20010102. Despelote sacro.
Es una noticia como para quedarse de piedra. Cerca del Monasterio de Piedra, y para restaurar la ermita de la Virgen de Atocha, siete mozos, entre ellos dos concejales de Cetina, protagonizan un “full monty”, que es la manera inglesa, puritana, de decir un despelote. Más fríos, si cabe, debiera dejarnos el que el párroco calla, es decir, otorga. Pero si esta incoherencia, esta, digámoslo claro, corrupción respecto a los propios principios debiera indignar a toda persona decente, sería hipócrita el que le sorprendiera. Porque el evangelio insiste mucho más en el amor al prójimo, especialmente a los pobres, que en restringir la sexualidad. Y los superiores de ese párroco, los obispos españoles, durante muchos años, no han tenido reparo en hacer propaganda para que se les dé para sus salarios, el mal llamado “impuesto religioso”, el 0,52 por ciento del IRPF que, en caso contrario, hubiera sido destinado a los menesterosos, desnudándolos así en provecho propio, en vez de desnudarse ellos en provecho de una ermita.
20010104. Religiosidades.
En su interesante entrevista, J. Antonio Marina opina que las nuevas formas de religión serán fundamentalmente emocionales, para “soportar las experiencias trágicas y sin sentido”, dejando a la ciencia el explicar la realidad y a la ética el proporcionar normas de conducta.
Todos esos aspectos suelen estar muy unidos, y no faltan aún grupos religiosos que, por dar un ejemplo elocuente, impiden todavía enseñar en Estados Unidos el evolucionismo. Muchos más son los grupos que siguen ligando ética y religión, a pesar de que no pocas acciones realizadas u ordenadas por su divinidad en tiempos remotos, con mentalidad muy distinta a la actual, resulten hoy frontalmente contrarias a nuestra ética.
Por otra parte, el apoyo emocional de la religión está siendo también sustituido en parte por terapias psicológicas, nuevas ideas éticas, etc. Quizá sería, pues, más adecuado decir que la religiosidad –o, mejor dicho, las religiosidades- sobrevivirán como una alternativa más o menos utilizada por individuos y grupos conforme a sus propias afinidades, más religiosas o más laicas, algo así como lo que ya apuntó Toynbee respecto a las principales corrientes religiosas mundiales.
20010115. ETA y el clero.
Ahora podemos estar seguros de que el fin de ETA está cerca, porque la jerarquía eclesiástica se ha decidido por fin a manifestarse en las calles contra ella; procesión, ceremonia-funeral que constituye una pantomima a la que, por dignidad, tras el silencio cómplice eclesiástico durante 30 años, las principales organizaciones de víctimas del terrorismo se han negado a asistir.
¿No fue ayer mismo cuando, ante un franquismo ya moribundo, el clero comenzó también a pedirnos perdón por su complicidad? Hoy se atreven ya hasta a darnos lecciones de democracia, como el obispo Echarren, sin tener el pudor de democratizar primero su organización, que apesta y contagia por todos sus poros el autoritarismo, traicionando la igualdad y fraternidad del Nuevo Testamento.
Después de condenar todas las libertades y derechos humanos, cuando agonizan los regímenes autoritarios de los que la Iglesia ha constituido u principal arma ideológica, como el franquismo y el terrorismo, el clero se apresura a abandonar el barco que se hunde, e incluso pretende sacar provecho de esos entierros, presentándose como víctima y pavoneándose de haber contribuido a su fin. “Por sus obras los conoceréis”, nos advirtió Jesús. Son sus adversarios de siempre, los hipócritas santones fariseos.
20010116. Sectarismo antiprotestante.
¿Cómo voy a ser protestante, si ni siquiera soy católico, que es la religión verdadera? Esa posición laica… pero poco ilustrada, que toma en broma todo lo que toca a la religión, es la que reprocha el portavoz de las entidades evangélicas a EL PAÍS, que insiste en llamar sectas y supersticiones a las organizaciones y prácticas protestantes y no a las católicas. Queja no sólo probada por él con citas de EL PAÍS, sino incluso corroborada lamentablemente por el mismo hecho de que se publique, sí, su carta, pero con un titular ligero, bromista, “protesta protestante”, que de hecho no perjudica tanto a esa ideología –que, por lo demás, ni EL PAÍS ni yo compartimos- cuanto al respeto a todos que tanto EL PAÍS como yo no dudo profesamos y -salvo excepciones como estas, cuya reparación confirmaría la regla- luchamos por consolidar en nuestra sociedad.
20010116. Respetar las creencias.
“-¿Cómo voy a ser protestante, si ni siquiera soy católico, que es la religión verdadera?”. Esa posición laica… pero poco ilustrada, que toma en broma todo lo que toca a la religión, es la que reprocha el portavoz de las entidades evangélicas a EL PAÍS, que insiste en llamar sectas y supersticiones a las organizaciones y prácticas protestantes y no a las católicas. Queja no sólo probada por él con citas de EL PAÍS, sino incluso corroborada lamentablemente por el mismo hecho de que se publique, sí, su carta, pero con un titular ligero, bromista, “protesta protestante”, que de hecho no perjudica tanto a esa ideología –que, por lo demás, ni EL PAÍS ni yo compartimos- cuanto al respeto a todos que tanto EL PAÍS como yo no dudo profesamos y -salvo excepciones como estas, cuya reparación confirmaría la regla- luchamos por consolidar en nuestra sociedad.
20010127. Conjurar a los dioses.
Confieso que me irritaron las declaraciones del actor Javier Bardem, afirmando que no pensaba dedicarle su posible premio a Dios, “porque no creo que exista”. Claro que después recordé que quizá lo hizo imitando o en reacción respecto a los muchos que también mean fuera de tiesto, y atribuyen a Dios sus triunfos; conexión igualmente fuera de lugar, e incluso más peligrosa: los que se creen elegidos por Dios acaban con frecuencia justificando cualquier inmoralidad que cometan para eliminar a los demás, como “excluidos” por Dios.
Sin llegar a esos extremos (im)políticos de pueblos que se creen escogidos por Dios o Alá, y que se matan todavía hoy en Medio Oriente (para no hablar de los orígenes “divinos” -en seminarios- y de ETA), encontramos otro (mal) ejemplo parecido al de Javier Bardem, aunque en sentido contrario, en un C. F. Barcelona que ofrece sus triunfos a la Virgen de Montserrat. ¿No podrá, pues, ser barcelonista un protestante, un musulmán o, simplemente, un aconfesional?
Si un individuo aprovecha sus triunfos para propagar su ideología religiosa o política, comete un abuso; pero mucho peor es si comete ese abuso una gran organización cultural o deportiva. La democracia se caracteriza, no por la imposición de las mayorías, sino por el respeto de las minorías, de los derechos humanos aunque fuera de una sola persona. Todavía quedan demasiados resabios de la dictadura “por la gracia de Dios”, tan antidemocrática como el ateísmo de Estado de la antigua URSS.
20010127. Demasiados demasiado parecidos.
Muchos han acogido con una sonrisa las imágenes de millones de hindúes peregrinándose y bañándose estos días en el Ganges para evitar la reencarnación y alcanzar el Nirvana, el paraíso. Más cerca de nosotros, los galos temían sobre todo… que el cielo se les cayera encima, según nos contaba Julio César.
¡Cuantos temores infundados, que tanto nos duelen y que recortan hasta nuestra salud! Porque en la misma España de hoy –y al morir Franco eran aún muchos, muchos más- todavía casi una cuarta parte de las personas, según confiesan en las encuestas, teme todavía renacer (o vivir eternamente, lo que es incluso más temible) en el infierno, y muchos más se bañan o hacen bañar a sus hijos para renacer y poder ir al paraíso, en el rito bautismal. Antes se ve la paja en ojo ajeno que la viga en el propio, y la más somera autocrítica por nuestras propias limitaciones nos llevaría a no atrevernos a sonreír con superioridad ante las limitaciones de los demás.
20010202. El Vaticano, anticuado.
Este hecho muestra un anquilosamiento mental parecido al que sería emplear aún para el transporte las carretas de bueyes. Con todos los respetos a la bellísima Toledo (pero hoy menor incluso que Talavera, y desde hace siglos desprovista de la capitalidad de España) el nombrar cardenal a su jefe eclesiástico, como acaba de hacer el Papa, es seguir apostando casi por la prehistoria.
Claro está que todo es relativo: el Vaticano tardó más de mil años en darse cuenta que la gente ya no hablaba latín, y quinientos en reconocer que Galileo no estaba tan equivocado al decir que era la Tierra la que, contra toda apariencia, giraba en torno al Sol. Así, pues, pasamos tantas noches o días toledanos los que, desde dentro o desde fuera, pero relacionados -incluso involuntariamente- con la Iglesia, padecemos de la infinita, eterna burocracia vaticana que, como se ha dicho con razón, hace parecer realmente misterioso, milagroso, sobrenatural, el que la Iglesia haya podido sobrevivir tanto a tan ruda prueba.
20010215. Elegir entre los obispos y el Evangelio.
No me había equivocado: sí esta escrito: “Bienaventurados los pobres, los necesitados, los que padecen persecución”; “lo que hicierais a uno de éstos, a Mí me lo hacéis”. Pero ahora oigo estupefacto que los obispos se quejan de que los pobres inmigrantes se acojan a las iglesias, aunque -, “si no hubiera más remedio la Iglesia tendría que estar dispuesta a prestar sus locales”, “no es que nos moleste”, como se atreve a decir, con la más insoportable untuosidad clerical, el (poco) Amigo, obispo de Sevilla. O el Evangelio o ellos están de más. Hay que elegir.
20010217. Las imágenes de los sellos de Correos.
Los periodistas suelen poner en evidencia la ignorancia de los políticos preguntándoles el precio de la barra de pan o del billete de transporte público. Yo quisiera apoyar la protesta que se ha formulado contra las autoridades que han decidido continuar y ampliar las emisiones de sellos de Correos de significado ideológico subrayando un hecho que quizá ellos también ignoran: que el usuario no puede elegir de ordinario entre distintos modelos de sellos, lo que agrava aún más a decisión partidista, antidemocrática, de esos políticos al emitirlos.
Aparte de tan groseros y lamentables abusos de poder, en ese campo, pequeño –dos o tres centímetros- pero tan visible y representativo, habría que tener en cuenta otros factores para no perjudicar, de una u otra manera, a la ciudadanía. Así, por ejemplo, los sellos de Mortadelo y Filemón son graciosos, sin duda; pero no tiene ninguna gracia verse obligado a emplearlos –al no tener otra opción, recordémoslo- para anunciar al destinatario un deceso familiar, o un quebranto económico. Incluso la utilización de animales o plantas debería estar planificada con un cuidado exquisito, para evitar que los usuarios pudieran tener problemas al usarlos, como podría ocurrir al enviar a un amigo dudoso, o a la mítica suegra, un sello de un cactus o de una seta venenosa.
20010220. Los obispos actúan con ETA como con otros grupos anteriores.
¿A qué tanto escándalo ahora porque la jerarquía eclesiástica no se moja más contra ETA? Esa sorpresa es una superficialidad que no va a la raíz del problema, ni permite buscar soluciones reales. Estos son los hechos, sin embelecos: desde Irlanda hasta Israel (o, por el otro lado, desde los “cristeros” mejicanos hasta los actuales musulmanes filipinos) las jerarquías “religiosas” han jugado religiosamente a impulsar las guerras civiles para impulsar sus intereses; cuando les conviene, hasta por ambos lados, incluso simultáneamente. Además de la ETA de ayer y de hoy, ¿cómo no recordar a la Iglesia franquista… y antifranquista, como a la carlista y a mil sangrientos etcéteras del pasado? O ¿cómo olvidar que fueron los más piadosos integristas, los escribas, los sacerdotes del Templo los que manipularon hasta conseguir hacer condenar a muerte a Jesús? ¿No nos dijo Él que hay que orar a Dios en casa, que no hay que vestir hipócritamente vestiduras blancas, ni considerarse un ejemplo para los demás, pecadores?
Sin aprender las lecciones del Evangelio, ni de la historia en general, todavía hay entre nosotros demasiados engañados, que inútilmente se escandalizan en ciertos momentos especialmente insoportables de ser víctimas de quienes que hacen de la religión su negocio, su profesión, su instrumento de poder, pero sin atreverse a emanciparse de su ilegítima y tiránica tutela, renunciando a los pretendidos consuelos que prometen a algunos de los males que tan eficazmente, para medrar, ellos han contribuido a crear. Y así les va a esos crédulos en esos clérigos, pero tan poco realmente creyentes en Jesús. ¡Qué cruz!
20010227. Clérigo conductor bebido.
Acaba de confirmarse que una cuarta parte de las muertes de jóvenes en Europa está relacionada con el alcohol. En concreto, en España, cada año, muchos centenares de personas mueren (y muchas más son gravemente heridas y padecen secuelas de por vida) a consecuencia de los accidentes de tráfico ligados al exceso de alcohol.
De ahí la tremenda irresponsabilidad de quienes, hasta desde los medios de comunicación, han tomado con ligereza la multa impuesta por conducir con unas copas de más de alcohol a un sacerdote que “celebraba” demasiadas misas. Más lamentable aún, y raíz de todo ese problema, es que el culpable de ese pésimo ejemplo, de esa invitación menospreciar el beber alcohol más allá de los límites legales, es decir, de fomentar un comportamiento punible que llega tantas veces hasta el homicidio, sea un clérigo que pretende representar, y en el acto de representar sacramentalmente, a un Jesús que puso como señal de ser discípulo suyo el amar a los demás (incluidos los peatones y demás conductores) como a Él mismo. Clérigo que encima ha intentado excusarse después menospreciando la importancia del hecho, incitando con su autoridad a que muchos más cometan esa grave, potencialmente mortal infracción.
Tenemos aquí un crudo ejemplo, literalmente sangriento en ocasiones, de hasta que punto el rito (la misa, en este caso) se llega a imponer por los intereses de algunos, aunque pueda implicar sacrificios humanos; de cómo hay quienes anteponen el sábado al hombre, y no el hombre al sábado, como predicó el Maestro.
20010228. El párroco Rivilla y los inmigrantes.
Por supuesto, lo que les molesta de verdad es la doctrina de Jesús, sus palabras repetidas tantas veces en el Evangelio, en las que Él inequívocamente se identifica con los pobres y perseguidos. Ya que el pueblo abandona unos templos usurpados por los nuevos fariseos, éstos disimulan sus hábitos talares, y fomentan sus intereses intentando infiltrarse como civiles en los medios de difusión. Destaca, por su repetitividad, Miguel Rivilla San Martín, que nunca firma como lo que es, párroco de Alcorcón, sacerdote que ahora tiene el valor de quejarse públicamente por escrito en la prensa de que los inmigrantes “molestan” al encerrarse en las iglesias.
¿No se les caerá nunca la cara de vergüenza al comprobar con qué fidelidad, con gestos, hábitos y hasta palabras, han llegado a encarnar a los peores enemigos de Jesús, que no pararon hasta condenarlo a muerte? Aunque es verdad que también encontramos en el clero gente consecuente, honesta, y no pocos, que, tarde o temprano, acaban dejando una organización que reproduce cada día así, tan real y crudamente la cacería, tortura y muerte de Jesús.
20010301. Fanatismo talibán.
Sí, por supuesto. Aunque todavía es peor la degradación que hacen de las personas, incluidas todas las mujeres, no cabe duda que es una barbaridad también destruir estatuas, incluso milenarias, preislámicas, como están haciendo los integristas talibanes. Y, ojo, porque aquí en España todavía tenemos algunos de los que destruían imágenes y lugares de culto ”paganos” o “heréticos”; yo mismo conocí a quien destruyó parte de una pintura prehistórica por estar desnuda.
Cuidado, pues, a que, poco a poco, no se vaya instaurando, como ya estamos empezando a padecer de nuevo, una censura pseudomoral y pseudoreligiosa que primero elimina libros e imágenes, y después a los mismos “herejes”, “sodomitas”, etcétera, todo “a la mayor gloria de Dios” y “por la unidad de la Patria”, algo que sonaba tan familiar entre nosotros hasta ayer. ¿Ayer?
20010305. Ese clero, fuera.
¡Fuera, fuera, por incoherentes y farsantes! La mitad del clero de Guipúzcoa no ha firmado un manifiesto contra el terrorismo; y obispos y clérigos critican el que los inmigrantes pobres y perseguidos se refugien en las iglesias. Hoy como ayer, hay que imitar a Aquel que echó a latigazos a esos mercaderes del templo, el Anticlerical por excelencia, cuya oposición a esos fariseos, escribas y sacerdotes hizo que estos le persiguieran y calumniaran hasta conseguir condenarlo a muerte.
2001305XX. Intolerancia, racismo… o estupidez.
No hace mucho pedí a un taxista en París que me llevara a una estación de tren junto a la que se celebraba el día del Orgullo Gay. “Ni yo ni ninguno taxista de esta parada le llevaremos hoy ahí”, me respondió, identificándose como musulmán y violando así él y los demás la Constitución que había prometido guardar. Me recordó al político católico Veuillot, que hace poco más de un siglo declaraba en el Parlamento: “Pedimos libertad en nombre de vuestros principios para quitárosla en nombre de los nuestros”.
El creciente número de islamistas fanáticos, son motivo de creciente alarma excepto para los tontos útiles, que aquí también abundan. Pero hace sólo semanas que el dirigente máximo de las asociaciones islámicas en España ha sido detenido por financiar durante años el terrorismo. Ante tan suicida pasividad social en esto, incluso los laicos sospechamos que “el número de los necios es infinito”. Algunos de ellos me llamarán intolerante, racista. Pero mi larga vida es un libro y, hoy, también una web abierta. Ojalá algunos abran a tiempo los ojos, en beneficio de todos, incluso de esos desgraciados hoy fanatizados y todos luchemos, quitados los velos ideológicos de unos y otros, contra el feroz saqueo de tantos siglos, guerras incluidas, a los países del sur, que provoca ese desesperado terrorismo aquí.
20010310. Papa comunión.
El siniestro dictador de Videla ha confesado por fin ser el responsable máximo de las docenas de miles de torturas y asesinatos –muertes sin juicio- perpetrados por el régimen militar que él presidió en Argentina; y poca duda razonable puede quedar hoy día que Pinochet está vinculado también a los múltiples y sádicos asesinatos de prisioneros indefensos cometidos bajo su mandato, por más que cobardemente se empeñe culpar a sus subordinados.
Es hora, es, de que actúe la justicia. Contra ellos y contra sus cómplices. Por ejemplo, los que todavía tienen tanta, demasiada influencia entre nosotros. Porque Videla fue, y siguió siendo, “de comunión diaria”. Y tenemos fotos de cómo el sanguinario Pinochet recibía impenitente la comunión que no tuvo empacho en darle en mano, incluso recorriendo miles de kilómetros para ello, el mismo Papa Wojtyla. ¿Cómo podremos comulgar aquí, si tenemos un mínimo de ética, con sus acólitos, que pretenden encima darnos lecciones de moral pública, mientras que ellos ni siquiera depuran las enormes responsabilidades en que han incurrido los dirigentes todavía en activo de su misma organización?
20010321. Clero que abusa de las monjas.
Reconocido ya hasta por el mismo Vaticano, tras múltiples estudios hechos por católicos que prueban su frecuencia en veintitrés (23) países, se ha hecho público hasta qué punto son recurrentes los abusos sexuales, incluso sistemáticos, de sacerdotes sobre las mismas monjas, para no hablar de las demás mujeres piadosas. Ya lo dijo otro católico, Pascal: “Quien quiere hacer el ángel, hace el bestia”.
La única manera de solucionar de raíz ese perpetuo escándalo es suprimir la ley del celibato obligatorio del clero, impuesta por razones económicas y de poder por el Vaticano en la Iglesia latina. Ya Jesús nos advirtió contra esos dirigentes religiosos vestidos de blanco y ademanes untuosos, que ponen sobre los demás pesadas cargas que ellos no llevan realmente ni con un dedo; que cuelan un mosquito y se tragan un camello; que viven “como curas” adulando a ricos y poderosos, mientras que –como estos días en España- intentan echar a los pobres y marginados de los fastuosos templos que han construido a base de simonías y otros abusos, como el mismo San Pedro del Vaticano (cuya costosísima construcción, con fuertes impuestos a las prostitutas y venta desvergonzada de indulgencias, provocó la ruptura protestante) o la catedral de la Almudena (construida con dinero inmoral y anticonstitucionalmente sacado incluso a los no creyentes).
No es, pues, por casualidad que muchas de las mayores denuncias de la corrupción antievangélica de la Jerarquía Eclesiástica provinieran de los que –cuando muertos, ya inofensivos- fueron reconocidos después como insignes santos, como san Buenaventura o san Francisco de Asís.
20010327. Abusos sexuales del clero.
No creo, como algunos cínicos, que todo se deba a una campaña para fomentar maquiavélicamente las hoy escasísimas vocaciones religiosas. Pero no deja de ser sorprende este reconocimiento por parte del Vaticano de un hecho, tan común como persistentemente “desmentido”, como los abusos sexuales del clero respecto a monjas y feligreses(as). Reconocimiento tanto más extraño, cuanto que el Papa ha confesado que habrá que suavizar el celibato eclesiástico, sí, pero sólo después de su muerte, (dando una prueba más de su falta de energía y responsabilidad ante tan urgente reforma). Por si las moscas, yo recomendaría seguir la prudente norma de aquellos pueblos cristianos viejos españoles que, para evitar mayores peligros y males, no admitían en su entorno a curas que no vinieran con su mujer… o, añadamos, dada la mayor abertura de los tiempos presentes, sus adjuntos.
20010327. La intacta cabeza del papa.
Yo quiero creer lo que dice el Vaticano: que la cabeza de Juan XXIII se conserva perfectamente. Pero Dios hace milagros dónde y cuando quiere. No hay que tentar a la divinidad exigiéndole que mantenga intacta la cabeza de otro Papa muchos años después de lo normal y reconocido por el mismo derecho canónico para la jubilación por deterioro fisiosicológico de todos los demás jerarcas de la Iglesia, a los que al llegar a sus ochenta años de edad, por obvias razones, no confía, ni en su escala suprema, la cardenalicia, en que conserven las mínimas facultades mentales necesarias para tener la capacidad requerida para contribuir al nombramiento del Papa.
20010329. Cura bebido.
Quiero expresar mi protesta por el modo superficial y contraproducente con el que se ha tratado a veces el caso del cura multado en un control de alcoholemia. El hecho es doblemente escandaloso, indecente. Primero, porque ese cura –“y estudiante de criminología”, para más INRI-, no sólo no cumple con lo más elemental del cristianismo, el amor al prójimo –al incrementar deliberadamente el riesgo de atropellarlo con su exceso de alcohol-, anteponiendo así al hombre el rito –el decir más misas, de las que además saca dineros, hablemos claro-. Segundo, porque encima quiere poner como cómplice de su grave imprudencia y mal ejemplo a Dios, al que tienta a hacer milagros para tapar su deliberada y grave imprudencia, al añadir esta “gracia”: “Conducimos dos: yo y el de arriba». Para ser mínimamente coherente con lo que dice profesar, un clérigo debiera cumplir a rajatabla con el código de circulación, en lugar de pretender tan peligrosos como escandalosos privilegios.
20010330. El negocio del celibato.
Los bienintencionados de siempre, ante el “destape”, reconocido por el Vaticano, de los abusos sexuales del clero, han pedido acabar con el celibato eclesiástico. Pero la jerarquía católica no es tonta, y si lo mantiene es precisamente porque es antinatural, insoportable. Así tiene cogido por el… cuello, dependiente de su continuo perdón, a su clero, como ese clero tiene a su vez a sus pies, confesando faltas continuas al sexto (y demás) mandamientos, interpretados estrictísima, inhumanamente, a sus feligreses.
Ese es el negocio fundamental que san Pablo denunció que practicaba el judaísmo, pero que acabó utilizando en su nueva espiritualidad: “Por la ley conocí el pecado”, y “sin pecado no hay redención”, por lo que -canta jubilosa la Iglesia en su liturgia- “Feliz culpa, que nos mereció tal redención”… de la que los clérigos son nombrados ministros, administradores y principales beneficiarios. ¿Cómo renunciar a ese chollo? ”¡No j… orobes!” Que ya pasaremos la mano, extendiéndola después para cobrar por el servicio. Sin represión y, en particular, sin represión sexual, habría que reconvertir ese tan exitoso procedimiento.
20010409. Ramos.
“Graciosos” e irresponsables, varios locutores de radio han insistido este año uno de los más antiguos y irreligiosos lemas consumistas: “Domingo de Ramos: quien no estrena nada, no tiene manos”. Antiguo, pero no ineficaz –sobre todo entre los más jóvenes- por su tan cruel procedimiento de inferiorizar, como socialmente disminuido, al que no cumpla ese rito consumista. Irreligioso, porque nada más lejano,e incluso contrario, al espíritu cristiano que ese fomentar la competitividad y exhibicionismo, por lo que ese lema debiera ruboriza a cualquier auténtico creyente, como el nuevo –y ya más irónico- que define la Navidad como “una fiesta del Corte Inglés”.
Tampoco hay que olvidar que el presionar, hasta menospreciar como manco, incapaz, a quien no se suma así a un ritual católico, aparte de las intenciones de algún inconsciente “tonto útil” que repite sin saber lo que dice esa consigna, tiende objetivamente a reinstaurar las siniestras épocas de una unanimidad de fe forzada de modo inquisitorial, por medio de ese terrorismo ideológico, lo que, además de inmoral y ahora también ilegal, es del todo ridículo, cuando ya sólo una cuarta parte escasa de la población cumple el rito religioso pascual.
20010409. Jesús, qué cara.
Nos traen de cráneo con la reproducción “virtual”, -si no virtuosa, pues más bien parece, una calculada operación de marketing ante la Semana Santa- del rostro de Jesús de Nazaret, a partir de un cráneo desenterrado de la Jerusalén de la época. La primera reacción popular, de rechazo y hasta escándalo en países de nuestro entorno, ha sido evidente, por lo feo, extraño, extranjero de ese rostro. Algo muy diferente e incluso opuesto al Jesús tan “divino”, -es decir, para nosotros- tan ario, tan civilizado y hasta tan puro, tan asexuado (como nos dicen seremos todos en el cielo) a que estamos acostumbrados. Esa cara reconstruida nos recuerda demasiado, según se ha observado, a las de quienes hoy rechazamos como subdesarrollados, “moros”.
Aparte de esta reacción inmediata, tan primaria y tan brutalmente racista que muchas veces resulta inconfesable, tal reconstrucción nos inquieta también porque pone cara a cara con el hecho de que Jesús era de un lugar y tiempo muy, muy alejado del nuestro, lo que tiende a minar la fe en la vigencia y adecuación de su (nuevo, entonces) testamento. No fue por capricho por lo que la Iglesia católica prohibió mientras pudo a los laicos la lectura de la Biblia que, máxime respecto al antiguo testamento, en el que Dios ordenaba “cositas” como el genocidio de mujeres y niños, lo que parece favoreció en los países en los que se conocía más en detalle un cierto agnosticismo.
20010414. El clero ante ETA.
¿Quién ha dicho que no tienen sensibilidad? Si no van a excomulgar a los terroristas es porque los obispos sienten, dicen, que así podrían hacer el ridículo. La pena que es que no sientan también lo que experimentan las víctimas del terrorismo y demás ciudadanos decentes ante su ambigüedad, cuando no incluso complicidad, en no pocos casos, con esos asesinos y su entorno. Bien claro lo denuncia la opinión pública en una encuesta: sólo dos de cada diez ciudadanos creen que la Iglesia tiene una actitud firme contra el terrorismo; y una mayoría de seis de cada diez opina que la Iglesia se aleja cada vez más de la sociedad; incluso cuatro de cada diez jóvenes se declaran no cristianos, porque tener fe en tales circunstancias es un milagro que nos alcanza a una gran y creciente parte de nuestra sociedad.
20010416. Esclavitos del papa.
A mí me parece admirable la rapidez con la que la Santa Sede ha reaccionado, pidiendo incluso una intervención armada para detener el barco cargado de niños esclavos africanos. ¡Qué contraste con el silencio en denunciar y reclamar actuaciones drásticas contra los orígenes de esa miseria que ha llevado a sus propios padres a venderlos! Peor aún, ¡qué contradictorio con el explícito gesto del Papa de ir a Africa a prohibir, incluso a los paganos, el uso de anticonceptivos que hubiera evitado parte de esa proliferación de miseria y de niños abandonados o vendidos!
Recordemos también que su sectarismo llevó al Vaticano a retirar hace poco, con la excusa de que la UNICEF informaba sobre anticonceptivos, la mísera ayuda que daba a las Naciones Unidas para los niños pobres del mundo. Así, pues, cuando ahora oigo sus gritos angustiados en favor de los esclavitos no sé si admirar más el fariseísmo de quien los profiere o el estómago que tienen tantos cómplices que de alguna manera apoyan un sistema que vive de pretender aliviar un sufrimiento que tanto ha contribuido a provocar.
20010419. Genocidios católicos.
Es terrible, pero todavía hay algo peor, mucho peor, que los casos de violaciones a fieles y monjas, y hasta de pedofilia que –fomentados por un antinatural celibato exigido al clero- han llegado a ser tan frecuentes que, destapados por la prensa independiente, han tenido que ser reconocidos por el mismo Vaticano y por la jerarquía católica en distintos países.
No obstante, insistamos, todavía hay algo peor -excepto para los obsesos por el sexo, aunque sea para reprimirlo- que es el quitar masivamente la vida con odio, el genocidio. Y el actual juicio en Bélgica contra dos monjas benedictinas que ayudaron a quemar con el fuego físico de la gasolina a los “paganos” tutsis refugiados en su convento es sólo la punta de lanza de la inmensa responsabilidad que ha tenido, para hacer prevalecer a los “católicos” hutus, la jerarquía católica.
¿A quién puede extrañar de buena fe esa conducta genocida en el corazón de Africa cuando no hace tanto que nosotros sufrimos en carne propia una “cruzada” genocida, precedida de las carlistas y mil otras? Y ¿para qué hablar del ayer, si incluso en nuestros días esa jerarquía católica, en lugar de propugnar los valores religiosos, místicos y evangélicos, los manipula para arrimarse a los más feroces ídolos nacionalistas para sacar tajada -ahora que ya no puede del franquismo-, de la genocida ETA y de sus cómplices, según está tomando por fin plena conciencia la opinión pública, obligándole a algunos hipócritas desmentidos? ¿Qué organización, qué juez, que Tribunal Penal Internacional hay que esperar para parar a quienes tan eficazmente contribuyen a convertir el mundo, donde y cuando pueden, en un infierno, un valle de lágrimas, para “salvarlo” después “espiritualmente”?
20010423. Dios nada.
Estupor e indignación me causó el otro día escuchar en una radio al experto de tráfico que, tras enumerar algunas normas, concluyó: “Y vayan con cuidado, porque no hay una Providencia que les ayude”. Mi mujer, que me lleva –como siempre- la contraria, opina que la frase fue: “y que la Providencia les ayude”. Pero ¿qué más da? ¿Estamos en una sociedad democrática, laica, o todavía vale aquello de por el imperio (o por el tráfico) hacia Dios (o hacia la nada)?
Las encuestas dan que todavía siete de cada diez españoles creen en la Providencia ¿será por eso más legítimo introducir en temas comunes, profanos, la creencia de que el agnosticismo es malo, haciendo buena la definición de democracia del franquismo, de ser un sistema absurdo que introduce un confesionalismo, ya sea teísta o ateo, según lo decidan las sucesivas mayorías? ¿No será en realidad la democracia -con Tocqueville, Stuart Mill, y tantos otros- el sistema de respeto a las minorías, sin presuponer o presionar ninguna creencia, por muy “aplastantemente” mayoritaria que sea, en los distintos campos de la vida profana? ¡2Dios nos libre” de tantos (mal)educados en la “democracia” (orgánica) del franquismo, que todavía nos intentan avasallar e imponer en la vida social, como si fuera la cosa más natural y legítima, su propia ideología!
20010428. Una organización afirma estar contra el sexismo y la violencia.
Los dirigentes de una poderosa organización española se acaban de pronunciar solemnemente contra el sexismo y la violencia. Esto no sería en realidad noticioso si ese gesto no demostrara que tienen muchísimo valor. Primero, porque todos sus jerarcas son, que se sepa, exclusivamente del sexo masculino. Segundo, porque su organización ha ayudado y sacado mucho provecho de los más violentos dictadores de la historia reciente, desde Hitler y Franco hasta Pinochet y Videla, para no hablar de la violencia directamente propugnada siempre que ha podido en favor propio, según revelan palabras tales como “cruzadas”, “inquisición”, etc. Con todo, callaré su nombre, para que no me envíen al infierno.
20010519. El impuesto sigue.
Se ha resuelto uno de los más bochornosos espectáculos de los últimos años. Al poderse ahora poner en la declaración de la renta una cruz en ambos casilleros, tanto en el 0,52 destinado a obras sociales como en el destinado a la Iglesia católica, se ha evitado la lamentable competencia entre dar ayuda a los más pobres o darla a al sostenimiento del clero (en lo que muy mayoritariamente consistía el mal llamado “impuesto religioso”).
Por desgracia, no queda sólo la vergüenza de quienes durante tantos años han permitido esa competencia tan directamente antievangélica, ese “dame pan y llámame perro”. Los intereses económicos de la jerarquía eclesiástica le hacen seguir “resignándose”, para que le den más personas el 0,52, a que quien le ponga esa cruz no tenga que pagar esa cantidad además de los impuestos que pagan todos, según se hace en los demás países, como Alemania. De este modo, el contribuyente que asigna “gratuitamente” (¡!) el 0,52 a su Iglesia, disminuye en la misma cantidad los ingresos globales de Hacienda, creando un déficit que debemos pagar entre todos, obligándose así de hecho a todos los contribuyentes a colaborar a la financiación de la Iglesia católica, de un modo indirecto pero real, con dinero sacado de nuestro bolsillo. ¿Cabe violación más fragante de nuestra libertad de conciencia, de nuestro bolsillo, de la Constitución misma? ¿Cuándo encontraremos una organización o partido, un dirigente o un juez que se atreva a defendernos contra ese constante y oficial atropello?
20010520. Contradictorios profesores de religión.
¿Qué quiere que le diga? Desde otras perspectivas, caben otras opiniones; pero a mí me parecen muy nocivos, y de lo más incoherente. Porque, ya se sea creyente o no, es muy dañino enseñar una cosa y practicar abiertamente otra, como ciertos profesores de religión, sobre los que periódicamente surgen controversias y escándalos, al ser reprimidos por la jerarquía eclesiástica. Desprestigian a la Iglesia, dicen con razón los creyentes. Dan vanas esperanzas de cambio, presentando una concepción “liberal” de una institución autoritaria e inmovilista, que acaba oprimiendo, gracias a tantas vanguardias de “tontos útiles”, a muchos más, afirman, con no menor lógica por su parte, los no creyentes.
Guste o no guste a algunos, -que ven reflejadas en esos profesores sus propias incoherencias, explicables, a su vez, en esta época de vertiginosos cambios- esos profesores de religión “víctimas” son en realidad, y quizá mucho más aún, al perjudicar –en un sentido u otro- con su influencia a muchos de sus alumnos, también verdugos.
20010520. Moral vaticana.
La antropología y la historia nos muestran que el instinto de supervivencia lleva a la humanidad a incrementar, en las épocas de superpoblación, prácticas que ayudan a disminuir la fecundidad, como la homosexualidad y la masturbación. Lo mismo ocurre respecto a esta última práctica en las épocas de epidemias, máxime si son de origen sexual, como la sífilis. Con mayor razón son comprensibles esas prácticas reequilibradoras cuando se dan simultáneamente ambos problemas, como hoy, cuando nuestra época ha sido calificada tanto como la de la Superpoblación como la del SIDA.
“Pero” ahora el Vaticano acaba de condenar al moralista redentorista español Marciano Vidal que pretendía suavizar algo la prohibición de ambas prácticas. Y pongo el “pero” entre comillas porque nadie podrá encontrarle un “pero” a esa conducta de la Iglesia, de lo más coherente con su milenaria tendencia a procurar que el mundo siga siendo un valle de lágrimas, terreno abonado para su actividad de “salvadora” profesional… en el otro mundo. Los incoherentes son quienes dicen que quieren desarrollar un mundo sano y equilibrado, y al mismo tiempo se reclaman de quienes procuran que este mundo no deje de ser un infierno con la excusa de redimirnos así de un futuro infierno extraterrestre.
20010521. El feroz orgullo y tragedia del “pueblo elegido”.
Es de una gran hipocresía cómplice no reconocer que la paz en Israel es imposible. Imposible mientras Israel –y muchos de nosotros- siga creyendo que es el pueblo elegido. Elegido por un Dios hecho a su imagen y semejanza, que le permite, e incluso le manda, sacrificar masiva e indiscriminadamente para imponerse incluso las mujeres y los niños de otros pueblos, genocidio que siguen cumpliendo religiosamente, conforme al libro que ellos –y muchos de nosotros- siguen considerando sagrado, divino. Su feroz, racista, inhumano exclusivismo que contagió a su “hermano enemigo”, el cristianismo, como todavía sufrimos hoy en España, con una ETA cuyos orígenes religiosos y complicidades eclesiásticas están siendo denunciadas abiertamente, por fin, entre nosotros. Y como se infiltró en el islam, en esos palestinos que hoy le combaten, y cuyo desarme ideológico, político-religioso, es también indispensable para alcanzar una paz real y perdurable.
20010525. Un impuesto que es un timo..
Ahí va mi denuncia, y que me lleven a los tribunales si miento. Y al que le pique, que se rasque, como tenemos que rascarnos todos el bolsillo: unos de modo inconsciente y engañados; otros, indignados y a la fuerza. Porque no se trata aquí de una mística transubstanciación, sino de una inmoral y hasta anticonstitucional manipulación que, cuando la realizan pobres sin poder, recibe la calificación de delito de estafa: es sustraer dineros con falsos pretextos.
En efecto: cuando el piadoso contribuyente pone una cruz en su declaración de la renta para dar a su Iglesia el 0,52, sin dar con todo ni un duro más que los demás contribuyentes, no hay ángeles invisibles que vengan a hacerle milagrosamente el trabajo, como a san Isidro. Ese agujero, ese déficit que así provoca en la recaudación común debemos reponerlo entre todos. Cifras cantan, y con esa callada sustracción padecemos, no sólo todos en nuestro bolsillo, sino la gran mayoría también en nuestra libertad de conciencia, al tener, mediante ese burdo “truco”, que cotizar indirectamente a la Iglesia católica contra nuestra voluntad; la gran mayoría, repito, como prueba el que nos neguemos a poner esa cruz, por no aprobar ese engaño, o no ser católicos.
Con ese chanchullo legalizado, el gobierno puede chantajear, tener a su merced al clero, y éste lo acepta porque gracias al truco de “no pagar más” se beneficia de una recaudación que, sin esos engaños y coacciones, sabe que no recibiría de la ciudadanía. ¡Y esos son los que pretenden que les obedezcamos voluntariamente, en nombre, dicen, de la justicia y del orden, de la moral y de la religión!
20010528. Obispo maltratador.
He de denunciar a un maltratador de mujeres muy culpable porque, sin las excusas de la edad o la pasión, de manera fría y deliberada, alienta a los maltratadores poniéndose de su parte, hasta el punto afirmar aprovechándose de un puesto destinado a todo lo contrario, que dar a conocer sus nombres “no es acorde con la dignidad humana”, porque “a una persona no se la puede torturar ni física ni psíquicamente”, ¡Y está hablando del torturador, de maltratador, no de su víctima!
Con razón diversas organizaciones de mujeres maltratadas han calificado de ignominiosa esa defensa de los verdugos, y exigido disculpas a su responsable, el obispo Carlos Amigo… de machistas, y a su organización, que tanto ha sacralizado el predominio despótico del varón, contra la igualdad y caridad que reclama para con todos, sin distinción de sexos, el Evangelio, cuyo nombre así tan escandalosamente se usurpa y traiciona.
20010617. Sanatorio.
Sin duda, buscar una pareja visitando la ermita de San Antonio es una forma más “tradicional” que el visitar una agencia matrimonial. Pero me parece que la mayoría de la población tendría el buen sentido de no añadir que es también una forma “más seria” de hacerlo. Si quien lo afirma lo hace además en el ejercicio de su cargo de alcalde de Madrid, entonces, en mi opinión, comete una provocación y un claro abuso de poder. Una vez más, Álvarez del Manzano aprovecha su cargo para fomentar descaradamente sus peculiares concepciones ideológicas, mucho más cercanas tantas veces a la superstición que a la religión, en su afán de hacerse perdonar en el más allá sus cada vez mayores y menos ocultos pecados.
20010714. Clérigos pro etarras.
¿Cabe o, mejor dicho, es decente, mantenerse equidistante, tratar “igual” al que secuestra y asesina alevosamente que a su víctima? El párroco de Ermua, Luis Iza, se ha negado a oficiar un responso por el secuestrado y asesinado Miguel Angel Blanco, escudándose farisaicamente en un piadoso tratar a todos por igual. Peor aún, ese Luis Iza, y otros muchos de su cuerda, no sólo se han negado repetidamente a cumplir con su deber religioso con las víctimas, sino que aceptan hacerlo con sus asesinos y verdugos, a los que tratan, pues, no igual, sino mucho mejor.
¿Cómo es posible que una persona decente pueda seguir apoyando una institución tan jerárquica que no expulsa de su seno a tales mal nacidos, como hace de inmediato cualquier organización decente? ¿O es que el terrorismo eclesial, el chantaje amenazador de condenar a una muerte eterna a quien abandone a su grupo, impide todavía a muchos a actuar como les exigiría el más elemental sentido moral?
20010727. Religión de Estado.
Sin escarmentar en cabeza ajena, ni incluso por experiencia propia, deformado por su profesión, un misionero español en la India pretende en una carta a la prensa que renunciemos a la laicidad del Estado y reintroduzcamos oficialmente su confesionalidad, “como en la India”. ¡Como si no conociéramos los millones de muertos que esa “religiosidad oficial” costó no hace mucho a la India y al Pakistán, sangría que aún continúa! ¡Y como si hubiéramos podido olvidar los ríos de sangre de nuestra “Cruzada”! ¡Y la sangre y muerte que envuelve el fanatismo de las religiones de Estado, tanto en países islámicos como en Israel, para no hablar de las tristes experiencias de Irlanda, Méjico o el Ecuador! Tenga cada uno la creencia que quiera, y respetémosla todos, pero “Dios nos libre” de volver, ni poco a poco, a confundir la religión con la política, a imponer ninguna religión (o ateísmo) de Estado. Hay algunos que, cegados por sus intereses, no aprenden nada de la historia.
20010729. Iglesia y tierra.
La ciudadanía se ha enterado con asombro cuantas instituciones eclesiásticas –incluso una de ellas cuyo fin es la ayuda inmediata a los necesitados- han perdido cifras multimillonarias en el reciente escándalo de una agencia de valores ligada “fraternalmente” al PP, ya que su jefa era la “hermanísima” de un altísimo cargo de Hacienda; hecho aún más sorprendente si tenemos en cuenta que, que durante casi dos mil años, la Iglesia católica prohibió como pecado mortal el préstamo a interés; mientras que hasta el siglo diecinueve admitió la esclavitud, hasta el punto de condenar un Concilio a quien quisiera liberar a los esclavos que tenía la misma Iglesia; que hasta ayer los Papas insistían en el origen divino de los reyes y condenaban duramente la democracia, etcétera.
Todo esto prueba que la Iglesia se va adaptando a los tiempos… más tarde y peor que otras organizaciones. Los hechos nos obligan a constatar que su presunción de dirigir el mundo moral de modo absoluto, -hasta condenar al infierno a quienes no la obedezcan-, sería ridícula si no fuera con frecuencia tan trágica, según acaba de recordar la ONU, al denuncia la gravísima responsabilidad que tiene en la propagación del SIDA la Iglesia católica, al prohibir el preservativo; atentado contra la salud de todos nosotros quizá sólo comparable a la prohibición en su día de la vacuna contra la viruela, también como un “contra Dios” (¡!), por el Vaticano.
Concéntrese la Iglesia sobre todo en su profesión, lo religioso, sin meterse tanto y tan mal en lo moral, ni en lo político (baste recordar su actitud ante Franco… o ante ETA), etcétera. Intente hacer un poco de autocrítica real, sin limitarse hipócritamente a condenar los graves errores de eclesiásticos ya muertos (Inquisición, Cruzadas, etc.). Pregúntese si el poco interés que tiene hoy la gente por la religión no proviene de la poca fe del mismo clero actual, que se preocupa, como vemos, casi de todos, y tan poco de lo religioso propiamente tal. Hasta el punto que la misma interpretación de la Biblia que hoy se enseña en sus seminarios proviene en gran parte de estudiosos no eclesiásticos, a quienes durante mucho tiempo la Iglesia, con su habitual orgullo “divino”, condenó con tan poca caridad como, según ha tenido que reconocer también incluso en esto después, poca sabiduría.
20010730. Israel ultraortodoxo.
Se acaba de aprobar una ley exigiendo que los nuevos ascensores funcionen automáticamente en Israel, de modo que los judíos más ortodoxos no tengan que pulsar ningún botón, “trabajo” que su religión les prohibe los sábados. Eso ha conseguido el nuevo gobierno judío, dirigido por los ultraortodoxos, mientras intensifica la guerra contra los palestinos, a los que asesina fría y masivamente, en atentados con misiles y cañonazos, al mismo tiempo que denuncia el terrorismo… ajeno. Por supuesto, ese gobierno de reprimidos, incapaces de gozar de la vida, ha prohibido también las emisiones televisivas de temas sexuales, no vaya a ser que hacer el amor distraiga a su pueblo de hacer la guerra, “convirtiendo Israel en otro Irán”, según le critican los mismos judíos más sensatos.
Son de plena actualidad, pues, las advertencias de Jesús contra aquellos dirigentes judíos que “cuelan un mosquito y se tragan un camello” y “ven la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio”. Poco se ha avanzado para remediarlo, cuando el principal país valedor de los judíos, Estados Unidos, tan influido por ellos, les apoya en sus excesos contra la misma O.N. U.. Y cuando quienes como alternativa espiritual al judaísmo, como el Vaticano, cuelan también mosquitos (condenado al infierno a quien cambie una palabra de sus ritos, o cubra con un plástico una parte de su cuerpo para prevenir el SIDA, cuando ellos se cubren el cuerpo entero contra la lluvia), mientras que, contra la expresa prohibición de Jesús (Evangelio de San Mateo, c. 23) se visten de blanco, se proclaman “Padre”, “Santo”, e incluso “Infalible”.
20010809. Clonar a un dictador.
Por un momento, la noticia me hizo imaginar que el Vaticano había cambiado diametralmente su postura tradicional y apoyaba ahora el avance científico, aunque fuera polémico, como casi siempre. Porque acaba de comparar a un investigador científico sobre la clonación con un presidente de gobierno con el que el Vaticano tuvo durante muchos años excelentes relaciones. Hasta el punto que cuando ya no está de modo, se niega a reconocer los posibles errores al apoyarlo, oponiéndose –no hace ni un mes- a colaborar en una investigación para conocer mejor esas relaciones.
Por supuesto, mi primera sospecha resultó infundada. Lo mismo que el Vaticano se niega a reconocer en ese punto la verdad histórica –para no hablar de mostrar un sincero arrepentimiento y propósito de la enmienda respecto a sus relaciones de complicidad con ese y otros presidentes de Estado dictatoriales- al comparar ahora al investigador científico con Hitler no hace sino lo de siempre: invertir los términos, cambiar tan radical e hipócritamente las posiciones que muchas personas desinformadas e ingenuas, incapaces de creerle capaz de tamaña doblez, sigan creyendo que el Vaticano defiende la moralidad y la verdad.
20010821. Tramposo club de misógenos.
En un conocido club de misóginos, en cuyos escritos oficiales se afirma con toda seriedad que la mujer es el origen de todos los males, no se la admite sino como servidora, y sus jefes, todos varones, por supuesto, juran “no mancharse con mujeres”, no casarse, para dar ejemplo de “moralidad”.
Sin embargo, uno de ellos, tentado por una moza de buen ver y mucho más joven que él –42 a 71 años-, se casó solemnemente con ella. Claro que poco después la ha dejado tirada en la calle, al volver al redil de su club misógino, cuyas normas “morales” permiten declarar nulos los más sagrados compromisos, como el matrimonio, ventaja “moral” de la que se están aprovechando tanto los socios que el mismo presidente del club se quejaba hace poco de tanto escándalo; queja también hipócrita, ya que tiene poder de sobra para cortar de inmediato tamaña desvergüenza contra las mujeres.
Como ya les denunciara Jesús, y advirtiendo contra sus “piadosos” disfraces a sus discípulos, esos fariseos que se visten de blanco, se hacen llamar “padre” y se ponen a rezar en público, en realidad, de verdadera decencia “no tienen ni papa”.
20010824. El clero y Gescartera.
“Observa, no huele” decía un cínico emperador romano, colocando ante la nariz de su hijo la moneda de plata obtenida con el abusivo impuesto que debían pagar quienes necesitaban defecar. Pero ¡claro que el dinero huele, e incluso apesta, cuando se hace mal uso de él, excepto para los sinvergüenzas que lo manipulan! Huele a miseria, como tantas industrias y comercio alimentarios injustos; a sangre, como gran parte del comercio de armas; a veneno, como el tráfico de tabaco y otras drogas; a enfermedad, como los increíbles enjuagues de las multinacionales farmacéuticas: apesta incluso a las centenares de millones de muertes que cada año acaban produciendo esas y otras especulaciones financieras.
Sin embargo, imitando a ese emperador romano, el clero ha intentado también rechazar las críticas recibidas cuando se ha destapado su participación en las especulaciones financieras de Gescartera, diciendo que, por el contrario, deberían felicitarle por ser tan listo y “hacer como los demás”, por lo que, contraataca, sería hipócrita censurarlo. Pero ¿cabe mayor proyección freudiana, mayor hipocresía, que argumentar así, cuando el clero saca precisamente ese dinero a los demás con la excusa de que sus miembros son distintos y mejores (“con información privilegiada del cielo”), y de que van a ayudar mejor a los injustamente marginados por el sistema? ¿Y cuando tienen el impudor de competir –recuérdese la historia del 0,52 del IRPF- hasta con aquellas ONGs que, ellas sí, se preocupan por un comercio justo, por inversiones éticas?
El fuerte rechazo popular a tanto fariseísmo está más justificado aún por cuanto que esos miles de millones de especulación eclesiástica que hoy se descubren no han sido sólo producto del engaño a donantes voluntarios, sino que procede de los centenares y aun miles de millones de pesetas que, directa o indirectamente, con las más variopintas “razones”, las administraciones regionales o estatales nos sacan cada año a la fuerza a todos cada año para darlas, por cobardía o compadrazgo, a la Iglesia católica. Injusta violación de nuestro bolsillo y de nuestra conciencia, triste herencia del franquismo y directamente contraria a la Constitución, que una vez más pone sobre el tapete ese tan apestoso dinero de Gescartera, recordándonos la necesidad de que termine ese abuso y de que se nos indemnice por tan injusto, enorme y continuado expolio, desvergonzadamente ejercido bajo manto de moral y de religión.
20010825. Corrupción económica en el clero.
Muy indignante es el que algunos se aprovechen del poder político para obligarnos a pagar la avaricia -la “sagrada hambre de oro” que decían los clásicos y siguen practicando tantos “vivos”- de los especuladores de Gescartera, cuando ellos mismos no saben dar otra razón de los escandalosos beneficios que tantas veces les procura la especulación que el riesgo presuntamente asumido.
El colmo es que encima nos tomen por tontos, insistiendo en que aceptemos voluntariamente el ayudar a esos “pobres” especuladores –mucho más ricos que el promedio de quienes pagamos impuestos- dando como razón de esa “limosna” los fondos ya existentes de compensación de bancos y seguros, cuando el uso esas instituciones es en la práctica general y obligatorio, y con fines hasta directamente contrarios al de asumir riesgos, como es el caso de los seguros.
20010830. Duplicidad de una maestra de religión.
¿Cabe mayor incoherencia –por ignorancia o descaro- que el de una profesora de religión católica que se queja en Almería de su cese porque su conducta no corresponde a la enseñanza de esa Iglesia, como estos días resalta la prensa, en vez de reconocer su obvia transgresión de sus normas y el grave daño causado a sus alumnos, al inducirles a creer falsamente en un pluralismo y tolerancia inexistente en su organización?
Sí: mucho peor aún es la incoherencia de quienes, sin estar cegados como esa profesora por el interés personal por su empleo, o por su mucha y muy distorsionada fe en su Iglesia, apoyan esa queja tan incoherente, en lugar de reconocer su responsabilidad colectiva, como miembros de un Estado no confesional en el que todos estamos obligados a subvencionar mucho y de muy diversas maneras la enseñanza de una ideología y organización partidista, que encima se enorgullece de no ser democrática.
20010830. Obispo casado.
¿Cabe mayor indecencia? Se casa solemnemente con una mujer que confía en él. Y a los pocos meses la deja tirada en mitad de la calle para no perder un empleo privilegiado en otro grupo. ¡Ojalá funcione pronto una eficaz Interpol y Tribunal Penal Internacional que meta en la cárcel a delincuentes como el arzobispo Milingo, y a quienes le han incitado a delinquir hasta ese punto, como si fuera una buena acción una obra pía!
Pisoteando en su ciega lucha por el poder la más elemental decencia y ley natural, el Vaticano tiene encima el valor de declararse como el principal e incluso único verdadero defensor del matrimonio y de la familia.
20010901. Una profesora de religión.
Es muy esperanzador para nuestra democracia la defensa de la igualdad ante la ley (artículo 14 de la Constitución) y del Estatuto de los Trabajadores que se ha hecho desde muy distintos campos -como los diarios ABC y EL PAÍS- en favor de la profesora de religión cesada en Almería, aunque su defensa implica una crítica frontal a dirigentes de la Iglesia católica.
Para seguir avanzando en justicia, en dar a cada uno lo suyo, creo que hay que reconocer que la conducta de esos eclesiásticos tiene también su fundamento: mala enseñanza es la que se contradice con los propios actos.
La única y evidente raíz del conflicto es la incoherencia, mucho más grave y permanente, perjudicial para todos los ciudadanos, de que un Estado como el nuestro pague con impuestos extraídos, en parte al menos, obligatoriamente a todos, a una (o varias, sería igual) confesiones religiosas. Aquellos polvos traen estos lodos, y aquel “apaño” temporal, relativamente excusable por las circunstancias de la entonces tan reciente y frágil transición, irá ocasionando tempestades cada vez más dañinas, a medida que la mayor conciencia democrática haga aparecer lo paradójico, chocante, injusto e indignante de las lamentables conclusiones a las que tan ilógicas premisas irán progresivamente llevando.
20010903. Curas y Gestartera.
“La avaricia rompe el saco”. Parece que, por fin, les ha llegado la hora de aplicarse el cuento también a los señores eclesiásticos. Sus desorbitadas pretensiones de que el Estado no sólo saque a los cuartos a los demás para dárselos a ellos, haga enseñar en escuelas públicas sus doctrinas, pague a sus empleados, y hasta se pliegue a echarlos cuando su conducta no gusta del todo a esos eclesiásticos (que se contentan a echar agua bendita a sus colegas eclesiásticos culpables de violaciones, pedofilia y otros “pecadillos”) ha acabado por sublevar contra sus abusos a los más pacientes, incluso entre sus fieles. Máxime, al conocerse estos casos de profesores despedidos en Almería, Canarias, etcétera tras haberse destapado que muy distintas organizaciones eclesiásticas utilizaban dineros públicos o de sus fieles para operaciones especulativas muy alejadas de los fines prometidos para hacerse con esos recursos, en Gescartera y Dios sabe -y nosotros en parte también- en cuantos otros chiringuitos financieros más.
Hay, pues, que ser serios, y solucionar las causas que permiten tales escándalos. La mayor, mas evidente y vergonzosa, es que un Estado no confesional saque a todos mucho dinero de muy distintas maneras en beneficio de una determinada ideología; grave atentado al bolsillo y a la conciencia de muchos ciudadanos. El eliminar ese abuso inconstitucional no sólo es imprescindible para el correcto funcionamiento de la democracia, sino también de una Iglesia realmente evangélica, sin tanta corrupción de todo tipo como ha propiciado el exceso de bienes materiales, hasta llegar a su espiritualmente lastimosa situación actual, por lo que los cristianos de verdad deberían estar doblemente interesados en esa necesaria y urgente reforma.
20010904. La Marbella de Gil.
Gil y Gil, un experto en la materia, sabía muy bien lo que hacía cuando escogió Marbella como refugio para sus “hazañas” e incluso como caricaturesca “Covadonga”, reino de taifa, desde donde comenzar la reconquista de España para los de su cuerda.
Reducto de dictadores depuestos, feudo de jeques medievales en el poder, nido de piratas, caciques y mafiosos de muy distinto pelaje (todos ellos escondidos entre muchas más personas muy decentes y respetables), Marbella constituye hoy un foco de corrupción económica y política, vergonzoso y peligroso para los demás. Hasta el turista de a pie puede experimentar como se abusa impunemente de él, ante la pasividad de la policía y el cachondeo de la administración. En cuanto a los juzgados de Marbella, estos días, una vez más, podemos comprobar su triste situación, que hace sean destinos rechazados por los jueces de fuera. Si la civilización, en palabras de Ortega y Gasset, es la posibilidad de recurrir, habrá que reconocer que está muy lejos de esa ciudad sin ley que, ella sí, debe, con la ayuda de todos, ser reconquistada para la civilización, el Estado de derecho y la democracia.
20010906. Especulación “sagrada”.
Excepto alguna honrosa excepción, como un obispo -hoy marginado como misionero en Bolivia- que se pregunta cómo es posible hacer eso cuando hay más de mil millones de pobres en el mundo, cogidos con las manos en la masa de miles de millones “distraídos” de sus fines legítimos y declarados, la manera que han tenido de reaccionar, intentado echarnos tierra a los ojos, muestra hasta qué punto son auténticos profesionales del engaño, fariseos endurecidos, de los que sería insensato esperar enmienda como de un pecador corriente, que niegan descaradamente ser, a pesar de ciertas “confesiones” por pecados… de sus predecesores..
Si hay algo que Jesús consideraba fundamental en sus discípulos –mucho, mucho más que la castidad- es que no se dedicaran a acumular bienes de este mundo, según leemos en cada página del Evangelio. Y, por supuesto, el no mentir ni querer engañar a los demás de modo tan grosero como intentar disfrazar unas sumas multimillonarias, dedicadas al juego de la especulación, con lo que sería un explicable depósito bancario o en valores seguros de pequeñas cantidades y durante poco tiempo, mientras se aplicaban, rápida e íntegramente, a los fines para los que se les habían sido entregadas.
Seguir confiando en quienes no sólo desvían esos donativos (o impuestos arrancados con corrupción a gobiernos débiles, incapaces de hacer cumplir la Constitución y las leyes) hacia especulaciones financieras -incontroladas, perjudiciales para muchos inocentes- sino también, entre otros fines de provecho propio poco controlables, para ostentosas nuevas catedrales –como en Madrid y Barcelona-, mientras millones de pobres en España y en el mundo pasan las peores necesidades, es contribuir A LA DERROTA de la verdadera religiosidad y del espíritu evangélico.
Cada cual debería repetir y ampliar a otros campos importantes la reflexión de un “espontáneo” al ver la enorme riqueza de una catedral: -“Si esto hacen con la pobreza evangélica ¡qué no harán con la castidad!” Sólo el perverso interés de unos pocos “vivos” y la ignorancia de muchos explica el que puedan seguir prosperando a costa de todos esos monumentales, vergonzosos y nocivos negocios de tantos miles de millones de pesetas.
20010910. Curas y Gil.
En lo que parece una increíble charlotada, un imaginativo alarde de humor negro, estos días vemos al alcalde de una ciudad importante (y presidente de un partido político, y de un gran equipo deportivo, etc.) afirmando que el robo de documentos sobre muchas de los juicios en los que está encausado “le parece muy sospechoso” y destinado a perjudicarlo.
Mucho más vergonzoso aún que lo de Gil y Gil es que los miembros de otra antigua e importante organización, pillados con las manos en la masa, no sólo no confiesen, sino que algunas sus más altas autoridades hayan tenido el valorde culpar a los medios de difusión de “desinformar” y crear un escándalo. Y eso por los medios han dado a conocer que muchas agrupaciones eclesiásticas, incluidas algunas con voto de pobreza o destinadas directamente a la ayuda a los necesitados, han perdido miles de millones, que tenían depositados, no en bancos o valores financiera y éticamente seguros, sino en agencias de especulación financiera, algo obviamente muy distinto –diametralmente contrario, en definitiva- a los fines para los que esos dineros habían sido pedidos a los creyentes, así cruelmente burlados.
Sí, ya sé que, tanto en lo de Gil y Gil como en lo de los eclesiásticos de Gescartera, a falta de razones, la mejor defensa es el ataque: tener mucha cara, mucha desvergüenza, si no se tiene la decencia de dar la cara. Pero creo que, para librarnos de tanta corrupción, de tanta cara, ya es hora que nos dejemos de dañinas y cobardes modorros, de excesivas “vacaciones cívicas”, de conformarnos con meras protestas y chascarrillos de café, y tener el valor real de enfrentarnos a quienes de esa manera no sólo nos expolian, sino que encima se nos insolentan y se ríen de nosotros.
20010910. El dañino sistema monárquico adoptado por el catolicismo.
Hay que reconocer que el millar de teólogos reunidos estos días en Madrid no se ha dedicado a discutir el sexo… de los ángeles, sino que ha cogido el toro por los cuernos, es decir, por la cabeza. De poco sirve, en efecto, tener un sistema ideológico “divino” si no funciona adecuadamente el sistema encargado de administrarlo. El anticuado y ahora tan contraproducente sistema monárquico adoptado por la Iglesia católica, tan contrario a su primitivo sistema democrático, en el que los fieles elegían y deponían a sus obispos, según denuncian estos doctores en teología, profundamente dañino para el mensaje evangélico.
Esos daños son aún mayores cuando esa monarquía o dictadura tan antievangélica es encima vitalicia, de modo que el obispo de Roma, a pesar de tener una carga mucho más pesada que los demás, en lugar de retirarse antes, sigue mandando mucho después de la edad en que deben jubilarse los demás obispos;; hecho, subrayemos nosotros, que desafía irracionalmente a las leyes de la naturaleza, según podemos constatar todos hasta en lo más aparente y visible cada vez que en los últimos tiempos aparece el Papa en televisión.
20010911. Obispo de Gerona.
Mucha ignorancia o mucho fariseismo supone el sorprenderse, a estas alturas, de la afirmación según la cual “el buen cristiano habla catalán”, según predica el obispo de Gerona y, con su silencio aprobador al menos, el resto de la jerarquía eclesiástica. Cambiando sólo lo justo para no cambiar, para ser coherentes, durante cuarenta años ellos predicaron “hablar en cristiano”, “el idioma del Imperio” (“por el Imperio hacia Dios”).
Lo mismo hacen ahora, cuando la dictadura –más sutil, menos sangrienta, pero por eso mismo más eficaz ahí en sus coactivos métodos fascistas que la de ETA en el País Vasco- está en la acera de enfrente. Y todo ello con la ayuda –por corrupción o por pura estupidez- de cómplices exteriores que quieren obligarnos oficialmente a decir en castellano “Girona” y otras cosas que me callo, no vaya a ser que tenga que emigrar de aquí como de mi nativa Gerona.
Al revés que Jesús, la Iglesia, excepto cuando pudo instaurarse por su cuenta, como una teocracia, siempre ha sido –y se complace en subrayarlo, cuando le pide “pelas”- el mejor instrumento del reino, su justificación ideológica, aunque para ello haya tenido que cortar la lengua de quienes no hablaban de la misma manera que el poder de turno, “quemándolos en esta vida para que no se quemen en la otra”, “por su propio bien”, por supuesto, según su peculiar (per)versión de la caridad cristiana.
20010925. USA usa el terror.
¿Cómo se pueden tergiversar tan radicalmente las palabras del Papa? De modo inequívoco Juan Pablo II ha pedido, para conseguir una paz justa y duradera, que callen las armas y haya diálogo y negociación. Pero no han faltado enseguida –incluso en su entorno, como hubo apóstoles que negaron y traicionaron a Jesús- quienes socavaron sus declaraciones, añadiendo que, en caso de defensa propia, es justa la violencia, tras lo que leemos en grandes titulares que “El Vaticano entendería que EEUU recurriera a la fuerza” (mañana dirán que “el Papa bendice la nueva Cruzada”).
En realidad, el uso de la fuerza, incluso en pura defensa propia, sin provocación alguna, es admisible sólo si es proporcional e inmediata. Es decir, sólo para neutralizar el ataque, no para ir más allá, provocando innecesarios daños al atacante y, menos aún, a sus familiares, amigos o vecinos, como serían los bombardeos y otras acciones de guerra a las que los Estados Unidos nos tiene, por desgracia, demasiado acostumbrados. No menos importante el que la defensa personal debe limitarse en el tiempo al instante de la agresión, para neutralizarla, sin tomarse después la justicia por su mano; en el caso actual, es evidente que el castigo a los culpables de esos actos de terrorismo internacional corresponde ya, no a la víctima o sus amigos, Estados Unidos o la OTAN, sino a las Naciones Unidas, de modo que las intenciones declaradas de Estados Unidos de tomarse la justicia por su mano hacen ilegítimas y peligrosas para la paz mundial todas sus posteriores actuaciones, aunque estas se limitaran a un castigo proporcional a los culpables, lo que sería justo si lo ejecutara el organismo oficial para hacerlo.
¡Y encima ese país que boicotea la ONU, rompe los acuerdos de desarme, desconoce el Tribunal Penal Internacional y otros organismos internacionales destinados a preservar la paz, bombardea a diestro y siniestro siniestramente a tantos otros, pretende ser el bueno de la película, afirmando que su “pax americana” es la garantía de la democracia! Si no tenemos el valor de cantarle estas cuatro verdades, de enfrentarle a sus responsabilidades, mereceremos padecer también nosotros la escalada de violencia y guerra a la que el creciente desequilibrio económico y político, de los que Estados Unidos son el principal responsable, está abocando aceleradamente al mundo entero.
20010926. Papa, policía bueno.
Es la vieja y cínica táctica de “el policía bueno y el policía malo”. La que, al principio de ciertos regímenes –después, ese ya no puede engañar a nadie, resulta ridículo, contraproducente- pretenden hacernos creer que González es lo contrario de Guerra, o Aznar se diferencia de Álvarez Cascos.
Ahora el Vaticano está aplicando esta táctica del modo más clásico: el Papa, de gira por países islámicos, es el bueno que pide la paz mediante el diálogo y la negociación, reclamando que se callen las armas; pero el segundo de a bordo, dejado estratégicamente en Roma, añade de inmediato que, para responder a una agresión, entendería -¡semanas después!, desproporcionadamente!- una agresión estadounidense. Algo tan “evangélico”, tan parecido a la verdad y ausencia de doblez que pidió a sus discípulos el Maestro, como el que el Papa sea Jefe de Estado en nombre de Quien dijo que “mi reino no es de este mundo”, se disfrace con telas blancas, se haga llamar “Santo” y “Padre” – a pesar de las tres concretas y explícitas prohibiciones de hacer estas cosas por Jesús-, viva en un palacio rebosante de riquezas a cuenta de Quien predicó la pobreza, etcétera.
No es extraño, pues, que, ya que no teme portarse así ni siquiera ante la perspectiva del infierno evangélico, el Vaticano haya empezado también, como Estados Unidos, a temer atentados contra sus grandes edificios, símbolos de su poder “espiritual”, su “Pentágono religioso”.
Conviene no olvidar que ese complejo no es menos “inocente” que el Pentágono, incluso desde su fundación, ya que fue edificado principalmente con la venta simoníaca de indulgencias que dividió trágicamente a Europa durante siglos (todavía quedan sus huellas sangrientas en Irlanda) y en mayor parte aún gracias al tributo exigido por los Papas a las prostitutas romanas, en cínica compensación del hecho que, al dividirmos a todos en cuerpo y alma, la mayor influencia de la Iglesia ha estado siempre acompañada de una mayor represión sexual y esa obvia válvula de escape, el auge de las profesionales de la actividad que las mujeres “buenas” no podían desempeñar, así espiritualmente castradas, como ellas hacían (¿hacían?) a su vez a sus hombres por el reino de los cielos.
20011002. Los obispos y Gescartera.
Recurriendo al tan poco evangélico truco de que “la mejor defensa es el ataque”, el arzobispo de Valladolid ha tenido el “valor” de recriminar a sus fieles de tacaños, por cuya culpa él se ha visto obligado, el pobre, a especular con mil millones de su diócesis.
Se trata precisamente del mismo clérigo que más razones tendría para –por lo menos- callar, por ser el que, -con información privilegiada, y no precisamente del Espíritu Santo-, retiró “sus” millones de pesetas sin tener el “detalle” caritativo de avisar, ni después, ni a otros eclesiásticos o religiosos(as) de lo que se le venía encima. Peor aún, se trata del mismo eclesiástico cuyo apoderado contribuyó a falsificar los balances de Gescartera, y así estafar a todos, sin que ese otro, y ya directamente delictivo “detalle” disminuya su arrogante postura, que recuerda demasiado la “santa desvergüenza” recomendada a sus miembros por el Opus Dei.
En forma parecida, lugar de pedir perdón, como recomienda a sus fieles, el Presidente de la Comisión Episcopal, cardenal Rouco, ha querido también especular fraudulentamente con los números, diciendo que son pocas las instituciones eclesiásticas pilladas en Gescartera, entre las diez mil existente, “olvidando” –aparte de las aún no pilladas en otros chiringuitos financieros- que hay entre ellas algunas de gran relevancia, y que esa pésima reacción de la jerarquía involucra a toda la Iglesia. Como la otra –basten tres por hoy- chulería proferida también por el portavoz de la misma Conferencia episcopal, cuando se ha descubierto la agenda de Pilar Giménez-Reyna en la que apuntaba haber recibido dinero “B”, ilegal, de la Iglesia. Esa agenda, ha protestado airado, “no es el Evangelio”.
Se comprende su enfado, porque tras más de dos mil años de esfuerzos, han conseguido hacer pasar por correcta ante sus fieles una interpretación del Evangelio que es exactamente lo contrario de lo que está ahí escrito, gracias en parte a “trucos” como el prohibir a los laicos la lectura de las Sagradas Escrituras y condenar a la hoguera a quien osara interpretarla de manera distinta a la que a ellos les convenía. Y ahora les resulta muy duro tener que recomenzar el ingente trabajo que supone esa milagrosa transformación de las palabras bíblicas también con los textos de la agenda de Gescartera.
20011005. Clero con dos cepillos.
Los múltiples, sutilísimos y tan caritativos, desinteresados argumentos de la emisora de los obispos, la COPE, y hasta de un protagonista de excepción, el arzobispo de Valladolid, me han convencido. Al contrario de lo que parecería evidente a primera vista a los que no sabemos latín, hay que felicitar y dar aún más dinero a un clero y a unos religiosos tan celosos por dar beneficios a la Iglesia y ponerse al día que han invertido en Gescartera, como algunos lo hicieron ya en el Gran Tibidabo y Dios sabe en cuantos chiringuitos financieros más.
Sin embargo, para los que seguimos teniendo una fe tan ciega o, para evitar toda alusión -de mal gusto en este contexto- a la ONCE, una fe tan… sobrenatural en esos eclesiásticos, pero no tanta en el sistema de especulación financiera, y no queremos arriesgarnos a que nuestro donativo se lo cepille eventualmente el Diablo, yo les rogaría que en adelante pongan dos cepillos: uno, para limosnas tradicionales, y otro para limosnas que puedan dar , eventual y milagrosamente, por supuesto, “el ciento por uno” en este mundo. Amén.
20011013. Papa viejísimo.
Nadie es imprescindible. Pero los cortesanos se aprovechan de cualquier persona en el poder incitando su vanidad para que no lo deje cuando debe, aunque materialmente se esté cayendo de puro viejo, para seguir ellos chupando del bote. Recordemos la prudente medida de la misma Iglesia católica, que impide incluso a sus príncipes, los cardenales, la actividad mínima de votar a un nuevo Papa cuando llegan a los ochenta años. ¿Cómo puede, pues, pensarse que ejerza bien, plenamente, un cargo tan complejo y de tanta responsabilidad como es el de ser Papa quien tiene más de esos ochenta años mal llevados? La fe puede estar por encima, pero no contra la razón; y el espectáculo que está dando así al mundo entero el Vaticano es simplemente vergonzoso, para júbilo y escarnio de sus peores enemigos.
20011022. Tres cerditos provocadores.
Es del todo inaceptable la caricatura de tres cerditos crucificados aparecida en el diario El País el 19-10-2001, que le adjunto. No sólo constituye una tremenda ofensa a los cristianos, sino a todos los que creemos en el respeto a los demás. Más aún, los que no somos cristianos debemos denunciar doblemente esa provocación, que parece destinada a fomentar reacciones integristas –tanto religiosas como contra una responsable libertad de expresión- con resultados muy dañinos para una sana convivencia entre las distintas visiones del mundo.
20011024. Coherente.
“Mi reino no es de este mundo”, proclamó solemnemente Jesús. Por eso mismo fue hecho asesinar, tras una parodia de juicio “civil”, por las autoridades religiosas, porque Él denunciaba los montajes pseudorreligiosos que utilizaban para tener mayor poder político los escribas, fariseos y sacerdotes del Templo.
Las actuales declaraciones del obispo Setién, intentando convencernos que los terroristas de ETA no son tan malos son, pues, de lo más propio y coherente con la tendencia milenaria de esos grupos que, traicionando el mensaje de Jesús, disfrazándose de ovejas, siguen las huellas de sus asesinos, transformando la religión, la piedad y la caridad cristiana en política, ambición y opresión para dominar a todos, con ayuda del poder secular, sacralizando más al gobernante más indigno, que admite más compartir con ellos su poder precisamente porque es más ilegítimo.
Los eclesiásticos se apuntan, pues, profesionalmente, a todos los nacionalismos, como antes coronaban a todas las dinastías, según recuerda aún la corona de España, significativamente coronada a su vez –ya anacrónica, anticonstitucionalmente- por una cruz.
20011029. Asociaciones del clero.
Se han pasado, y el tiro va a salirles por la culata. Para compensar el enorme bajón recaudatorio que ha tenido que reconocer haber sufrido la jerarquía católica tras los últimos escándalos, económicos y otros, el gobierno del PP la ha “liberado”, injusta y anticonstitucionalmente, de la obligación que tienen todas las asociaciones, de tener democracia interna, transparencia contable, rendición de cuentas de subvenciones públicas, etcétera.
Pero la gente es creyente… en Dios, no es tonta, como parecen creer muchos jerarcas católicos, con muy poca, si alguna, fe. Si ya antes, con diferentes controles oficiales, las organizaciones eclesiásticas y sus ONGs eran capaces de “aventuras” como las que se han venido destapando, no es difícil pensar lo arriesgado que será confiar en ellas ahora, por lo que los donativos al clero descenderán aún más y de modo permanente, mientras se le siga permitiendo esas “libertades” contables y financieras. Al tiempo.
20011122. Reveladoras declaraciones de Rouco.
Las recientes declaraciones del cardenal Rouco Varela no tienen desperdicio. Sobre el tema de Gescartera, es cierto, como él respondió a la defensiva, que no son muchas –ni podrían ser, añadamos- las organizaciones eclesiásticas involucradas; pero el Cardenal “olvidó” la importancia cualitativa de algunas de ellas, así como la reacción poco evangélica ante el escándalo de casi todos sus jefes al destaparse el asunto.
También fue clarificadora su actitud tan “comprensiva” ante la posible abdicación del Papa por manifiesta incapacidad. Y la enumeración de sus relaciones personales, familiares, etcétera, con Fraga.
Sobre el despido de profesores de religión por conducta privada inadecuada -en lo que una encuesta revela que un 85% de los españoles está en frontal desacuerdo con la jerarquía-, al preguntarle el periodista cuando su argumento de coherencia entre doctrina y vida les llevaría a despedir también a los eclesiásticos incoherentes en su vida privada, Rouco Varela no pudo más que contestar con una vaguedad de lo más elocuente.
Por último, el Cardenal destapó ingenuamente donde sigue estando la mayor preocupación –obsesión- del clero cuando, a la pregunta de si no se había arrepentido de “su renuncia a los placeres terrenales” respondió hablando sólo de tres cosas: sexo, sexo y sexo.
20011205. Pagar por rezar.
Por recomendación de los expertos, las cofradías sevillanas, empezando por la Hermandad de La Macarena, han registrado el copyright de los derechos de imagen de “su” (nunca mejor dicho) Virgen. Si ya se cobra por entrar en algunas iglesias “con mucho arte”, pronto quizá se cobre por invocar esos santos nombres, al menos en público, a la Macarena o al Cristo del Cachorro, y habrá que emplear circunlocuciones, como en la quizá premonitoria anécdota de quien fue a comprar una cruz “marca INRI”, preguntándole entonces el solícito tendero: “¿La quiere con acróbata o sin acróbata?”.
20011213. Grandes contradicciones.
En todos los ámbitos, las contradicciones son necesarias para poder vivir y movernos (y, a veces, incluso avanzar). Pero también es verdad que todos los excesos son malos, y las grandes contradicciones nos paralizan e incluso, indirecta o indirectamente, llegan a matarnos. De ahí que debamos adherir con prudencia a ideas, valores y prácticas en aquellos sectores en los que esas contradicciones suelen ser más permanentes, por conservar demasiado tiempo los modelos correspondientes a épocas muy distintas a las actuales.
El racionalismo de los griegos atenienses les hizo insoportable unos dioses todavía caníbales, asesinos, reclamando de sacrificios humanos, por lo que prescindieron casi por completo de su religión. Otros pueblos prefirieron ir reinterpretando “místicamente” la exigencia divina de sacrificio de los primogénitos, como en el caso del hijo Abraham o el aún más sublimado del Hijo encarnado del mismo Dios, “Cordero divino sacrificado por los pecados del mundo”. Ambas concepciones constituyen las piedras angulares del Antiguo y Nuevo Testamento, pero que hoy chocan frontalmente con nuestras concepciones morales, que repudian como monstruosa e incluso absurda la noción misma de “reparación vicaria”.
Un ejemplo aún más cercano y práctico, político: si bien hoy se encuentra tan desprestigiada y “reinterpretada místicamente” por los mismos teólogos católicos, la noción del “pecado original”, es decir, de la inclinación al mal con que naceríamos todos tras el pecado de Adán y Eva, ha servido de piedra angular a todos los autoritarios y dictadores de Occidente para justificar su desconfianza hacia el pueblo. Por el contrario, la bondad de las personas que no hayan sido deformadas por un sistema opresor que les hace enfrentarse entre sí ha constituido la base conceptual de la democracia.
Pues bien: a pesar de que la misma Iglesia católica intente disimular la hoy tan justamente impopular idea de un “pecado original”, y sus antidemocráticas inmediatas derivaciones políticas, el hecho es que proclamó no hace mucho esa idea como verdad indiscutible, “dogma de fe”, y sigue defendiendo ahora mismo a capa y espada la solemne conmemoración obligatoria, incluso “civil”, de esa “fiesta” al celebrar cada año un día a la que única persona que se libró de ese pecado original, y precisamente por eso: la Inmaculada. Por ironías del calendario, todos –incluidos los judíos, musulmanes, budistas o laicos- tenemos que celebrar obligatoriamente (sin trabajar, etcétera) ese día que recuerda así nuestra pretendida maldad original, justo el 8 de diciembre, dos días después de celebrar la Constitución democrática, basada en valores radicalmente opuestos.
Este hecho, entre otros, muestra hasta qué punto son fuertes nuestras contradicciones, hasta qué extremos somos incoherentes, por más que muchos españoles se consideren tan “listos” como para hacer una síntesis muy suya que se aprovecha de todo, siendo en realidad un inmenso revoltijo que, por mantener demasiados elementos contradictorios, produce los actuales tan perjudiciales atascos personales y sociales que padecemos.