Política – Izquierdas – 2015

20150501. Progresistas ultraconservadores.

Todo fluye: no te puedes bañar dos veces en el mismo río, enseñaba Heráclito. Los progresistas reconocen ese cambio, y quieren que sea para bien. Pero algunos, al fracasar por una u otra causa, echan la vista atrás ye intentan retroceder, justificando el pasado como si hubiera sido un paraíso, que nunca existió como tal. Por supuesto, esa vuelta a la “pureza primitiva” puede acabar en tragedia o comedia, como nos advirtió Marx, quien también negó ser él mismo marxista, es decir, que mantuviera sin intentar progresar los mismos principios.

En España tenemos demasiados ejemplos de esos progresistas ultraconservadores, no conservadores legítimos, que son quienes conservan lo que se puede conservar de verdad. Ahora mismo, hay quienes quieren hacer un segundo 15M, como Monedero; o republicanos que ponen como ejemplo la Segunda República, exhibiendo su bandera como milagroso fetiche. Ambos fallos están conectados, porque, como los errores de aquella república contribuyeron al triunfo del franquismo, la irresponsable crítica destructiva, sin dar alternativas, ni en vísperas de elecciones, del 15M contribuyó al triunfo de los neofranquistas del PP que hoy padecemos. Tanto 15M como del 14A tenemos, pues, mucho que aprender; pero, para los progresistas de verdad, poco que celebrar.

20150506. Cómo celebrar el 15M.

Como militante, estuve en la calle desde el primer día en el 15M, aportando mi granito de arena con miles de pequeñas pancartas en la calle. También, como sociólogo, con escritos en la prensa, como el que, ya en septiembre de ese año, advertía: “Organizarse o morir”. El 19N, víspera de las elecciones, soy testigo de no quedaban en la Puerta del Sol sino unos corpúsculos anarquistas, de aquellos que fueron copando en sus últimos días el movimiento, y que, -promoviendo el “desorden creativo” y la abstención dentro del 15M-, tanto contribuyeron al triunfo absoluto del PP.

Hoy, en vísperas de otras elecciones, recibirán como su santo ángel patrono a un Monedero que, a pesar de haber hecho primero una labor muy positiva, incapaz de reconocer sus errores y desequilibrados bandazos en sus declaraciones, ha intentado disfrazar de pureza primitiva sus carencias, ha contribuido más que muchos de sus enemigos a dañar a su partido. La única manera coherente de celebrar el aniversario del 15M que creo que tenemos hoy para ser fieles a su espíritu es la de reconocer, junto con su gran aportación, sus limitaciones, y hacer campaña por los partidos que intentan realizar de alguna manera –la política es no es el arte delo ideal, sino de lo posible- los ideales que entonces proclamamos.