20140304. La crisis de Ucrania.
“Rusia, fuera de Ucrania”, “Dialogar por la paz”, “Para Ucrania y para todos, lo peor es la guerra”. Los manifestantes, de España y de Ucrania, ante el Ministerio de Asuntos Exteriores, eran pocos, pero expresaban lo que sentimos casi todos los ciudadanos.
La violencia del Gobierno provocó la rebelión y el golpe en Kiev, y Putin se excusó con esa última violencia para justificar el cometer otra mayor. Todo ello puso al mundo al borde de una guerra que esperemos se pueda evitar y minimizar los daños materiales –que en parte refleja ya la Bolsa- y los mucho más graves y duraderos en la convivencia nacional e internacional.
Cierto que hay problemas de fondo, culturas muy distintas, como y más que en Bélgica, por citar sólo un ejemplo. Quizá una parte importante de la solución sea, como en otras partes, un amplio sistema federal. Pero, en todo caso, hay que evitar los sentimientos irracionales, que llevan a incontables sacrificios humanos. Los ucranianos –sin intromisión extranjera- deben dialogar y dialogar, hasta encontrar una solución, que nunca sea la guerra, que sólo sirve para agravar y perpetuar los problemas ya existentes. Como dicen los manifestantes, “The worst is the war”.
20140701. Morir por la libertad.
Una vez más, el más salvaje fanatismo ha intentado imponer por el terror y la muerte una concepción de la divinidad, “hecha a su imagen y semejanza”, que es tan bárbara como ellos mismos, sobre los hombres libres que denunciaban su despotismo y asesinatos masivos. La matanza indiscriminada de un grupo de periodistas no ha hecho sino confirmar la razón de sus críticas, de su voz de alarma contra esos enemigos del género humano. Esos mártires son la mejor prueba del peligro que corremos todos los que nos negamos a inclinarnos hasta el suelo como esclavos de esos adoradores de su propia crueldad bajo velos religiosos; su muerte testimonia cómo debemos luchar cuantos pensamos que hay valores sin los que no vale la pena vivir: “Libertad, igualdad y fraternidad”.
20140719. Atrocidad o error en Ucrania.
El mundo está conmocionado por la tragedia del avión derribado en Ucrania, “atrocidad de proporciones indescriptibles”, en palabras de Obama y otras equivalentes por parte de diversos gobernantes. Esto es dar por supuesto, sin esperar el imprescindible análisis que ellos mismos reclaman, que ha sido un acto voluntario, no un error humano o, como sugieren algunos, un fallo de uno de los dos radares del lanzacohetes. También apunta a la hipótesis del error la sorpresiva presencia de un avión de pasajeros en una zona de guerra, enorme error o imprudencia.
Esos políticos tendrían que tener una mayor conciencia de su responsabilidad, sin dejarse cegar por sus intereses políticos internacionales, ni por el demagógico gusto de hacer sentirse a los suyos mejores -sin pruebas- que los demás. Lo que es una atrocidad es la guerra, esa, sin duda, voluntaria, mientras que esas condenas sin pruebas suficientes lo que hacen de hecho es agravar el conflicto, en vez de promover, como dicen y quizá crean algunos, la paz.
20140720. Enemigos malos y tontos.
Nada satisface más a la parte oscura de nuestro yo que el creer que nuestros enemigos son muy malos y muy tontos, en porcentajes tan altos que son incompatibles entre sí. Esta irracional convicción nos proporciona el derecho, más aún, nos impone el deber de castigarles “para restaurar la justicia”.
De ahí que, como muestra la historia sobre el origen de las guerras, cuando no se inventan provocaciones, se aprovechen los errores de los adversarios para presentarlos como salvajes endemoniados, que hay que liquidar a sangre y fuego, aunque perezcan también algunos de los nuestros, si no los jefes, bien seguros en la retaguardia. ¿Tendrá esto algo que ver con la tragedia de un avión de pasajeros en Europa oriental?
20140823. Secuestro del Islam.
El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España ha denunciado que “secuestran el islam” los radicales y terroristas, pero “son personas que no nos representan. La mayoría de los musulmanes no comparten estos hechos”. A mí eso me parece muy bien, pero hay que demostrarlo con hechos fehacientes.
Señor Riay Tatary: Nosotros hemos padecido hace muy poco otro salvaje terrorismo, el de ETA. Y el día que veamos que se multiplican cotidianamente esas condenas contra el terrorismo, en vez de predicarse abiertamente la guerra santa en ciertos círculos islámicos, con silencios cómplices de muchos; cuando haya numerosas manifestaciones contra esos terroristas; y que –triste prueba de fuego- esos terroristas empiecen a atentar contra los partidarios del Islam que se opongan realmente a ellos, entonces podremos estar convencidos de quienes son aquellos partidarios del Islam a cuyo lado vale la pena luchar para conseguir un mundo más humano.
20140926. Musulmanes por la paz.
En diversas capitales europeas, y el domingo pasado en Milán, se ha celebrado una manifestación de musulmanes por la paz y contra las atrocidades del autollamado “Estado Islámico”. Tales manifestaciones deben ser cada vez más frecuentes y numerosas, en beneficio, en primer lugar, de los mismos musulmanes, cuyo silencio puede interpretarse como resignación o incluso apoyo a ese feroz terrorismo. Y debe ir acompañado de una vigilancia y militancia ejemplar contra los fanáticos que se ocultan en su comunidad. De lo contrario, no cabe duda que la convivencia entre las distintas comunidades se deteriorará mucho también en Europa. “Obras son amores, que no buenas razones”; los discursos, sin acciones reales, no sirven objetivamente sino para engañar.
20141219. La paz social rota.
Nunca creí que volvería a ver en los medios de difusión la pancarta de “PAZ” con letras rojas ante la sede del PP. En 2003 fue por la guerra internacional de Irak; hoy, por la guerra interna social, que ha llevado a un ciudadano desesperado a estrellar su coche contra la sede de su partido. Guerra que ha provocado ya más muertes españolas que la de Irak, por los recortes en Sanidad, que Rajoy había prometido no hacer; por los recortes en pensiones, y por los suicidios de desahuciados y otros empobrecidos, muchos más en España que en ningún país de la EU, mientras multiplican sus ganancias los de arriba. No a la violencia, ni física, ni económica y social. Paz.