20140526. Hacia el pluralismo.
El “balcón de la victoria” cerrado del PP y el anuncio el PSOE de la retirada de Rubalcaba son imágenes elocuentes de lo ocurrido el 25M. Ambos han pasado de sumar en 2009 el 81 de los votos, a sólo el 49. Es decir, son ya una minoría, con tendencia a disminuir aún más, incluso por el tan desesperado como elocuente intento de algunos de sus dirigentes de unirse ambos grupos para aferrarse al sillón. Se inicia así una transición hacia el pluralismo, la democracia, que hemos de esperar –trabajando en ello más de lo que hicimos antes- que se consolide, resolviendo nuestros principales problemas económicos, políticos e incluso territoriales.
20140630. La bandera de los pobres.
En diferentes países, los extremistas islamistas, como Hamás o los Hermanos Musulmanes, han conseguido gran parte de su fuerza atrayendo a los más pobres con sus obras benéficas. Así consiguieron convertir también a muchos los misioneros protestantes o católicos: eran, como se decía despectivamente en China, “los cristianos de arroz”. Más cerca de nosotros, Franco se apoderó las obras de beneficencia no confesionales y se las dio a la Iglesia católica, que bendecía y consolidaba su dictadura. Ahora el papa Francisco se queja que los comunistas les hayan “robado a los católicos la bandera de los pobres”.
En realidad, los comunistas no han hecho sino emplear la misma táctica que ellos, que los musulmanes y todas las ideologías que se imponen por la fuerza. Los católicos sólo podrían quejarse con razón si hubieran sido cristianos, es decir, hubieran seguido el aviso de Jesús: ”Quien a hierro mata, a hierro muere”, y no hubieran empleado la violencia, por las armas o por el hambre, para hacer prosélitos.
20140716. Quién mata palestinos.
Parece evidente que quienes matan a los palestinos son los judíos. Primero, con un terrorismo indiscriminado, después de crearse su Estado, han ocupado y eliminándolos masivamente una y otra vez con sus poderosas armas. Los palestinos se han ido dividiendo en dos bandos: los que buscan un arreglo, una cierta paz –la política es el arte de lo posible- y los que luchan por todo o nada; en síntesis, Al Fatah y Hamas. Enfrentados ambos grupos, han vuelto a unirse cuando Al Fatah no ha podido conseguir la paz, en gran parte porque los sucesivos ataques terroristas, indiscriminados, de Hamas han dado excusa los war-morgers, a los halcones israelíes para ir arrinconando a los palestinos y perder muchos apoyos exteriores.
Al final, como en las enfermedades físicas, el diagnóstico es fácil y la solución difícil. Ahora se han secuestrado y matado a tres jóvenes israelitas. El “a quién aprovecha” apuntaba a Hamas; pero éste no lo ha desmentido; y menos aún, condenado esos crímenes. Peor aún: cuando en represalias ha muerto un palestino, se ha apresurado a lanzar cohetes indiscriminados, crimen denunciado por el mismo representante palestino en Derechos Humanos de la ONU, Khreisheh, de Al Fatah. Esto ha dado pie a una reacción mayor israelí, que han matado a muchos más inocentes civiles palestinos que a militantes de Hamas, bien escondidos en refugios y con su jefe en el extranjero. Y cuando Egipto ha pedido un alto el fuego, Israel lo ha aceptado, y Hamás, no.
¿Quiénes, pues, son hoy los promotores de la muerte de tantos palestinos? Y ¿qué responsabilidad no tenemos en ellos, por buena que sea nuestra intención -hay cariños que matan- quienes, desde Occidente, apoyamos de hecho a ese Hamas agresivo que, para colmo, intenta implantar en su pueblo un dictatorial régimen islámico, más opresivo aún que el que los integristas judíos procuran establecer en Israel?
20140930. Un gran paso adelante.
Hay que seguir muy atentos y apoyar de modo inteligente el actual movimiento en defensa de la democracia de los ciudadanos de Hong Kong. Los mismos dirigentes chinos parecen tener ya conciencia de que los tiempos están madurando y que puede ser beneficioso –no sin costes, como todo- para su transición a un régimen menos autoritario, más estable y acorde con el devenir histórico. De hecho, el Gobierno chino ha resistido hasta el presente las presiones de los ultraconservadores de aplastarlo, como hicieron los tanques en Tiananmen. Sus ciudadanos, y los verdaderos amigos de China, confían esperanzados en que se consolide este auténtico gran paso adelante.