20190109. Ansón no tiene ni suerte.
Tras leer el Programa de Vox, Ansón lo encuentra normal, afirmando que estaría de acuerdo con él Ramiro de Maeztu; como si retroceder un siglo y a ese personaje fuera aceptable. Más aún, proclama una y otra vez maniqueos a quienes critican ese programa, en una clara proyección freudiana que le deja en ridículo. No menos grave en un comentarista con tantos años es que los programas están concebidos como armas de propaganda, que nunca se pueden o incluso ni se quieren cumplir.
Es lo que dice también el “Haced las leyes y dejadme los reglamentos”. Aquí también falla incluso por mala suerte Ansón, al publicar su defensa de Vox justo después que éste detallara sus reglamentos para Andalucía, tan impresentables que han sido rechazados de plano por los mismos partidos de derechas a los que sirve devotamente, hasta exageraciones como ésta, Ansón.
20190314. Irresponsabilidad en el Parlamento británico.
Tras infligir en pocos días a May dos de las mayores derrotas conocidas, el Parlamento británico ha estado a punto de aprobar por mayoría un Brexit “salvaje”; el adjetivo lo dice todo. Esto prueba que una importante minoría de sus representantes son incapaces de distinguir entre una política partidista a corto plazo y los enormes daños que produciría esa ruptura en Gran Bretaña, la Unión Europea y más allá.
20190603. Trump despierta a Inglaterra.
Cada visita de Trump es más beneficiosa para Inglaterra, porque por su misma brutalidad y menosprecio de los demás la despierta de sus nostalgias imperiales, de su Commonwealth y de su antigua “especial relación” con los Estados Unidos. Si hasta un hijo de madre de la Gran Bretaña -su madre es escocesa- es capaz de tratarle así, ¿cómo se puede soñar Inglaterra, si no es a base de mil embustes de malos políticos, en revivir un “espléndido aislamiento”. precisamente en estos momentos en que dominan el mundo cada día más unas poquísimas bien llamadas superpotencias?
20190606. Trump refuerza la UE.
La crisis de 1929 reavivó los nacionalismos, que desembocaron en la peor guerra de la historia: 50 millones de muertos. Esa tragedia mostró la necesidad de unir Europa. La crisis del XXI lo está poniendo en cuestión en algunos países europeos, e incluso a escala intercontinental, de “Occidente”. El tosco nacionalismo de Trump -junto al surgimiento de otras superpotencias- no nos deja otra salida razonable, como manifiesta el creciente apoyo de los ciudadanos a la UE, que su rápida mejora y ampliación, incluido, por supuesto, el aspecto militar. Trump lo señala con la esperanza de ahorrar gastos en “defendernos” y lucrarse con venta de armamento. En realidad, es imprescindible para una real soberanía, para hacernos respetar de nuevos y variados peligros externos y puede resultar mucho menos costosa si coordinamos mejor nuestras industrias y ejércitos.
20190623. Un Brexit con un inestable.
El favorito hasta ahora para dirigir un Brexit del modo más duro y perjudicial concebible, Boris Johnson, acaba de tener una pelea tan fuerte en la casa de su pareja con ella misma que sus vecinos llamaron a la policía. Es difícil imaginar que sea el político más equilibrado y diplomático para llevar a buen puerto un tema tan complejo y discutible como transcendente. Recordemos también que es el mismo que, como influyente alcalde de Londres, sólo optó por el Brexit días antes del referéndum, lo que dice poco de su capacidad y rapidez de reflexión.
Sin duda, no es el único político con deficiencias: baste recordar que Cameron cometió la gravísima imprudencia de convocar sin necesidad esa consulta, sin exigir una mayoría cualificada y seguro de que ganaría el no. Quizá convendría, allí como aquí, conseguir políticos más estables antes de decidir cambios históricos.
20190808. Presidente quema libros.
Millones de libros han sido quemados, como en el peor momento de Hitler, por otro presidente que declara admirarlo, el de Turquía. Erdogan, ya decadente, habiendo perdido su capital, y agravando por eso su feroz represión, entre otras barbaridades, ha destruido casi dos (2) millones de volúmenes, que han tenido que ser reimpresos; todo ello porque aparecía en ellos sólo el nombre del Estado de EEUU donde está exiliado uno de sus adversarios. Ese dictador es un peligro para todos a orillas mismas del Mediterráneo.
20190901. O unidos o perdidos.
“O nos unimos o nos ahorcaran uno a uno “. Los colonos de la Nueva Inglaterra supieron comprender esa frase famosa y fundaron los Estados Unidos de América. Algo que parece no haber aprendido aún un Johnson, que hoy gobierna la vieja Inglaterra, cambiando de opinión e imponiendo con juego sucio una desastrosa separación de la Unión Europea, a la que esto hará mucho daño y quizá perder también el tren de la historia.
Desde un punto de vista global, esto podría ser justiciero, si así ganaran los países más empobrecidos y marginados. Pero la alternativa puede resultar aún peor para ellos si gana más así, por ejemplo, una China, cuya antiquísima civilización todavía se funda en un despiadado aplastamiento de los derechos humanos de la gran mayoría de su pueblo. Por su propio interés y por el de la humanidad, la UE debe luchar al máximo para mantenerse, mejorarse y alcanzar sus dimensiones naturales.
20190917. Un buen embajador.
Acaba de presentar sus credenciales el nuevo embajador británico, Elliot. Casado, como el anterior, con una española, tiene dos hijos madrileños y una larga carrera, como profesor y servidor público, en España. Sería difícil encontrar alguien que pudiera servir mejor de puente entre ambos países en cualquier circunstancia política.
Recordemos que, como 200.000 españoles allí, viven aquí 300.000 británicos, comerciando ambos países 62.000 millones de euros al año e invirtiendo su país en España más que en ningún otro país europeo. Que los desplantes a la UE de una parte de los ingleses, por culpa de dirigentes tan poco deseables como lo es hoy Johnson, no dañen la convivencia cada vez más estrecha que ambos pueblos necesitamos para prosperar en todos sentidos.
20191215. El Brexit, catástrofe mundial.
No vale querer tapar el cielo con la mano, intentando consolarse con algunas miserables ventajas que de momento podrá tener España o la UE con la salida de Inglaterra. El triunfo del nacionalismo más cerrado y embustero de Johnson no hace sino agravar el de Trump y ”la decadencia de Occidente”. Ya lo anunció Spengler incluso antes que los nacionalismos de Mussolini, Hitler y Franco, entre otros, aceleraran esa tendencia: El internacionalismo que buscaba de alguna manera evitarlo fue traicionado por Rusia, China y otros países, convertidos también al nacionalismo más cerrado.
Ahora y aquí, para evitar nuevos y peores desastres, hemos de defender los derechos humanos de todos, combatiendo más que nunca a esos nacionalismos totalitarios que, incluso en nuestro propio país, se disfrazan de una u otra manera patriotismo, mientras que en realidad son sólo solidarios con su propia tribu de insolidarios.