Cartas a la prensa – Política – Mundo en general – 2000

20000417. Manzano no dimite

A las pocas horas de haberse enorgullecido el alcalde, nada menos que ante un Congreso Internacional sobre el tema, del magnífico tráfico de que “disfrutamos” en Madrid, un informe del mismo Ayuntamiento denuncia exactamente lo contrario. ¿Por qué, ante tan manifiesta e indiscutible incapacidad, propia o de su equipo, no dimite el señor Álvarez del Manzano? Por la misma razón que no lo ha hecho al destaparse sus cuentas, tan poco claras unas y demasiado claras otras: porque no respeta a los ciudadanos. Pero ¿realmente merecen mucho respeto quienes una y otra vez le han elegido, o le han montado esa «oposición”?

20000615. Manipulación sobre Putin.

Ante la repetida y desproporcionada represión, literalmente a palos, de diferentes manifestaciones, incluso deportivas, en Madrid, se ha recordado estos días que manifestarse es un derecho elemental para que pueda funcionar una democracia. Pero la libertad se encuentra aún más amenazada por otra actitud represiva, que no suscita tan inmediato y saludable rechazo de la ciudadanía, por no producir contusionados ni heridos. Porque ¿de qué sirve el manifestarse si después los medios de difusión manipulan los datos de la manifestación, o la silencian?

En esa escalada de desinformación antidemocrática de las manifestaciones hemos asistido estos días a un nuevo récord. La política, se dice, hace extraños compañeros de cama, y ciertos (muy ciertos) intereses económicos de la derecha y otros intereses ideológicos de cierta izquierda se han unido para silenciar la guerra de Chechenia y otros «detalles molestos» de la política rusa. No es, pues, casual, que en un canal televisivo ligado a cierta izquierda se atrevieran a afirmar, a las 22 horas del 14 de junio, que la única oposición a la visita de Putin fue la de un checheno que repartía una hoja a la puerta de la conferencia de prensa del presidente ruso. Y eso cuando esa hoja era un manifiesto, firmado por numerosos profesionales españoles, y ya publicado el día anterior – como comunicado- en un diario afín a esa cadena televisiva, en el que se convocaba a una manifestación de protesta que se había celebrado dos horas antes de la emisión de ese «informativo». ¡Así se escribe… la manipulación!

20000629. La OTAN en Kosovo.

Aunque me costó más de un disgusto, yo estuve activamente a favor de la intervención de la OTAN en Kosovo; y sigo estándolo, a pesar de lo mal que lo hizo, agravando mis dudas al respecto (sólo los necios y los mentirosos no dudan). «Sin embargo», hoy quisiera estar en la cárcel en solidaridad con el concejal de Jaén al que el juez ha condenado por escribir una pintada: «Ni OTAN ni Milosovic: paremos la guerra».

Muchos no entienden esta «contradicción» mía, que no es sino el ABC de la democracia, formulado ya hace siglos: «Disiento de lo que dice, pero defenderé a muerte su derecho a decirlo» (Voltaire). El juez que ha metido en la cárcel al concejal ha condenado así a la democracia, y a todos los demócratas. Al atacar a la verdadera justicia con una caricatura de ella («máxima legalidad, máxima barbaridad»), ha cometido la peor prevaricación posible: ponerse al servicio del poderoso de turno, contra los más elementales derechos humanos, como es la libertad de expresión en temas de vida o muerte, como fue esa guerra, en la que nosotros, hay que recordarlo, participamos. Buen porvenir económico le espera a ese juez en un sistema que compra a buen precio a quienes ayudan al poder a «limpiar» cualquier expresión de disidencia, con la más inmaculada de las excusas: la estética y hasta ecológica, según está haciendo, demasiado bien, con demasiados cómplices, y superando incluso lamentables conductas antidemocráticas anteriores, el actual gobierno.