Cartas a la prensa – Política – Izquierdas – 2007

20070206. De nacionalismo y banderas.

El nacionalismo es la actual religión laica que exige cada día más sacrificios humanos, como los de ETA. Entre sus crímenes está el apoderarse de la bandera de la patria, engañando con ella a los patriotas, los que se sienten solidarios con los demás, para convertirlos en nacionalistas, especialistas en discriminar hasta matar. La izquierda, acostumbrada a luchar contra nacionalismo franquista, y olvidando el nacionalismo discriminador de ETA, entrega la bandera del patriotismo, y el mismo nombre de nuestra patria, España, a los restos del franquismo y a la derecha, para quejarse después de que los patrimonialicen. El “pecado original” está en ese abandono suyo, y el remedio, en el rescate de esos símbolos, dejándose de torpes circunlocuciones, como la del “Estado Español”, en lo que ni ellos mismos creen, puesto que no existe, que yo sepa, ni el PCEE, ni el PSOEE.

Respecto a la bandera, hay un problema añadido por el uso creciente de las banderas llamadas “republicanas”. Y digo llamadas porque todas son convencionales, ninguna tiene un nexo necesario ni perenne con ninguna idea. De hecho, la primera república española siguió usando la anterior, hoy tan falsamente llamada por algunos, bandera “monárquica”, y una tercera república española tendría que decidir cual sería la suya. El conservadurismo de izquierdas, el mirar obsesivamente al “paraíso perdido” de 1931, está retrasando cada vez con mayor fuerza la instauración de un régimen político propio del siglo veintiuno y de la gran mayoría de nuestros socios europeos.

20070315. Contradicciones.

Encuentro hoy empeñado en una triste labor destructiva y divisoria de una convocatoria fuerte y unitaria contra el cuarto aniversario de la agresión estadounidense a Iraq a un Carlos Taibo, compañero en tantas causas progresistas, quien, con una evidente buena fe –que hace más convincente y disgregadora su prédica actual-, adopta el estéril radicalismo de “o todo o nada”, y patrocina intelectualmente otra manifestación competidora de la de la mayoría porque ésta, en su manifiesto, “apenas” alude a Palestina e Irán, y no menciona a “Kurdistán, Chechenia o Somalia”, “a los vuelos de la CIA” ,“al FMI, BM o la OMC”, o al desmantelar las Bases conjuntas y dejar la OTAN, etcétera. Vamos, que mientras no sea una manifestación contra todo lo malo, es un engaño, no vale. Resulta difícil de concebir una contradicción más destructiva que ese apoyo a una Santa Izquierda que presume de combatir más y mejor que a nadie a la reacción precisamente montando ese gran gesto de división y debilitamiento del movimiento antibelicista, es decir, uno de los mejores objetivos, a la contra, con que puedan soñar los belicistas de dentro y de fuera de nuestras fronteras.

20070321. No a un Taibo dogmatizante y separador.

No seré yo quien menosprecie el trabajo intelectual, tras haber publicado tantos libros dentro y fuera de las universidades. Pero por eso mismo conozco bien la táctica de quienes, por un purismo dogmatizante, o como excusa para no mojarse a fondo, o por ambas motivaciones, abusan de una crítica universal, absoluta y permanente para oponerse a todo, empeorando más aún la situación al esforzarse por desmovilizar a los demás para justificar su conducta.

Encuentro hoy empeñado en esa triste labor destructiva y divisoria de una convocatoria fuerte y unitaria contra el cuarto aniversario de la agresión estadounidense a Iraq a un Carlos Taibo que, aunque reconoce a regañadientes que “al fin y al cabo se trata del cuarto aniversario” se ha opuesto a ella porque el manifiesto convocante apenas aludía a Palestina e Irán, y no mencionaba a “Kurdistán, Chechenia o Somalia”, “a los vuelos de la CIA” ,“al FMI, BM o la OMC”, o al desmantelar las Bases conjuntas y dejar la OTAN, etcétera. Vamos, que mientras no sea una manifestación contra todo lo malo, es un engaño, no vale.

En otro momento sería simplemente lamentable este antológico exhibicionismo de todo lo que sabe y de lo radical que es por parte de Taibo. Pero hoy resulta particularmente, dado el feroz ataque del PP, que se aparta del consenso parlamentario contra el terrorismo y encuentra ahora un precioso refuerzo en una santa izquierda que no se contenta con poner sus propios lemas en una manifestación común, sino que coloca otra, “la única manifestación realmente contra la guerra”, en concurrencia horaria con la mayoritaria, y cubre su recorrido con unos cartelitos que invitan a abandonar la otra para ir a la suya, que llegó a reunir la increíble y decisiva cantidad de unos centenares de asistentes… pero que consiguió sin duda aumentar la división y abstencionismo entre los adversarios de la guerra. ¿Cómo pretenderán introducirse y cambiar el mundo, si temen mancharse incluso con los que, mal que les pese, les son más cercanos, negándose hasta a compartir la calle, contra el macro terrorismo de la guerra, con una izquierda pecadora? ¿No nos recuerda esto demasiado –los extremos se tocan- a la negativa del PP a participar en la manifestación contra el terrorismo etarra el 13-E?

Por ello, yo, que pública y repetidamente me he manifestado, por escrito y en la calle, para denunciar, uno por uno, los problemas de esos países y organizaciones (y muchos otros que añade, o ni siquiera menciona, Taibo en su interminable lista ), y he criticado por ello al gobierno del PSOE como al anterior, creo que debo denunciar ese purismo tan absoluto como absurdo y nocivo, que, pretendiendo, -quizá gran dosis de buena fe, más convincente para algunos y por tanto más peligrosa-, arreglarlo todo de una vez, no consigue, con su “todo o nada”, sino debilitar nuestros esfuerzos y favorecer a los mismos que cree combatir.

20070321. Nocivo purismo separador.

No seré yo quien menosprecie el trabajo intelectual, tras haber publicado tantos libros dentro y fuera de las universidades. Pero por eso mismo conozco bien la táctica de quienes, por un purismo dogmatizante, o como excusa para no mojarse a fondo, o por ambas motivaciones, abusan de una crítica universal, absoluta y permanente para oponerse a todo, empeorando más aún la situación al esforzarse por desmovilizar a los demás para justificar su conducta.

Encuentro hoy empeñado en esa triste labor destructiva y separadora de una convocatoria fuerte y unitaria contra el cuarto aniversario de la agresión estadounidense a Iraq a un Carlos Taibo que, aunque reconoce a regañadientes que “al fin y al cabo se trata del cuarto aniversario” se ha opuesto a ella porque el manifiesto convocante apenas aludía a Palestina e Irán, y no mencionaba a “Kurdistán, Chechenia o Somalia”, “a los vuelos de la CIA” ,“al FMI, BM o la OMC”, o al desmantelar las Bases conjuntas y dejar la OTAN, etcétera. Vamos, que mientras no sea una manifestación contra todo lo malo, es un engaño, no vale.

En otro momento sería simplemente lamentable este exhibicionismo de lo radical que es. Pero hoy resulta particularmente nocivo, dado el feroz ataque del PP, que se aparta del consenso parlamentario contra el terrorismo y constituye un apoyo objetivo a una santa izquierda que no se contenta con poner sus propios lemas en una manifestación común, sino que coloca otra, “la única manifestación realmente contra la guerra”, en concurrencia horaria con la mayoritaria, y cubre su recorrido con unos cartelitos que invitan a ir a la suya, que llegó a reunir la increíble y decisiva cantidad de unos centenares de asistentes… pero que consiguió sin duda aumentar la división y abstencionismo entre los adversarios de la guerra. ¿Como pretenderán introducirse y cambiar el mundo, si temen mancharse incluso con los que, mal que les pese, les son más cercanos, negándose hasta a compartir la calle, contra el macro terrorismo de la guerra, con una izquierda que consideran pecadora? ¿No nos recuerda esto demasiado –los extremos se tocan- a la negativa del PP a participar en la manifestación contra el terrorismo etarra el 13-E?

Por ello, yo, que pública y repetidamente me he manifestado, por escrito y en la calle, para denunciar, uno por uno, los problemas de esos países y organizaciones (y muchos otros que añade, o ni siquiera menciona, Taibo en su interminable lista ), y he criticado por ello al gobierno del PSOE como al anterior, creo que debo denunciar ese purismo tan absoluto como absurdo y nocivo, que, pretendiendo, -quizá gran dosis de buena fe, más convincente para algunos y por tanto más peligrosa-, arreglarlo todo de una vez, no consigue, con su “todo o nada”, sino debilitar nuestros esfuerzos y favorecer a los mismos que cree combatir.

20071201. Corrupción sindical.

Por fin se están destapando en ciertos medios de la izquierda los distintos niveles de corrupción en CCOO. Los culpables no son sólo algunos altos funcionarios del sindicato, o el dinero corruptor de ciertos intereses bien conocidos, sino también la complicidad de esa parte de la izquierda que quiere tapar todo escándalo en su bando. Esto no es sólo una gran carencia de moralidad, sino de la mínima inteligencia necesaria para comprender el mucho mayor daño que esa corrupción tolerada termina por causar en el sindicalismo y en todo el movimiento progresista. Basta visualizar las manifestaciones del Primero de Mayo en los últimos tiempos para captar hasta qué punto el sindicalismo ha perdido credibilidad en la sociedad, por más que intente taparlo multiplicando desesperadamente las banderas y hasta globos con sus siglas.

20071209. No necesita enemigos.

Las razones de que Almodóvar por no haber asistido a la manifestación contra ETA son “de cine”… para la derecha. Con esos amigos abstencionistas, la izquierda no necesita enemigos.