Política – General – 2003

20030529. Que se vayan todos.

                                      Por fin el pueblo ha podido hablar en las elecciones. Un poquito, ese resquicio que le dejan unos políticos que cada día hablan ellos más y amordazan más a los demás, desde el Gobierno central o la alcaldía periférica, desde los grandes medios de difusión hasta el más modesto folleto o cartel, que “limpian” con un celo que contrasta con la suciedad de sus métodos antidemocráticos.

                        ¿Qué ha dicho el pueblo? Los políticos siguen intentando lavarnos… el cerebro, repitiendo todos que han ganado, exactamente lo inverso de lo que ha sucedido. Porque los ciudadanos, al votar casi por igual a las dos grandes opciones, han venido a considerarlos casi iguales; y cuando analizamos las graves acusaciones que cada uno de los dos principales partidos (“más se ve la paja en ojo ajeno…”) apenas cabe pensar en una denuncia más fuerte que ese “casi todos los políticos son casi iguales”. Ojalá ambos grupos entiendan esa lección, antes de que lleguemos al trágico “que se vayan todos” argentino.

20030606. Victoria pírrica.

                              En el aluvión de comentarios al 25 de mayo ha faltado lo que sería una de las más exactas, sintéticas y clásicas clasificación de sus resultados: calificar de “victoria pírrica” a la del PSOE. “Otra victoria como esta y estoy perdido” estará diciendo sin duda un Zapatero, incapaz de conectar con el descontento sin precedentes del pueblo español con el Gobierno, máxime en el tema más reciente e importante de su política: la guerra y sus consecuencias económicas, así como en los consiguientes perjuicios que estamos padeciendo  en la Unión Europea y con otras regiones del mundo, aumento efectivo de la inseguridad y atentados a escala planetaria, etcétera, dejando el campo libre a una  bronca y eficaz campaña de autojustificación de Aznar.

                              Con razón se multiplican las protestas dentro de su mismo partido contra esa “oposición de azucarillo”, que frustra la presencia de alternancias reales que exige, para ser real, el mismo sistema democrático.

20030626. Democracia de mayorías.

                          El proyecto de Constitución europea está encabezado por una cita de Tucídides: “Nuestra Constitución se llama democracia… porque el poder no está en manos de unos pocos sino de la mayoría”.  Así expresada, esa afirmación tiende a fomentar un grave error sobre la esencia misma de democracia, tal y como hoy la entendemos: aquella en la que TODOS tienen igual poder y derecho, ejerciéndolo sólo en muy contadas y determinadas decisiones una mayoría.

                              Lo contrario nos haría volver a concepciones tan brutales de democracia como la que justifica, en beneficio de la mayoría, el genocidio o la expulsión de las minorías, o su esclavización, peligros que desgraciadamente no nos refieren sólo a un pasado remoto. Pido, pues, que se suprima esa cita, o se la sustituya por la afirmación de Stuart Mill, de que la democracia consiste más en el respeto a las minorías –y a cada individuo, en definitiva- que en la imposición de las mayorías.

20031009. Desniveles que arruinan la democracia.   

                                  Hitler fue elegido “democráticamente”. Del mismo modo acaba de ser elegido un confeso admirador suyo, el actor “Terminator” –el nombre lo retrata- en la quinta economía del mundo, California. Y así ha sido elegido en el conjunto de los mismos Estados Unidos, con alguna ayudita de la “Justicia”, el señor que ha amenazado, invadido y ocupado antes y más países que lo que hizo en sus primeros años Hitler, Bush.

                                  ¿Es que falla tanto la democracia? No: es que hasta el mejor coche no puede funcionar si existen demasiados desniveles en el terreno. En vano se pretenderá después llamar democracia a un sistema donde se aplica, más o menos, el “una persona, un voto” si en la base donde debe moverse ese sistema electoral hay demasiadas desigualdades en acceso a la educación, a la información, a los medios de difusión, a las organizaciones políticas, a la riqueza.

                                 El problema no está en la democracia, sino en los excesivos desniveles que existen, desde el principio o por fuerte erosión posterior, en el terreno en el que podría funcionar la democracia, intentando camuflar esa situación con unas elecciones aisladas de su contexto, que se convierten así en engañosa coartada del sistema no democrático realmente imperante.

20031010. Cambiar la Constitución.

                            “Conservador es el que conserva lo que se puede conservar” dijo hace tiempo un conocido político, y también el sentido común. Intentar mantener todo exactamente igual es una actitud suicida, a medio o largo plazo.  “Hasta” Fraga ha tenido que recordarle esta elemental verdad, cara a cara y en un acto público, a un Aznar que, próximo a su retirada política, se empeña en mantener su política de corto alcance con un inmovilismo cada vez dañino y contraproducente. Sólo un ciego puede negar lo evidente: que, como le recordó Fraga, las constituciones (como todo) también se defienden “reformándolas puntualmente en el tiempo”, “desdramatizando” esa necesidad de reformas y actuando al respecto “sin complejos”.

20031014. Votar a dirigentes leales o críticos.

                    Ante las próximas elecciones, desearía proponer una instructiva adivinanza. Supongamos que una gran parte de los ciudadanos sienten que es ético y provechoso mostrar una lealtad a toda prueba a aquellos de sus dirigentes que, como los patriarcas del Antiguo Testamento, parecen bendecidos por Dios con una gran autoridad patriarcal y grandes riquezas; por lo que pasan por alto con benevolencia o, al menos, resignación aquellos pecadillos que puedan haber cometido para adquirir o mantener su privilegiada situación, orgullosos incluso de no cuestionarse nunca el seguir apoyándolos. Por otro lado, muchos otros ciudadanos tienen como su máxima exigencia ética reclamar incesantemente una conducta angélica, que ellos mismos difícilmente tienen en su vida privada (“más se ve la paja en ojo ajeno…”), a unos dirigentes; estos no sólo son tan humanos como sus votantes, sino que deben superar más tentaciones, –las que da el poder- y encima no son muy fuertes, tanto porque tienen poca experiencia en sus cargos, habiendo tantos poderosos caciques desde siempre en el otro bando, como porque ellos mismos suelen durar poco tiempo en su cargo, siendo eliminados políticamente por sus mismos tan críticos seguidores, cuando no lo son por los dirigentes contrarios.

            En esas circunstancias ¿de qué grupo serán los ciudadanos que tienen más probabilidades de que sean elegidos sus dirigentes? Y ¿cuáles tienen casi todas las papeletas para ser escarnecidos y crucificados, es decir, castigados tan severamente como ellos castigan con sadomasoquista frecuencia con sus dirigentes?

 

20031029. Votar por narices.

                           No se trata de una epidemia de resfriado, lamentable pero habitual en esta época del año. Si tantos miles de habitantes de la Comunidad de Madrid mostramos estos días una nariz muy enrojecida esto se debe a una enfermedad de origen político. Es el resultado de haber ido a votar, con la nariz fuertemente tapada, a partidos que no nos representan, intentando vacunarnos con ellos, como mal menor, contra el partido peor; para muchos, el llamado “PPeor”.

                           El actual sistema electoral, que favorece a los partidos grandes contra los pequeños, es radicalmente antidemocrático; cada vez somos más los que hemos que votar “a la contra”. Muchos no tenemos quienes de verdad nos representen, por más que algunos partidos presuman de esos votos que le hemos “prestado”, insisto, como presunto mal menor. Tenemos, pues, que votar con (por) narices tapadas. Literalmente, este sistema manipulador no nos deja ni respirar. 

                            Aumenta así también mucho la abstención; es decir, la total desesperanza en el sistema, la incondicional rendición. Sólo podrá haber un sistema electoral más representativo, más democrático de verdad, cuando tengamos para elegir una variedad de opciones que corresponda a la presente variedad social. Ya existe esto, en parte, en algunas Comunidades, con los partidos nacionalistas (que se nutren en parte de esa necesidad sentida de pluralidad) o de otros partidos; así, por ejemplo, en Cataluña.

20031030. Escribir la historia.

                          Una óptima noticia para toda Europa, de gran alcance a medio plazo, es la decisión de Alemania y Francia de redactar conjuntamente para sus estudiantes un libro de historia que contribuya a resolver antiguos conflictos.

                          En sentido contrario, es preocupante para todos, y una vergüenza para los españoles, el que aquí ese texto escolar común no sólo no resulta posible, sino que cada vez se inventan “historias” más divergentes y hostiles hacia el vecino en algunas de nuestras Comunidades Autónomas.

20031103. Escribir la historia.

                          Una óptima noticia para toda Europa, de gran alcance a medio plazo, es la decisión de Alemania y Francia de redactar conjuntamente para sus estudiantes un libro de historia que contribuya a resolver antiguos conflictos.

                          En sentido contrario, es preocupante para todos, y una vergüenza para los españoles, el que aquí ese texto escolar común no sólo no resulta posible, sino que cada vez se inventan “historias” más divergentes y hostiles hacia el vecino en algunas de nuestras Comunidades Autónomas.

20031120. Patria y matrimonio.

                                   “El matrimonio es una institución que cura algunos de los males… que ella misma produce”. Por supuesto, esta irónica reflexión se refiere a una determinada concepción del matrimonio, por más que sus miopes defensores crean que ellos son los únicos depositarios de la única forma aceptable de matrimonio, “olvidando” convenientemente que existe desde el comienzo de los tiempos, y de manera mucho más humana y llevadera de lo que todavía intentan imponernos (en España, hasta ayer mismo) a todos.

                                      En modo parecido, la unidad de un Estado se puede realizar de muchas maneras, más o menos acertadas y llevaderas, sin que falten tampoco aquí los rígidos y dogmáticos que entienden esa unidad de modo rígido, mecánico, inhumano, creando o agravando los problemas que siempre, en la convivencia colectiva como en la matrimonial, no dejan de darse.

                                     En concreto, cuando el número de votantes a Herri Batasuna ya había descendido a la mitad, y ETA estaba siendo cada vez más cuestionada, ha venido el rígido y demasiado conocido concepto de unidad de España de la derecha de siempre, de nuevo en el Gobierno central, a agravar hasta límite  en cierto modo desconocidos en problema, para presentarse ahora sus dirigentes, una vez más, como los “salvadores de la unidad de la patria”, intentando así garantizarse un puesto de mando ilimitado en el tiempo y en sus atribuciones, aun manteniendo la capa formal de democracia; eso sí, “amenazada”.

                                    Estrategia que es apoyada con entusiasmo por personas que medran con ese negocio patriotero, como,  sin querer, ha puesto al desnudo el presidente de la patronal, J. M. Cuevas, al proclamar, relamiéndose los labios, que el eje de la próxima campaña electoral no serán los temas económicos (lo que permitirá a los suyos seguir medrando sin serio escrutinio) sino la unidad de la patria, mientras él también provoca y echa leña al fuego diciendo que no pasaría nada si se suspendiera la autonomía vasca. Si la ciudadanía no abre los ojos ante hechos y declaraciones tan graves y transparentes, muy mal se presenta el futuro de casi todos nosotros.

20031121. Manifestación de París.

                                 A mis 68 años, nueva experiencia en mi vida y quizá en la historia, vi desfilar durante cuatro horas por París a la creo más internacional manifestación que se ha dado jamás. En vano han intentado aquí tapar el cielo con la mano algunos politicastros, minimizando esa gigantesca movilización del Foro Social Europeo, como hizo vergonzosamente el mismo gobierno francés, con su aprovechamiento carroñero de los cadáveres de un accidente en sus astilleros. Si no se impone del todo la creciente locura de la guerra y del “orden” dictatorial en beneficio de la “seguridad” de algunos aprovechados, acabarán triunfando las reivindicaciones de los pueblos presentes en París a favor de una “Europa sólida y solidaria” y de un “Rehacer la ONU” (“Fit UNO”), mediante reformas sectoriales, que reclamaban  también otros lemas por la paz y el poner coto al “colonialismo global” de los Estados Unidos, abogaban por una “Europa laica” o denunciaban el mal reparto de una riqueza en una Europa saqueadora del Tercer Mundo e importadora desde allí de esclavos “libres”… para ser marginados, usados y expulsados.

20031203. Constitución virgen.

                                 Hoy un policía me ha multado por pegar un cartel anunciando una manifestación, de las pocas que todavía, a regañadientes y recortadas en lugar y tiempo, son toleradas por el gobernador civil de Madrid, falangista de siempre (“Las manifestaciones son cosas de la prehistoria” ha afirmado hace poco, como él, otra autoridad). Pocas horas después, la policía me ha reprimido de nuevo por repartir unos folletos sanitarios del día del SIDA (que me han llegado a requisar en otra ocasión).   Esta carta de protesta sólo podrá ser publicada en una minoría de periódicos, aún relativamente independientes. No hablemos de las televisiones, esposadas por el poder de un modo que hace palidecer de envidia al italiano Berlusconi.

                                    Con ese grado de libertad ¿qué valor tienen unas votaciones, lujo que hasta el mismo Franco, preparando también adecuadamente el terreno, se pudo permitir? Con razón quieren celebrar los 25 años de paz… constitucional los mismos que han conseguido congelarla, mantenerla prácticamente virgen, sin estrenar, para conservar, o incluso restablecer, hasta el grado que hoy comprobamos, su tradicional autoritarismo.

20031220. Barco y avión hundidos.

                               Por fin tenemos que agradecer de verdad algo a los estadounidenses. Todos los españoles recordamos con vergüenza aquel flamante navío fabricado para celebrar el centenario de nuestra conquista de los mares y descubrimiento de su América y, para mayor INRI, llamado “Victoria”, que se nos hundió en el acto mismo de su multitudinaria botadura en Huelva en 1992. Ahora, once años después, en el centenario de la conquista del espacio por los hermanos Wright, un avión similar a aquel, solemne y carísimamente preparado, tampoco pudo despegar del barro y surcar los aires de Carolina del Norte ante las docenas de miles de personas que presenciaban aquel también imborrable espectáculo. 

                                Mal de muchos, consuelo de todos (de tontos, dicen las malas lenguas; pero ¿hay consuelo de listos? y ¿no es sabio el consolarse en lo posible?) En todo caso, hemos de agradecer que ese fracaso (parcial) en el dominio de los elementos haya aliviado nuestro crónico complejo de inferioridad, a un coste muy inferior al que hemos tenido que pagar por la sólo psicoanalíticamente explicable tozudez Aznar en meternos en una guerra para vencer su complejo de inferioridad, como el de Bush ante su propio padre, primer vencedor de Sadam Husein en la guerra del Golfo.

 

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