Cartas a la prensa – Paz – 2003

20030208. Barcos sin honra.

                          Reproducida nítidamente por la televisión y la portada de EL MUNDO, la pancarta expresaba el brutal contraste: 1898: “Honra, sin barcos” (un hombre). 2003. “Barcos, sin honra” (Un servil).

                         ¿Cómo es posible que, contra la obvia y masiva oposición de los españoles (sólo un cuatro por ciento aprueba la guerra) y contra el más elemental sentido ético, según denuncia rotunda y repetidamente el Papa, Aznar se empeñe en meternos en una insensata “guerra preventiva”? ¿Cómo tolerar que nuestro representante menosprecie hasta tal punto al pueblo que lo eligió y a los valores que juró solemnemente respetar?

                            Nuestra economía y nuestra misma seguridad sufrirán un enorme deterioro por esas funestas crecientes agresiones de Estados Unidos, ese cada vez más autorealizado EJE DEL MAL que, proyectando freudianamente en los demás, está construyendo Bush, incluso avivando en provecho propio los rescoldos del fascismo en países como Italia y España. Cuando se rompen los más elementales tratados internacionales acordados para evitar o paliar las guerras, cuando se debilita la ONU, cuando se rehusa el Tribunal Penal internacional y encima se incrementa un armamentismo sin parangón en la historia mundial, se está instaurando inequívocamente instaura de hecho el “Might is right”, “el poder da derechos”, la ley del más fuerte, destruyendo los fundamentos mismos de la civilización. Ese es el “seguro” porvenir bárbaro al que Aznar, dando un cheque en blanco a Bush, quiere también condenarnos.

20030212. Derecha y Guerra.

                             La historia, desgraciadamente, se repite, cuando no se sabe aprovechar los errores pasados para avanzar. En un tema relacionado con el actual, el referéndum de la OTAN, la derecha pidió la abstención, diciendo que se trataba de “problemas entre socialistas”. Si, desde su óptica propia, pidiendo una OTAN real y no descafeinada, “desmilitarizada” (¡!), la derecha hubiera votado también “no” en el referéndum, no habría quedado desacreditada, con su jefe, Fraga, condenado al destierro, ni la democracia gravemente perjudicada por la instauración de un felipismo cuyos pésimos resultados tanto sufrimos después todos.

                               Reincidiendo en su error, algunos –los mismos, no pocas veces- proclaman ahora en la derecha su desinterés, como “cosa de la izquierda”, por un tema aún más importante, la lucha contra la guerra, que encima, y en modo muy diferente al de la OTAN de entonces, sólo aprueba el cuatro por ciento de la población. De ese modo el perjuicio y descrédito tiende a recaer, no ya sólo sobre el gobierno de Aznar, sino sobre toda la derecha que, como en tiempos que no hace falta recordar, puede así no sólo perder las elecciones, sino la capacidad de ser durante mucho tiempo una alternativa de gobierno.

20030214. EEUU y la democracia.

                           ¡Qué tremendas lecciones de democracia ha dado Estados Unidos al mundo! Ayer, cómo forjarla, aunque fuera, al principio, hasta con esclavos. Hoy, cómo militarizarla y destruirla, aunque todavía tenga elecciones y Parlamento.

20030217. Manifestación contra la guerra en Irak.

                              Se ha dicho con razón que la manifestación contra la guerra del 15-F en Madrid sólo se puede comparar con la del 27-F y la del asesinato por ETA de Miguel Ángel Blanco. Sin entrar aquí en la guerra de cifras, quiero subrayar dos aspectos complementarios, que los observadores han dejado casi por completo de lado, y que hacen que la manifestación del 15-F en Madrid sea aún más relevante: A) Las otras dos manifestaciones fueron prácticamente únicas, mientras que ésta ha tenido que competir con muchas otras en muchas provincias. B) Más importante si cabe es el que las otras dos manifestaciones fueron apoyadas por el gobierno  y su partido, mientras que en ésta el gobierno no sólo no la ha apoyado, sino que ha procurado obstaculizarla por medios tan antidemocráticos como intentando negarle un recorrido medianamente viable y negándose a ampliar, como se le pedía y se ha hecho en tantas ocasiones, el transporte público en ese período. Esperemos que estas consideraciones sirvan para poder enmarcar mejor el valor de esta manifestación de la opinión pública, lo que redundará en beneficio de la paz y de un gobierno más acorde con ella, más realmente democrático.

20030219. Las del PP son las razones del lobo.                  

              “Confiad en mí. ¿Acaso estoy yo loco para desear la guerra? Eso declaraba con solemnidad ante los periodistas un presidente de Gobierno elegido democráticamente, mucho antes que Aznar; se llamaba Adolfo Hitler. Hoy, Aznar, movido por intereses y complejos personales inconfesables incluso, en parte, ante sí mismo, multiplica, intentando ocultar su debilidad con su cantidad, las “razones del lobo”, para justificar una guerra y genocidio preventivos en favor de la seguridad. Esto recuerda demasiado la siniestra paz de los mil años que prometía también Hitler para no hablar de, la paz de los cementerios que nos impuso el franquismo. No menos feroces son sus secuaces, como un Arenas especializado en intentar vencer echando arena en nuestros ojos desde la televisión, o un Rajoy que no tiene vergüenza en defender la “libertad de expresión” de Aznar, vulnerada, afirma, por el joven que fue amordazado y apaleado por gritar “No a la guerra” en un mitin suyo.

20030220. La ministra Palacios medra con su servilismo.

                              La ministra de Asuntos Exteriores empezó su increíble ascensión apuntándose al Opus Dei y, recién estrenada en su cargo, postrándose de rodillas ante el Papa. A los pocos meses, se postra, más que nadie, ante Bush, cuya política de guerra preventiva está siendo condenada directa y repetidamente por el Papa. ¿Ha cambiado tanto la señora Palacios de religión y moral? En modo alguno, y ella misma lo negaría indignada. Porque, como muestran con toda claridad los hechos, su única religión real ha sido siempre su medro personal.

20030220. Pancartas contra la guerra.

                           La enorme cantidad y variedad de pancartas de la manifestación por la paz en Madrid, sólo superada quizá por las de Londres, muestra a las claras el gran interés de los manifestantes. Quisiera rescatar de ese clamor dos lemas, redactados en inglés, que resumen con lacónica maestría la gravedad de la situación: “¿El poder da derechos?  (Might is right?) Estados Unidos destruye la civilización” y “Estados Unidos: golpe de Estado mundial”.

20030225. Aznar libertad.

                               El alarmante clima bélico ha tenido entre nosotros un inesperado efecto beneficioso. Cuando el instinto de propiedad y de conservación ha hecho reaccionar a muchos ante esa gravísima amenaza a nuestro nivel de vida y a nuestra vida misma. No pocos de ellos se han tenido que caer por fin del burro y tomar consciencia de la vergonzosa falta de libertad que ya padecemos, no pudiendo tener acceso, no digo ya a los medios de difusión, sino ni siquiera a repartir un folleto o poner un cartel en defensa propia.

                               Además de una legión de policías politizados de todo tipo, un ejército de “limpiadores” y otros dependientes de la administración, convertidos por un mísero jornal también en censores y chivatos, nos arrancan de las manos o de los postes de luz nuestro modesto grito de defensa, y nos denuncian con siniestra rapidez y eficacia, con sus móviles.

                                Ya vimos como los serviles trataron a los “famosos” que denunciaron la guerra en un programa televisivo en directo –libertad de expresión hasta ayer hecha con toda normalidad- e incluso los cachearon indignamente cuando fueron como invitados al Parlamento. Y cómo al joven que, desesperado de no poder encontrar otro medio para defenderse, gritó  ”¡No a la guerra!” le tapó literalmente la boca un político del PP, y fue apaleado y expulsado, teniendo el descaro Aznar de presumir de la “libertad” que todavía nos permite, ya que no lo fusiló como -añadió, perdonavidas-, hubieran hecho en Irak.                       Servil y cínico hasta el límite, su servidor Rajoy no tuvo tampoco empacho, en una apostilla que pasará a “la historia universal de la infamia”, en añadir que fue el joven el que impidió la libertad de expresión de Aznar.

                            Si no aprovechamos los resquicios de libertad que todavía nos queda, como prueba la publicación de esta carta, mereceremos el triste destino que, como a su economía y vida misma, han deparado tantas veces las guerras injustas a los pueblos que no han sabido defender sus derechos humanos.

20030225. Manifestantes delegados.

                        Sin querer, el Gobierno ha dado de modo impresionante la razón a los gallegos que se desplazaron a Madrid para protestar por las consecuencias de la catástrofe del mal llamado “Prestige”. Porque esta desgracia les ha disminuido tanto que cupieron, no ya cuatro, sino ocho y más por metro cuadrado de vía pública, por lo que, según la versión gubernamental, “sólo” fueron cien mil, y no los doscientos cincuenta a trescientos mil que les atribuyen fuentes más imparciales.

                           Yo mismo, repartiendo folletos sanitarios recorrí de cabo a rabo esa manifestación, como llevo haciendo hace veinte años con muchas otras, calculé en unos trescientos mil los asistentes, tres veces menos de lo afirmados por  sus organizadores (exageración modesta, cuando se tiene en cuenta que los organizadores de otros eventos multiplican por diez la asistencia sin que nadie les contradiga), pero tres veces más de lo que pretendía esa también tan interesada –en no ver- fuente gubernamental.

                        Por su proximidad en el espacio –mismo recorrido- y en el tiempo –una semana- resulta inevitable compararla con la, en mi opinión, tres veces mayor manifestación por la paz. Pero esa comparación sería injusta, pues la del desastre del “Prestige” ha sido una de las mayores manifestaciones “normales” (excluyendo las del 23-F, del asesinato de M. A. Blanco y contra la guerra), con el mérito adicional, como la promovida contra el Plan Hidrológico del gobierno (asimismo modélica en organización y civismo), que la gran mayoría de los manifestantes provenía de regiones lejanas a capital.

20030226. Aznar, belicista desequilibrado.

                             La reciente visita anti-diplomática, en una “misión imposible”, de Aznar a Fox para convencerle de que cambie de posición y vaya a la guerra de Bush, ha resquebrajado, como nunca en la historia reciente, nuestras relaciones con Méjico y con toda Sudamérica. De manera parecida, la funesta iniciativa de Aznar de “la carta de los ocho” ha provocado la más grave fractura de la Unión Europea. Y ese mismo servilismo de Aznar ante Bush ha originado el mayor enfrentamiento de nuestra historia reciente, entre un presidente y el pueblo, según prueban las encuestas y las más gigantescas manifestaciones realizadas nunca contra un Gobierno, no solo en Madrid, sino en toda España.

                            Esa catastrófica ruptura de relaciones internacionales y nacionales, según indica la misma variedad y vaciedad de las “razones” aducidas por Aznar, que sólo convencen a unos pocos interesados, no puede explicarse racionalmente, sino en términos psicoanalíticos. Hay fotos que muestran hechos innegables, revelando la grave enfermedad psíquica que padece nuestro presidente y, por sus consecuencias, sufrimos todos nosotros. En la primera, muy reproducida por la prensa, se ve en la tribuna del desfile militar del 12 de octubre 2002 a un Aznar retorciéndose increíblemente de risa, hasta casi caerse al suelo, ante el rey y el príncipe, por una “gracia”, mientras los demás sonríen normalmente y otro miembro de la familia real, situado casi detrás de Aznar, mira con asombro y reprobación esas contorsiones, ese evidente desequilibrio. La otra foto, también pública, de prensa (y por eso más grave, indicando menos control personal incluso en esas circunstancias oficiales) muestra a Aznar riendo también con gestos descompasados, con desagradables muecas, al rey de Marruecos, en septiembre de 2000. Cualquier psicólogo diagnostica ante estos hechos que la persona que padece tales síntomas tiene un complejo de inferioridad ante los demás, máxime si son autoridades, que intenta compensar sobreactuando, riendo excesivamente sus “gracias”, de la misma manera que se comporta autoritariamente ante los que considera inferiores, como Aznar con sus mismos ministros y todos nosotros.

                           Ese intento de congraciarse el favor de los que considera superiores es lo que está haciendo Aznar al máximo ante Bush, procurando así aliviar su complejo, ya que con ello Bush le sonríe, le pasa la mano por el hombro, le invita a su rancho de Tejas, etc.  La atracción entre ambos es tanto más real y peligrosa cuando que ambos padecen la misma enfermedad, al ser Bush otro mediocre aupado por las circunstancias, a quien el cargo le va muy grande, por lo que intenta también aliviar su complejo de inferioridad con otro de superioridad, sobreactuando, agrediendo al mundo entero.                            La vida y la muerte de las naciones depende a veces del equilibrio mental de sus dirigentes, sobre todo cuando estos tienen poderes absolutos, en virtud de una dictadura o de una mayoría absoluta. Los pueblos van forzados a las guerras porque sus dirigentes no tienen el valor de ir al psiquiatra.

20030228. Aznar, traidor.

                                “Después de mí, el Diluvio”, piensa sin duda Aznar. Pero que no se olvide que “el traidor no es menester, una vez la traición pasada”, máxime cuando esta es tan grande, contra la UE, contra su propio país y contra su mismo partido, que no puede menos de producir repugnancia al mismo Bush. Y aunque éste decidiera pagarle esas treinta miserables monedas, Aznar tendrá que esperar, para cobrar, que Bush sobreviva políticamente a su cínico genocidio de otro pueblo “para restaurar la libertad y la democracia”… como en Afganistán o Kuwait.

20030301. Votar en conciencia.

                                En otra de sus tan lamentables intervenciones, la ministra Palacios ha declarado que no teme que suceda en España lo que, se atreve a adjetivar, es una “peculiaridad británica”: el que gran parte de los parlamentarios laboristas -atendiendo a su conciencia y a la moral cristiana, como insiste cada día el Papa- hayan votado contra esa vergonzosa y mercenaria “guerra preventiva” a la que pretende conducir Blair a a su país. No podía la ministra proyectar más freudianamente su personal actitud oportunista, de entrega incondicional a quien tan inmerecidamente le aupó a ese empleo. Su actitud parece una bochornosa reedición del manifiesto de los serviles: “Lejos de nosotros la peligrosa manía de pensar”… o de obrar en conciencia.

            En la misma línea de hacer méritos para suceder a Aznar – quien ya había pedido confianza ilimitada en su propia bondad para que le sigamos ciegamente hasta la muerte, nuestra o de otros, la guerra- otro ministro, Mariano Rajoy, ha descartado la mera posibilidad de que algún parlamentario del PP pudiera pensar por su cuenta, declarándolo imposible por “orgullo, honor  y convicción”, es decir, apelando a la fe y a la tradición, al “sostenerla y no enmendarla”, contra cualquier tentación de tener en cuenta posible argumentos racionales, morales o humanitarios en contra de la guerra,

Esperemos, para bien de España, que haya en el P.P. personas capaces de salvar el verdadero honor de nuestro país, tengan orgullo en seguir sus propias convicciones y su conciencia, y no revivan las votaciones “a la búlgara” o, en nuestro mismo país y en las mismas Cortes, el vergonzoso espectáculo de las votaciones de la “democracia orgánica” franquista.

20030303. Pido cuentas por la guerra.

                           Estando ya tan gravemente comprometidos mis recursos económicos, y el porvenir y hasta la vida de mis familiares, exijo cuentas claras de una vez a mi representante –a la fuerza, pues yo no le voté-, el señor Aznar. ¿Cuantos miles de millones de dólares nos van a tocar por su toma de posición, como a Turquía? O ¿a cuántos barriles de petróleo iraquí vamos a caber por… estómago, de esos que las autoridades estadounidenses amenazaron oficialmente no dar a quienes no fueran sus cómplices, en ese descarado acto de piratería internacional, en busca de botín a costa de la sangre de los pueblos?  O, como los indicios hacen creer ya a muchos, ¿es posible que ese señor Aznar nos haya entregado atados de pies y manos sólo por las treinta mezquinas monedas de conseguir para sí un empleo internacional, prometido por ese otro mediocre acomplejado que es Bush, que intenta superar su cortedad matando “valientemente”:  primero a negros en las cárceles de su país, y después, masiva e indiscriminadamente, con aviones “fantasma”, a poblaciones civiles indefensas, país tras país?

20030303. Alarmismo para justificar el belicismo.                        

                Por mi edad y en cuanto profesor de ciencias políticas en muchos países yo me creía curado de espanto. Pero ha conseguido revolverme literalmente el estómago el cinismo con que se está manipulando el miedo al terrorismo para intentar justificar una guerra por el petróleo y por el afianzamiento del imperio estadounidense en Oriente Medio y en el mundo.

                 Entre muchas otras manipulaciones, hay que denunciar las sincronizadas alarmas ante “inminentes ataques terroristas” en Estados Unidos y en Inglaterra, con aparatosos despliegues policiales.

                  Como un apéndice ridículo, en España Aznar defendía la guerra afirmando que teníamos ya en Barcelona un grupo de Al Queda lista para actuar; ahora el juez acaba de soltar a los detenidos al mostrarse falsas las presuntas pruebas presentadas, sin que esa falsedad, como otras le importe en lo más mínimo a Aznar ni le lleve a rectificar en nada su posición, tomada por motivos inconfesables.

                   Son las razones del lobo, toas buenas para ir devorando a sus víctimas de allí y de aquí… si no tenemos el valor de unirnos y plantarles cara a esos “protectores de nuestra seguridad”, cuyas rapiñas y muertes son mil veces mayores que las de los peores gánsteres de Chicago.

20030306. Con el PP, ni Dios.

                              “CON EL P.P., NI DIOS” decía, al día siguiente de la votación secreta sobre la guerra, un participante en la manifestación estudiantil mundial por la paz. Es difícil criticar de manera más concisa al P.P. por no conseguir, en su posición favorable a la guerra con Irak, el apoyo de ningún partido en el Parlamento, ni el de la gran mayoría de sus mismos votantes, ni de los más variados y acreditados representantes de la moral social y religiosa, como el Papa.

20030307. P.P., vete en paz.

                               Quiero agradecer a los parlamentarios del P.P. el que hayan votado unánimemente por la guerra, es decir, en su lenguaje orweliano, por “la paz con seguridad”. Uno sólo que hubiera hecho caso, al menos en esa votación secreta, a lo que reclaman la mayoría de sus mismos votantes, uno sólo que hubiera seguido las directivas morales de ese Vicario de Cristo del que de boquilla se declaran seguidores cuando les interesa, uno sólo que hubiera tenido compasión de tantos muertos inocentes como la guerra va a provocar, podría haber dado esperanzas de una futura regeneración de su organización. Pero su unanimidad excluye que ninguno de los miembros de ese grupo caciquil pueda pretender un día haber sido el que no se pronunció a favor de sus intereses personales, por encima y menospreciando la voluntad de sus votantes y la sangre de tantas víctimas de esa guerra por el “petróleo seguro”. Las cosas están, pues, gracias a su conducta, muy claras, y sólo queda repetir cada vez más fuerte, con la gran mayoría de nuestros ciudadanos, el cada vez más coreado “P.P., vete” y “Déjanos en paz”.

P.D. El título de esta misiva puede parecer ambiguo: No quiere decir, “vete en paz”, sino vete y no te3 dejaremos en paz hasta que pagues tus crímenes, tus muertos”.

20030308. Guerra esclavista.

      Los sudistas provocaron una sangrienta guerra civil para seguir explotando su economía de esclavos en los Estados Unidos. Hoy, otros sudistas han aupado como presidente, con artimañas antidemocráticas, a un mero robot representante de sus intereses asociales para provocar, en un mundo y economía globalizada, otra guerra esclavista que nos afecta a todos, siendo así de hecho también una guerra civil, para imponer una economía cada vez más dependiente, esclavizada a su poder económico e incluso militar.

    Esta nueva guerra incluye también los más salvajes linchamientos, ahora incluso de enteras naciones, habiendo conseguido hasta el día de hoy ocupar en mayor o menor grados con sus tropas 40 (cuarenta) países del mundo, siendo sus crecientes gastos militares ya también el 40 (cuarenta) por ciento del total mundial.

20030311. Francia y España ante la guerra de Irak.

                               “¡Viva Francia Libre!”. En su loca y amenazante carrera armamentística para reforzar su dominio militar sobre el mundo entero, hasta el “moderado” (¡!) Powell acaba de amenazar, con las mismas palabras que a Irak, con “graves consecuencias” a Francia, si se niega a aprobar una guerra preventiva que va directamente contra la carta fundacional de la ONU y nos retrotrae a la ley de la selva. La Libertad que, tras ayudarle a liberarse, obsequió Francia a Estados Unidos se ha convertido en un monumento funerario a una libertad y paz que este país, traicionando su brillante historia, está ahora aniquilando a escala internacional.

                                En España, el botones de Bush, ese bárbaro cowboy petrolero tejano, que tan descaradamente ha dicho que quiere apoderarse de Irak para disfrutar de su petróleo como botín, ofreciendo públicamente darles algo a los otros piratas que le ayuden en su saqueo, no ha tenido tampoco empacho en hacerse un ridículo eco de ese ataque a Francia, acusándola “nada menos” que de tener intereses económicos en Irak. Ya sea en democracia o dictadura, jamás en nuestra historia habíamos sufrido la vergüenza de tener como Presidente de Gobierno a nadie que hubiera caído tan bajo a escala internacional, ejerciendo tan indignamente su cargo, de modo tan rotunda y clamorosamente al deseo de nuestro pueblo – traicionándolo tan abiertamente, en una palabra-, como lo hace hoy ese untuoso sirviente de los Estados Unidos, a quien ya se le conoce popularmente como “el lame-Bush”.

20030314. Difícil adivinanza sobre una organización.


               Quisiera proponer una adivinanza muy instructiva. Se trata de calcular el grado de moralidad de los componentes de una organización; casi todos sus miembros juran ser católicos, pero ante un problema de vida o muerte para muchos miles de personas prefieren seguir el partido de su jefe –lo que coincide casualmente con su interés económico- contra la decidida oposición del Papa, asi como de la inmensa mayoría de quienes les confiaron su representación y contra el ejemplo  de muchos colegas en circunstancias parecidos en otro país (hecho este último que la ministra Palacios intenta descalifica cínicamente como “una peculiaridad británica”). La adivinanza no es pues difícil de resolver, y nos da una adecuada vara de medir con la que tomar decisiones respecto a los individuos de esa organización en el futuro.

20030407. Guerra de ultras.

                             Yo conozco muy bien y quiero denunciar aquí al principal responsable de los ataques a los miembros del PP. Porque se trata de alguien aún más importante que los sospechosos apuntados por Aznar, los políticos de la izquierda. En efecto:  éste tiene aún más seguidores, y más obedientes –sus adversarios dirían fanáticos-, y explícita y oficialmente ha condenado a los dirigentes políticos que han promovido la guerra contra Irak a muerte eterna, al infierno, declarando que han cometido un pecado mortal.

                             Se trata, claro está, del Papa Wojtyla. A él tendría, pues, que tener valor de responsabilizar en primer lugar de provocar esos excesos contra sus partidarios  el señor Aznar, ya que no tiene el mayor valor que requeriría reconocer su responsabilidad personal – y la de sus seguidores, los peperos que unánimemente votaron en el Parlamento por la guerra – en los enormes crímenes contra la humanidad que se están cometiendo en Irak. Pero, una vez más, y sin conseguir engañar ya a nadie, Aznar adopta la táctica de denunciar la paja en ojo ajeno para intentar desviar la atención de la viga que tiene en el propio.

20030415. Agresor mundial.

                               ¿Hasta cuando, incluso tras las amenazas a Siria, la comunidad internacional va ha seguir tan suicidamente ciega? ¿Qué  duda razonable puede quedar ya, máxime cuando la camarilla que ha aupado a Bush, “sólo” es culpable de acelerar el proceso agresor que ya comenzó hace más de cincuenta años? Un proceso contra el que ya nos advirtió entonces, sin poder pararlo, la voz más autorizada  posible: el general y presidente estadounidense Eisenhower, testigo    privilegiado de que la unión del complejo  industrial con el ejército estaba convirtiendo su país en una gigantesca organización que debía hacer guerras para seguir subsistiendo, consumiendo sus propios productos.

                              Desde entonces, en defensa de esos intereses, vitales para su sistema pero letales para el resto del mundo, Estados Unidos ha bombardeado docenas de países, sin que en ninguno, repito, ninguno de ellos haya florecido entre sus ruinas esa democracia en cuyo nombre hipócritamente ha pretendido justificarse. Así lo acabamos de ver en Afganistán, Irán y ahora amenaza hacer, en una loca escalada genocida, con Siria, con el “eje del Mal” y muchos otros “países terroristas”, según les denomina, en una trasparente proyección freudiana de su propio y máximo terrorismo de Estado. Recordemos, en efecto, que Estados Unidos tiene ya tropas en cuarenta (40) países, y que acaba  de aumentar, pocos meses antes de agredir ilegalmente Irak, en más de un diez por ciento su presupuesto militar, que supera ya el cuarenta por ciento (40%) del total mundial.

                               Todos esos datos constituyen pruebas concordantes e irrefutables de que Estados Unidos es hoy, sin comparación posible con ningún otro país, la amenaza más grave para la paz mundial. Sólo el miedo de quienes tienen alma de esclavo lleva a algunos a seguir negando la realidad, o incluso a exaltar las virtudes del protector y “buen amo”, moviendo incluso su propia bajeza a alguno de ellos a convertirse en el cooperador en sus agresiones y genocidios, intentando asegurar en lo posible, durante algún tiempo al menos, su propia seguridad personal; bajeza de la que, para vergüenza nuestra, a pesar del casi unánime rechazo de nuestro pueblo, tenemos en España un tristísimo ejemplo. 

20030415. Asesinatos de los gobiernos de Cuba y de EEUU.

                                Hay fotos publicadas que prueban que he estado manifestándome con una pancarta contra los recientes asesinatos legales en Cuba, ante su embajada en Madrid. También hay fotos de prensa que muestran que estuve con una  pancarta contra otras bárbaras ejecuciones legales ante la embajada de los Estados Unidos, cuando Bush, ese “recordman”  en ejecuciones individuales siendo gobernador de Texas, ejerció también como verdugo mayor desde su nuevo cargo de presidente de los Estados Unidos. 

                                En cuanto ser humano y español lamento que no fuéramos más los que protestamos así ante ambas embajadas; y me parece especialmente cínico y repugnante querer sacar encima tajada de ello, como, en un desesperado intento por tapar sus tremendos fallos políticos, hace ahora Aznar, al acusar a los dirigentes de izquierda de no estar ante la embajada cubana, cuando ni siquiera estuvo allí él mismo ni otros dirigentes del PP; y, sobre todo, cuando, lejos de protestar por la bárbara y reiterada aplicación de la pena de muerte por  Bush (para no hablar de su ilegal guerra genocida en Irak) Aznar se ha convertido –contra la opinión de nuestro pueblo, de la ONU, de la UE, del Papa, etc.- en el acólito  incondicional, hasta caer además en el más vergonzoso ridículo, de ese sanguinario verdugo tejano. Todo esto no hace sino reafirma en el texto de mi pancarta ante la embajada cubana: DEMOCRACIA “POPULAR”, NI DE CASTRO, NI DE AZNAR.

20030423. Peor que Atila.

                  Durante su primera visita a Europa, empezando hábilmente por el eslabón más débil, España, Bush, que acababa de comenzar su amenazadora serie de rupturas unilaterales de acuerdos internacionales por la del tratado climático de Kioto, fue denunciado aquí como un “Cowboy Atila”, pues éste afirmaba gozoso que donde ponía su pezuña su caballo no volvía a crecer la hierba.

                  Hoy día los responsables de aquella protesta deberían pedir perdón por esa comparación; por supuesto, a Atila. Porque al revés que Bush, aquel pagano rey de los hunos escuchó las súplicas del Papa y paró la guerra, sin entrar a sangre y fuego en Roma. El fundamentalista cristiano Bush, en cambio, no sólo ignoró al Papa y a la comunidad  internacional  en una inmoral e ilegal “guerra preventiva”, sino que permitió que continuaran las muertes y saqueos incluso después de conseguir la victoria total. Más aún, fue responsable del expolio y quema del incomparable Museo y de la Biblioteca de  Bagdad,  que guardaban muchos e irremplazables elementos referentes a los orígenes de nuestra civilización occidental, demostrando del modo más brutal que no se considera parte de nuestra cultura y que encima la menosprecia hasta pisotearla y destruirla con su aplastante poder militar. Y encima tuvo el cinismo de responder por medio de uno de sus comparsas sostener que en una guerra no se pueden prevenir esas cosas, cuando muchos días antes sus tropas ocuparon y preservaron ya el edificio del Ministerio del Petróleo.  Ese crimen cultural contra la humanidad, que ni los nazis consiguieron culminar en la ocupada ciudad de París, manchará para siempre la memoria, no sólo de Bush, sino de toda la “civilización” y pueblo estadounidense que aún le sigue apoyando.

                   En defensa del resto de nuestro patrimonio intelectual y artístico propongo que en la entrada de los centros culturales se coloque un libro de firmas de repudio a ese culturicidio, enviando dichas firmas a la UNESCO al cumplirse el aniversario de ese día de luto para la cultura mundial, de modo que quede así constancia ante las generaciones futuras del rechazo de los ciudadanos a semejante barbarie.

20030426. El negocio de destruir para reconstruir.

                                    El vergonzoso espectáculo que estamos presenciando a escala internacional no es sino una reproducción agravada de lo que tantas veces hemos sufrido ya a escala local: por ejemplo, en el Madrid de Manzano. Éste, y otros de su cuerda, sin necesidad de destruir primero con bombas, sino simplemente dejando degradar ciertas partes de la ciudad (o sin que éstas se encuentren mal, por “pura estética”… .financiera, emprenden  costosísimas obras pagadas por todos en beneficio de los grupos de negocios que les han llevado a ocupar su estratégico cargo político. Grupos de negocios que, no contentos a veces con ello, vuelven al poco tiempo a echar abajo la “reforma” para emprender una segunda e incluso una tercera, hasta donde le permita su descaro o la pasividad de los votantes.

                                   En modo parecido, a escala internacional, después de destruir con bombas, incendios y saqueos -permitidos o estimulados- Irak, como antes Afganistán y tantos otros países, los poderosos grupos económicos vinculados, incluso del modo más descarado, a los más altos dirigentes de los Estados Unidos, han obtenido contratos multimillonarios que pagaremos –gracias a las multinacionales- todo el mundo. La guerra es su negocio, sin importarles que para el resto del mundo sea la muerte, la ruina o, en nuestro caso, por ahora, “sólo” el expolio.

20030508. Guerras ultras.

                             Yo conozco muy bien y quiero denunciar aquí al principal responsable de los ataques a los miembros del PP. Porque se trata de alguien aún más importante que los sospechosos apuntados por Aznar, los políticos de la izquierda. En efecto:  éste tiene aún más seguidores, y más obedientes –sus adversarios dirían fanáticos-, y explícita y oficialmente ha condenado a los dirigentes políticos que han promovido la guerra contra Irak a muerte eterna, al infierno, declarando que han cometido un pecado mortal.  

                              Se trata, claro está, del Papa Wojtila. A él tendría, pues, que tener valor de responsabilizar en primer lugar de provocar esos excesos contra sus partidarios el señor Aznar, ya que no tiene el mayor valor que requeriría reconocer su responsabilidad personal – y la de sus seguidores, los peperos que unánimemente votaron en el Parlamento por la guerra – en los enormes crímenes contra la humanidad que se están cometiendo en Irak. Pero, una vez más, y sin conseguir engañar ya a nadie, Aznar adopta la táctica de denunciar la paja en ojo ajeno para intentar desviar la atención de la viga que tiene en el propio.

20030509. Terrorismos iguales.

                           ¿Cómo se puede ser tan salvaje, tan fanático, como para decir que no hay una diferencia real entre la violación, la pedofilia y el incesto por una parte, y los más naturales pensamientos y deseos sexuales por otro? Sin embargo, esa era la doctrina de la moral oficial, que no admitía “parvedad de materia” y condenaba a la peor pena imaginable, la muerte eterna entre tormentos, al responsable de cualquiera de esos actos.

                           Alimentada por esa filosofía maniquea que, diplomáticamente suavizada en sus expresiones, sigue tan vigente aquí como demuestra la respuesta oficial y “popular” a la visita del Papa, existe su derivación política, no menos extremista, que acaba de predicar una vez más en las Naciones Unidas el señor Aznar, de que “todos los terrorismos son iguales”, y que por tanto hay que perseguirlos de la misma manera igual y condenarlos a la máxima pena. Víctima de un atentado de ETA,  Aznar ha padecido la  terrible secuela de perder todo equilibrio y razón al respecto.

                          Desde hace decenios yo escribo públicamente contra ETA y, a cara descubierta y sin guardaespaldas, he llevado, -no sólo a la Puerta del Sol de Madrid, sino a San Sebastián, Bilbao y Vitoria- esos  valiosos gritos de protesta que son las pancartas, que Aznar critica ahora, cuando se vuelven también contra él por el decretazo, el Prestige o la invasión de Irak. Pero precisamente porque estoy contra todo terrorismo, me opongo también al de Estado, el ejercido en nombre de la “seguridad”, por “protección”, chantaje tan usado por ciertos gobernantes como por ciertos gángsters. Tanto más cuanto a la larga es aún mucho más dañino ese terrorismo oficial, ideológico o “religioso”, presunta “cruzada” que Aznar como Bush, fundamentalistas religiosos confesos mal cubiertos de piel de demócratas, intentan imponernos a todos, a pesar de la sensata oposición de la inmensa mayoría de los españoles. Incluso sin la vergonzosa y contradictoria serie de “razones del lobo” que nos han intentado vender estos meses, sabemos muy bien que esos execrables asesinatos masivos en el extranjero van acompañados, como siempre, de un asesinato masivo de nuestras libertades, para aumentar la “seguridad” en el poder y la riqueza de unos pocos. Y que algunos condenados como terroristas han sido después tenidos como héroes de la patria, desde los fundadores del Estado de Israel hasta Nelson Mandela.

20030513. Los buenos y los malos.

                              El golpe recibido en la frente por el dirigente de CC.OO. parece que me ha abierto la cabeza a mí. Porque ahora veo un mundo extrañísimo, en el que no sólo son los buenos los que matan a miles de inocentes por si pueden eliminar al que es malo, sino en el que los violentos son los que se manifiestan contra esos buenos, -en realidad, genocidas- y en el que las víctimas, son los ricos y poderosos, y no los más débiles y los de abajo. Es decir, un mundo invertido, a las antípodas de lo que siempre lógicamente ha sido; y encima me dicen que siempre y todo lo bueno está de ese insólito lado, cuando hasta los niños saben que en todas partes hay de todo.

20030515. Israel,  genocida.

     Acabo de leer varias cartas en contra del artículo de Lorenzo Contreras, y ninguna en su favor. Como profesor de Ciencias Políticas, y conocedor de primera mano de Israel, sólo diré que no se puede tapar el cielo con la mano con largas disquisiciones e insultos en vez de razones. No hay dos países ni dos situaciones iguales, pero no habría ciencia política sin comparaciones y clasificaciones. No hay nada más evidente que Israel, por más que intente arroparse del manto religioso, se apoya cada vez más en la misma base ideológica racista de “pueblo elegido” que la Alemania nazi, y que está cometiendo un genocidio sistemático en los pueblos invadidos y sojuzgados, aunque a veces hable de “sólo asesinatos selectivos”.

20030528. Muertos por el Imperio.

                                Hemos llegado a un grado tal de perversión de los valores que puede parecer  “políticamente incorrecto” lo que en realidad es la mayor prueba de respeto, y la única manera eficaz de que la muerte en Turquía de los sesenta y dos (62)  militares españoles que volvían de Afganistán no se reduzca a un todavía más triste accidente inútil: el denunciar ese hecho trágico como ejemplo inolvidable de la catastrófica inhumanidad de las guerras que, lejos de remediar, no hacen sino agravar los males por los que con tantas como tan falsas y contradictorias “razones” dicen hacerlas algunos políticos.

                                 El “pecado original” al que hay que retrotraer esta tragedia que hoy nos enluta está en la falta de valor de tantos dirigentes respecto al 11 de septiembre de 2001. Lamentaron entonces, como debían, el hecho, pero además cayeron en el servilismo ante el más fuerte de aceptar que era un atentado sin motivación alguna provocado por un puro demonio. Esa maniquea cruzada del “bien” contra el “mal” ha ido justificando las sucesivas agresiones Afganistán, Irak, y las que vengan.

                                 Mientras no reconozcamos y rectifiquemos esa política de “buenos” contra “malos” impulsada por el integrista Bush y sus acólitos seguirán muriendo, como ahora en Turquía, ayer en Marruecos, anteayer en Irak y el año pasado en Afganistán, no pocos españoles, víctimas de quienes, desde aquí, lejos de frenar esas ilegales agresiones a escala mundial, para aumentar la “seguridad” de un imperio cada vez más insaciable, las apoyan para sacar una carroñera tajada de tales genocidios.

P.D. El vergonzoso fin de esa guerra en 2021 no hace sino confirmar su denuncia.

20030529. Presupuesto de Defensa.

                               Por supuesto que todo bien nacido debe apoyar unos presupuestos suficientes para defender la vida de quienes defienden la nuestra, de modo que no se repitan catástrofes como la de los 62 militares muertos en un avión-ataúd. Pero esas inversiones tienen que ser que ser para eso, para una justa y adecuada defensa nuestra, de España y de la Unión Europea, no para lo contrario como ahora: el acompañar de modo oportunista, politiquero y absolutamente injusto las aventuras imperialistas de un país extracontinental y fuertemente competidora de la Unión Europea, como lo es hoy en tantos aspectos los Estados Unidos. Aventurismo cruel, más aún por disfrazarse cínicamente en nuestro caso de “acción humanitaria”, al que Aznar ha sacrificado de hecho ya la vida de esos como de otros españoles, y continuará haciendo mientras no le obliguemos a terminar con esas tan sangrientas e ilegales actuaciones.

20030706. EEUU, imperio amenazador.

                       Estados Unidos tiene hacinados en condiciones inhumanas, sin acusaciones ni abogados, a centenares de presos en Guantánamo, y miles más en Bagdad. Acaba de tomar represalias contra cincuenta (50) países que no han garantizado la inmunidad de sus soldados ante el Tribunal Penal Internacional. Hace ataques preventivos con innumerables mentiras a un número creciente de países, con miles de muertos y heridos. Se niega a firmar acuerdos internacionales contra la proliferación de armas especialmente nocivas. Rompe los tratados de Ginebra, elaborados penosamente durante décadas para humanizar algo las guerras. Y encima tiene el “valor” de ponerse como el abanderado de la libertad, la democracia y la seguridad mundial. Cada cual se enorgullece de lo que carece. ¿Hasta cuando Europa va seguir tolerando esta situación; más aún, colaborando algunos de sus dirigentes -con una política tan cobarde como, a lo largo, suicida-, con ese imperio tan amenazador para todos?

20030707. Guerras tengas y las ganes.

                           Los crímenes del “asesino de la baraja”, como los 62 muertos en el accidente del avión militar, son algunos de los mil desastrosos “efectos secundarios” de las guerras en Bosnia y en Afganistán. Como se dice a veces de los pleitos, “¡Guerras tengas y las ganes!”. Son todas, en efecto, una espantosa tragedia. B bien lo sabemos tantos españoles, conscientes de que aún padecemos muchas trágicas secuelas de nuestra última guerra civil. Ojalá pronto todos, sin tristes excepciones de quienes aún pretenden aprovecharse de ellas, estemos de acuerdo en un “¡Guerra, nunca más!”.

20030908. Bush, irresponsable.

                              “Irresponsable”, ese ha sido el inequívoco adjetivo que el mismo diario Washington Post, que le apoyó en su guerra contra Irak, ha condenado ahora la política de Bush, al exigirnos a todos que paguemos los gastos de una agresión emprendida unilateralmente por él por intereses inconfesables, con múltiples mentiras, realizada con barbarie antihumana y anticultural, y prolongada con torpezas y costes interminables. Por fin hasta en Estados Unidos empiezan a caerse del burro del cow-boy Bush, reconociendo lo que ya entonces denunciaba aquí la gran mayoría de los comentaristas, incluida una castiza pancarta de protesta: “Ya pagaremos todos la coz del amo”.

20030912. La culpa del atentado en Nueva York el 11-S.

                               Los comentaristas del 11 de septiembre han sido prácticamente unánimes al señalar que el mundo es hoy mucho más inseguro que entonces, por la errónea y prepotente política unilateral de los Estados Unidos. Pero han callado la parte de responsabilidad que de esa política tenemos los demás países de Occidente, que entonces no sólo lamentamos los hechos, como es lógico, sino que implícita o explícitamente dimos toda la razón a Estados Unidos, como si fuera una víctima plenamente inocente de una agresión absolutamente no provocada a sus centros económicos y militares. Y que, entonces, como antes o después, hemos considerado como víctimas de primera, dignos de constante recuerdo y venganza, a esos tres mil estadounidenses, y no a las muchísimas más personas que mueren por esas intervenciones económicas y militares de los Estados Unidos en el Tercer Mundo.

20030923. Bush, terrorista.

                           Me niego a que me saquen dinero para financiar el terrorismo. Estoy de acuerdo con lo dicho en las Naciones Unidas por Aznar: Quien comete acciones terroristas “en nombre de una patria, un dios o un modelo de organización económica no es un patriota, ni un creyente, ni un idealista” sino “un asesino“. Precisamente por ser verdad, esto vale no sólo para las demás modalidades, sino también para el terrorismo de Estado, como la “Santa Cruzada” emprendida para “defender  Estados Unidos y la Democracia”, por un Bush que ahora, tras atacar unilateralmente a varios países múltiples “razones”,  tan variadas y variantes como falsas,  e incluso amenazar invadir otros, nos exige a los demás una incontable cantidad de millones de dólares para reconstruir parte de lo que su barbarie terrorista ha destruido.

                           Conforme a lo que ha añadido en las Naciones Unidas Aznar, hay que “evitar caer en la trampa” de lo que caracteriza siempre al terror: “la exclusión o la eliminación física, cultural y moral de los demás”. Sólo falta que nuestro presidente aplique lo que predica, sin estimular y ayudar a los talibanes más cercanos a su ideología e intereses, como él ha hecho, contra la sensata posición de casi todo los españoles. ¡Basta ya de terroristas de todo tipo, y de interesadas o cobardes complicidades con los mismos!

20030924. Guerra preventiva.

                          Ya lo había afirmado rotundamente el Papa, y el clamor auténticamente popular, en la mayor manifestación mundial celebrada en la historia. Ahora lo ha confirmado de forma oficial, en la 58 Asamblea General de las (191) Naciones Unidas que él presidía, Kofi Annan: La doctrina de la guerra preventiva fomenta el “el uso unilateral e ilegal de la fuerza, con o sin justificación creíble”, es decir, la destrucción de la civilización y de las Naciones Unidas, cuya profunda reforma, para frenar esa desastrosa tendencia, Annan reclamó con urgencia.

                          ¿Qué otra cosa puede desear las personas sensatas, la gente de bien? Sin embargo, impenitente hasta el final de su mandato, más aún, creciéndose y chuleando como acostumbra a hacer, aunque sea contra los usos diplomáticos y los intereses de España, Aznar no tuvo empacho en declarar allí mismo que desea la cada vez más improbable reelección de Bush “por el bien de EEUU, de la seguridad y de la paz del mundo”.

20030928. Bush, borracho.

                                    ¿No era verdad que Bush se había curado de su borrachera crónica? ¿Cómo es que ahora se empeña en que paguemos todos por medio de la ONU las guerras que tan contra la ONU, contra el sentido común y contra la humanidad ha provocado ya repetidamente? ¿Acaso no es ese extremo delirium tremens de pretender que paguemos nosotros sus platos rotos, esa borrachera de poder, mucho más peligrosa para todos que la de alcohol? Ese “remedio” de sentirse salvado “para salvar al mundo del terrorismo” ha resultado ser mucho peor que su anterior enfermedad, con la que, aun conduciendo borracho, como sabemos fue sorprendido y condenado, causaba mucho menos daño que ahora.

20031001. Conferencia de mangantes.

                          En un reciente viaje a Méjico, hasta los taxistas, al descubrir por mi acento que era español, se me quejaban del papel de correveidile de Bush ejercido por nuestro presidente para presionar a su presidente Fox. A esa vergüenza se añade ahora el que, coherentemente con ese papel de fiel servidor, Bush haya confiado a Aznar la también poca gloriosa misión de hacer de anfitrión en Madrid de la que, en su siempre doble e invertido lenguaje, ha osado llamar “Conferencia de Donantes”.

                               Porque los donantes de verdad seremos tanto el pueblo iraquí, al que se le despoja a mano armada de su petróleo y otras materias primas como el pueblo español y otros de nuestro entorno, forzados a pagar con nuestros impuestos los enormes costos de ese asalto y destrucción ocasionada por la agresión. Mientras, los políticos y las multinacionales que con sus mentiras urdieron en provecho propio esa guerra ilegal se reunirán en Madrid con otros de su cuerda, para repartirse aquí el botín, en lo que en realidad será, como se ha denunciado ya, una auténtica “Confabulación de Mangantes”, degradándose este octubre Madrid, como ya las Azores, al papel de nido de piratas.

20031007. Causas del terror.

                              No se puede solucionar la crisis del terrorismo, ni otras, sin ahondar en sus causas, esas que llevan a unos desesperados a sacrificar hasta sus propias vidas. Pero es difícil que puedan interesarse por esas causas quienes, máximos responsables políticos, lo son de causar o de no aliviar la falta de libertad o hasta de alimentos, lo que lleva directamente al terrorismo, o es tomado como pretexto por otros para realizarlo. Así vemos al ostentoso y tirano Fahd de Arabia Saudí, máxima financiadora bajo cuerda del terrorismo “particular” y clandestino, declarar que la lucha contra el terrorismo (de los demás) es la primera prioridad mundial. Como lo hace también el presidente del país que ha intervenido militarmente cien veces en otros países en este último siglo, y jefe del más oficial terrorismo de Estado, que ahora pretende incluso que financiemos todos, Bush (Noam Chomsky).

                              En España, Aznar acaba de insistir en la ONU  en que el terrorismo es la primera prioridad y en que lo que debe interesarnos de verdad no son sus causas, sino sus efectos: es decir, que le importante no es ir a sus fuentes, ni arreglarlo en su raíz, sino emplear más represión, lo que permitirá un Estado cada vez más militarizado, con más poder incluso económico suyo, más conforme al ideal del líder “salvador de la patria”, de la civilización occidental, auténtico cruzado del cristianismo; ambición de legionario que le une tanto a Bush por un lado como por otro a su mujer, oficialmente legionaria de Cristo. 

                              A donde lleva ese menosprecio interesado por las causas del terrorismo nos lo prueba cada día la mayor inseguridad existente. “Por sus obras lo conoceréis”, dijo el auténtico Jesús, cuyo mensaje está tan lejano al de estos tan abusivamente autodenominados Legionarios de Cristo (¿cabe mayor  aberración en su mismo nombre, dado que Jesús explícitamente  rechazó apoyarse en legiones, incluso de ángeles, y ordenó: “mete la espada en la vaina, Pedro”?) como cercano al de quienes, obedeciendo a sus enseñanzas (“tuve hambre y me disteis de comer…”) plantean insistir en el desarrollo de los  más pobres, cada vez más olvidados por Bush y Aznar, según muestran todos los datos de que disponemos; así, por ejemplo, el plan “Hambre Cero” en lugar de “Inseguridad Cero”, como contrapuso  ante Bush el presidente del Brasil, Lula.

20031008. Putin empleó la guerra preventiva para ser elegido.

                             La doctrina de la guerra preventiva, acabar de insistir el jefe de la ONU, va contra la base misma de su organización y, añadamos, excluye cualquier concepto de civilización digna de ese nombre. Pero, de inmediato, Rusia ha proclamado que se reserva el derecho a recurrir a esa nefasta guerra preventiva cuando le convenga.

                             No es que Putin haya sido contaminado “ejemplo” de la “doctrina Bush”, sino lo contrario. En efecto: Putin tenía una (des)esperanza de voto de apenas el 5%; pero, “casualmente”, entonces murieron 300 moscovitas en varios atentados de “los separatistas chechenos”; en realidad, hoy está claro, de la siniestra KGB de la que Putin fue destacado espía. Putin prometió aniquilar a los chechenos y restablecer la seguridad, y ganó las elecciones.

                            Después de esta “lección”, un Bush que había “ganado” por menos de la mitad de los votos, consiguió más del 90% de respaldo gracias a unos atentados en su capital y Nueva York, acaecidos -¡qué curiosa coincidencia con lo sucedido en Rusia!- gracias a una increíble dejadez ante claros indicios de posibles atentados de ese tipo; atentados que le permitieron a Bush prometer restablecer esa violada “seguridad”, aunque hasta hoy continúa un goteo de muertos estadounidenses en Irak, para no hablar de Afganistán y otros países, mientras algo parecido sigue en Chechenia.

                            Sería, pues, injusto, pensar que Putin imita a Bush, y no al revés, aunque ambos sean demasiado parecidos, eso sí, en el usar la excusa del terrorismo particular, espontáneo, para imponer en provecho propio su peculiar macro terrorismo de Estado.

20031009. Terminator.


                                  Hitler fue elegido “democráticamente”. Del mismo modo acaba de ser elegido un confeso admirador suyo, el actor “Terminator” –el nombre lo retrata- en la quinta economía del mundo, California. Y así ha sido elegido en el conjunto de los mismos Estados Unidos, con alguna ayudita de la “Justicia”, el señor que ha amenazado, invadido y ocupado antes y más países que lo que hizo en sus primeros años Hitler, Bush.

                                  ¿Es que falla tanto la democracia? No: es que hasta el mejor coche no puede funcionar si existen demasiados desniveles en el terreno. En vano se pretenderá después llamar democracia a un sistema donde se aplica, más o menos, el “una persona, un voto” si en la base donde debe moverse ese sistema electoral hay demasiadas desigualdades en acceso a la educación, a la información, a los medios de difusión, a las organizaciones políticas, a la riqueza.

              El problema no está en la democracia, sino en los excesivos desniveles que existen, desde el principio o por  fuerte erosión posterior, en el terreno en el que podría funcionar la democracia, intentando camuflar esa situación con unas elecciones aisladas de su contexto, que se convierten así en engañosa coartada del sistema no democrático realmente imperante.

20031010. Abstinencia de Bush.

Quienes, no ya desde una taberna de barrio, sino desde el poder, con tantos asesores a su cargo (y a cargo de nuestros bolsillos) pontifican soltando fórmulas mágicas que los hechos han mostrado ser inútiles o de imposible aplicación, merecen una pública condena de la sociedad culta y responsable.

Sobre un tema de vida o muerte, que en sólo Africa ha causado millones de muertos, el SIDA, las Naciones Unidas –y antes casi la mayoría de los parlamentarios de la Unión Europea- han tenido que reprochar el agresivo integrismo de un Papa que va predicando a los mismos “paganos” que no usen preservativos contra el SIDA; actitud cómplice de hecho con la propagación de la enfermedad, que también acaba de adoptar, en parte  por presión vaticana, el presidente de Kenia, al pedir una tan impracticable como inhumana abstención de la vida sexual durante dos años para detener los avances del SIDA.

     Como si todo esto fuera poco, con su enorme, desmesurado poder, el nuevo presidente “por los pelos” de los Estados Unidos, Bush, acaba de propugnar asimismo una abstinencia sexual que no practican de hecho ni muchos curas, añadiendo Bush a esas prédicas puritanas la eliminación de las normales subvenciones destinadas por los anteriores gobiernos estadounidenses a los medios, ellos sí, normales y eficaces de prevención del SIDA y para la necesaria anticoncepción. No son de extrañar las reacciones contrarias a toda prevención del SIDA, calificando a la enfermedad de fantasmal, mero “Intento Estadounidense de Apartar del Sexo” (“American Intentions to Discourage Sex”, AIDS, siglas del SIDA en inglés), según relata la revista TIME. Como anillo al dedo viene aquí la denuncia de Jesús contra los fariseos que imponen a los demás pesadas cargas, imposibles de llevar,  pero que ellos mismos no llevan ni con un dedo.

20031121. EEUU, triste paraíso.

                          A pesar de que fue organizada por una empresa que quería promover los viajes a Estados Unidos, una encuesta entre 2.001 viajeros de 16 países ha concluido con el resultado que muchos ya temíamos: que ese país es considerado “el peor” para viajar por los malos modales de sus agentes de inmigración y los interminables trámites para visados, así como el temor, señalado por dos tercios de los encuestados, de poder ser detenidos allí por cualquier error en el visado o frase considerada incorrecta dicha a la autoridad.

                            Mal eligen, pues, también, como estos días una aseguradora alemana, cuando quieren incentivar sus negocios ofreciendo como premio un viaje a ese “paraíso” que desgraciadamente nos recuerda ahora en más de un aspecto al no tan antiguo y ni tan reformado instalado en Rusia.

20031023. Aznar tiene razón.

                  Agobiado cada día más por la presión interna e internacional, los costes económicos de su codiciosa guerra a Irak, y también los políticos, al irse revelando las mentiras de las pretendidas “razones” de su guerra, Bush ha tenido que renunciar a su heredado “espléndido aislamiento” y pedir la cooperación de la ONU. En un gesto de responsabilidad, el Consejo de Seguridad, para reparar en parte el estado ruinoso en que la agresión de Bush ha sumido tanto al orden internacional como a Irak, ha aceptado participar en su reconstrucción, con el lógico alivio de Bush y sus acólitos.

                  Desmarcándose, por su reacción, no sólo de alivio, sino de ruidosa alegría, sobreactuando como acostumbra para compensar su complejo de inferioridad ante el que estima superior, Aznar ha llegado al extremo ridículo de pretender hacernos creer que ese gesto de responsabilidad de la comunidad internacional es una rendición, un reconocimiento del error de no haber estado con el trío de las Azores. Y así ha tenido el valor de exigir a Zapatero que rectifique su condena a la guerra de Irak. ¿Por qué no ha tenido un poco más de valor, y no se lo ha exigido también al Papa?  ¿O a ese 95% de los ciudadanos que estuvimos contra la guerra, participando en las mayores manifestaciones contra un Gobierno que ha conocido la historia de España?

                  A veces llego a pensar que tenemos un presidente que no nos merecemos, por más que no pueda negar que, a largo plazo, los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, y esto último debe hacernos reflexionar muy seriamente y actuar en consecuencia.

20031130. Responsables de víctimas de guerras.

                          ¿Cabe más siniestro cinismo?  Un médico ansioso de fama y dinero emprende una arriesgadísima operación con un niño, contra las normas científicas y el parecer de sus colegas; el niño muere y sus parientes demandan al médico; y éste tiene la inhumanidad añadida de acusarles de pretender sacar provecho del cadáver.

                             Aquí, en España, a remolque de Bush, y contra el parecer de los especialistas militares y morales (incluido el Papa), y la opinión de más del 90% de los ciudadanos, el gobierno nos ha metido en lejanas aventuras imperialistas, con tan variadas como demostradamente falsas razones, que no consiguen tapar el olor a petróleo. Y cuando ahora los familiares y representantes de las víctimas, los 7 de Irak o los 62 en Turquía (hecho que en otro país habría hecho caer también no sólo a un ministro, sino a un gobierno en pleno) o los periodistas Anguita y Couso, denuncian a los aventureros políticos que buscando renombre los pusieron allí, estos tienen encima el descarado cinismo, para defenderse, de acusarles a su vez de esas muertes cuya responsabilidad última tan directa y totalmente les corresponde.

20031205. El pavo de Bush.

                        ¿Cómo es que no se le sube el pavo? Todos hemos visto la imagen del presidente de los Estados Unidos, exhibiendo sonriente en sus brazos un pavo triunfal, en un país conquistado… en el que tuvo que aterrizar en el más riguroso secreto, con nocturnidad, oscuridad y alevosía, no atreviéndose ni a salir de ese europuerto, y huyendo de estampía a las dos horas. ¿Hay algo más parecido a una victoria pírrica? ¿Cómo es posible que esas payasadas no le den vergüenza a Bush? ¿Hasta cuando el pueblo estadounidense y el mundo van a aguantar tales espectáculos?

20031121. Agresores “inocentes”.

                                 Después de reconocer sesudamente que en los conflictos entre los pueblos siempre hay responsabilidad, en distinto grado, por ambas partes, un escritor judío sostenía que peculiar de los ataques a su pueblo es que este es el primer pueblo totalmente inocente, cordero inmaculado. ¿Qué esperanza de solución cabe del conflicto entre Israel y sus vecinos con un planteamiento tan absolutamente egocéntrico?

                                 En modo parecido, hay que recordar la gravedad de las declaraciones de un alto dirigente militar de un pueblo que en menos de un siglo ha intervenido militarmente más de cien veces en otros países, y mantiene tropas en treinta y siete de ellos; militar que mostraba su asombro e indignación porque había sido atacado “sin ninguna provocación por su parte” el Pentágono el 11-S. De esa nula capacidad de autocrítica ha surgido la más global y terrorífica declaración de guerra ilimitada en el tiempo y sin limites geográficos, preventiva, etcétera, por parte de un gobierno estadounidense que está sumiendo al mundo en una espiral de inseguridad y conflictos cada vez mayor.

                                   Parte de la responsabilidad de esta total falta de autocrítica, y consiguiente feroz agresividad, la tienen los políticos e intelectuales de países “amigos” que ya entonces, y todavía hoy, han apoyado servilmente esa autoproclamación de inmaculada inocencia por parte de Estados Unidos. Estos mismos días, en una revista como “La Clave”, y en palabras de un viejo sociólogo –que, en principio, debería tener, por su edad y por su profesión, una actitud más ponderada y relativista-, el señor González Seara, todavía se califica de absurdo ultraizquierdismo el atreverse a sostener que aquel ataque  del 11-S pudiera ser de alguna manera una respuesta –bárbara y contraproducente, por supuesto- a alguna posible acción incorrecta por parte de los Estados Unidos. Con esos serviles servidores del imperio, la paz estará, según estamos comprobando ya en España  incluso con ataúdes, cada día más lejos. 

20031210. EEUU, “inocente total”.

                                 Después de reconocer sesudamente que en los conflictos entre los pueblos siempre hay responsabilidad, en distinto grado, por ambas partes, un escritor judío sostenía que peculiar de los ataques a su pueblo es que este es el primer pueblo totalmente inocente, cordero inmaculado. ¿Qué esperanza de solución cabe del conflicto entre Israel y sus vecinos con un planteamiento tan absolutamente egocéntrico?

                                   En modo parecido, hay que recordar la gravedad de las declaraciones de un alto dirigente militar de un pueblo que en menos de un siglo ha intervenido militarmente más de cien veces en otros países, y mantiene tropas en treinta y siete de ellos; militar que mostraba su asombro e indignación porque había sido atacado “sin ninguna provocación por su parte” el Pentágono el 11-S. De esa nula capacidad de autocrítica ha surgido la más global y terrorífica declaración de guerra ilimitada en el tiempo y sin limites geográficos, preventiva, etcétera, por parte de un gobierno estadounidense que está sumiendo al mundo en una espiral de inseguridad y conflictos cada vez mayor.

                                     Parte de la responsabilidad de esta total falta de autocrítica, y consiguiente feroz agresividad, la tienen los políticos e intelectuales de países “amigos” que ya entonces, y todavía hoy, han apoyado servilmente esa autoproclamación de inmaculada inocencia por parte de Estados Unidos. Estos mismos días, en una revista como “La Clave”, y en palabras de un viejo sociólogo –que, en principio, debería tener, por su edad y por su profesión, una actitud más ponderada y relativista-, el señor González Seara, todavía se califica de absurdo ultraizquierdismo el atreverse a sostener que aquel ataque del 11-S pudiera ser de alguna manera una respuesta –bárbara y contraproducente, por supuesto- a alguna posible acción incorrecta por parte de los Estados Unidos. Con esos serviles servidores del imperio, la paz estará, según estamos comprobando ya en España incluso con ataúdes, cada día más lejos. 

20031230. Mecca-Cola.

                           ¿Debemos realmente tragarnos eso? El boicot a los productos estadounidenses es, sí, una reacción natural y saludable a la creciente agresión comercial y militar de los Estados Unidos. Pero no debe combatirse con otro unilateralismo aún más fanático, en una dinámica cada vez más dañina para el mundo entero, como mostró el 11 de septiembre de 2001. Por ello a una Coca-Cola no debe oponerse otra hermana gemela, cuyo nombre es ya todo un programa, la Mecca-Cola, denominación mucho menos presentable aún que la de la también existente Arab-Cola, que podría responder a un nacionalismo defensivo, y por tanto defendible. ¿Qué diríamos de una Vatican-Cola, incluso hoy, en que el Vaticano ya no apoya unas cruzadas, como todavía hacen, y más que nadie, las autoridades de La Meca?

                               El colmo es que no sólo algunos musulmanes, sino incluso ciertos izquierdistas laicos occidentales se traguen ese brebaje en vez de producir uno realmente distinto, realmente alejado de políticas integristas, realmente solidario, y no como la Mecca-Cola, que dedica una pequeña parte a la causa palestina… después de cobrarnos y lucrarse aún más que la Coca-Cola por su producto.  Con esas tragaderas, esa izquierda no tiene más futuro que el de una estéril oposición.

20031231. Ridícula y dañina Mecca-Cola.

                           ¿Debemos realmente tragarnos eso? El boicot a los productos estadounidenses es, sí, una reacción natural y saludable a la creciente agresión comercial y militar de los Estados Unidos. Pero no debe combatirse con otro unilateralismo aún más fanático, en una dinámica cada vez más dañina para el mundo entero, como mostró el 11 de septiembre de 2001.

                             Por ello a una Coca-Cola no debe oponerse otra hermana gemela, cuyo nombre es ya todo un programa, la Mecca-Cola, denominación mucho menos presentable que la de la también existente Arab-Cola, que podría responder a un nacionalismo defensivo, y por tanto defendible. ¿Qué diríamos de una Vatican-Cola, incluso hoy, en que el Vaticano ya no apoya unas cruzadas, como todavía hacen, y más que nadie, las autoridades de La Meca?.

                             El colmo es que no sólo algunos musulmanes, sino incluso ciertos izquierdistas laicos occidentales se traguen ese brebaje en vez de producir uno realmente distinto, realmente alejado de políticas integristas, realmente solidario, y no como la Mecca-Cola, que dedica una pequeña parte a la causa palestina… después de cobrarnos y lucrarse aún más que la Coca-Cola por su producto.  Con esas tragaderas, esa izquierda no tiene más futuro que el de una estéril oposición.