Política – Europa – 2015

20150106. La dictadura de Merkel.

La intolerable intromisión de Merkel, amenazando a Grecia, ha puesto al desnudo hasta qué punto volvemos a padecer en Europa el dictak prusiano, y ha provocado por fin en Bruselas y en distintos países una reacción para salvar la democracia en la UE. La misma Merkel defendía hace cuatro años la permanencia de Grecia en el euro, y Bruselas le ha recordado que esa decisión, según el tratado, es irrevocable.
Ya es hora de que todos tomemos conciencia de hasta qué punto el gigante de una Alemania reunificada, no bien curada de un expansionismo que ya arruino dos veces el continente, se ha aprovechado de una EU sin fronteras interiores para apoderarse de una porción indebida de la economía y la política de los demás países. Es vital que, sin demora, potenciando el Parlamento europeo y otros mecanismos democráticos, pongamos coto a esos abusos que tan graves daños, incluida la actual crisis nos están causando.

20150924. El caso Volkswagen.

El pueblo alemán es apreciado por su carácter serio y tenaz. Pero no siempre aplica estas cualidades para el bien. Así ha ocurrido en el caso de los Volkswagen, cuya ingeniosa trampa le ha permitido apoderarse durante muchos años de una fortuna y propiciar muchas muertes por contaminación. Y la peor empresa alemana es la que intenta realizar lo que dice a las claras su himno nacional: ”Alemania sobre todos en el mundo”, con una seriedad y tenacidad catastrófica para su país y los demás. Así en 1870, 1914 y 1939. No han aprendido nada nada de la historia, a pesar de que su mismo ex canciller Kölh advirtió que había hacer una “Alemania europea” y no ”una Europa alemana”. Sus dirigentes actuales, máxime tras la reunificación, aprovechan la ausencia de fronteras internas económicas para devorar al resto de la UE, sin que no acaba de reaccionar en su conjunto para mantener el necesario equilibrio.

El caso Volkswagen es solo un claro ejemplo del abuso de Alemania de posición dominante a escala, digamos, ”privada”. Y no parece casual que hayan tenido que ser una vez más los EEUU, en defensa –por supuesto- de sus intereses, quienes hayan denunciado ese saqueo y ataque a nuestra salud y vida desde Alemania; ya que, por miedo o corrupción, resulta difícil pensar que algún dirigente europeo hubiera levantado algún día esa liebre.

20151117. La Espiral del terror.

 

En Francia tuve mis primeros amores, me liberé de una secta destructiva y recibí mis principales títulos universitarios. Soy, pues, un “afrancesado”, es decir, un europeizado. Y, como los asistentes al Estadio de Francia, canté emocionado La Marsellesa el 13N. Pero después recordé también a la “diosa Razón” y, la “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, que temperaron las pasiones avivadas por esa marcha guerrera.

No existe un acto gratuito, ni una maldad absoluta. La verdad no habita en una sola casa. La Marsellesa se escribió para luchar contra quienes invadían Francia, lo que difícilmente se puede atribuir a un puñado de terroristas. Es verdad que mataron a más de cien personas, pero en Siria han muerto más de 300.000 mil, más de dos mil veces más, en parte con armas y apoyos franceses y de sus aliados.

“La primera víctima de una guerra es la verdad”. Y esta guerra empezó, como sabemos, hace más de cinco años, y no sólo en Siria. Y las medidas extremas propuestas por el presidente francés, y tan criticadas con razón en la misma Francia, intentan recortar más derechos y libertades incluso en su país de lo que podrían conseguir sus enemigos que, como en EEUU y otros países tras el 11S, pueden reclamar haber conseguido así una gran victoria. La espiral del terror no hace sino hacer un mundo cada vez más inhabitable.

20151119. Manipular a los muertos.

Los terroristas que matan indiscriminadamente para favorecer a sus intereses son rechazados por casi todos. Pero no ocurre lo mismo con otros seres, en parte aún más repugnantes, que, como buitres, se aprovechan de los cadáveres dejados por los terroristas. En España tenemos una tan larga como triste experiencia de partidos que intentaron aprovechar de una u otra manera a los muertos por ETA.

A escala mundial, todos sufrimos no sólo los muertos del 11 de septiembre, sino las medidas opresivas que con esas excusas implantó Bush para reforzar su poder. Ahora también, un desprestigiado Hollande no tiene escrúpulos en utilizar a los muertos para reafirmar su autoridad, restringiendo los derechos humanos. Incluso ha prohibido ya las masivas manifestaciones mundiales que se iban a realizar en París para reclamar un mundo menos contaminado, envenenado, mucho más mortífero que todos los terrorismos juntos.

Hasta qué punto sea hipócrita su excusa de reprimir la libertad por “seguridad” lo prueba el hecho que hace poco no impidió la masiva manifestación tras el atentado de Charlie Hebdo porque intentó hacernos creer que estaba encabezada por él y otros dirigentes mundiales, cuando sus imágenes se tomaron en otro lugar. ¿Hasta cuándo toleraremos a esos dirigentes que no respetan ni a los vivos ni a los muertos?