Política – Franquismo – 2006

20061221. Pinochetismo en España.

La muerte del único Jefe de Estado en activo que asistió a los funerales de Franco ha tenido también sus repercusiones en España. Un destacado ministro de la dictadura franquista ya declaró, cuando se detuvo a Pinochet en Londres, que se habían puesto así en peligro las bases de la civilización; por supuesto, la civilización suya, la autoritaria, porque esa histórica detención fue decisiva para que entrara en vigor por fin lo que en cierto modo constituye el centro de las Naciones Unidas, el Tribunal Penal Internacional.

Ahora, al morir Pinochet, ese mismo antiguo ministro de Franco, que nunca ha abjurado de su dictadura, no ha tenido empacho en alabar a Pinochet porque, opina, dejó mejor a Chile. Todo ello es lógico con la persona. Lo que es muy contradictorio es que ese mismo ex ministro de Franco haya sido el fundador de un partido que tiene tantos seguidores como el PP, y que él mismo continúe ejerciendo de senador en este régimen democrático.

Esto pone de relieve, actualizado al día de hoy, hasta qué punto la transición fue sólo parcial, y hasta qué punto lo barato acaba resultándonos muy caro, con un PP que todavía se niega a reconocer en lo fundamental –más allá de discutibles detalles- la memoria misma del pasado histórico, y manifiesta, tanto en el hijo de Fraga, Aznar, como en algunos de sus actuales sucesores, muy pocas características democráticas, proyectando de modo freudiano en los demás su propio y tantas veces puesto torpemente al descubierto proyecto de perpetuarse o, ahora, recobrar el poder mediante maquiavélicas conspiraciones.