo su pésima costumbre, este Papa, para no pedir perdón por ese inmenso genocidio y violencia multisecular, lo más antievangélico que se pueda concebir, lo agrava aún más con lo que no puede calificarse sino de tremenda e indignante mentira. Hemos padecido Papas corruptos, ladrones y envenenadores, pero difícilmente podría ganarle ninguno a éste como embustero. No es, pues, de extrañar, que haya levantado una inmensa oleada de protesta social contra la Iglesia, y que los presidentes de varios países del Continente hayan convocado a los representantes de la jerarquía eclesiástica para expresarles su más enérgica condena. “Dios no tiene necesidad de vuestras mentiras”. Recae en lo mismo: hace un año que, para negar la responsabilidad de su pueblo alemán y del régimen nazi, y la suya personal, ya que vistió el uniforme del ejército que cometió ese otro genocidio, este Papa Ratzinger tuvo también el valor, en pleno campo de concentración de Auschwitz, de quejarse de una pretendida pasividad de Dios. ¿Cabe mayor fariseísmo, postura más anticristiana? Mírese Ratzinger, si se atreve, en el espejo. ¿De verdad que no le da vergüenza desacreditar con esa conducta una organización a la que pertenecen tantas personas honradas, de buena fe y obras? ¿Cómo puede quejarse de que en Latinoamérica sean cada día más los que abandonan el cristianismo, o buscan iglesias cristianas menos infieles a la doctrina evangélica?
20070523. Genocidio espiritual de los indios.
Hasta el estudiante más torpe aprende al menos que la agricultura, y con ella el sedentarismo y urbanización de la humanidad, comenzó hace pocos milenios, viviendo antes los hombres primitivos como cazadores nómadas, circunstancias que todavía se dan residualmente en Asia, África, América y Oceanía.
A los conquistadores españoles de América les interesó, sí, reducir a servidumbre, “encomendar” a los indios agrícolas sedentarios de los grandes imperios; pero exterminaron sin piedad a los grupos de indios nómadas, competidores por el suelo y agua, y depredadores de sus cultivos y ganados; exterminio que siguieron realizando después de la independencia los criollos, hasta nuestros días, según reseña la misma prensa, respecto a los minúsculos reductos selváticos que aun persisten en Brasil o Colombia. En gran escala, dado que allí casi todos los indios eran nómadas, se exterminó a los indios en todo el Oeste (y ya antes en el Este) norteamericano. Unos y otros emplearon desde el principio hasta armas químicas, como las ropas de los muertos de tisis y otras enfermedades. Un genocidio permanente de indios ha sido pues, y durante más tiempo que la esclavitud, una constante en América en los últimos quinientos años.
Faltaba solo esa especie de “genocidio espiritual”, la negación del genocidio, que ha hecho estos días en Brasil el papa Ratzinger y, como un eco, y quizá para apoyarlo, M. A. Bastenier, con tan mala suerte que, en ese mismo momento, el 23 de mayo 2007, el mismo Papa ha tenido que desdecirse ya de su inaceptable negación del genocidio real, presionado por la fuerte reacción provocada por ese, tan interesado como inaceptable, genocidio espiritual.
20070531. Tres rectificaciones del Papa.
Tras el escándalo internacional, incluido movimiento de embajadores, Ratzinger ha tenido que rectificar su afirmación de que la Iglesia católica se propagó sin violencia en Suramérica. Hace menos de un año, tras otros disturbios, incluso con muertos, en varios países, tuvo que rectificar por lo mismo, tras proclamar en Ratisbona que su Iglesia se imponía con la razón y no la violencia, al revés –afirmó, encima- que el Islam. Y poco antes también Ratzinger suscitó un escándalo mundial al achacar el genocidio de Auschwitz a la “pasividad” de Dios (¡!), y no a su país, Alemania, y eso a pesar de que él mismo vestía entonces el uniforme del Ejército nazi, y de la escandalosa pasividad de su Iglesia ante los crímenes nazis.
Esas tan parciales y forzadas “rectificaciones”, ese intento de negar hasta tal punto la violencia propia por parte de quien tiene ese cargo supremo y ese tremendo historial, incluido el de ser gerente durante muchos años del ex (¿ex?) “Santo” Oficio, – y antes, Inquisición -, no sólo es de lo más antievangélico, un claro endurecimiento cainita en el pecado cometido, sino también de lo más peligroso y amenazador para el futuro de todos: tanto de sus seguidores como, y más sin cabe, de los que no lo son.
20070610. Dimisión del Papa.
Yo no conozco en la historia, y deseo no se repita nunca más, un hecho de semejante gravedad: que quien personalmente ha estado implicado en un genocidio, y es máximo dirigente de una organización directamente implicada en otro, tenga el valor, pública y oficialmente, y en los mismos lugares donde se han cometido ambos genocidios, de rechazar toda responsabilidad sobre los mismos. Esa es la siniestra reincidencia que acaba de cometer el Jefe del Estado Vaticano, el Papa Ratzinger. Porque en la misma tierra americana regada por la sangre de millones de víctimas de una Conquista y de una Colonia justificadas para difundir -¡qué blasfemia!- la doctrina de Quien rechazó usar la espada incluso en defensa de Su propia vida, ha tenido el descaro de decir que allí no se impuso el catolicismo por la violencia. Y un año antes, en el mismo campo de exterminio de Auschwitz, también blasfemó, pidiendo cuentas a Dios de dónde estaba durante aquella matanza, en lugar de confesar que él, Ratzinger, estaba entonces con el uniforme del ejército nazi que realizó el genocidio, y reconocer la pasividad, o peor, de gran parte de su Iglesia ante el exterminio de judíos, gitanos, homosexuales, etcétera.
Por ese doble delito de negar en tales gravísimas circunstancias ambos genocidios solicito también pública y solemnemente la dimisión de ese indigno representante de la Iglesia católica, reclamando que sea expulsado por una incontenible oleada de indignación popular e institucional –ya comenzada por algunos gobiernos americanos, como no tuvieron el pundonor de hacer otros europeos cuando lo de Auschwitz- que le obligue a dejar un cargo que hasta tal punto ha desprestigiado, ya que no es de esperar que una persona de esa catadura ética, y reincidente, tenga mínimo de conciencia moral necesario para dejar voluntariamente un puesto desde el que tanto daño ha hecho al mundo y a su misma organización.
20070610. Dimisión eclesiástica.
Se está esperando que el obispo de Pamplona, monseñor Sebastián, presente de modo irrevocable su dimisión. Recordemos, en efecto, que ha pedido oficialmente el voto para la Falange y otros partidos de extrema derecha, como más afines a la Iglesia. Pero que el Papa acaba de exigir a los obispos que se atengan a lo que tan claro dice el Evangelio, absteniéndose de actuar en política.
Es posible que algunos sonrían de mi ingenuidad, y objeten que el Papa hablaba a los obispos de América del Sur, donde varios de ellos están interviniendo también en política, pero de izquierdas. Claro que si eso es verdad, si soy un ingenuo, si el Papa permite a los obispos hacer política sólo si es de derechas, eso no deja de ser igualmente antievangélico, indicando una enorme desviación respecto del Evangelio en el mismo Vaticano, y sería en ese caso su cúpula jerárquica la que debería presentar su dimisión.
20070610. Valenzuela talibán.
Me da mucha pena y me alarma el artículo de Curri Valenzuela. En plena proyección freudiana achaca a Zapatero el “no entender” la tradición católica de nuestro pueblo. Su “razón” es la de los totalitarios puntos de la Falange, el de que los españoles “Somos católicos porque nuestros padres fueron católicos”; el de los agresivos tradicionalistas carlistas “Por Dios, por la Patria y el Rey, lucharemos nosotros también… como nuestros padres”. Es, en suma, la “razón” que periódicamente ha cubierto de sangre fraticida nuestro país en innumerables guerras civiles, incluso en vida de algunos de nosotros, sin tener que remontarnos a la Inquisición o antes.
Tras la Legión que desembarca en Málaga, tras el Cristo de la “Buena muerte” y similares, en los que se extasía Valenzuela, hay toda una ideología fanática, talibán, no sólo muy distinta, sino directamente contraria al Evangelio. Porque Jesús lo dijo muy claro: “Mete la espada en la vaina, porque el que a hierro mata, a hierro muere”; sus fieles de verdad, leales a sus palabras, son los franciscanos, no los cruzados.
Los españoles estamos muy mayoritariamente también por la convivencia pacífica, por la no confesionalidad del Estado, que consagra, no ya Zapatero –que, por el contrario, tanto cede al Vaticano, más que el PP en el impuesto religioso, educación, etcétera, sino nuestra Constitución, mal aceptada, cuando no rechazada, por algunos peligrosos extremistas, cuyo discurso se parece demasiado al de Curri Valenzuela. Cuidémonos de ellos, para que nos puedan oprimir e incluso eliminar de nuevo.
20070610. Miedo alienador.
Lo que más temían los antiguos galos es que se les cayera el cielo encima. Después Europa temió que se abrieran los suelos y se cayera para siempre en unos infiernos ardientes, felizmente devaluados por el difunto Juan Pablo II, cuando ya ni un cuarto de los españoles, según las encuestas, cree en modo alguno en su existencia.
Tras los terrores del año mil, los terrores del dos mil se centran en el pánico al polvo de ántrax, al líquido de un misterioso explosivo, o a las radiaciones de un polonio, entre otros. Por ello los pueblos que se auto proclamaban libres y hasta misioneros de la democracia han aprobado increíbles restricciones de los derechos humanos, severas censuras, humillantes ritos en los aeropuertos, torturas “por si acaso” a los sospechosos, y hasta guerras preventivas. Terrores de los que algunos vivos políticos sacan no menos provecho que del infierno y hasta del purgatorio sacaban los clérigos.
Una vez más tiene plena actualidad ante esta época de “pensamiento débil” (entre otras notorias debilidades en otros órganos humanos) la advertencia que ya hacía Benjamín Franklin a los propensos a dejarse llevar por la cobardía: “Quienes sacrifican la libertad a la seguridad no tendrán ni la una ni la otra”.
20070614. Corrupción religiosa.
Lo hemos vuelto a ver en detalle por televisión, para regocijo de algunos de los peores enemigos del cristianismo, y tristeza de los católicos consecuentes. El mismo Nuncio de Su Santidad dijo al presenciarlo que deberían buscarse maneras más adecuadas de honrar a la Virgen. Porque el espectáculo del Rocío –y no es el único en nuestra piel de toro- tiene muy poco que ver con el Evangelio, y muchas características directamente contrarias a él. Todavía hay demasiados españoles para los que la religión, como se decía de cierto país centroamericano, se reduce a “bautismo y procesiones”.
20070615. Aborto vaticano.
Una vez más, da la triste nota un mini Estado europeo, el único que no ha firmado la declaración Universal de los Derechos humanos, discrimina por ideología, no admite sindicatos, niega iguales derechos a la mujer y se gobierna con una férrea dictadura, aunque durante muchos siglos su jefe fuera elegido democráticamente por el pueblo romano. Es el Estado Vaticano, que constituye en sí mismo la más perfecta negación de Quien dijo que su reino no era de este mundo.
Su campanada actual tiene un claro precedente. En plena devastadora marea mundial de crecimiento poblacional, el Vaticano retiró su apoyo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) con la excusa de que éste fomentaba la planificación familiar “no natural”, como si alguna lo fuera. Ahora, en esta inmensa marea de persecuciones y torturas políticas en el mundo entero, ataca a la cada vez más necesaria Amnistía Internacional, con la excusa de que esta organización defiende la no persecución penal de las mujeres que abortan, lo que –hasta el tercer mes- el mismo Vaticano admitía hasta el 1800. Jesús dijo: “No juzgad, y no seréis juzgados; no condenad, y no seréis condenados”, dando como señal de ser sus discípulos el amar al prójimo; el Vaticano se distingue por sus constantes condenas y –donde puede- persecuciones con las más diversas y variables excusas a los demás, convirtiendo la Iglesia de la Caridad de Jesús en una farisaica Iglesia del Aborto, un aborto de Iglesia, una sacrílega caricatura del Evangelio.
20070624. Del Vaticano, al cielo.
La verdad es que me había vuelto un poco escéptico sobre la pretensión de los clérigos de encaminar eficazmente a la gente hacia el cielo. Pero una visita a Roma ha renovado mi fe. He podido ver con mis propios ojos a multitud de personas que conseguían, tras pacientes colas en el Vaticano, el santo elemento que les permitirá a muchas de ellas llegar pronto al cielo: el tabaco a bajo precio, con menos impuestos que en Italia.
20070625. La clerecía contra la ciudadanía.
Algunos dicen que no entienden cómo los obispos, que se han pasado la vida adoctrinándonos sobre cómo debemos comportarnos hasta en la cama, amenazándonos con el más cruel terrorismo ideológico imaginable en caso contrario, el infierno, se oponen a que haya una Educación para la Ciudadanía. ¡Pues precisamente por eso! Porque se les viene abajo el chiringuito, su feroz monopolio moral, su negación radical de la tolerancia y convivencia democrática, del respeto a la igualdad de las mujeres, gays, paganos, etcétera.
La jerarquía católica sólo puede aceptar de buen grado el compadrazgo con otros regímenes autoritarios e intolerantes como ella, como el del franquismo, repartiendo ambos la torta entre sí, y a hostias o a tortazos, con quienes admitieran o no, ya desde la escuela, todas sus normas. Lo asombroso es que algunos se asombren aún del la intolerancia y autoritarismo de quienes siempre han actuado de la misma manera cuando han podido, con gobiernos cómplices o demasiado débiles para resistirles. Aceptar una educación para la ciudadanía es un suicidio para esa clerecía.
20070628. Coherencia de los obispos.
Nada me persuade más de la urgente necesidad de una “educación para la ciudadanía” que la lucha frontal, “por todos los medios a su alcance” que le hace una jerarquía eclesiástica que, bajo capa de de religión, ha forzado durante tantos siglos a las mujeres a someterse plenamente a los varones; a los siervos y esclavos, a someterse a esa “voluntad de Dios”; que ha interpretado que “Dios quiere” cruzadas y sometimiento de otras razas; que ha condenado a la cárcel y hoguera a los “herejes” que no pensaba como ellos; que ha marginado e incluso asesinado a los que no seguían sus normas sexuales; que se ha opuesto a los progresos sanitarios y científicos de nuestra épocas y que gobierna a sus súbditos por medio de una gerontocracia autoelegida y autoritaria, tras condenar explícita y repetidamente –aunque hoy a veces intente disimularlo- toda libertad de opinión. Esos señores obispos tienen toda la razón: su interpretación de la religión es absolutamente incompatible con cualquier educación a una convivencia democrática.
20070704. El auténtico blasfemo.
La adecuada denuncia de quienes hacían una caricatura, tan real como sangrienta, del Islam, en aquel famoso dibujo de un Mahoma con una bomba, se vio confirmada por la misma bárbara reacción de los fanáticos a quienes ese dibujo puso al desnudo. En modo parecido, el manipulador de la religiosidad que, a pesar de que Jesús dijo que su reino no era de este mundo, tuvo el sacrílego atrevimiento de pedir desde el púlpito que se votara a la Falange y a otros partido de ultraderecha, ha sido justamente denunciado en un dibujo en el que se le representa llevando en su hábito clerical el yugo y las flechas falangistas, y a un crucificado saludando al estilo fascista. Él es el blasfemo denunciable, no quienes han representado su indecente manipulación del Evangelio, como ahora, con el culo al aire, pretende protestar ese tan poco cristiano arzobispo de Pamplona.
20070709. Excomulgar al obispo.
“¡Salvajes! ¡Han pitado a Molière!” se quejaba un pésimo actor francés. Después de haber recomendado oficialmente votar a la Falange, el obispo de Pamplona se queja ahora de que le pinten un crucificado haciendo el saludo falangista, crítica muy cristiana a su blasfema manipulación del Evangelio. El acto programado de desagravio a Jesús debería celebrarse, sí, pero por la sacrílega manipulación de lo más sagrado para un cristiano por parte de ese obispo politizado. ¿Qué hacen los demás obispos, que no lo excomulgan?
20070711. Fútbol y religión.
No soy religioso, pero respeto a quienes lo son de verdad, y la campaña oficial del Getafe, insultando y ridiculizando al cristianismo “en favor” de su club es una gratuita y grosera provocación que sólo favorece al fanatismo más extremo por el fútbol y, de rechazo, al extremismo pseudo religioso. Y todos tenemos una larga y triste experiencia de que ambos llevan a los peores enfrentamientos, con muchas víctimas psíquicas y físicas.
Ya es hora de que una sociedad más culta y civilizada ponga coto a quienes, en fútbol como en religión, guiados por bajos egoísmos, nos pretenden hacer adorar becerros de oro –como esos futbolistas comprados por docenas de millones de euros, un insulto a cualquier trabajador normal- para que nos distraigamos o nos resignemos a padecer sin resolver las fuertes desigualdades e injusticias que en temas de salud, vivienda o salarios tenemos en nuestra sociedad.
20070711. Lógico, pero ingenuo.
Los hay lógicos y bien intencionados, pero ingenuos. Porque es verdad que Jesús dijo que su reino no era de este mundo, pero que el obispo de Pamplona, enmendándole la plana, dijo hace poco que había que votar por la Falange. Un cristiano pamplonica se lo reprochó pintándole con un crucificado saludando a lo fascista; pero el obispo, recalcitrante, en vez de arrepentirse de su pecado, organizó un acto contra la blasfemia… de reprocharle la suya. Con lógica y tozuda ingenuidad se ha pedido entonces que los demás obispos excomulguen a este prelado, por reafirmarse en su pecado. Sin embargo, eso es algo tan lógico como improbable, porque todavía los obispos españoles no han pedido perdón por haber apoyado 40 años a la Falange en tiempos de Franco, con tanto provecho propio como contradicción a todos los principios evangélicos.
20070712. Agreden y se quejan.
Esto es muy fuerte. Pretenden seguir los seguidores e incluso, ahí es nada, los representantes legítimos y exclusivos de Quien dijo: “En eso se reconocerá que sois mis discípulos: si os amáis los unos a los otros”; sin excluir El a los samaritanos ni a los judíos, a los gentiles o a los gays, etcétera. Pero durante muchos, muchos siglos, siempre que han podido, los han excluido en ghettos, los han oprimido, han organizados linchamientos masivos (progroms) e incluso los han quemado públicamente, amordazados. Todavía hoy hablan contra ellos, los menosprecian y marginan en cuanto pueden. ¡Y aún se atreven a quejarse de que, por puro instinto de supervivencia, haya algunas manifestaciones de repulsa por esa conducta tan anticristiana y antidemocrática, ese peligro constante que su feroz fanatismo integrista constituye para permanentemente para nuestra convivencia y civilización!
20070715. Menos intolerancia.
Algo vamos progresando, aunque a regañadientes por parte de algunos. Un anglicano le preguntó a su pastor si fuera de su Iglesia había salvación. Tras mucho pensarlo, y de mala gana, ese pastor protestante contestó: “-Sí, pero ningún caballero se aprovecharía de esa oportunidad”. He recordado esta sabrosa anécdota ante el actual documento del Vaticano que, aun reivindicando que es “la” Iglesia que fundó Jesús, reconoce que fuera de ella hay otras organizaciones que tienen elementos positivos para alcanzar la salvación.
Este reconocimiento nos interesa a todos, porque el aceptar la posibilidad de que cabe salvarse sin ser católico quita fuerza al “Oblígalos a entrar en la Iglesia” que, desde san Agustín con el emperador romano hasta la jerarquía católica española con Franco, pretendía emplear el poder político del Estado para imponer sus normas. Con todo, todavía algunos jerarcas eclesiásticos, corrompidos por el ansia de poder, siguen buscando un apoyo político a su labor, lo que, según su misma doctrina, como vemos, resulta injustificable.
20070716. Obispo falangista.
Rectificar es de sabios. De momento, me alegré al saber que el obispo de Pamplona había protagonizado un acto de penitencia, con los pies descalzos. Pero resulta que no fue para pedir perdón por haber blasfemado contra el Evangelio, pidiendo el voto para la Falange, sino, por el contrario, reincidiendo, para arremeter contra los que le criticaron eficazmente, pintándole con una cruz con signo fascista. ¿Cabe mayor hipocresía, mayor fariseísmo que la de este “guía ciego”, contra el que nos advertía Jesús? ¿Cómo no recordar las protestas de los islamistas que, en vez de arrepentirse de sus violencias, se rebelaron contra la caricatura-denuncia de un Mahoma con bomba, ofensa a la religión… que habían cometido con sus actos ellos mismos? ¿Cómo callar, cuando la Falange protagonizó aquí una guerra, con tantos muertos?
20070719. Clero pervertidor.
Ya varias diócesis estadounidenses se habían tenido que declarar en bancarrota, y hasta el rico obispado de Boston había quedado muy tocado, al deber indemnizar por sus clérigos pederastas. Los fieles veían que sus limosnas eran destinadas a esos “pobres”… clérigos, que interpretaban así la “caridad” con el prójimo. Pero lo de Los Ángeles revela aún más el alcance y la profundidad del mal. Los casi mil millones de dólares recién pagados para que no se celebre un macro juicio no han servido de mordaza de oro, y hoy sabemos que más de doscientos clérigos abusaron, hasta siete en un caso, de menores a su cargo, y que sus superiores acallaron denuncias, y los mantuvieron en cargos con fácil acceso a nuevas víctimas.
Podemos ahora hacernos una mejor idea de hasta donde alcanzó esa podredumbre en la España franquista, con aquel récord de censura estatal, de poder omnímodo del clero, y de represión del sexo entre los adultos. Yo mismo fui víctima en mi colegio de los turbadores abrazos de un sacerdote, que años después fue expulsado por motivos similares. Mucho peores aún fueron las ideas antinaturales y perversas contra el sexo que me inculcó. Sólo tras muchos años y dolores, propios y ajenos, he podido curarme algo de esa enfermedad sexual psíquica que me transmitió.
Hoy, aunque algunas décadas de una sociedad más moderna y normal hayan podido suavizar aquella exacerbada costumbre de prepotencia y abuso, y empecemos a poder hablar, juzgar y condenar oficialmente tamaños abusos, ¿qué padres sensibles pueden poner sin más la educación sentimental de sus hijos en mano de personas tan propensas, por su ideología y modo de vida, a inculcarles y, en algunos casos, a forzarles a una postura tan distorsionada?
20070720. Nueva espiritualidad.
Surge una nueva espiritualidad que proclama que, con especial ayuda del cielo, sus seguidores pueden practicar el desprendimiento de los bienes terrenos, la pobreza. Seducido por sus proclamas, y por mil detalles cuidadosamente propagados de su aparentemente austera vida cotidiana, el pueblo les va confiando cada vez más sus ahorros. Sin embargo, tras largos años, al haber mayor libertad de expresión, se van descubriendo mil casos de corrupción económica en ese grupo “espiritual”, antes tapados en connivencia con muchos aprovechados. ¿No es lógico que la gente denuncie con particular indignación a esos fariseos, más que a otras personas que no habían hecho profesión de su honradez, ni se habían confabulado con esa excusa con otros para sacar robar aún más? El delegado del Papa en España protesta ahora de que se destaquen los casos de pedofilia en el clero, pero ¿no son esos casos particularmente indignantes en quienes presumían de no necesitar un desahogo normal de sexualidad con adultos, y habían conseguido antes con ello –y gracias a unirse al poder para mantener una férrea censura- que se les confiara el cuidado y educación de los niños?
20070726. Religión y sadismo.
Irán acaba de ahorcar a 16 personas por adulterio u homosexualidad. Una concentración de protesta, con representantes del ONGs, PSOE y PP, ante su embajada en Madrid, recriminaba esa barbarie: “No es religión, sino sadismo”, “Dios es misericordioso; vosotros, sin piedad” y “Irán y USA, Estados crueles, con pena de muerte”.
20070727. Datos poco católicos.
Los datos de la Fundación BBVA son espectaculares: en sólo cinco años, el número de los españoles que se declaran católicos ha descendido un diez por ciento, del 80,8 al 74,1, aumentando el de los que se declaran sin religión hasta el 23,4, casi la cuarta parte de la población; y la Iglesia Católica vuelve a ser la institución, entre doce propuestas, en que menos confían los ciudadanos.
Nada más lógico que esta opinión publica respecto a una organización que habla de paz, pero apoya y condecora a quienes hacen la guerra; que habla de caridad, pero margina e insulta a quienes no piensen o actúen como ella manda; que predica el desprendimiento, pero exige al Estado el dinero que sus cada día menos y más desconfiados creyentes se resisten a darle para “vivir como curas” –por lo menos el alto clero-, especular en la Bolsa o tapar sus escándalos.
20070729. Peligro para nuestros hijos.
Dando una prueba más de la extensión y profundidad del mal, vemos que la jerarquía católica dedica muchos más esfuerzos a tapar los escándalos de su clero, y a quejarse de que se denuncien sus escándalos, que a pedir perdón por ellos. Nada más lógico, por lo demás, puesto que no quieren remediar su principal raíz, la tan antinatural como frágil abstinencia sexual “a vida” de sus miembros. Pocas cosas, pues, resultan ser más inconscientes y dañinas que el confiar a quienes practican oficialmente tan anormal conducta sexual la educación de nuestros hijos.
20070812. Herencia enriquecida del Papa.
El Papa acaba de recibir una singular distinción por parte de la revista masculina Esquire, como “el mejor portador de accesorios”, por sus zapatos rojos de cuero. Como otros elegantes atuendos suyos, no es la primera vez que sus zapatos de marca llaman la atención, incluso ahora que no los da a besar, por haberse subido un poco más su falda que sus antecesores. Se ha recorrido un largo y muy significativo camino desde “las sandalias del pescador”. No cabe duda que el papado pisa fuerte, enriqueciendo increíblemente la herencia de un pobre Jesús, que no tenía donde reclinar su cabeza y acabó crucificado como un delincuente, y de tantos desarrapados franciscanos, que fueron asimismo eliminados como heréticos.
20070813. Xirinacs, profeta sin piedad.
A mi me parece muy adecuado comparar a Xirinacs con un “profeta bíblico”, como hace Jordi Pujol. Recordemos como fueron esos profetas: uno de los principales consideró adecuada la muerte de varios niños porque no respetaron su calvicie; otro se quejaba a Dios porque no destruía una gran ciudad, Nínive, porque sus habitantes habían hecho penitencia, con lo que no se cumplía su profecía. En general, concibiendo la divinidad como eran ellos, egoísta y exclusivista, los profetas exigían una guerra santa que exterminara incluso a las mujeres y los niños de las tribus que no formaban parte de su pueblo elegido, que hasta hoy padece –y nos hace padecer- las terribles consecuencias de su sagrado nacionalismo.
Como esos profetas, Xirinacs ha sido un “profeta armado”, no sólo en plan defensivo, sino también ofensivo, agresivo, genocida; superándolos incluso, Xirinacs ha llegado a ser “profeta terrorista”, apoyando a ETA y sus métodos. Sólo por estar, a pesar suyo, en una sociedad muy diferente a la que quería obligarnos a padecer a todos, sociedad que piadosamente le liberó por sus achaques, dejó Xirinacs de morir donde debiera, en la cárcel, a la que, por apología del terrorismo, le condenó la Justicia. Estemos muy atentos para impedir que se puedan emplear los siniestros métodos recomendados por este profeta y sus secuaces.
20070820. Peor que Judas.
Hablemos claro. Como Judas, hubo un ex cura adquirió fama e influencia predicando la doctrina de Jesús del amor al prójimo y la no violencia. Como Judas, se fue dejando tentar después por el ídolo nacionalista, creyendo que la doctrina de Jesús iba contra la liberación de su pueblo, y traicionó a su maestro. Pero, peor que Judas, no se suicidó, muy arrepentido, a las pocas horas de su traición, y tras de haber devuelto el tesoro de influencia social que le había confiado su Maestro, sino sólo años después de estar apoyando a quienes matan a mansalva por su ídolo nacionalista, como es ETA, y sin dar muestras de arrepentirse por su traición. Así acabó Luís María Xirinacs.
¿Qué no es traicionar cambiar de opinión? Sí lo es el hacerlo con ciertas modalidades, y siempre es la peor traición – a Jesús y a la humanidad – cambiar para apoyar a quienes buscan imponer un nacionalismo absoluto, que requiere constantes sacrificios humanos, asesinatos políticos.
¿Qué hay que dejar en paz a los muertos? No, cuando, peor que Judas, mueren o se matan defendiendo el derecho a no dejar en paz a los vivos hasta haberlos matado. Y cuando, peor que Judas, como santones del nacionalismo, dejan secuaces tan fieles a sus ideas violentas, como el monje de Montserrat (¡!) J. Castañar, que tiene el valor de alabarle en su funeral como “un cristiano de una pieza”, porque si Xirinacs era violento hasta consigo es porque “la vida trae violencia”. ¿Cabe mayor traición al mensaje evangélico, más clara apología del terrorismo? Y cuando al funeral asisten tantos fanáticos del nacionalismo, altos cargos del ERCV y hasta de CiU, queriendo ser herederos carroñeros de las “nueces” que los terroristas puedan producir al sacudir el árbol, según la siniestra parábola de otro ex cura tan “comprensivo” con ETA, Arzallus.
20070828. Peligrosos fetiches.
Hay auténticos “mercenarios espirituales”, que ayudan al prójimo por puro egoísmo, para hacer méritos ante Dios. Pero la madre Teresa de Calcuta llegó a conmoverse tan de verdad por el dolor ajeno que, como hoy sabemos, se enfrentó a la concepción de un Dios que fuera a la vez infinitamente bueno y todopoderoso, no acabando de creer en ella. Actitud tan respetable, tan humana, como la del Papa Ratzinger, cuando, en vez de defender ciegamente su ideología, su organización, se preguntó dónde estaba entonces Dios al visitar el campo de exterminio de Auschwitz. Más valor y humanidad han mostrado que Job, con quien se les ha comparado, quien se rebeló, pero movido por sus propias, personales desgracias.
Ciertos teólogos deben ser, en efecto, muy insensibles, haber padecido personalmente muy poco, “vivir como curas”, para concebir, a su imagen y semejanza, a un Dios insensible hasta el punto de permitir, pudiendo evitarlo, tanto dolor humano. Son esos despiadados ideólogos los que hoy alientan la “guerra santa” en nombre de una concepción de un Alá “potente y misericordioso”, como Bush insiste en su “cruzada” vergonzante y vergonzosa, para no hablar los fanáticos integristas de un Yahvé que ordenaba el genocidio en Israel. Sus monstruosos “fetiches”, fabricaciones mentales, son mucho más peligrosas aún que las bombas que después sus fautores ordenan en su nombre activar.
Tenemos que conseguir urgentemente una concepción más realista, humana, modesta, del Ideal al que imitar, del porvenir divino que todos anhelamos. Sólo así disminuirá, en vez de seguir aumentando, -con tantos sacrificios humanos a los espantosos ídolos que han concebido esos talibanes de uno y otro signo-, el dolor y la muerte en este nuestro mundo globalizado, pues nada cambiará mientras no cambiemos a fondo nuestra concepción de la divinidad.
20070902. Huele muy, muy mal.
Hay quien le ha conocido personalmente y afirma que es poco caritativo con su próximo, porque el Abad de Montserrat huele mal. Es posible. Y sería coherente con lo que moralmente huele muy mal de unas recientes declaraciones suyas. En ellas arremete con furia contra la Jerarquía eclesiástica españolas por meterse en política, utilizando el mismo lenguaje que el PP respecto al peligro en que se encuentra al parecer la unidad de España. Podría parecer un celo evangélico, porque, en realidad, Jesús nunca se puso a dogmatizar sobre la unidad de Palestina. Pero lo malo es que ese Abad ni menciona hasta qué punto los obispos de su Cataluña, y sus propios monjes de Montserrat, aprovechan la política nacionalista propia para sacar una gran tajada del melón independentista, lo que huele muy, muy mal.
20070908. Fe y límites de Teresa de Calcuta.
Se ha hablado mucho de que, como tantos creyentes, Teresa de Calcuta hubiera duda con especial fuerza de que pudiera haber un Dios Omnipotente y Bueno que permitiera al mismo tiempo tanta miseria y sufrimiento como ella palpaba cada día. Pero apenas se ha comentado la revelación de que reprochaba en privado al Papa su lujoso tren de vida; pero en público nunca se sumó a los movimientos que, dentro de la misma Iglesia católica, propugnan por un mejor cumplimiento desde la cúpula de los preceptos evangélicos, lo que hubiera sido más coherente y contribuido quizá a aliviar muchos más dolores y miserias que aquellas pequeñas limosnas y ayudas que administraban sus monjas. Y quizá Teresa también reprochaba en privado a los grandes traficantes de droga y a tiranos como Duvalier, que le daban dinero para lavar su siniestra imagen; pero en público nunca mostró su desacuerdo con ellos, y menos aún rechazó su apoyo, como hacen muchas ONGs. Hasta los santos muestran, en algunos campos, grandes limitaciones.
20070916. Un sacerdote con suerte.
Algunos tienen suerte de no vivir en los Estados Unidos. Allí, un juez ha procesado al que estafó a los fieles de su parroquia, gastándose, entre otras cosas, 20.000 dólares en una fiesta de aniversario de su sacerdocio. Aquí, otro gastó, con ese mismo motivo, muchísimo más, sacándolo de una Caja del Sur de España, fundada para los pobres, sin que ni siquiera ahora –que se ha jubilado con una cifra multimillonaria, en euros, con la que podrá hacerse de verdad un Castillejo-, haya juez que se atreva a llamarle a juicio, y sin que la Iglesia, al revés que allí, intente reparar sus “alegrías”; más aún, le apoyó, asistiendo a aquella “fiestecita” muchos cristianísimos prelados, incluido un Arzobispo amigo… del dinero, poderoso caballero.
20071001. Pedir con razón.
¡Vaya por Dios! El Cardenal Primado Cañizares pide que se rece por las injurias que está recibiendo el rey; y bien lo sabe este prelado, pues nadie injuria al rey tanto como la radio que depende de él, la COPE. Los obispos acaban de conseguir del Gobierno un aumento en su asignación; y bien que lo necesitan, dado los dineros que les cuestan especulaciones financieras como la que estos días se juzga en Gescartera, o los acuerdos judiciales o extrajudiciales por tantos escándalos sexuales, incluida la pederastia, de parte de su clero. Sus peticiones están todas, pues, cargadas de razón.
20071003. Chiringuito falsificador.
Estoy perplejo: he leído varias veces de cabo a rabo los Evangelios, y en ninguna parte he visto que Jesús hablara de que su Galilea debía o no estar unida a Judea, o de que el régimen monárquico judío fuera mejor o peor que el republicano romano; al contrario, proclamó que había que dar al César lo que es del César, y que su reino no era de este mundo; y por eso mismo, por no convenir a sus intereses nacionalistas, una conspiración de sacerdotes y fariseos consiguió hábilmente hacerle crucificar por los romanos.
Cuando, pues, constato hoy que los jerarcas católicos hablan tan poco de auténtica religión, y tanto de apoyar un determinado modo político de unir los territorios, y un sistema concreto de gobierno, y que eso varía radicalmente de lo que hace treinta años defendían con Franco, o de lo que a trescientos y quinientos kilómetros proponen otros obispos en el País Vasco o Cataluña, me explico que su Iglesia sea la institución en que, según reflejan tantas las encuestas, menos confían los españoles; y espero que cualquier día un juez decida cerrar su chiringuito, por falsificar tanto y de tan contradictorias maneras la marca y nombre de Jesús.
20071003. Homicidios ejemplares.
En el actual juicio al “homicida del Metro” la forense declaró que él creía ser “el hijo de Dios” y tener “la misión de matar a una persona para salvar al mundo”. Locos habrá siempre, pero más, y más peligrosos, cuando una cultura los fomenta, haciendo creer que cierto tipo de desequilibrados tienen un toque divino.
Así ocurre en algunas civilizaciones, como la judía, en la que el estar dispuesto a realizar un sacrificio humano, incluso el de matar a su propio hijo, por creer que Dios se lo pedía, tuvo el máximo premio de hacer de Abraham el padre del pueblo elegido; y de modo demasiado parecido, otro sacrificio humano para salvar el mundo fue físicamente ejecutado por otro judío que se sentía hijo de Dios, auto inmolándose en una cruz, como piedra angular de la nueva alianza, la cristiana.
Y lo peor, lo realmente trágico, es que esas ideas tan peligrosas y delirantes, -esos tremendos atentados, como el que hoy se juzga en Madrid, contra la razón y la humanidad-, sigan considerándose “divinos” y ejemplares; no el que todavía, en estricta defensa propia, tengamos que denunciar su alarmante vigencia.
20071015. Clero argentino y español.
En Argentina los obispos han pedido perdón por el sacerdote que ayudaba a los torturadores de la última dictadura militar, recién condenado por la justicia. Aquí, mucho más tarde aún, no sólo no se ha condenado por la justicia a ninguno de los sacerdotes que colaboraron con los torturadores de la última dictadura militar, y mancharon sus manos de sangre, sino que los obispos nunca han pedido perdón por ninguno de ellos. Antes al contrario, se esfuerzan por presentarse todos como angelitos, víctimas inocentes, montando una continua, y este mes, teatral beatificación masiva sin precedentes de algunos de los que cayeron de los suyos, víctimas en ocasiones más o menos inocentes, pero identificados con la opción política de los ricos y poderosos, posición antievangélica de la que fue principal culpable esa misma jerarquía católica que ahora los manipula, aun después de muertos, para ocultar farisaicamente sus propias culpas.
20071016. Bien ateos.
No: no basta gritar “¡Soy ateo! ¡soy ateo!” para entrar en el reino de la racionalidad y la laicidad. No es mejor ateo ni más lógico el más extremista, posición con la que no sólo no se llega a ninguna parte, sino que se provocan reacciones que nos hacen retroceder mucho, de lo que tenemos en España demasiados trágicos ejemplos. El apoyar las más irracionales provocaciones, los más groseros insultos, es el ponerse a la altura y favorecer a los intereses de nuestros adversarios. Bien haríamos de aprender de lo que se hace en otros países, y aquí viene a propagar, por ejemplo, un Leo Bassi –con más o menos equilibrios, como los que tan bien hace físicamente-, mejor que identificarnos y convertirnos en propagandistas de extremistas como Ramírez de Haro, autor de “Me cago en Dios”, o un Moreno Montoya, con sus imágenes sexuales de íconos cristianos.
Porque una cosa es comprender esas groseras reacciones y desahogos ante la opresión clerical, y el defender su derecho de expresión, y otra muy, pero que muy distinta es aplaudirlas y difundirlas por cuenta nuestra, como si fueran iguales que nuestros razonamientos y proyectos intelectuales. Esa obcecación llega al punto de no comprender que en una sociedad democrática, civilizada, se puede y deber permitir la libertad de expresión también a esas personas, pero en modo alguna apoyarla con dinero público, al ofender directa y gratuitamente a una parte de la población. El no comprenderlo impide que el movimiento ateo e incluso el laicista no tengan en España la extensión y fuerza que muchos datos convergentes muestran que debiera ya tener.
Por esa razón pragmática de eficacia, si no por motivos más, digamos, humanistas, debiéramos abstenernos de ceder a lo que puede pedirnos el cuerpo a quienes hemos sufrido tanto y tanto tiempo la opresión interna o externa de esa ideología religiosa. Porque apoyar positivamente esos extremos suscita quizá la sonrisa cómplice de algunos correligionarios ateos, pero ciertamente también el rechazo de muchos –religiosos o no- y excita el tan dañino fanatismo de algunos mártires, cruzados, inquisidores y similares. Con amigos como Ramírez de Haro y Moreno Montoya, no necesitamos enemigos. El empeño en defender, hasta poner en primera línea, los elementos menos presentables, e incluso los impresentables, que dicen estar de nuestra parte, constituyen una mezcla de orgulloso “trágala” hacia los demás y autodestructivo masoquismo respecto a nosotros mismos.
20071018. Fiestas y religiosidad.
La ofrenda floral a la Virgen del Pilar acaba de batir un nuevo récord, como también la participación en la peregrinación a Santiago, al Rocío y a otras fiestas similares; hay un fuerte auge de las hermandades de Semana Santa; y se gasta cada vez más en ritos como el bautizo, primera comunión y boda. Al mismo tiempo, las iglesias –como lugares de oración- están cada vez más vacías, las encuestas confirman la desobediencia y desconfianza de los mismos creyentes respecto a su jerarquía, y el clero debe sacar con chantajes al Estado el dinero que cada vez le dan menos voluntariamente sus fieles. La contradicción no puede ser más evidente.
El hecho es que nos encontramos con una sociedad que tiene cada vez más tiempo de ocio, y dinero que gastar, y no encuentra todavía de ordinario festividades, símbolos ni rituales para desarrollar sus actuaciones, que acaba encuadrando en los tradicionales rituales eclesiásticos. Así revitaliza y da un gran poder a esa misma burocracia eclesiástica de la que, por sus arcaicas enseñanzas y poco edificante conducta política, económica y, no pocas veces, sexual, se está al mismo tiempo alejando. Esto provoca un fuerte conflicto y estancamiento en un aspecto importante de la vida social; aparte del atentado a la razón y, para los cristianos, a su propia fe, que supone, para los creyentes, esa religiosidad de “bautismo y procesiones” en relación a las enseñanzas del Evangelio.
20071019. Falsificadores.
A pesar de la mala fama de su gremio, cuando a un político se le coge falsificando el número de sus militantes o votantes debe retirarse de inmediato, su organización lo expulsa de su seno, y el gobierno no le da más subvenciones. Pero cuando ocurre eso, como acaba de certificar la Audiencia Nacional respecto al Arzobispado de Valencia – y podría hacer lo mismo con el arzobispo de Madrid y otros muchos – por mantener con malas mañas en sus archivos a quienes formalmente han pedido la baja de su organización, no sólo esos dirigentes no dimiten avergonzados, sino que su dirección central les apoya y promueve a la cumbre de su jerarquía, nombrándoles cardenales, y hasta el gobierno sigue financiando a esos tramposos, que encima se presentan como rectores de la mejor, más aún, la única moral digna de tal nombre. ¡Dios nos libre de esos nuevos fariseos, de su moral y de los gobiernos que no actúan conforme a lo que sentencian los tribunales!
20071022. Necesario telefonazo.
Según cuentan los enterados, se produjo hace algún tiempo una misteriosa llamada telefónica: “-¿Es la Compañía de Jesús?” “-Sí”. “-Aquí, Jesús: que muchas gracias, pero que mejor no me acompañen más”. Incluso hubo otra llamada directa al Vaticano, al parecer aún más breve, y donde no se pronunció precisamente la palabra “Gracias”. Y es que si se lee el texto constitutivo de la asociación, los Evangelios, la decisión tomada por el Fundador no podía ser otra.
20071028. Quien odia a Dios.
¿Odio a Dios, a la religión? Los fariseos se sirvieron ya de esa acusación para condenar a muerte hasta a Jesús; y después, aún más hi8pócritamente, utilizando la marca “Jesús”, han seguido persiguiendo y matando, de un modo u otro, hasta nuestros días. No se dio ninguna persecución parecida a los protestantes o judíos durante la guerra civil 1936-1939, como hubiera sucedido si se tratara de matar, como esos fariseos pretenden, “por odio a Dios”. Al contrario: lo que odiaban hasta la muerte –en una reacción tan injustificable como explicable- tantos de aquellos “rojos” eran precisamente la traición a la religión de Jesús, al Evangelio, por parte de una Iglesia católica, que se aliaba, casi en su totalidad, con los enemigos de los pobres, débiles, oprimidos.
Cierto que algunas de sus víctimas fueron personas especialmente piadosas y limosneras, pero su misma bondad constituía objetivamente la mayor propaganda engañosa y refuerzo de aquella organización que constituía el máximo apoyo (in)moral de sus opresores, camuflados bajo capa de religión. E incluso esas víctimas más inocentes no estaban exentas de culpa de estar “en el lado equivocado”; porque, como indica hasta santo Tomas, no hay error sin culpa; o, en palabras más laicas del estadounidense Robin, en esas crisis globales, “no cabe un inocente espectador”.
20071028. Terrorismo psíquico.
Aliado a los, en Brasil, tan difundidos espiritistas y brujos, un partido político ha conseguido allí un inquietante crecimiento, al amenazar contraer mala suerte, e incluso enfermedades, a quienes voten a otros partidos. Parece mentira, y lo es en Brasil, pero no en España, donde, para vergüenza nuestra, temiendo incurrir en la cólera celeste y merecer el fuego eterno (en el que aún creen casi un cuarto de nuestros respetables conciudadanos), votan todavía por ese motivo a cierto partido un porcentaje de esos creyentes, que, si es ya bastante minoritario, ha sido suficiente para que ese partido haya ganado varias elecciones autonómicas e incluso estatales.
20071029. Imagen inoportuna.
¿Qué quiere que le diga? Me pareció inoportuna, contraproducente, la imagen, tan ampliamente difundida, del Príncipe de Asturias disparando con un tirachinos. Porque se presta al chiste fácil, máxime en estos momentos en que se está cuestionando por algunos, y reafirmando desde las instituciones, su futuro papel de jefe del Ejército; además del estímulo que esa imagen proporciona a algunos adolescentes para dedicarse a diversiones menos inocentes. Estimo que podía haber examinado ese arma tradicional, e incluso aceptarla como recuerdo, pero sin llegar a disparar en público con ella.
Esa sobreactuación recuerda, aunque en este caso fue más improvisado, el gesto de este Papa, cuando no sólo recibió o guardó como recuerdo el sombrero que le lanzó un guardia civil, sino que se lo encasquetó; porque la verdad es que se puede concebir a Jesús haciendo lo mismo. Él insistió siempre, y repetidamente lo leemos en el Evangelio, en guardar las distancias entre la religión y el poder civil y militar; nunca dijo, como algunos eclesiásticos en España para conseguir subvenciones del Estado, que un clérigo valía por dos guardias civiles para mantener el orden.
20071102. Pros y contra de los preservativos.
Unos de los principales Bancos tailandeses está regalando a quienes acuden a él para gestionar, por ejemplo, una hipoteca, un preservativo; nada más natural que ese querer conservar la salud y vida de los que le pagan. Claro que aquí en España, a los que van a pedir una hipoteca, ese Banco tendría que regalarle -para él y sus hijos que van a tener que seguir pagándola durante 30, 40 o 50 años, más de los 25.700 condones con los que en Bucarest acaban de cubrir 3,2 kilómetros; y para que los usen de verdad, no sólo como en Bucarest, para entrar… en el libro Guiness de records.
Al extremo opuesto, según informa la BBC, el Arzobispo Chimoio de Maputo ha asegurado que algunos de los preservativos importados de dos países europeos –sin especificar- están infectados del virus del SIDA, para “colonizarnos” y “acabar rápidamente con los africanos”. Este fomentar un odio africano contra nosotros para preservar a sus fieles de los preservativos (¡!), postura no rechazada hasta ahora por el Vaticano, es demasiado elocuente, incluso para quien nunca haya leído los Evangelios, para tener que ser calificada. Y recordemos que en España, sin la prohibición legal de los anticonceptivos que el clero consiguió del franquismo, y los diez millones más de españoles consiguientes, nuestros problemas de hipotecas de viviendas, y de contaminación, de tráfico, etcétera, serían hoy mucho menores.
20071105. La paja en ojo ajeno.
La jerarquía católica argentina fue cómplice de la dictadura militar de muchas maneras, no sólo por su silencio; pero al menos, intentando disculparse, acaba de repudiar a un sacerdote torturador al que ha condenado la Justicia. Por el contrario, y después de muchos más años de transcurridos los crímenes, todavía la jerarquía eclesiástica española acaba de elevar a los altares, entre otros, a un probado torturador de su “cruzada”, continuando su práctica de tantas décadas: seguir glorificando sin cesar – dividiendo a los españoles – a sus víctimas, mientras que considera ofensivo que los otros quieran recoger de las cunetas los cadáveres de las suyas y honrar de una vez su memoria. En verdad, como dice el Evangelio, se preocupa hipócritamente de la paja en ojo ajeno, y no ve la viga que tiene en su propio ojo.
20071106. Guerra preventiva sagrada.
Expertos en la guerra preventiva desde la de Irak, los dirigentes del PP se han seguido especializando en otras guerras preventivas internas, proporcionalmente no menos dañinas: la del terrorismo vasco, POR SI el Gobierno pensara rendirse ante ETA; la de la unidad de España, POR SI el Gobierno cediera ante los nacionalismos periféricos; la de la familia, POR SI el Gobierno quisiera acabar con ella; la de la Educación para la Ciudadanía, POR SI el Gobierno quisiera adoctrinar con ella. Y en todas esas guerras preventivas internas el PP ha sido apoyado con entusiasmo, con un ansia de poder directamente contrario a Quien dijo que su reino no era de este mundo, por una jerarquía católica que ahora, en esta última guerra preventiva antes de las elecciones, muestra un interés por la libertad de conciencia que jamás mostró cuando se adoctrinaba en sus colegios con el catecismo fascista de la Falange, realmente contrario a tantos derechos humanos y al Evangelio.
20071119. Jubilación de los jefes.
Temiendo perder sus privilegios, los serviles que rodean a los jefes les suelen hacen creer imprescindibles, exigiéndoles que “se sacrifiquen” por su pueblo hasta morir, hasta convertirlos –con ayuda de las nuevas técnicas médicas- en macabros moribundos, como ocurrió con el anterior Papa, y con nuestro anterior Jefe del Estado.
La dignidad personal de esos jefes, y el bien de sus organizaciones, exige una jubilación a tiempo. La misma Iglesia, incluso contando con la ayuda del Espíritu Santo, ya ha puesto los setenta años como límite para los obispos, aunque todavía el Concilio Vaticano II no se atreviera a hacerlo con el Papa. Y sería de desear que, en cargos en que la jubilación no esté al arbitrio del voto ciudadano, como es la monarquía, sin esperar a que los achaques inevitables de la edad empañen cada vez más un largo y fructífero reinado, esta misma institución, máxime cuando existe un claro heredero, incluso de la misma familia, propicie –como es ley de vida- el pasar el testigo a la nueva generación, quedando el monarca jubilado en un honroso papel de consejero del nuevo rey, para bien de la monarquía y de España.
20071120. Blasfema a pecho.
Blasfema sin querer Salma Hayek, cuando, al darse cuenta que han aumentado “más sin cabe” sus pechos tras dar a luz, ha atribuido el haber llegado a tal prominencia a que desde pequeña pedía a Dios que se los agrandara. ¿Cómo puede atribuir a Dios el aumentarlos, y poner así el peligro de pecar y condenarse de tantos mamíferos sin (apenas) mamas, tantos pobres varones? Otra cosa sería si se hubiera encomendado a Venus, o más aún a las “Venus paleolíticas”, diosas de la fecundidad y la sexualidad, lo más contrario al Dios sin cuerpo, sin sexo, sin feminidad, propio de la tradición judeocristiana, cuyos creyentes no deben ni mirarlos; debiendo avergonzarse, y darse golpes de pecho y pesarles el tenerlos, máxime tan máximos, las mujeres.
20071126. Sequía religiosa.
En un vecino país musulmán, el Gobierno ha ordenado unas plegarias a Dios contra la sequía. Está bien no dejar tecla sin tocar, pero “a Dios rogando, y con el mazo dando”. Porque no parece que ese Gobierno apele también a los científicos para que determinen si esa sequía es o no normal, establezcan los remedios oportunos y, remontándose a sus orígenes comprobables, prevengan futuras sequías. Con frecuencia, el peligro de dar demasiado protagonismo a los clérigos ha llevado a que estos, partiendo de que Dios es bueno, busquen culpables de ese castigo divino: desde el mal gobierno hasta el escote excesivo de las señoras, relevante pecado que tenía obsesivamente ocupados a los clérigos españoles de no hace tantos años. Y que incluso se opongan a medidas preventivas respecto al futuro, como antinaturales y contra-Dios: desde el control de las aguas hasta el control de la natalidad con anticonceptivos, como de nuevo impusieron a todos por ley nuestros clérigos hasta 1978.
20071203. Falsos cristianos.
La Dirección General de Tráfico analizó el caso de un clérigo multado por conducir con más alcohol del permitido, que encima quería que le permitieran seguir haciéndolo, es decir, quería seguir poniendo en peligro la vida ajena, con la excusa de que tenía que oficiar varias misas. Ahora la Audiencia Provincial de Jaén ha ratificado la condena de un cura que circulaba a gran velocidad por llegar tarde a una misa, y cuando un guardia civil se lo recriminó, bajó del coche con un machete de 17 centímetros y, gritando: ”-Ven, si tienes cojones, que te voy a rajar”, le lesionó en una mano, según refleja la sentencia.
Uno es tan ingenuo que se admira de que esos falsos cristianos no sean retirados de inmediato por los obispos. Pero la cruda realidad es que hasta otros clérigos deben pedir amparo y justicia contra sus obispos, como en Castellón, donde un obispo especulador fallido ha rebajado por debajo del mínimo vital los sueldos de sus sacerdotes.
Si ya desde hace tiempo las encuestas muestran que la institución en que menos creen los españoles es en la Iglesia católica, es que la mayor instrucción, y la libertad de expresión que permite conocer esos abusos aleja a la ciudadanía de tantos farsantes bajo capa de religión.
20071215. Amenazas contra España.
Coincidiendo hasta en el tiempo, dos fundamentalismos nos acaban de amenazar en el mismo día, desde el norte y desde el sur, con sus interminables “cruzadas” y “guerras santas”, declarándose dispuestos a atacarnos “en cualquier lugar”, para arrancarnos una parte o toda España: el de ETA, de la que se ha podido escribir que “nació en un seminario”, y Al Qaeda, que vuelve a jurar solemnemente reconquistar Al Andalus. Y todavía somos mayoría los españoles que fuimos víctimas, algunos inclusos desde sus orígenes, de un régimen basado en otra victoriosa “cruzada” para “salvar España”, aunque para ello hubiera que matar a la mitad de los españoles, según declaró entonces el general Franco a la prensa internacional. Sólo un serio esfuerzo por los valores democráticos, de convivencia y no confesionalidad de nuestra Constitución, vigilando para que los distintos sectarismos no inculquen su fundamentalismo en los medios o escuelas, podrá asegurarnos bien contra esas tan variadas como serias y sangrientas amenazas.
20071223. Goles en propia puerta.
Los españoles podemos saber mejor qué embajador tenemos hoy ante o del Vaticano, gracias a la entrevista que publica un diario de Madrid*. Porque, a la pregunta de si la izquierda debiera pedir perdón por la guerra civil, responde rotundamente: “-Sí, creo en la reconciliación”, “con generosidad y renuncia”. Pero a la otra: “-Y la Iglesia, ¿debería pedir perdón por su connivencia con el régimen franquista?” contesta “-No se trata de que estemos todos siempre confesándonos y perdonándonos”, cuando sabe que la Iglesia nunca pidió perdón, negándose incluso tres veces a hacerlo a petición de parte de sus mismos fieles.
No es un error de trascripción. Porque el mismo Francisco Vázquez, tras criticar repetida y fuertemente ahí la política con el Vaticano de su propio Gobierno, y del de González, más que la política de Aznar, añade, negro sobre blanco, que “La ceremonia de beatificación de los mártires ha ayudado mucho a esa idea de reconciliación /…/. Aquel gesto fue un gran espaldarazo. A los pocos días /el Vaticano/ lo repitió, concediendo una audiencia de más 40 minutos a la vicepresidenta. En aquella reunión al Vaticano le quedó claro que no se iban a revisar los acuerdos”. “El diálogo entre la Iglesia y el Gobierno /…/ quiere decir que el Gobierno no es claramente aconfesional”. ¿Puede quedar más clara también la jugada de Vázquez? Sin hacer honor ni a las fórmulas diplomáticas que requiere su profesión, e irrespetando su compromiso con el Gobierno y ciudadanos que le eligieron para defender sus intereses, invierte a medio partido su alianza, aprovechando el no haber devuelto aún la camiseta de sus colores para meter goles en propia puerta.
20071225. Felicitar, no agredir.
La buena noticia es que un joven musulmán ha ayudado a una pareja judía a librarse de una agresión en el metro de Nueva York. La mala noticia es que el hecho se considere tan raro, e incluso “milagroso” que haya hecho famoso el musulmán por lo que debiera ser natural en todo bien nacido, como ha dicho con entereza el hoy considerado como “héroe”: “-Mis padres me han educado así”. La peor noticia es que la agresión partiera de un grupo de ocho cristianos, tan intolerantes que se consideraron ofendidos y agredieron a la pareja judía cuando a su “Feliz Navidad“ contestaron deseándoles una “Feliz Hanuka”, la fiesta de las luces judía que se celebra también en estas fechas. Queda demasiado claro el carácter agresivo y opresor que algunos adoptan bajo capa de religión, y la necesidad, en sociedades pluralistas como son ya las nuestras, de emplear con desconocidos fórmulas de saludo, de paz y de buenos augurios no potencialmente envenenadas, sino realmente saludables y fraternales, como “Felices Fiestas” o “Feliz Año Nuevo”.
20071225. Escuela de incredulidad.
Todavía estoy impactado por un amplio documental de televisión, en el que un clérigo español en Israel mostraba a dedo, metro a metro, con absoluta seguridad y convicción, desde el lugar exacto en que nació Jesús, y por donde llegaron los Reyes Magos, hasta la esquina en que, llevando su Cruz, se encontró con su Madre. Si tenemos en cuenta que, según ha declarado el Papa, ni sabemos en qué año nació Jesús ni, por supuesto, los lugares precisos de esos y otros sucesos evangélicos, mucho es de temer que esa escuela de credulidad inculcada por ese clero no lleve a muchos a pensar que hasta los principios más fundamentales de la religión son igualmente inciertos.
20071227. Gran Milagro Familiar.
Pocas veces se ha anunciado con tanta confianza –incluso tentando a Dios, dicen algunos creyentes de poca fe- un milagro tan grande, como pretende ser la manifestación por la familia… supernumerosa en Madrid. Apenas hace dos semanas que sus organizadores pronosticaron que conseguirían reunir hasta 200.000 personas; después, pasaron a profetizar que serían 500.000 o incluso un millón. Ahora hablan tranquilamente de un millón y medio o dos millones. La multiplicación de los panes y de los peces para el grupito de los cinco mil que acudieron a la manifestación de Jesús va a quedar en ridículo. Y no sería de extrañar que, tratándose de una manifestación de heterosexuales, contra el estéril matrimonio –perdón- homosexual, el número de asistentes resulte ser al final aún más elevado. Y tendremos que creer como al Evangelio en esas cifras, como al cardenal Rouco, cuando nos asegura que tan inaudita reunión “no será una manifestación” –porque ¿cuándo se ha visto a la jerarquía meterse en política?-, sino una “celebración” religiosa. Amén.
20071227. Blair no se ha convertido.
Se me quejaba ingenuamente un jesuita de que en el Japón se convertían al catolicismo los grupos más conservadores y autoritarios. Un conocido personaje nipón declaró incluso irónicamente, al bautizarse, que ese era el último acto libre que podría realizar. He recordado esas anécdotas ante la confirmación del viejo rumor de la conversión de Blair al catolicismo. En realidad, Blair no se ha caído del caballo, o del burro; no se ha convertido, no ha cambiado en el fondo nada, sino sólo ha puesto de manifiesto lo que ya era. Nada más lógico que el que cada cual busque la ideología más conforme a su modo de ser.
20071227. Amenazan la familia.
A mí me conmueve el desinteresado gesto del cardenal Rouco, que ha convocado a una gran concentración en defensa de la familia que, proclama alarmadísimo, se encuentra amenazada. Y no cabe duda que lo está, y literalmente en peligro de muerte, por quienes absolutamente reniegan de ella, prometen no tenerla, como él y sus acólitos, al revés que el mismo clero católico ortodoxo. Su Eminencia predica, pero no con el ejemplo. Una cosa es predicar, y otra dar trigo; ver la paja en ojo ajeno, y la viga en el propio; colar un mosquito, y tragarse un camello. Véanse las tan actuales páginas de los Evangelios en las que Jesús nos advierte contra los sepulcros blanqueados, los fariseos.
20071228. La conversión de Blair y del Papa.
Una conversión de verdad requiere reconocer errores y culpas, y reparar los daños ocasionados. Dicen que Blair se ha “convertido”, pero ni siquiera ha reconocido uno de sus peores errores, cada día más claro y trágico, la guerra de Irak. ¿Cómo puede aceptarlo y darle la comunión el Vaticano, que tanto condenó en teoría esa guerra? Pues de la misma manera que lo hizo con Aznar y Bush, recibiéndolos con todos los honores al poco tiempo. La politiquería, la lucha a toda costa por una parcela de poder por parte de los sacerdotes y escribas del nuevo Templo prevalece sobre toda moral y religión.
Durante el Concilio Vaticano II hubo en España grupos católicos que rezaban por la conversión de un Papa que –como antes el Papa Borgia y otros- juzgaban, con razón o con sin ella, que traicionaba el mensaje evangélico. Por lo que veo, ahora, los católicos que aquí quedan más bien se apuntan a “convertirse” ellos y apoyar esa politiquería eclesiástica, que cuela el mosquito de una píldora anticonceptiva o de un preservativo contra el SIDA, pero se traga camellos tan grandes como Blair.