20010220. Desastroso, corrupto, necio Clinton.
Es una vergüenza el que personalidades que han influido tanto en la esfera mundial resulten ser tan corruptos y hasta, simultáneamente, tan estúpidos. Aparte de otros ya condenados o en trance de serlo por los tribunales, me refiero, por su actualidad e importancia en muchos sentidos, a un ex presidente Clinton que, en las horas anteriores a dejar su cargo, perpetra la corrupta chapuza de indultar “a la brava” al multimillonario que había dado millones para sus intereses políticos; y que hasta se lleva unos objetos de la Casa Blanca, como el más cutre de los mayordomos infieles. Y que pasará a la historia por haberse dejado engañar por una intrigante, necedad acompañada del declarar en falso por juramento, y por la más sangrienta corrupción, al hacer coincidir unos bombardeos a Irak con los momentos en que le convenía distraer la atención de sus manejos. Es difícil caer más bajo, él… y quienes miraron para otro lado por intereses políticos, y ahora empiezan a pagarlo muy caro.
20010404. Contaminación en EE UU.
En una reacción sin precedente, la Unión Europea se ha reunido de inmediato y enviado representantes a Bush para reclamar el cumplimiento de los acuerdos de Kioto para limitar la contaminación del planeta, de la que los Estados Unidos son, con mucho, el país más responsable. Nada más natural que esa rápida acción en un tema del que depende la salud y e incluso la vida de no pocos de nosotros.
En España, por desgracia, sin que faltaran voces de alarma, reclamando represalias e incluso el boicot a los productos estadounidenses, las reacciones han sido menores que en otros lugares de la Unión Europea. Conviene, pues, tener en cuenta también aquí que la negativa estadounidense a tomar medidas anticontaminantes es un claro dumping que le permite vender más barato sus productos, aumentando cada vez más el círculo vicioso de envenenamiento y empobrecimiento al que ya nos tiene encadenados. Una Unión Europea fuerte, a pesar de otros problemas, se manifiesta claramente aquí como imprescindible para restablecer un equilibrio comercial y ecológico mundial.
20010423. Bush y las sentencias a muerte.
Como gobernador de Texas, el hoy presidente de Estados Unidos “sólo” consiguió firmar dos sentencias de muerte al mes. Con su nuevo cargo, al señor Bush le ha bastado no hacer honor a la firma que Estados Unidos en el acuerdo de Kioto sobre descontaminar para enviar a la muerte a muchísimas más personas en su país y en el resto del mundo. ¡Felicitaciones!
20010425. EE UU manda mal.
¿Qué clase de Gobierno se está imponiendo cada vez más en los Estados Unidos? Hoy ha sido el único de los 53 Estados que no ha aprobado en las Naciones Unidas el acceso a los medicamentos contra el SIDA que había pedido el Brasil. Esta semana ha sido el único de todos los miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que no ha aprobado el derecho de toda persona a una alimentación adecuada. Este mes, Bush ha roto el mínimo acuerdo internacional de Kioto, reclamando su “derecho” a contaminar, vendiendo así más barato que nosotros… empobreciéndonos y envenenándonos de ese modo más y más.
Recordemos, entre otros muchos y gravísimos desafueros, que Estados Unidos es uno de los pocos países que se oponen al tribunal Penal Internacional, al Tratado de prohibición total de pruebas nucleares y al de prohibición de minas antipersonas; más aún, que promulga oficialmente leyes contrarias al derecho internacional sobre embargos e incluso secuestros de personas, interviniendo militarmente de modo unilateral en otros Estados, etcétera, etcétera.
Apoyándose brutalmente en la razón de la fuerza, “porque me llamo león”, campeones de una democracia que –como en sus orígenes- no sólo tolera, sino que se basa económicamente en la esclavización de quienes no son de su raza y estirpe, los Estados Unidos, si no les paramos los pies, serán cada día más, como demuestran estos incontrovertibles hechos agresivos suyos, la mayor amenaza para la libertad y democracia del mundo entero.
20010614. Bush, matón compasivo.
El presidente Bush está aplicando a la perfección su prometida política de compasión para acabar con la marginación y la pobreza. En los individuos singulares, reinstaurando de hecho la pena de muerte en el marco estatal; proporcionando, mediante inyección letal, “arsénico por compasión”. Al nivel internacional y mundial que le permite su nuevo cargo, con bombardeos a países “marginales”, “gamberros”, como Irak, y relanzando el armamentismo al máximo nivel. También de modo reduplicativamente “económico”, eliminando las ayudas a los más pobres de su país y del mundo, para liquidarlos también del modo más rápido y “compasivo”.
Como tantos otros de su talante, este “matón compasivo” invoca a Dios para justificar su política inhumana; y no faltan carroñeros que quieren sacar tajada de ello, aunque sea presentándole como “azote de Dios”, como Atila, destructor de la civilización y la naturaleza –“donde pisaba la pezuña de su caballo no volvía a crecer la hierba”. Muchos rasgos de ese rey de los hunos reproducen, en efecto, y agigantados por la técnica moderna, este tejano cowboy asilvestrado que, teledirigido, como monstruoso robot, por las multinacionales más contaminantes y antisociales –petroleras, tabacaleras, etcétera-, está haciendo retroceder rápidamente al mundo entero a un estado de barbarie que parecía ya enterrado para siempre.
20010623. Estados gamberros.
Contra la opinión de algunos, a mí me parece que uno de nuestros mayores peligros lo constituyen los Estados llamados “gamberros”. Se caracterizan por su fanatismo ideológico, el creerse predestinados a salvar a la humanidad, en este mundo o en el otro. Para tan difícil tarea, se creen autorizados para romper todas las normas que constituyen la esencia misma de la civilización. Así imponen desde la pena de muerte individual al ataque unilateral y sin mandato de la ONU –a la que sabotean cuanto pueden- a los países que les conviene, gastando en armamentos cifras muy superiores a las de los demás.
Alguno de estos países gamberros, abusando descaradamente de su poder, llega a proclamar oficialmente su “derecho” al asesinato y secuestro en el extranjero de sus oponentes. Y, en buena lógica, por miedo a ser condenado por sus tropelías, se niega a aceptar el Tribunal Penal Internacional y hasta los más elementales acuerdos ecológicos, como en de Kioto. Y no me estoy refiriendo sólo a China, sino al país de la libertad… de hacer lo que le da la gana con los demás; de predicar su democracia… a palos.
20010823. Vacaciones de Bush.
Ahora se han quejado de las largas vacaciones que se está tomando el presidente Bush incluso algunos de los muchos que critican su desastrosa política. En mi modesta opinión, para lo que hace -peor: deshace, contamina, destruye- en su despacho de la casa Blanca, sería mucho más barato para todos pagarle unas vacaciones permanentes hasta el final de su contrato.
20010912. Terrorismo de EEUU.
Una mera respuesta policial y militar a los atentados terroristas en los Estados Unidos no harían sino agravar los problemas que los han provocado, extendiendo el conflicto hasta perjudicarnos gravemente a todos.
La prevención real del terrorismo no puede ser otra que acabar con sus causas: la mala hierba del fanatismo e integrismo no podría haber tenido tales amargos frutos si no hubiera encontrado un tan abonado campo en las crecientes desigualdades económicas, sociales y políticas entre el Norte y el Sur, de las que, si no ciertamente el único, Estados Unidos es el principal responsable, máxime, de modo clamoroso y tan provocador, desde la instauración de su nuevo gobierno.
Pero la respuesta de Bush, identificando integristamente su causa –igual que hacen sus adversarios- con la de Dios, la libertad y la democracia, auguran aún días aún peores para la democracia, la libertad y la paz mundial. ¡Dios nos salve de nuestros salvadores, de los integristas de cualquier signo!
20010913. Terrorismo de USA.
Fue justo el día anterior: el diez de septiembre, un ciudadano preguntaba en un gran diario madrileño que, dado que esa fue la razón esgrimida para bombardear Irak, cuando se iba a hacer lo mismo con otro país que acababa de romper los acuerdos internacionales contra las armas bacteriológicas.
Peor aún: Incluso dejando de lado su actitud provocadora, abusando de su poder para saltarse las normas internacionales de comercio, de contaminación (Kioto), etcétera, ese país había roto también, fría y unilateralmente, los tratados internacionales contra la guerra química; se había negado a firmar los acuerdos sobre limitación de armas nucleares, la prohibición de minas antipersonas, sobre la instauración del Tribunal Penal Internacional, sobre los Derechos Humanos y sobre la Protección a la Infancia, entre otros muchos destinados directamente a preservar la paz mundial, y se había lanzado de nuevo a una irresponsable escalada armamentista. Uniendo a las declaraciones los hechos, había bombardeado e invadido militarmente, de modo unilateral y “preventivo” a muchos países de América, Asia y África, proclamándose de hecho “el país de la libertad”… de hacer lo que le diera la gana con los demás, en el que hasta la estatua de la auténtica Libertad, orillada y de espaldas a él, parece buscar con su lámpara, como Diógenes, un país libre al que emigrar.
Yo estoy firmemente contra todo terrorismo; por eso condeno los ataques contra Nueva York y Washington; por eso aplaudo también la promesa de Bush de buscar y castigar como se merecen, “sin distingos”, a los terroristas, a sus cómplices y instigadores; por eso le exijo que, para cumplir en serio su promesa, empiece por mirarse al espejo.
20010914. EEUU provoca guerras.
La primera víctima de una guerra, se ha dicho, es la verdad. Se imponen las razones del lobo. Recordemos que para justificar su primera guerra y apoderarse de lo entonces nuestro, Estados Unidos atribuyó falsamente a España la voladura del barco “Maine” y que, para entrar en la Segunda Guerra Mundial, su presidente, según está hoy día no menos probado y reconocido, se dejó “sorprender” en un ataque, en Pearl Harbour.
Hoy mismo ¿es sensato creerse que sus servicios secretos desconocieran los movimientos de tantas docenas –quizá centenares- de personas de origen extranjero, entrenándose tantos de ellos durante tantos meses públicamente como pilotos, que fuera tan fácil secuestrar tantos aviones al mismo tiempo, que sus aviones supersónicos y servicios antiaéreos no pudieran actuar ni siquiera tras los primeros atentados, ni para defender Washington? Porque el sistema de estrellar aviones es todo menos “novedoso”, como algunos preenden todavía. Tampoco conviene olvidar la inexplicable –desde el punto de vista de unos terroristas plenamente autónomos- ausencia de Washington de Bush precisamente ese día, la caída máxima, desde 1929, de la Bolsa antes de los atentados, etcétera.
¿No sería verosímil que la CIA u otros organismos –en especial los poderosos halcones políticos, o el cada día mayor terrorismo interno ultraderechista, que tan mortíferos atentados ya ha causado allí- supieran o incluso fomentaran la acción de ciertos corpúsculos extranjeros, para fomentar sus intereses? Porque ¿a quién favorece lo que va a pasar ahora?
Con tales antecedentes históricos e inmediatos, poca duda cabe de que, para disimular su propia debilidad, o sus ocultas connivencias e intereses, los Estados Unidos acabarán señalando y aplastando a otros o, al menos, a muchos más que a los realmente responsables de esos atentados, ampliando aún más la tan viciosa espiral de violencia de todo tipo que tanto nos está perjudicando ya a todos.
20010918. Buenos y malos de película de EEUU.
De niño, lo que más me gustaba eran aquellos filmes que me hacían sentir “el bueno de la película”, indignándome contra los malos, como eran, evidentemente, aquellos indios que atacaban y mataban a los buenos vaqueros. El paroxismo del placer lo alcanzaba al maldecir a algún raro villano traidor que de alguna manera pudiera parecer ponerse del lado de los malos, cuando todo estaba tan claro, en blanco y negro, como la misma película.
Hoy, realmente y a nivel mundial, los mismos y auténticos vaqueros del Oeste, Bush (como su padre, y otros) se ponen cada vez más en campaña para obtener lo que aún les falta, la conquista del Oriente, calificando también a los que se resisten a ello de ser el mal puro. Y lo prueban también “de película” o, mejor dicho, ya de televisión, con ese “ataque totalmente sin provocación previa a víctimas todas totalmente inocentes”.
De este modo procuran obtener también ahora grandes reacciones de indignación moral entre quienes, por su naturaleza o por sus intereses, siguen en su edad adulta y real en la “infancia espiritual”; es decir, en concreto, a los que están dispuestos a contribuir, en la medida de sus posibilidades, a que se sigan matando masivamente (también a traición, con drogas, enfermedades y hambre, aunque eso tampoco aparece hoy en la película-televisión) a indios de cualquier tribu, en beneficio, por supuesto, de la civilización y del cristianismo.
20010923. Bush está desequilibrado.
Un gran presidente norteamericano, Lincoln, recibió una delegación de los Estados sudistas, que intentaron convencerle de la bondad de su sistema económico basado en la esclavización de los negros. “Sabemos que Dios está con nosotros” dijeron con soberbia. Lincoln, humildemente, respondió: “Yo, en cambio, me conformo con procurar estar del lado de Dios”.
Por enorme desgracia para los Estados Unidos y para el mundo, un descendiente de aquellos orgullosos sudistas, un típico tejano, se ha encaramado por los pelos a la presidencia estadounidense, y en pocos meses ha demostrado que sigue buscando la prosperidad de su clan a base de la explotación de los pueblos “inferiores”, dentro y fuera de sus fronteras. Y, como los sudistas de antaño, cree también ser el pueblo elegido por Dios, tener privilegio divino para sojuzgar a los demás, afirmando estos días: “Sé que Dios no es neutral”, es decir, está con Bush.
. Más aún, ha tenido la insensatez culposa –pues ya ha provocado al menos un asesinato por un “patriota” a un hindú con turbante, a quien confundió con un musulmán- de llamar a su país a una nueva Cruzada (un ayudante suyo intentó en vano disminuir su responsabilidad: “Bush hablaba en sentido figurado”). Por si esto fuera poco, también ha bautizado a esa Cruzada agresiva con el increíble nombre de “Justicia Infinita”, mostrando que su desvarío le lleva a creer ser el mismo Dios, Único capaz de ejercerla (también ahora intentan en vano sus ayudantes ocultar su desvarío y hablan de cambiar el nombre que de tal modo le deja en evidencia). ¿Cabe algo más insensato que creerse Dios? Sí, en un récord digno del Guinness, Bush, afectado mentalmente por unos atentados que le hicieron esconderse durante demasiado tiempo, se cree ahora nada menos que un “SuperDios”. ¿No ha prometido “erradicar las fuerzas del mal”, lo que Dios no hará sino en la otra vida?
“Por la boca muere el pez”. Esa serie de declaraciones públicas –entre otras en la misma línea- prueban que nos encontramos ante una personalidad fuertemente desequilibrada, un integrista religioso irresponsable, tanto más peligroso cuanto está más armado y tiene menos frenos que los demás. Porque abundan a su alrededor los cobardes que no quieren reconocerlo para no tener que enfrentarse a él; y no sólo en su país, porque incluso los jefes de Estado de países de su entorno, en vez de ponerle en su sitio -asustados de su atrevimiento de haber presentado al principio algunos reparos a tanta locura- han acabado por darle carta blanca para que ejecute a quien quiera; de lo que ya tiene un siniestro récord, desde su época de gobernador de Texas, este Bush, tan legítimo hijo de su padre y de esa lamentable tradición sudista de integrismo y opresión de los pueblos de color.
20010924. Bárbara contra unos EEUU bárbaros.
Estuvo bárbara. Todos los demás, centenares de parlamentarios sumisos como un rebaño, dieron un cheque en blanco para una “guerra a quien sea”, del modo más irresponsable, a un vaquero del más salvaje Oeste, que se considera el “bueno” de la película, y promete salvar a todos “de las fuerzas del mal”, en una nueva “Cruzada” que puede durar, promete, mucho tiempo, como las otras. Más aún, identificándose sacrílegamente con el mismo Dios, Bush ha tenido la loca arrogancia de llamar a su operación de venganza “Justicia Infinita”.
Sólo una mujer, con un valor que no tuvieron centenares de hombres, se negó a esa locura organizada en nombre de un patriotismo integrista que exige innumerables e indiscriminados sacrificios humanos, incluso de inocentes, como el fanatismo de su hermano enemigo, poniéndose así a su tan bajo e inhumano nivel. La historia recordará a esa parlamentaria californiana, que como ciudadana, como mujer y como madre se negó a refrendar incondicionalmente un nuevo holocausto, y a quien, desde aquí, por su valor, por librar por la mínima a su Parlamento en vergonzoso entreguismo unánime a la locura, por haber luchado por proteger al mundo entero de una sangrienta y creciente espiral de violencia como la que cada día estaremos padeciendo más en los próximos años. Te debemos por ello una barbaridad, Bárbara Lee.
20010926. Terror hacia USA.
Bush amenaza: o estamos con ellos o estamos contra ellos. Las cosas no son blancas o negras. Piqué; hay que “educar al pueblo español” para que acepte dar carta blanca a las represalias al “terrorismo islámico”, cuando nunca hablan de “terrorismo católico” en Irlanda. Educarnos no es darnos respuestas prefabricadas, sino hacernos preguntas. Todavía va a resultar que los ciudadanos del mundo somos lerdos y no nos damos cuenta de lo que intentan: adocenarnos, domesticarnos.
No podemos permitirnos más guerras, más opresión y más hambre. ¿Cuánto tiempo llevan los talibanes, pero también los saudíes y demás emiratos feudales amigos, oprimiendo su cultura, sus mujeres y sus libertades? EE. UU. los ha protegido, incluso a los talibanes de Afganistán. Ahora se erige en juez, parte y ejecutor vengador, nos anuncia una cruzada y más “guerra sucia”. Los norteamericanos no lo saben (se lo ocultaron o no quisieron creerlo), pero los demás ya sabemos lo que la CIA ha hecho: escuadrones de la muerte, complots… (Aznar, ¿no quedamos en que los GAL eran execrables? Claro, Bush no es González). No podemos permitirnos eso. Si tanto busca justicia Bush ¿por qué bloquea la ONU a su antojo? ¿por qué no obliga a Israel a que acate las resoluciones de la ONU? ¿por qué torpedea el Tribunal Penal Internacional?
Primero que acaben con las injusticias sociales, culturales y de todo tipo y después que hablen de democracia; quizás así no haya tres cuartos de la población mundial en la miseria que cualquier día se volverán contra el Occidente hipócrita que nada hace por ellos. Con lo que cuesta un avión F-16 se acabarían los niños raquíticos que mueren por millares. No podemos permitirnos tanta ignominia y tanto cinismo.
20011010. Cinismo de Bush.
Cínicas son las declaraciones de bin Laden, queriendo justificar, por las numerosas muertes de inocentes en Oriente Medio, los atentados que mataron en Estados Unidos a quienes, en su gran mayoría, eran también víctimas inocentes del otro régimen económico y. Pero no menos cínicas, y más peligrosas, por ser más poderoso y por poder recurrir más a otros medios, son las expresiones –tan graves, que después tuvieron que parcialmente rectificadas- de quien convocó a los suyos y a todo Occidente a una “Cruzada”, enfrentándolos locamente a mil doscientos millones de musulmanes; quien se puso además en lugar de Dios llamando a su represalia nada menos que “Justicia Infinita”, e incluso se declaró dispuesto a “erradicar el mal del mundo”, como tantos otros fanáticos inquisidores y dictadores, enmendando la plana a Dios, que nos ha dado la libertad en esta vida, proponiéndose en cambio Bush una “Libertad Perdurable” de quitárnosla a cuantos quisiere malos.
Pasando de los dichos a los hechos, Bush, en sus ansias ciegas de venganza, ha mostrado también, con bin Laden, su desprecio a la vida de los inocentes, haciendo bombardear incluso la mayor ciudad de Afganistán, y matando a “terroristas” tales como funcionarios de las NN. UU. Uniendo a esto el insulto, ha lanzado ostentosamente a los millones de afectados y desplazados por sus operaciones guerreras en Afganistán 37.000 (treinta y siete mil) paquetitos de alimentos de un (1,00) kilo, migaja muy inferior en coste al 0,7 de cualquiera de los muchísimos misiles con que les matan. Hasta las ONGs más importantes y moderadas, como Intermón-Oxfam y Médicos Sin Fronteras, han tenido que denunciar esa vergonzosa operación de propaganda que tiende a confundir lo militar con la humanitario, hasta poner en peligro la misma vida de los cooperantes realmente humanitarios. ¿Cabe mayor cinismo, mayor perversión, mayor mentira? ¿Es esa la manera de defender los valores occidentales de respeto a la persona y a su vida (ya sabemos el triste récord de condenas a muerte que tiene como gobernador de Texas el señor Bush), de defender el pluralismo contra la intolerancia de cualquier “Cruzada”? Ahora, como antes del 11 de noviembre, de cuyas víctimas se aprovechan tan inhumanamente, quienes están realmente están detrás del señor Bush son las petroleras, los traficantes de amas, las tabacaleras y otras multinacionales que destrozan sin escrúpulos, no sólo el medio ambiente, sino directamente los pueblos, en búsqueda de dominar el mundo sin trabas para su beneficio económico.
20011011. Bush censura.
El primer “daño colateral”, la primera víctima de la guerra, es la verdad: “Amiga es la verdad, pero más amigo es Bush” se dice ahora, invirtiendo el dicho de Aristóteles sobre Platón. El Jefe lo exige: “Quien no está conmigo está contra mí”, declama este nuevo endiosado salvador del terrorismo, en su operación –en vano camuflada ahora con nombre menos descarado- de ”Justicia Infinita”. Incluso acaba de pedir que se censuren las declaraciones de su adversario, con el ridículo pretexto de que podrían tener algún mensaje secreto. ¿Cabe algo más “un-american”, más contrario a su mejor tradición, más antidemocrático que este intento descarado de instaurar la censura?
En realidad, la censura de los medios ya funciona, después que se ha acallado e incluso expulsado a periodistas que se atrevieron a criticar el silencio de Bush durante las primeras horas del ataque, los cuatro días que tardó en presentarse en Nueva York, etcétera. No hace falta haber estudiado psicoanálisis para comprende que la imagen que pretende darnos Bush de duro, de cowboy de Texas, de “killer” de tantos condenados a muerte, hoy exhibida a nivel planetario para perjuicio de todos, no es sino el intento de compensar la falta de carácter, el complejo de inferioridad de este débil personaje cuyo principal mérito es ser “hijo de papá presidente” y estar apoyado por las multinacionales más contaminantes y nocivas (petroleras, armamento, tabaqueras, etcétera), a pesar de lo cual sólo ha podido llegar por los pelos a ocupar el cargo.
Al mes del 11 de septiembre, nada refleja mejor hasta donde ha llegado esta censura de prensa que el bochornoso artículo del New York Times exaltando “el cambio” de Bush en este mes, ganando en confianza, dicen, como encargado de una misión, aunque debe reconocer que eso le hace aún más incapaz de tener en cuenta dos problemas a la vez, olvidando los problemas internos del país, su economía, etcétera, hasta el punto de que ya “No se reúne con los parlamentarios sobre los derechos de los pacientes”, sino con ”los comités de inteligencia sobre el esfuerzo bélico”.
En España, Aznar pasa el día ofreciendo gratis ayudas no pedidas, y sus acólitos llegan incluso a reprimir cualquier tipo de manifestación de opiniones disentientes, incluidas las concentraciones ciudadanas o los carteles en la calle. Ejemplo tan ridículo como triste de la censura en los medios lo da un diario capitalino hoy también, cuando, en la carta de un lector –reproducida por entero en medios- que protesta de los continuos colapsos “deportivos” en Madrid, y señala la presencia de una pancarta “Madrid colapsado por cuatro aprovechados”, junto con otras de reivindicaciones laborales o políticas, recorta sin pudor el texto transcrito por él de otra pancarta que decía: “Ni terrorismo, ni hambre”. ¡Hasta esos extremos ha llegado la censura para dar, como sea, la razón sólo a los de arriba, machacando la verdad!
20011101. EEUU, gran pirata.
“Porque siembro el terror con un barco me matas como a pirata; porque tú siembras terror con cien barcos, te proclamas Gran Emperador”, le respondió un terrorista “al por menor” a Alejandro Magno. Contra las leyes internacionales, de las Naciones Unidas, sin presentar pruebas de culpabilidad aceptables para ningún Tribunal Internacional –cuya jurisdicción se ha negado siempre a reconocer- Estados Unidos ha atacado un país lejano. Osa apelar a una “defensa propia” sin cumplir ninguna de sus características, de ser necesario, inmediata, proporcional al ataque y limitada en el tiempo. Más aún, nos exige que acatemos todos y colaboremos al máximo con su “justicia infinita”, su “libertad perdurable” de actuar saltándose todas las normas y derechos humanos, igualando en barbarie a sus hoy enemigos -Bin Laden y los talibán-, a los que antes ese paladín de la democracia y, como siempre, “para defenderla”, había adiestrado en terrorismo contra terceros.
Esa inextinguible ansia de justicia ¿no huele de nuevo demasiado a petróleo y a imperialismo planetario? ¿O será quizá que cuando el más poderoso mata a víctimas inocentes del ya tan oprimido pueblo afgano –segando la vida incluso de miembros de las Naciones Unidas y de la Cruz Roja- ya no se puede hablar de crímenes, sino de “daños colaterales”? La cobardía, el silencio cómplice, incluso el apoyo a esos actos sangrientos –que nuestras autoridades asumen con tanto “valor”- consolida las cadenas de sus siervos en el mundo entero.
20011112. Censura a los muertos.
Los terroristas del 11 de septiembre han conseguido mucho más de lo que esperaban, sembrando el terror, la inseguridad, no sólo física, sino hasta jurídica, en el mundo entero, por medio de sus mismos enemigos, contagiados por el ántrax de la barbarie, destructora de lo más preciado de la civilización, que no son los edificios, sino la salvaguarda jurídica de los derechos humanos. Empezando por los mismos Estados Unidos donde, según denuncia un editorial del New York Times, mil personas permanecen detenidas sin que se sepan aún los motivos de su detención, se graban legalmente las conversaciones entre prisioneros y sus abogados, y se habla sin tapujos de tortura y asesinato de presuntos enemigos (en “casa”, para no hablar de lo que ya se está haciendo con el pueblo afgano). Cabe recordarles lo que ya dijo otro estadounidense, Benjamín Franklin: “Los que cambian su libertad por seguridad no merecen ni seguridad ni libertad”.
Ese ántrax de barbarie, ese terror “legal” en aras de la seguridad, ha contagiado a Europa: en Gran Bretaña, por ejemplo, se recurre incluso al estado de emergencia para detener indefinidamente a los sospechosos. En España resulta difícil ya seguir aumentando la privación de libertades, porque la censura en lo relativo a la guerra es desde el principio prácticamente total, como se encuentra amordazada desde mucho antes casi cualquier oposición a las posiciones oficiales del gobierno del PP. Por eso hay que destacar el heroico esfuerzo del ayuntamiento “popular” de Badajoz, al que sin duda felicitarán por su celo Aznar y Bush, que acaba de inventar la censura previa… a los mismos muertos, exigiendo una autorización a los textos de los epitafios de las lápidas de sus tumbas.
20011218. Israel y EEUU.
Hasta el mismo pueblo estadounidense se está cayendo del burro, y reconoce mayoritariamente en las encuestas que el 11 de septiembre está ligado al excesivo apoyo de su país a Israel. A pesar de lo cual, estos mismos días se está agravando aún más esa parcialidad y empeorando la situación. Esto se debe, en parte, a que Estados Unidos es en cierta manera también judío, con fuertes colonias, concentradas en su costa este, en particular en el “Estado Imperial”, Nueva York, hasta el punto que en ciertos lugares de Estados Unidos se utiliza decir “un neoyorquino” como eufemismo de “un judío”. Empleando sistemas propios de sociedades secretas, copan amplias esferas de las finanzas, la cultura y la política, en una estructura piramidal que les da un poder muy superior a su número. También influye que, cultural y sentimentalmente, los estadounidenses se creen, como los judíos, el pueblo elegido por Dios, que emigró a la tierra prometida, en su caso, América, para poder practicar con pureza su fe, creyéndose también destinados a salvar al mundo para la democracia, lo que les permite actuar con tan buena conciencia y tan pocos escrúpulos como Israel.
Teniendo, por un lado, aliado con los palestinos, al conjunto de países árabes y a los musulmanes del mundo entero, y por otro estando apoyado Israel de ese modo por los Estados Unidos y por otros Estados y grupos de Occidente, el conflicto no sólo está resultando interminable, sino cada vez mayor, convirtiéndose ya ante nuestros ojos en un real incendio que contamina al mundo entero y amenaza con provocar una conflagración mundial que deje pequeñas a las anteriores.