Política – Franquismo – 2007

20070709. Excomulgar al obispo.

“¡Salvajes! ¡Han pitado a Molière!” se quejaba un pésimo actor francés. Después de haber recomendado oficialmente votar a la Falange, el obispo de Pamplona se queja ahora de que le pinten un crucificado haciendo el saludo falangista, crítica muy cristiana a su blasfema manipulación del Evangelio. El acto programado de desagravio a Jesús debería celebrarse, sí, pero por la sacrílega manipulación de lo más sagrado para un cristiano por parte de ese obispo politizado. ¿Qué hacen los demás obispos, que no lo excomulgan?

20070716. La democracia.

Rectificar es de sabios. De momento, me alegré al saber que el obispo de Pamplona había protagonizado un acto de penitencia, con los pies descalzos. Pero resulta que no fue para pedir perdón por haber blasfemado contra el Evangelio, pidiendo el voto para la Falange, sino, por el contrario, reincidiendo, para arremeter contra los que le criticaron eficazmente, pintándole con una cruz con signo fascista. ¿Cabe mayor hipocresía, mayor fariseísmo que la de este “guía ciego”, contra el que nos advertía Jesús? ¿Cómo no recordar las protestas de los islamistas que, en vez de arrepentirse de sus violencias, se rebelaron contra la caricatura-denuncia de un Mahoma con bomba, ofensa a la religión… que habían cometido con sus actos ellos mismos? ¿Cómo callar, cuando la Falange protagonizó aquí una guerra, con tantos muertos?

20070717. Golpistas impenitentes.

Imaginemos que hace muchos años, ETA, aprovechando graves crisis nacionales e internacionales, la consiguiente división de los partidos y la traición de algunas fuerzas de seguridad, hubiera conseguido dar un golpe de mano y apoderarse del País Vasco; y sólo después de largos años de férrea y sangrienta dictadura, las nuevas circunstancias hubieran conseguido acabar con su régimen; pero que, a pesar de todo, muchos años después, algunos de aquellos etarras se unieran de nuevo para celebrar el aniversario día de su golpe de Estado, mostrándose dispuestos a repetirlo. ¿Qué sociedad democrática, o simplemente civilizada, podría permitir ese ultraje a sus libertades y a sus muertos por parte de esos impenitentes terroristas y asesinos, como quieren hacer este 18 de julio de 2007 quienes se declaran abiertamente dispuestos a recrear el de 1936?

20071022. Dos democracias.

Las comparaciones son odiosas, hasta deprimentes. Así compruebo que en Chile la familia de Pinochet, mujer y cinco hijos, junto con otros cómplices, incluidos militares en activo, hasta un total de veintitrés personas, han sido enviadas a la cárcel por el dinero que robaron durante su dictadura. Aquí en cambio, tras siete décadas –no cinco años- de la muerte del dictador, todavía resulta difícil que las autoridades puedan siquiera conseguir entrar a ver lo que hay en uno de los palacios que robó el dictador, el Pazo de Meirás, y en el que vive tan ricamente aún su familia. Y todavía no podemos ni criticar a los políticos de la “transición” (¡!), prisioneros aún que estamos de una férrea censura e incluso de amenazas de cárcel si mostramos nuestro desacuerdo con esos intocables.