20061230. Dices que te vas, y no te has ido.
Confieso que yo también, como el Gobierno belga, juzgué de entrada como “un acto irresponsable” el programa de ficción de la televisión francófona que transmitió como real una imaginaria proclamación de independencia de su región de Flandes. Sin embargo, a la reflexión, me parece capital que los ciudadanos de a pié tengan que reflexionar seriamente un rato sobre esa posibilidad, que puede cambiar mucho sus vidas –de hecho,. influye ya mucho en su vida cotidiana- y que de ordinario prefieren olvidar y dejar de lado como “cosas de políticos”.
La importancia de ese tema en España la pone ya de manifiesto el que en ese mismo programa televisivo belga participara un parlamentario del independentista ERC, Bernat Joan. Al contrario que él, yo creo que actuaciones equivalentes en España, que hicieran ver la posibilidad de secesiones reales, en vez de dar ánimos para realizarla a mis paisanos catalanes, o a vascos, gallegos u otros, les haría caer en la cuenta de la tremenda irresponsabilidad y daño que su actitud causa en sus paisanos y en el resto de los españoles. Muchos dejarían de jugar a ese victimismo chantajista, a esa perpetua amenaza de divorcio, que en el fondo no piensan que sea posible ni realmente desean; y se avergonzarían de su actitud, que los demás, empezando por sus mismos “corregionarios”, si no correligionarios, podemos y debemos reprocharles, por su superficialidad o doble juego, como hace la célebre canción: “Dices que te vas, que te vas, y no te has ido…”
20061206. Cavapolitizado.
Ya estan llegando e-mails teledirigidos para explicarnos que después del estatuto de Cataluña, el cava está protegido para que sus impuestos reviertan en Cataluña. Pues bien, aunque no soy un gran bebedor de cava ni de champán, estas Navidades brindaré por Cataluña. Por España, por Cádiz y por Riofrío porque me importan un pimiento toda sandez humana que se mueve por estos temas. Los nacionalismos es algo que nunca entendí porque en el mundo que vivimos , conectados al segundo, con una globalización forzada por una tecnología que nos ha rebasado, me es incomprensible que haya gentes que limiten sus actos y su vida a un espacio todavía menor del que compartimos todos lo seres humanos, que ya es suficientemente pequeño según vemos cada día. Por ello y para que rabien algunos compraré cava catalán, que me gusta más que otros y antes me comeré un cocidito madrileño que está muy rico. Y si me quedan ganas me tomaré de postre unos cigarrillos y tejas de Tolosa. Así haré honor a todos, y a solas me habré reído de la estupidez humana y de todos los correos que a diario tengo que borrar sin leerlos porque me los sé de memoria… |
20061202. Lengua e identidad.
Un diario barcelonés de gran tirada acoge una acusación contra Montilla por no haber tomado clases de catalán antes de presentarse para “president”, porque eso es – se pretende- como si un arquitecto reconociera tener problemas con el cálculo de estructuras, pero se excusara añadiendo que ya estudiará mientras vaya edificando. El “pequeño detalle” es que a Montilla no lo hemos elegido para profesor de catalán, sino para ”president-presidente”; y que esa persona no se quejó cuando algún antecesor en el cargo de Montilla hablaba mal –y ni siquiera se preocupaba de tomar lecciones- de la otra lengua oficial nuestra, que además, según las encuestas más recientes, sigue siendo mayoritaria en Cataluña.
El problema de esa persona insatisfecha es que se llama Gonzàlez Manzano (incluso con ese acento), y no hay nada peor que aquellos recién convertidos que, en lugar de luchar contra un ultranacionalismo que les discrimina, se hacen sus voceros más fanáticos, para excluir a otros. Quienes tenemos todos nuestros apellidos catalanes desde muchas generaciones, sin ser cómplices de ese nacionalismo excluyente, estamos más seguros de nuestra identidad. Ésta no depende, o no debiera depender, de un sibboleth, de un acento que permita eliminar a otros de los puestos que han merecido. Que eso es lo que pretende hacer con Montilla esa persona, demasiado integrada a un nacionalismo obligatorio, tan alejado de nuestra tradición, encarnada en una sardana, abierta a todos los que quieran bailar con nosotros. Y como un estadounidense, un filipino o un australiano no se sienten acomplejados ni menoscabados en su identidad por hablar inglés, tampoco mejicano, peruano o argentino, ni yo, catalán, nos sentimos alienados hoy por hablar el castellano.
20061128. El nacionalismo como monopolio.
El señor Reboredo ha denunciado en el País Vasco el carácter antidemocrático y discriminador, base de todos los fascismos, de ese nacionalismo que nos divide dentro de cada grupo cultural y nos enfrenta insolidariamente a los demás territorios vecinos. Su correspondiente miseria intelectual está “compensada”, como él indica muy bien, por ser un arma tan eficaz y mortífera de muchos mezquinos intelectuales contra la posible competencia de los de fuera. Sólo quiero recordar que un diario de mi nativa Gerona rechazó hace poco publicar la carta del clérigo Rivilla (con el que, por lo demás, no coincido en casi nada ideológicamente) sin tener ya ni empacho en decir que era porque “no publicamos misivas de personas lejanas a nuestra esfera de influencia”. Es el nacionalismo llevado al más extremo talibanismo, haciéndonos retroceder, como dice Reboredo, al reino de los caciques y patanes.
20061121. Libertadores liberticidas catalanes.
¿Le gustaría al ciudadano Santané que yo gritara un “Viva Santané inteligente”? Claro que no, porque decir eso presupone que no lo es. Y eso a pesar de que él escribe en un diario catalán que se extraña de que hubiera diputados que rechazaron el grito con que terminó su discurso el presidente del Parlamento catalán, Benach: “Viva Cataluña libre”, lo que implicaría que ahora es prisionera. En realidad, sí lo es en parte, pero de esos falsos ingenuos, de esos demagogos nacionalistas, que se pasan de listos creyéndonos tontos a los demás. No lo somos, y por eso estamos de ellos hasta el gorro, y poco a poco vamos poniéndoles en su sitio, retirándoles la representación parlamentaria que, en circunstancias desgraciadas, algunos de ellos consiguieron, para discriminarnos y aprisionarnos a todos con su nacionalismo excluyente.
El rey Jacobo I de Inglaterra escribió un libro sobre “Las monarquías libres”, sosteniendo que eran aquellas en que los reyes podían hacer lo que les daba la gana. Estos nacionalistas quieren una Cataluña en que “ellos solos” determinen lo que es Cataluña y tengan libertad absoluta para imponernos a todos su idea de país hasta en sus más mínimos detalles, lo que es la definición misma del totalitarismo, cualquiera que sea el adjetivo que después se le quiera dar. Salvémonos de estos y cualesquiera otros “salvadores de la patria”. Son libertadores liberticidas.
20061117. Cuando riñen las comadres.
Algunos ingenuos creyeron encontrarse ante un espíritu evangélico cuando, hace pocos meses, el Abad de Montserrat denunció la anticristiana identificación de algunos obispos “mesetarios” con los políticos del PP, pues Jesús dijo que su reino no era de este mundo, que había que dar al Cesar lo que es del César, y nunca se metió a definir los límites de Palestina. Pero después hemos visto a ese celeste angelito montserratino apoyando una y otra vez, en largas entrevistas televisivas, a los nacionalistas… catalanes, incluido el Carod-Rovira del tan republicano ERC. Tenía razón ese Abad al criticar a otras figuras eclesiásticas: sólo le faltó aplicarse el cuento. “Cuando riñen las comadres, se saben las verdades”.
20061112. Los verdaderos antisistema.
¿Quiénes son los verdaderos antisistema? ¿Los miles de manifestantes en Barcelona que quisieran pagar por su vivienda, pero que ya no pueden, al haber subido ésta tres y hasta cinco veces? ¿O los intereses inmobiliarios internacionales allí reunidos que, sin producir materias primas, industrias o servicios, por puras maniobras especulativas sobre el suelo y otros elementos, han llevado a esa situación límite?
¿Cómo puede funcionar correctamente la agricultura, los productos industriales, los servicios todos, con ese tremendo e injusto acaparamiento de los especuladores inmobiliarios? Y todavía hay algunos, como el ex candidato a alcalde de Barcelona por el PP, Enrique Lacalle, que han tenido el valor de decir que es “un modelo extraordinariamente a seguir”, y que la corrupción es sólo un hecho puntual del sur de España, como Marbella.
Es inútil intentar tapar el cielo con la mano. Cada día se descubren nuevos y enormes casos de corrupción de funcionarios y políticos de los distintos partidos, que han dejado pudrir la situación hasta estos extremos, que hacen inviable el sistema, víctima de su terrorismo inmobiliario. Ni la economía ni la democracia podrán funcionar medianamente bien hasta que no solucionemos este cáncer que corroe ya nuestra entera vida social.
20061102. Cifras e interpretaciones.
Hablemos claro. En términos de votos reales, todos han perdido en Cataluña, excepto los que han tenido en proporción menos votos. CiU ha perdido el 9% de votantes, el PP, el 20%, ERC el 24% y PSC el 26%, subiendo en cambio ICV-EUIA al 116% y C’s surgiendo desde cero con 89.567 votos. Gana también, por supuesto, hasta llegar a batir su record, la abstención, y el voto en blanco. Lo demás son opiniones e interpretaciones que no se deducen directamente de los hechos, de las cifras, como el hablar del fracaso de Montilla y no del PSC, como si fuera seguro que con otro candidato no hubieran tenido un resultado peor.
20061008. Montilla-Castellano.
Muy reveladora ha sido la respuesta del candidato Mas a la propuesta de Montilla de debatir ambos en castellano y en emisión para todo el Estado, queriendo Mas restringir el debate sólo a Cataluña, y “en la lengua de Cataluña, que es el catalán”. Con esto demuestra, primero, que no quiere reconocer que la mayoría de los catalanes, según las últimas encuestas, declaramos que nuestra lengua materna es el castellano. Segundo, que no sólo ignora el derecho legal a expresarse en las dos lenguas, sino que viene a negarlo con ese hablar de una sola lengua: estamos en pleno nacionalismo exclusivista, que quizá le haga arañar algún voto de los del ERC, pero le quitará muchos más entre los realmente centristas y pluralistas. Tercero, que Mas intenta evitar que tengamos acceso al debate los muchos catalanes en la diáspora, poco propensos por lo general a sus excesos exclusivistas. Y cuarto, que quiere negar lo evidente: el interés que tanto en Cataluña como en el resto de España existe por estas primeras elecciones tras el tan polémico Estatuto.
Yo le agradezco a Mas que haya calificado de “inverosímil” un debate en castellano, poniendo al desnudo su visión mezquina y empobrecedora de nuestra tierra. Los que realmente llevamos en el corazón, y no en la cartera, a Cataluña; los que no padecemos su subyacente complejo de inferioridad y de antiguos resentimientos, no tememos que con una relación como la actual, e incluso más estrecha, como a la que nos abocan todas las técnicas actuales, nos “coman” los del resto del España, creemos que esta relación puede y debe enriquecernos a todos, si la hacemos bien. Y a ese Mas que se le ha ido la lengua hablando del idioma, le diría lo que respondió hace poco Serrat en Alcalá de Henares: que de sus dos lenguas prefería la que en un momento dado está perseguida. Quienes padecimos largo tiempo el franquismo nunca pensamos que con nosotros hubiera quienes no luchaban realmente por la democracia, sino por imponer otro nacionalismo discriminatorio, excluyente, y por ello mismo, cada vez más autoritario.
20060923. Fascismo en Cataluña.
A mí, en cierto sentido, me gusta –al mismo tiempo que, como catalán, me llena de vergüenza- el triste espectáculo de intolerancia que han dado un numeroso grupo de independentistas del ERC, arropados incluso por otros grupos partidarios del nacionalismo exclusivo y obligatorio. Su actitud al impedir con sus gritos pronunciar el pregón a la invitada Elvira Lindo, porque no era en catalán, muestra hasta qué extremos está llevándonos en Cataluña el feroz y empobrecedor nacionalismo que nos ha invadido y desnaturalizado, ya que los catalanes somos casi todos bilingües; y yo, sumándome a lo que ha dicho hace unos meses Serrat, prefiero, de las dos, la lengua que es perseguida.
El que emplea métodos fascistas, es fascista, ya sea para imponer una lengua, como padecimos con Franco, o para imponer otra, como estos intentan ahora. Porque ha sido una violencia incluso física la que se ha empleado durante estos últimos lustros para imponer el que llaman “el catalán”, aunque incluso hoy las encuestas muestran que más catalán, democráticamente hablando, por ser mayor el número de catalanes que lo emplean de preferencia, es el español.
Hasta qué punto esa violencia nacionalista se ha impuesto lo demuestra el que los mismos que se oponían en ese acto a esos violentos, que impidieron una vez más la libre expresión de los demás, llevaban una pancarta con el lema: “Todos somos Elvira Lindo”… que estaba redactada sólo en catalán, y no en ambas lenguas, como sería lo más lógico, por la misma naturaleza de su justa reivindicación.
Sin embargo, ese acto de gran intolerancia me gusta también porque gestos tan significativos pueden hacer despertar a cierto número de mis paisanos, adormecidos en el día a día, y contribuir con su voto en las próximas elecciones a reequilibrar esa reciente y tan extrema como nociva deriva nacionalista, tan ensoberbecida, que ni la proximidad de esa fecha le hace disimular su carácter totalitario.
20060922. Elecciones Maragall.
Recuerdo, siendo niño, como el cobrador de un tranvía riñó a mi madre por hablar con su amiga en catalán. Hoy, el nacionalismo exclusivista de Franco está bien muerto y, excepto cuatro nostálgicos, los más “españolistas” sólo reclaman mantener el castellano como importante vínculo de unión en todo el Estado. Pero quedó la mala semilla, tomaron el poder los hijos educados, aunque intentaran edípicamente negarlo, por Franco, que montaron a su vez su chiringuito de nacionalismo exclusivista en la periferia, como el catalán.
La historia se repite, y en vez de escarmentar, el revanchismo ciego llevó a demasiados paisanos míos a imitar aquel horror. Y cuando parecía que por fin iba a llegar el remedio, el reequilibrio, las precarias condiciones del cambio y el carácter de Maragall hizo en esto peor el remedio que la enfermedad, jugando él irresponsablemente al ultranacionalismo, con el ERC, para consolidarse contra CiU. Todos, no sólo Cataluña, hemos padecido mucho las consecuencias de ese vuelco, de esa traicionera “reconversión”, y lo seguiremos sufriendo durante mucho tiempo. Máxime si las próximas elecciones catalanas no ayudan reequilibrar la situación, respondiendo al verdadero sentir y querer de nuestro pueblo catalán, tan distorsionado por unos y otros políticos, como ha demostrado la masiva abstención, la tan mayoritaria falta de respaldo al requeteremendado Estatuto, tan intervencionista y autoritario como insolidario.
20060901. Unas patéticas maragalladas
Maragall ha traicionado la confianza de su partido, y la esperanza de tantos catalanes que esperábamos que sirviera de contrapeso al nacionalismo de CiU que nos ahoga, y el anhelo de tantos españoles que desean un mejor modelo autonómico. Y no es que Maragall se haya convertido de repente al nacionalismo. No cabe en su mente ni ese mezquino y contraproducente amor a su tribu más cerca, sino sólo el más desmedido amor a sí mismo.
Su devastador giro al ultra nacionalismo ha sido sólo un sucio truco para superar su frágil victoria electoral y perpetuar en el poder a lo único que le preocupa e interesa: su propia persona. De ahí esa espiral loca y destructiva de decisiones solipsistas, que tanto han dañado a Cataluña y a España entera. Y cuando por fin se ha tenido que cortar por lo sano y despedirle, esa su actual feroz pataleta de gestos y declaraciones APRA acabar de perjudicar en lo posible a quienes le hicieron lo que es, ese querer destruir como Nerón a su misma madre, pirómano que incendia su tierra para inmortalizarse recitando ante esa tragedia sus pésimos versos políticos, sus lamentables “maragalladas”, en un patético y ridículo remedo de su abuelo, el gran Maragall.
20060820. Nacionalismo discriminador
Los principales partidos han aparcado sus grandes divergencias para conceder el voto a los inmigrantes en las municipales. Pero surge la protesta del secretario general de CiU, rechazando el dar ese derecho a los inmigrantes, con la excusa de que no están perfectamente integrados en “su” Cataluña. Ni lo estarán con CiU nunca, según interesa a esos perfectos nacionalistas, que dan así a conocer la esencia de su política, el negocio de la discriminación, para aprovecharse de los marginados de cualquier otra procedencia, color de piel o idioma. Negándoles la integración con el voto ponen al desnudo su feroz egoísmo, su deseo de apropiarse en exclusiva de todo. Tales posicionamientos “rozan la xenofobia y la extrema derecha”, son racistas, como han denunciado, desde sus distintas posiciones políticas, Saura y Piqué. Así, CiU, del integrador “es catalán quien vive y trabaja en Cataluña” del primer Pujol, que necesitaba disfrazar su nacionalismo para obtener votos, pasando por sus muy distintas declaraciones posteriores, y las claramente racistas de su señora, ha ido evolucionando hasta aquí. Hay que tener los ojos bien abiertos, y no dejarse engañar, porque mientras que el patriota es solidario con cuantos conviven en su territorio, con “los otros catalanes”, el nacionalista es, por esencia, un discriminador, que intenta disfrazarse de patriota para abusar de cuantos viven a su alrededor.
20060712. Cataluña autoritaria.
“-Vaya: mientras discutía el Estatut me han vuelto a subir las alubias”. Un humorista ha puesto el dedo en la llaga del problema central que se nos ha venido encima a los catalanes. Un nacionalismo que no es sólo el gran negocio de algunos, sino que constituye cada vez más un coherente y sólido sistema autoritario. Con tal de que sea “catalá”, se nos induce a aceptar un régimen cada vez más limitador de nuestras libertades, incluso a escala municipal. Barcelona ha adoptado una reglamentación ciudadana que recuerda otros tiempos, y a punto estuvo incluso de prohibir poner carteles en las ventanas del propio domicilio, y ahora se amenaza con deportar –así, como suena- a los inmigrantes trabajadores con papeles que forman parte de la huelga de Mercadona. ¿Para qué hablar de la presión lingüística, con fuertes multas y denuncias anónimas?
Envío este mensaje de socorro a medios de difusión fuera de Cataluña, porque en vano he intentado hacerme oír dentro de ella, dado que los intereses nacionalistas, o el miedo, ya han cerrado los canales que deberían estar abiertos a los ciudadanos. Incluso un diario de mi Gerona nativa ha tenido el impudor de contestar estos días a otro ciudadano diciéndole que no publicaba cartas procedentes “de zonas exteriores a su esfera de influencia”. ¡Hasta tal punto nos aprieta, empobrece y ahoga ese cáncer del nacionalismo exclusivista, cada vez más destructor de los más elementales derechos humanos, descaradamente totalitario! Después de tener que emigrar tantos años por el franquismo, ahora me mantiene alejado de mi tierra este otro nacionalismo excluyente. Tras padecer la democracia orgánica hemos pasado a sufrir la democracia organizada.
20060618. Triunfo antidemocrático.
Demócrata antes que partidario (tampoco milito en ningún partido), me avergüenzo de nuevo como catalán de las antidemocráticas declaraciones que acaban de hacer los ganadores de unas elecciones que hemos perdido todos los demócratas. Porque es evidente, como por ley rige ya en muchas Constituciones más democráticas, y la misma Unión Europea exige en ocasiones, que una consulta sólo es válida si hay una participación mayoritaria: ciertos temas deberína exigir, y a veces exigen, mayorías más cualificadas. Pero el “vivo” representante de CiU, lamenta hoy la asistencia minoritaria a las urnas, pero se queda con el triunfo pretendiendo que “la democracia es como es”: es nuestra poca democracia –de la que tanta culpa les cabe a los políticos-la que le permite ese abuso. Despreciando al pueblo, antidemocrático ante la médula, ese mismo representante de CiU achaca la baja participación al buen tiempo del domingo; y Rosa Regàs, del PSOE, a que la gente prefiere el fútbol a la política, sin preguntarse si no será porque políticos como ellos asquean de la política a cualquiera.
En esa misma línea de intentar tapar el cielo con la mano para fomentar sus intereses Regàs tiene el valor de declarar “esplendoroso” el triunfo del “sí”, esa “gran mayoría”, que pretenderá vendernos el portavoz oficial del PSOE, Blanco, insistiendo en que ha habido una mayor participación que en la Constitución europea, como si fueran comparables ambas consultas. Pero la abstención mayoritaria de los ciudadanos censados (para no hablar del conjunto de la ciudadanía, el “demos” real) convierte esta consulta catalana en otro triunfo “aplastador” del sí, no “aplastante”, como dijo entonces, sin duda por error, nuestro tan dialogante y democrático presidente Zapatero, y una “rotunda derrota” (Montilla, PSOE), una “derrota sin precedentes” (CiU) de la democracia, al imponerse a todos un Estatuto aprobado sólo por un tercio de los ciudadanos.
20060606. Empresarios del nacionalismo.
“El que emplea métodos fascistas, es fascista” oí comentar hace lustros rotundamente a un librero en mi nativa Barcelona. Comentaba los métodos expeditivos de violencia con los que los cachorros de Terra Lliura eliminaban los carteles que no estaban sólo en catalán. Ahora ya el pueblo está mucho más domado, y no hace falta emplear la violencia marginal y nocturna. Las mismas autoridades multan, con gran autoprovecho económico, a los políglotas, ayudados por una no menos oficial oficina de delaciones anónimas, esas que el optimista emperador romano español Trajano rechazaba como ya impropias de una época civilizada, y que tan de moda vuelven a estar, como en los gloriosos tiempos de la Inquisición.
Hoy leo en el periódico que Arcadi Espada, ese notable escritor y hombre público, ha sido agredido e imposibilitado de hablar en Gerona por unas docenas de fascistas nacionalistas, como ya ha ocurrido varias veces a otros miembros destacados de “Ciudadanos de Cataluña” en ese y otros lugares, incluida la Universidad de Barcelona, sin que la policía autonómica, previamente avisada, mueva un dedo para impedirlo. Pero sobran las palabras, ante hechos tan elocuentes. Esos sucesos prueban, con la incontrovertibilidad de los hechos consumados, repetidos, públicos, realizados con la complicidad de las autoridades y fuerzas del “orden”, el grado de libertad que goza Cataluña bajo el mando de esos nacionalistas, incluso de izquierda, socialistas, llegados democráticamente al poder… como ya ocurriera en Alemania. Así se preparan unas elecciones y una victoria literalmente “aplastante” del Estatuto. Elecciones libres, pero sólo para los que hoy tienen derecho a serlo, los nacionalistas, como antes los que profesaban otra ideología nacionalista que francamente no hace falta citar, y de la que son tan legítima con edípicamente hijos aprovechados, modernizándolo y adoptándolo a sus actuales posibilidades, los actuales dueños de ese negocio político.
20060527. Confusiones de Maragall.
¡Vaya ejemplo evangélico, pero del ver la paja en ojo ajena y no la viga en el propio! Ahora Maragall acusa a Zapatero de confundir Cataluña con el nacionalismo porque pacta con Mas. Porque éste ha sido el tremendo error que, bajo la batuta de Maragall, ha cometido el PSC, jugando a ser más nacionalista aún que CiU, pactando todo el tiempo –y de muy buena gana y con mucha sintonía- que ha podido con el ultranacionalista ERC. Hasta el día en que el ERC le ha traicionado también, como Maragall ha a tantos de sus electores y de sus mismos militantes, y a la confianza que en él tuvo Zapatero, en lugar de ser un contrapeso al cada día más excluyente nacionalismo de CiU. Eso infidelidad de Maragall es la que les ha obligado a los así traicionados a pactar con CiU, como más moderado y equilibrado que el mismo Maragall, que hoy les reprocha la actitud que él les ha forzado a adoptar.
20060508. Abusos silenciados.
Por fin, hasta el intendente jefe de los Mossos d’Esquadra de Barcelona ha reconocido, ante la presión del Colegio de Abogados, lo que hace tiempo sabemos todos: la prepotencia y abusos por parte de algunos que deberían ser agentes del orden contra los mismos que les pagamos. El que se excuse hablando de cierta “adolescencia policial”, por ser jóvenes los policías y tener poca experiencia y complejo de no ser respetados (sic) aún nos alarma más ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para que se adapten a ser una policía más democrática, que proporcione seguridad y no miedo a los ciudadanos? Hoy mismo publica la prensa catalana el caso de un ciudadano que fue aporreado hasta dejarlo inconsciente por varios agentes, por no retirar un coche que ya había sido multado por mal aparcamiento.
La culpa de esta situación la tienen no sólo esos malos policías, y sus jefes, sino aquellos medios de difusión que, por miedo o intereses políticos, silencian esos abusos en Cataluña y en el resto del Estado, propiciando la difusión y consolidación de ese cáncer de nuestra convivencia. Ejemplo claro de ello lo hemos tenido el pasado sábado. Encabezada por los padres de algunas víctimas de esos abusos policiales en Barcelona y otras partes, cientos, quizá miles de personas se manifestaron en el centro de Madrid. Sin embargo, los medios de comunicación, como en otros tiempos, ocultaron hasta esa patética y pacífica protesta a los ciudadanos, amordazando así eficazmente a las víctimas y propiciando la continuación de esos abusos antidemocráticos.
20060408. El catalán y el sentido común.
En la puerta del edificio central del Foro Social europeo, en Londres, un nacionalista catalán lanzaba su soflama ideológica, tan interminable como ininteligible para el 99% de los concurrentes. ¿Qué importa? Los nacionalismos se parecen cada vez más a una religión, y lo que cuenta es el sacrificio, no lo racional, la comunicación. Incluso resulta mejor que esté en ese “latín” extemporáneo, para que no pueda ser conocido y discutido su contenido.
Recordé esta triste anécdota ante la “machada” de cierto político de utilizar el catalán en una reunión europea, práctica anticomunicativa y anticomunitaria que acaba de ser, como el uso ahí las demás lenguas cooficiales de los distintos estados, lógicamente frenada por Bruselas. ¿Cabe mayor perversión que utilizar el mayor elemento de comunicación para incomunicarse, encerrarse en sí mismo, separarse? Nuestra mayor reivindicación debería ser alcanzar la meta de destacarnos por nuestro “sentido común”, esa presunta característica nuestra que algunos paisanos míos dan tan alegremente por ya conseguida de modo ejemplar, pero que su misma conducta –ellos dirán que la mía, pero, en todo caso, el orden de los factores no altera el resultado- demuestra lo contrario.
20060321. Focos antidemocráticos.
El ejemplo “contagioso” de las grandes ciudades, para bien o para mal, explicar el derecho y el deber que tenemos de preocuparnos por lo que ocurre en ellas, como ahora en Barcelona, aunque no fuéramos, como es mi caso, catalanes. Acabamos de presenciar, en efecto, un macrobotellón en muchas ciudades españolas y –excepto, en parte en Salamanca- el único lugar donde se han producido incidentes, y muy graves en este caso, ha sido en Barcelona.
Las autoridades, como en tiempos que creíamos superados, han apresurado a acusar a una especie de “conspiración judeo-masónica” para acabar con el sistema, con ramificaciones incluso internacionales, para acabar con el sistema. ¡Vamos, hombre, que somos ya mayorcitos! ¿Cómo doscientas personas, siempre los mismos, dicen, pueden campar a sus anchas en una ciudad que tiene miles de agentes del orden? Lo que está claro es que la brutalidad policial de esa policía, incluso bajo el gobierno anterior, ha sido condenada incluso por los tribunales, y que tras el botellón han surgido denuncias oficiales contra esa brutalidad policial contra ciudadanos barceloneses que pasaban por allí y que han sido incluso abofeteados, repito, abofeteados, por varios agentes del “orden”; como no hace tantos otros policías abusones obligaban a ponerse de rodillas durante largo tiempo a los estudiantes que se manifestaban, y cometían otras tropelías y vejaciones de otras épocas y sistemas sociales, algunas de las cuales, repito, han sido ya condenadas judicialmente.
También en Barcelona se han aprobado unos reglamentos municipales tan intervensionistas y tan rigurosos que darían envidia a ciertos regímenes pasados, y cuyos abusos provocan lógicamente reacciones, más o menos justificadas, pero explicables, por muy distintos grupos ciudadanos. Sí hay una conspiración comprobada contra el sistema democrático, pero no por los de abajo. Denunciemos y liquidemos los demócratas de verdad, independientemente de intereses partidistas, esos peligrosísimos focos de autoritarismo represor, a cualquier tipo nivel, ya sea con disfraz político, clasista o nacionalista.
20060320. Estado sin ideologías.
En un partido de fútbol en Irlanda, contra un equipo protestante, los católicos miraban disgustados al que aplaudía un gol del equipo contrario. Pero cuando, poco después, vieron que aplaudía también un gol del equipo católico, no aguantaron más y le gritaron: “-¿Es que usted no tiene religión?”. La historia muestra que católicos y protestantes, cristianos y judíos, y otras religiones, se han peleado mucho entre sí, pero se han juntado siempre para eliminar, incluso físicamente, a los que no tenían religión.
En modo semejante, el nacionalismo, esa despiadada religión de nuestra época, combate a otros nacionalismos, pero no admite siquiera ni como adversario al que no sea nacionalista. Mis paisanos catalanes víctimas de ese fanatismo nacionalismo me acusan de “españolista”, y no admiten como posible que yo no sea “ni” nacionalista a la española, que yo no crea en los nacionalismos, sino que sea simplemente español y catalán. Recurriendo al aforismo de los antiguos filósofos, piensan que “no hay que discutir con el que niega los primeros principios”… del nacionalismo. No hay que discutir, sino eliminarlo, del modo que se pueda.
Y así estamos aquí y en todo el mundo, los que quedamos, nadando en sangre, de tantas guerras internacionales y civiles, por culpa de esos nacionalismos. La única solución real, eficaz, duradera, no es buscar un efímero equilibrio entre los nacionalismos, establecer sólo unas ciertas normas de guerra fría, sino despolitizar el Estado, restaurar su función de administrador de la convivencia, no un Estado que profese e imponga una determinada ideología religiosa o nacionalista.
20060318. Pueblo encerrado y policía politizada.
¡Qué vergüenza es para todos los catalanes, y más si cabe para los que vivimos fuera y debemos escuchar más comentarios, tanto más dolorosos cuanto más justos, basados en estos hechos! Una y otra vez, con un Gobierno o con otro, ya se trate hoy del botellón o ayer del Foro Social Europeo, Barcelona sale en las noticias como la ciudad en donde se da la mayor brutalidad policial, condenada incluso después por los tribunales. Y las recientes disposiciones municipales, (que querían prohibir, de haber podido, hasta los carteles en las ventanas, superando el “la calle es mía” de Fraga), cercenan elementales derechos humanos, utilizando la vieja excusa de las dictaduras de acabar con algunos evidentes abusos.
Son los amargos frutos de un pueblo cada vez más encerrado por una clase política tan ambiciosa y autoritaria como miope respecto a nuestro futuro. Ese encierro exige una policía politizada, que modele -no sólo modere- e imponga unos muy determinados y estrictos comportamientos, y dé mucha caña a los “locos cabritos” que no hayan podido ser convencidos de las maravillas de ese moderno y científico entabulamiento.
20060130. Alertas ante la crisis.
Somos muchos los catalanes, dentro y fuera de Cataluña, que vemos con profunda tristeza el empequeñecimiento cultural y moral al que nos está llevando un nacionalismo que, bien comprensible cuando luchábamos contra el franquismo, contagiado por aquel, ahora se está desarrollando imitando su autoritarismo, exclusivismo y mezquina autarquía.
De ahí, señor director, que miremos con particular alegría y esperanza su ponderado artículo en EL PERIODICO alertándonos sobre los “daños colaterales” del Estatuto, y lo mucho que habrá que hacer para reparar los daños ocasionado en la convivencia dentro del Estado… aun cuando todavía falta bastante por haber hasta verlo definitiva promulgado.
Jiménez Villarejo también nos anima, por su toma de conciencia, a escala de Barcelona y “Las sombras de una ordenanza” de los problemas que plantea ese ajustadísimo corsé para muchas libertades ciudadanas que, como editorializó en su día EL PERIODICO, quería amordazar hasta los carteles en balcones y ventanas, superando el tristemente célebre “La calle es mía”.
Ahora, aunque la larga enumeración de mezquinos actos colectivos de resentimiento y mezquindad analizados por Félix de Azúa pone también el dedo en la llaga, revelando a todo el que no esté voluntariamente ciego hasta qué extremos está cayendo, conducida por nacionalistas integristas, nuestra convivencia con los de fuera y dentro de Cataluña que no participan de esa nueva religión, el nacionalismo a ultranza, esencialmente discriminador, bajo falsa capa de patriotismo, que es esencialmente lo contrario, solidario con todos cuantos “trabajan y viven en Cataluña” (aunque no sean de la misma ideología) y fraternidad con los demás pueblos del mundo entero, incluso los vecinos, sin caer en la espiral de provocaciones de nacionalismos excluyentes, sean del “Caudillo” o del PP. ¡Ojalá EL PERIODICO y esos colaboradores suyos puedan abrir los ojos a muchos sobre la raíz de nuestra crisis!
20060126. Infamia crispadora.
Con el fin evidente de crispar aún más la situación política, y atribuyendo indirectamente a Zapatero hoy unas parecidas intenciones genocidas contra los catalanes, una carta publicada el jueves 26 de enero de 2006 en EL PERIODICO afirma que fue Azaña quien pronunció el “Es una ley de la historia la necesidad de bombardear Barcelona cada 50 años”. Con el fin de contrarrestar esa infamia, invito a todos a enviar sus cartas de protesta al www.elperiodico.com.
20060125. Carod de cabeza.
El humorista de un diario madrileño nada favorable al Gobierno ha descrito muy bien el alivio que hoy sentimos casi todos los españoles. Dibuja a un Zapatero reunido con Mas, que pregunta a su edecán: “¿Qué es enorme ruido? ¿Se está derrumbando España?”. ”-No, es Carod-Rovira, que se está dando golpes con la cabeza contra la pared”.
Por fin usa ese pretencioso y agresivo bigotes la cabeza para algo útil, para calmarse. Y los más calmados somos la gran mayoría de los catalanes, incluyendo al secretario general de CiU, Durán y Lleida, que hace poco declaró que el ERC “es una auténtica plaga de langosta”, “lo peor que ha tenido el país en muchísimas décadas”. Claro que CiU tendría que preguntarse también si su miope nacionalismo no tiene nada que ver con el del ERC, y cuanto nos van a costar a todos los catalanes los vidrios rotos por tanta torpeza y demagogia, “daños colaterales” del Estatut que debemos ir reparando desde ya, y a conciencia.
20060124. CIU, mal menor.
”Detrás de mí vendrá, quien bueno me hará” ¿Quién me iba a decir, después de tantos años de combatir la peste nacionalista, mezquina y hasta xenófoba, de CiU, que hubiera de verla, con cierto alivio, como un “mal menor” para mi tierra? Tuvieron que coincidir una serie de circunstancias muy desfavorables, creadas muchas de ellas, eso sí, por malos políticos. Citaré sólo la pésima ley electoral vigente, que da más peso antidemocráticamente a los votos nacionalistas, así como las excepcionales circunstancias que encumbraron a Carod y la ambivalencia del PSC-PSOE, que favoreció a Maragall.
Carod y Maragall, para desbancar al CiU, jugaron al ultranacionalismo, algo lógico en Carod, pero negra traición por el poder en Maragall. Superactuación que quedó al desnudo el episodio de la corona de espinas, del que se ha destacado su inaceptable ofensa a los creyentes, pero no el aspecto más importante en y para la política: su descarada burla de su propia lucrativa máscara de victimismo ante “Madrid”, al creer poder permitirse quitarse su tan forzado disfraz por un momento en el extranjero. Burla a todos, pero en especial a sus propios votantes, que no los eligieron –sobre todo, y con mucho, a Maragall- para que hicieran tan pésimo y ofensivo papel. Para no hablar más de Carod, recordemos también de Maragall que en pocos minutos, y para eludir propias responsabilidades sobre el Carmel, tuvo el valor de denunciar por corrupción a CiU y del aún mayor valor de retirar su denuncia, y que después, en el peor momento, intentó autoritariamente cambiar su gabinete, sin consultar ni a su partido, como si aún estuviéramos en los tiempos del motorista de Franco. ¿Por cuánto tiempo tendremos que pagar los catalanes las elevadas facturas de tan malos políticos?
20060120. Con Zaplana e Ibarra.
Por una vez, estoy de acuerdo con las recientes declaraciones de un extremista… parlamentario, Zaplana, como él lo está también excepcionalmente con alguien tan extremoso como el extremeño Ibarra. En efecto: ¿de qué sirve quejarse todos los días de los excesos de ciertos nacionalistas periféricos si sus partidos no ponen remedio de raíz a esos abusos como pueden y deben hacerlo? Por su dañina eficacia, peor que los separatistas son los separadores, que mantienen la actual injusta ley electoral, que privilegia antidemocráticamente las tendencias disgregadoras. Después de tantos lustros, el diagnóstico es tan evidente como difícil la cura. Razón de más de emprenderla cuanto antes, para evitar males irremediables.
20060117. Lo que hay.
Aunque no solemos vanagloriarnos de ello, los catalanes somos trabajadores, ahorradores, etcétera. Pero, claro, todos queremos más, máxime cuando llegan los reyes magos, digo, los estatutos. Entonces elaboramos ilusionados una exhaustiva carta en la que pedimos todo lo demás, procurando legitimar nuestra desorbitada pretensión apelando a nuestro siempre autoproclamado y legendario seny. Lástima que el sentido común no lo sea. Y que, para despistar, cada cual se enorgullece de lo que carece. Como prueba el mismo hecho de que quedemos tan evidencia con tanta exigencia, apoyada también por una tan inmadura como interminable pataleta, que pone a ruda prueba la paciencia de nuestros mejores amigos, y provoca en otros hasta arcaicos amagos de golpes.
20060117. Putas y pedos.
Disiento del rechazo del valenciano Amigó a EL PAÍS por su oportuna critica a un impresentable artículo de Avui, muy dañino y contraproducente, aunque se refiriera sólo a golpistas. Ese artículo sigue la triste línea provocadora y destructiva del grosero artículo “Hablar español es de pobres” de Sostres, también en Avui, una vergüenza para todos los catalanes que no cedemos al chantaje de un nacionalismo cada vez más liberticida. Y poca democracia quedaría también si el corporativismo impidiera a un periodista criticar a otro – tapando sus errores para seguir exhibiendo los suyos propios, en una espiral destructiva-, como pide Amigó. Sí estoy de acuerdo con él en que los fallos no sólo vienen de un lado, sea Avui o la COPE. Enrarece asimismo el ambiente que todos debemos respirar, y por tanto tenemos derecho a denunciar, el “chiste” publicado ese mismo día: “Un punto más de acidez y los dirigentes del PP socarraréis los calzoncillos a cada pedo” por Romeu.
20060108. Mena.
Es una pena el que hasta entre los políticos de buena fe tengamos tantos técnicamente malos, cuyas tácticas equivocadas les lleva a resultados contraproducentes. No sólo el general Mena y algunos de sus subordinados, sino la gran mayoría de los españoles, incluido el mismo Gobierno, que tantas enmiendas le pone, miramos con preocupación el proyecto de Estatuto de Cataluña. Pero el discurso escrito y pronunciado por este general en la Pascua militar ha contribuido a agravar la situación en perjuicio de todos, excepto los más extremistas, que se frotan las manos viendo que Mena les sirve gratis en bandeja nuevas armas en que basar su victimismo. Y fue torpeza inexcusable el pensar que tales expresiones no iban a provocar tal repercusión, como –según fuentes militares- parece haber declarado después Mena.
También es de lamentar el que, asimismo con la mejor intención, no hayan faltado otras “cabezas pensantes” que siguen creyendo que su cabeza no puede tener más patriótico empleo que servirles para embestir, y están prolongando y aumentando así el daño causado por ese militar, en vez de mitigarlo usando su cabeza para encontrar soluciones racionales, dialogadas, civilizadas, diplomáticas, democráticas.