20020410. El culo de hierro de Leguina.
¡Más de lo mismo no, por favor! ¿Qué hemos hecho los madrileños para que nos amenacen con repetir tamaña dosis? Como una nueva pesadilla del “Parque Jurásico”, vuelve a intentar imponérsenos uno de los monstruos del felipismo, y tan lamentable como es Joaquín Leguina, que supo medrar a costa de ir vendiendo cada vez más su apoyo a ese “dios político” , el realmente endiosado Felipe González; jefe a quien antes Leguina criticó ferozmente desde una izquierda “pura”… para terminar en sus últimos días rindiéndole los más bajos y serviles honores, cuando ya casi nadie se atrevía a dar la cara por un González de tantas y tan escandalosas maneras puesto en evidencia.
El hecho es que, para mantenerse en el sillón, como confesó en un momento de debilidad el mismo Leguina, “hay que tener el culo de hierro”… para no hablar de la cara de cemento, según confirma esa su nueva intentona de asalto al poder. Presume de su “experiencia” para el cargo, confiando en que nos hayamos olvidado de lo que hizo, que le llevó al fracaso y rechazo ciudadano. Siga, pues, Leguina contado cuentos, novelitas de fantasías reconocidamente tales, y no cuentos políticos; quizá gane así menos dinero, pero más honradamente; quizá tenga así menos fama, pero menos mala.
20020422. Leguina, leguinista girasol político.
Tanta ceguera sería patética si no fuera indignante por lo que tiene de feroz egoísmo. Joaquín Leguina no quiere enterarse de que lo que él ofrece como aval para optar a alcalde de Madrid por el PSOE, su “experiencia” –aunque tiene mucho cuidado en no entrar en detalles al respecto- es la misma que el país, y su mismo partido, han rechazado repetida y contundentemente; y que mal podría el PSOE presentar su candidatura, porque eso supondría una vuelta a un pasado del que tan trabajosamente está procurando librarse, y más tras ver cómo han pelado las barbas al vecino partido socialista francés.
Jugando a oposición interior, sin importarle dividir y dar mala imagen de su partido, Leguina denuncia las nominaciones a dedo de su ejecutiva, ahora que no le favorecen a é como antes; y hasta el presunto agravio de que si no se le facilita la lista de miembros del partido –cosa que nadie a pretendido hacer- “montará un pollo”; lenguaje grosero, im-político, que ya empleara contra los de su mismo partido, como las irreproducibles expresiones que utilizó durante su vergonzosa pataleta al perder esa misma candidatura a la alcaldía de Madrid, ante Morán. Arrimándose con admirable fidelidad al sol o tendencia que más calienta, auténtico girasol político, Leguina ha demostrado, hoy como ayer, ser siempre y sólo un implacable leguinista. ¡Quién no te conozca, que te compre!
20020508. Ruido de Álvarez del Manzano.
Yo admiro la profesionalidad con la que el alcalde de Madrid ha asumido el amargo trago que, para toda persona de bien, supone inaugurar un Congreso Mundial contra el Ruido cuando, bajo su administración no sólo se ha consolidado Madrid como una de las ciudades más ruidosa del planeta, sino que, de todos los bandos dictados por él, el del ruido ha sido el único del que ni siquiera ha podido presentar datos sobre su cumplimiento. ¿O será que ese ruido le ha dejado tan sordo a Álvarez del Manzano que ni se entera de esa agresión continua y dañina a la salud y confort de sus ciudadanos?