20010108. Las víctimas de Kosovo.
Hay indecencias e indecencias. Aquí la obscenidad llega a extremos inconcebibles. Se habla de algunos soldados que pudieran estar enfermos o haber muerto por su contacto más o menos prolongado con lugares de Kosovo bombardeados con uranio empobrecido. Pero casi nadie se preocupa por los resultados, mil veces más graves, de esa acción -que nos vendieron, y tantos quisimos creer, como “filantrópica”- entre las poblaciones víctimas de nuestra “ayuda”. Más aún que el uranio, lo que hemos conseguido empobrecer hasta límites insospechados es nuestra humanidad.
20010120. Israel antisemita.
Los hijos de padres maltratadores, contra toda aparente lógica, tras haber padecido en su carne y declararse enemigos acérrimos de este abuso, acaban demasiadas veces siendo ellos mismos también maltratadores. Así, el pueblo judío, víctima de Hitler, está siendo cada vez más verdugo a su vez del pueblo palestino. Más aún, recurre al genocidio nazi para intentar justificar el que ahora Israel cometa un genocidio oficial y permanente contra otro pueblo. ¿Cabe algo más perverso que ese terrorismo oficial, de Estado, intentando justificarse con un pasado en el que él tenía un papel diametralmente opuesto, y acusar ahora de antisemitas –como estos días el embajador de Israel en Suecia- a los que se oponen al genocidio que están cometiendo ante las cámaras de televisión los mismos israelitas? Los antisemitas son ellos, que están eliminando, cainitas disfrazados de Abel, a sus hermanos semitas, los palestinos.
20010304. Intervención de Afganistán.
Con toda la urgencia del caso, como pide Mayor Zaragoza, hay que montar una intervención humanitaria en Afganistán, no sólo para salvar sus estatuas y patrimonio artístico, sino también y prioritariamente, según reclama asimismo nuestro ex director de la UNESCO, para defender a los derechos humanos tan pisoteados por los talibanes, máxime respecto a las mujeres. Estoy segura de que si los varones hubieran sido tan oprimidos por ellos como lo son las mujeres, esa intervención habría ocurrido ya hace tiempo.
20010423. Bush y la sentencia a muerte.
Como gobernador de Texas, el hoy presidente de Estados Unidos “sólo” consiguió firmar dos sentencias de muerte al mes. Con su nuevo cargo, al señor Bush le ha bastado no hacer honor a la firma que Estados Unidos en el acuerdo de Kioto sobre descontaminar para enviar a la muerte a muchísimas más personas en su país y en el resto del mundo. ¡Felicitaciones!
20010425. USA manda mal.
¿Qué clase de Gobierno se está imponiendo cada vez más en los Estados Unidos? Hoy ha sido el único de los 53 Estados que no ha aprobado en las Naciones Unidas el acceso a los medicamentos contra el SIDA que había pedido el Brasil. Esta semana ha sido el único de todos los miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que no ha aprobado el derecho de toda persona a una alimentación adecuada. Este mes, Bush ha roto el mínimo acuerdo internacional de Kioto, reclamando su “derecho” a contaminar, vendiendo así más barato que nosotros… empobreciéndonos y envenenándonos de ese modo más y más.
Recordemos, entre otros muchos y gravísimos desafueros, que Estados Unidos es uno de los pocos países que se oponen al tribunal Penal Internacional, al Tratado de prohibición total de pruebas nucleares y al de prohibición de minas antipersonas; más aún, que promulga oficialmente leyes contrarias al derecho internacional sobre embargos e incluso secuestros de personas, interviniendo militarmente de modo unilateral en otros Estados, etcétera, etcétera.
Apoyándose brutalmente en la razón de la fuerza, “porque me llamo león”, campeones de una democracia que –como en sus orígenes- no sólo tolera, sino que se basa económicamente en la esclavización de quienes no son de su raza y estirpe, los Estados Unidos, si no les paramos los pies, serán cada día más, como demuestran estos incontrovertibles hechos agresivos suyos, la mayor amenaza para la libertad y democracia del mundo entero.
20010523. Aznar, pelele incluso ante guerras.
Bochornosos honores, han subrayado muchos comentaristas, los tan ridículamente exagerados que ha recibido Aznar en Rusia. Premio ostensible a su “comprensión” ante la cínica manipulación por parte de Putin de la guerra en Chechenia para alcanzar y mantenerse en el poder, así como a su dictatorial persecución de los medios de comunicación con el mismo objetivo. Métodos ambos que corresponden demasiado a los propios ideales de gobierno de Aznar, como prueba hasta su silencio aprobador cuando Putin ha comparado los “terroristas chechenos” con el terrorismo de ETA. Por treinta miserables monedas, Aznar se desmarca así de la política de la Unión Europea ante Rusia.
¿Cómo no recordar aquí también el no menos indigno servilismo de Aznar ante otra guerra fomentada por otro presidente para mantenerse en el poder, haciendo coincidir los bombardeos con los trámites para su destitución? Mientras que la comunidad internacional rechazaba ese sangriento baño bélico de distracción de Clinton contra Irak, Aznar aplaudía y prestaba nuestras bases militares para realizarlo: “USA: usa a un servidor” gritaba entonces su caracterizado pelele en las manifestaciones ante la embajada USA en Madrid.
Conviene recordar tales precedentes en vísperas de la visita del nuevo y más descarado lacayo de las petroleras y tabacaleras, Bush, ante quien, lacayo de un lacayo (esclavo de un esclavo, como se definía el papel de la mujer tradicional) Aznar no tendrá empacho en protagonizar -¿qué otra cosa cabe esperar de ese su historial?- otra vergonzosa bajada de pantalones, traicionando una vez más a la Unión Europea y perjudicándonos moral y, a medio plazo, materialmente a todos.
20010611. Manifestación de motoristas.
3.000 motoristas se manifestaron el domingo 10 de junio por las calles de Madrid, reclamando mayor seguridad vial. Un número muy superior de ciudadanos, en otra manifestación, también de ámbito estatal, lo hicieron a la misma hora en calles cercanas, convocados por cincuenta organizaciones, sobre un tema que a todos nos concierne en muchos aspectos: la política del nuevo presidente estadounidense, Bush; entre los asistentes –quizá esté ahí en parte la clave de lo que pasó- estaba el líder de unos de los principales partidos del Parlamento español. El primer acto fue comentado profusamente por TV1; al segundo, ni lo mencionó en lo que todavía insiste en llamar, con típico humor negro, sus “Informativos”. Una prueba, entre mil otras, de que debería llamarse “TV1PP”, y del respeto que tiene el partido del gobierno a la verdad, a la libertad de opinión y a la honestidad al administrar los dineros de todos, en la televisión estatal, en beneficio de sus propios intereses.
20010614. Bush barbarie.
El presidente Bush está aplicando a la perfección su prometida política de compasión para acabar con la marginación y la pobreza. En los individuos singulares, reinstaurando de hecho la pena de muerte en el marco estatal; proporcionando, mediante inyección letal, “arsénico por compasión”. Al nivel internacional y mundial que le permite su nuevo cargo, con bombardeos a países “marginales”, “gamberros”, como Irak, y relanzando el armamentismo al máximo nivel. También de modo reduplicativamente “económico”, eliminando las ayudas a los más pobres de su país y del mundo, para liquidarlos también del modo más rápido y “compasivo”.
Como tantos otros de su talante, este “matón compasivo” invoca a Dios para justificar su política inhumana; y no faltan carroñeros que quieren sacar tajada de ello, aunque sea presentándole como “azote de Dios”, como Atila, destructor de la civilización y la naturaleza –“donde pisaba la pezuña de su caballo no volvía a crecer la hierba”. Muchos rasgos de ese rey de los hunos reproduce, en efecto, y agigantados por la técnica moderna, este tejano cowboy asilvestrado que, teledirigido, como monstruoso robot, por las multinacionales más contaminantes y antisociales –petroleras, tabacaleras, etcétera-, está haciendo retroceder rápidamente al mundo entero a un estado de barbarie que parecía ya enterrado para siempre.
20010623. Estados gamberros.
Contra la opinión de algunos, a mí me parece que uno de nuestros mayores peligros lo constituyen los Estados llamados “gamberros”. Se caracterizan por su fanatismo ideológico, el creerse predestinados a salvar a la humanidad, en este mundo o en el otro. Para tan difícil tarea, se creen autorizados para romper todas las normas que constituyen la esencia misma de la civilización. Así imponen desde la pena de muerte individual al ataque unilateral y sin mandato de la ONU –a la que sabotean cuanto pueden- a los países que les conviene, gastando en armamentos cifras muy superiores a las de los demás.
Alguno de estos países gamberros, abusando descaradamente de su poder, llega a proclamar oficialmente su “derecho” al asesinato y secuestro en el extranjero de sus oponentes. Y, en buena lógica, por miedo a ser condenado por sus tropelías, se niega a aceptar el Tribunal Penal Internacional y hasta los más elementales acuerdos ecológicos, como en de Kioto. Y no me estoy refiriendo sólo a China, sino al país de la libertad… de hacer lo que le da la gana con los demás; de predicar su democracia… a palos.
20010823. Bush de vacaciones.
Ahora se han quejado de las largas vacaciones que se está tomando el presidente Bush incluso algunos de los muchos que critican su desastrosa política. En mi modesta opinión, para lo que hace -peor: deshace, contamina, destruye- en su despacho de la casa Blanca, sería mucho más barato para todos pagarle unas vacaciones permanentes hasta el final de su contrato.
20010906. Terrorismo contra los niños.
Atacar a los niños del adversario cuando van a la escuela es una canallada sin nombre, que debiera apartar definitivamente de esos inhumanos fanáticos protestantes nordirlandeses a toda persona decente. Hasta los más encallecidos cómplices de ETA han pretendido negar su responsabilidad en el juguete-bomba que estalló hace poco; aunque en otros atentados con bombas, masivos o a determinadas personas, estaba prácticamente asegurado que iban a estar sus hijos, y de hecho varias veces también los niños han sido así asesinados por ETA.
¿Es posible imaginar algo peor? Sí, y aquí ha sucedido: cometer ese cobarde crimen en nombre de la religión. “Matar por Dios es doble crimen”, denunciaba en la Puerta del Sol de Madrid estos días una pancarta, en una manifestación contra los recientes homicidios deliberados –incluso “selectivos” (¡!)- de Israel. Es tremenda la responsabilidad de los líderes religiosos de uno y otro bando que, en Oriente Medio o Irlanda, no condenan con la energía que debieran esa sacralización justificadora de los crímenes, de los que, al menos indirectamente, se aprovechan para incrementar su influencia. Aquí, en España, no sólo hemos visto tantas veces regar nuestro suelo con sangre en nombre de Dios, en “Cruzadas” fratricidas, sino que todavía hay zonas en que los eclesiásticos sacan tajada de esos enfrentamientos, que algunos clérigos –bastantes, en el País Vasco- incluso apoyan más o menos descaradamente.
20010911. Terrorismo de USA.
Condeno radicalmente el múltiple ataque terrorista contra los Estados Unidos porque yo estoy, absolutamente, contra todos los terrorismos, sin justificar ninguno, ni siquiera como respuesta a otro terrorismo. Pero, por el fin propio del Estado, por ser el más fuerte, por poder causar más daño, es obvio que el terrorismo de Estado es de suyo más execrable que otros.
Tampoco se puede justificar abiertamente el crimen de Estado, los bombardeos “selectivos” a muchos países, la ruptura de las convenciones internaciones sobre las armas químicas, nucleares, los derechos humanos, de la infancia, etcétera, etcétera, como está haciendo aceleradamente los Estados Unidos desde la llegada al gobierno de Bush, y asombrarse después de que finalmente se le aplique en parte la ley del talión, con una barbarie que, repito, condeno sin paliativos, debiendo precisamente por eso denunciar la escalada de barbarie estatal estadounidense recién mencionada, aún más innecesaria y abusiva, que la ha hecho, en parte al menos, posible, explicable, aunque nunca, repito, justificable.
20010912. Terrorismo en USA.
Una mera respuesta policial y militar a los atentados terroristas en los Estados Unidos no harían sino agravar los problemas que los han provocado, extendiendo el conflicto hasta perjudicarnos gravemente a todos. La prevención real del terrorismo no puede ser otra que acabar con sus causas: la mala hierba del fanatismo e integrismo no podría haber tenido tales amargos frutos si no hubiera encontrado un tan abonado campo en las crecientes desigualdades económicas, sociales y políticas entre el Norte y el Sur, de las que, si no ciertamente el único, Estados Unidos es el principal responsable, máxime, de modo clamoroso y tan provocador, desde la instauración de su nuevo gobierno. Pero la respuesta de Bush, identificando integristamente su causa –igual que hacen sus adversarios- con la de Dios, la libertad y la democracia, auguran aún días aún peores para la democracia, la libertad y la paz mundial. ¡Dios nos salve de nuestros salvadores, de los integristas de cualquier signo!
20010913. USA-Tarifa.
¿Cuántos cadáveres nos desayunamos en Occidente cada mañana? Niños de Guatemala, emigrantes del Estrecho, palestinos… son sólo unos pocos ejemplos. Los miles de muertos del Tercer Mundo se podrían evitar de un plumazo si Occidentebajase de su trono para compartir toda la riqueza que históricamente ha robado. Pero nuestro estómago es formidable y lo aguanta todo. Hasta que un día nos ha tocado tragarnos nuestros propios cadáveres y se nos ha cortado la digestión.
Los que han muerto en las Torres Gemelas son la prueba del deterioro de Occidente, la prueba de que hay gente que se siente tan profundamente herida como para creerse con el derecho a morir matando.
El fanatismo no lo provoca la religión. Lo provocan la injusticia y la desigualdad. Y aun así, de lo único que se está hablando es de emprender cruzadas desde Occidente a modo de azote bíblico contra quienes osan dañar nuestros intereses.
Los gobernantes de Occidente nos están abriendo las puertas del fin del mundo con su ira y su negligencia. Contra unos terroristas dementes es imposible razonar, pero a nuestros gobernantes sí que los podemos echar por el peligro en el que nos están poniendo. Lo de cambiar o morir es hoy más cierto que nunca.
20010913. USA y terrorismo.
Fue justo el día anterior: el diez de septiembre, un ciudadano preguntaba en un gran diario madrileño que, dado que esa fue la razón esgrimida para bombardear Irak, cuando se iba a hacer lo mismo con otro país que acababa de romper los acuerdos internacionales contra las armas bacteriológicas. Peor aún, añadamos:
aún dejando de lado su actitud provocadora, abusando de su poder para saltarse las normas internacionales de comercio, de contaminación (Kioto), etcétera, ese país había roto también, fría y unilateralmente, los tratados internacionales contra la guerra química; se había negado a firmar los acuerdos sobre limitación de armas nucleares, la prohibición de minas antipersonas, sobre la instauración del Tribunal Penal Internacional, sobre los Derechos Humanos y sobre la Protección a la Infancia, entre otros muchos destinados directamente a preservar la paz mundial, y se había lanzado de nuevo a una irresponsable escalada armamentista. Uniendo a las declaraciones los hechos, había bombardeado e invadido militarmente, de modo unilateral y “preventivo” a muchos países de América, Asia y África, proclamándose de hecho “el país de la libertad”… de hacer lo que le diera la gana con los demás, en el que hasta la estatua de la auténtica Libertad, orillada y de espaldas a él, parece buscar con su lámpara, como Diógenes, un país libre al que emigrar.
Yo estoy firmemente contra todo terrorismo; por eso condeno los ataques contra Nueva York y Washington; por eso aplaudo también la promesa de Bush de buscar y castigar como se merecen, “sin distingos”, a los terroristas, a sus cómplices y instigadores; por eso le exijo que, para cumplir en serio su promesa, empiece por mirarse al espejo.
20010914. USA y las dos Españas.
Las guerras remueven el fango, saliendo a la superficie lo peor de algunos, que quieren ganar a río revuelto de sangre. En España mismo no han faltado quienes de inmediato han saltado sobre la ocasión estadounidense para declarar a toda página una nueva Cruzada contra los moros; en realidad, una nueva “Cruzada” franquista, contra “las fuerzas del mal… aquí, próximas, al asecho. Ha llegado el momento de que el mundo, y nosotros con él, nos defendamos para que la democracia no sea la pesadilla de una larga postguerra declarada por el terrorismo”, pidiendo una “represión”, una “desligitimación radical e inmediata de discursos destructores”. Recordemos que dicen eso los del mismo diario capitalino que, hasta el día de su muerte, apoyaron como defensor de la civilización occidental y del cristianismo a Hitler primero, y después a Franco, y que, como este hecho destapa, todavía sueña con resucitar las dos Españas, la Inquisición que descaradamente reclaman para medrar de nuevo como censores de su propio pueblo.
Los ciudadanos, al menos por ahora, podemos todavía elegir entre esos belicistas, fanáticos que se consideran buenos contra malos, partidarios de eliminar como sea a los demás, o bien a quienes reconocen que la verdad nunca está entera en un solo lado, y buscan devolver la paz eliminando las desigualdad y los agravios que pueden haber influido en los conflictos. Así, por ejemplo otro diario capitalino, que concluye que “es preciso un esfuerzo coordinado y persistente de los gobiernos, y que los ciudadanos no contemplen los programas de solidaridad como una manía de los tiempos, sino como el único antídoto posible contra el odio. Para que nunca más veamos a nadie, niños o mayores, celebrar el asesinato de ningún inocente”
20010918. Buenos y malos de película.
De niño, lo que más me gustaba eran aquellos filmes que me hacían sentir “el bueno de la película”, indignándome contra los malos, como eran, evidentemente, aquellos indios que atacaban y mataban a los buenos vaqueros. El paroxismo del placer lo alcanzaba al maldecir a algún raro villano traidor que de alguna manera pudiera parecer ponerse del lado de los malos, cuando todo estaba tan claro, en blanco y negro, como la misma película.
Hoy, realmente y a nivel mundial, los mismos y auténticos vaqueros del Oeste, Bush (como su padre, y otros) se ponen cada vez más en campaña para obtener lo que aún les falta, la conquista del Oriente, calificando también a los que se resisten a ello de ser el mal puro. Y lo prueban también “de película” o, mejor dicho, ya de televisión, con ese “ataque totalmente sin provocación previa a víctimas todas totalmente inocentes”. Así procuran obtener también ahora grandes reacciones de indignación moral entre quienes, por su naturaleza o por sus intereses, siguen en su edad adulta y real en la “infancia espiritual”; es decir, en concreto, a los que están dispuestos a contribuir, en la medida de sus posibilidades, a que se sigan matando masivamente (también a traición, con drogas, enfermedades y hambre, aunque eso tampoco aparece hoy en la película-televisión) a indios de cualquier tribu, en beneficio, por supuesto, de la civilización y del cristianismo.
20010923. Bush loco.
Un gran presidente norteamericano, Lincoln, recibió una delegación de los Estados sudistas, que intentaron convencerle de la bondad de su sistema económico basado en la esclavización de los negros. “Sabemos que Dios está con nosotros” dijeron con soberbia. Lincoln, humildemente, respondió: “Yo, en cambio, me conformo con procurar estar del lado de Dios”.
Por enorme desgracia para los Estados Unidos y para el mundo, un descendiente de aquellos orgullosos sudistas, un típico tejano, se ha encaramado por los pelos a la presidencia estadounidense, y en pocos meses ha demostrado que sigue buscando la prosperidad de su clan a base de la explotación de los pueblos “inferiores”, dentro y fuera de sus fronteras. Y, como los sudistas de antaño, cree también ser el pueblo elegido por Dios, tener privilegio divino para sojuzgar a los demás, afirmando estos días: “Sé que Dios no es neutral”, es decir, está con Bush.
. Más aún, ha tenido la insensatez culposa –pues ya ha provocado al menos un asesinato por un “patriota” a un hindú con turbante, a quien confundió con un musulmán- de llamar a su país a una nueva Cruzada (un ayudante suyo intentó en vano disminuir su responsabilidad: “Bush hablaba en sentido figurado”). Por si esto fuera poco, también ha bautizado a esa Cruzada agresiva con el increíble nombre de “Justicia Infinita”, mostrando que su desvarío le lleva a creer ser el mismo Dios, Único capaz de ejercerla (también ahora intentan en vano sus ayudantes ocultar su desvarío y hablan de cambiar el nombre que de tal modo le deja en evidencia). ¿Cabe algo más insensato que creerse Dios? Sí, en un récord digno del Ginness, Bush, afectado mentalmente por unos atentados que le hicieron esconderse durante demasiado tiempo, se cree ahora nada menos que un “SuperDios”. ¿No ha prometido “erradicar las fuerzas del mal”, lo que Dios no hará sino en la otra vida?
“Por la boca muere el pez”. Esa serie de declaraciones públicas –entre otras en la misma línea- prueban que nos encontramos ante una personalidad fuertemente desequilibrada, un integrista religioso irresponsable, tanto más peligroso cuanto está más armado y tiene menos frenos que los demás. Porque abundan a su alrededor los cobardes que no quieren reconocerlo para no tener que enfrentarse a él; y no sólo en su país, porque incluso los jefes de Estado de países de su entorno, en vez de ponerle en su sitio -asustados de su atrevimiento de haber presentado al principio algunos reparos a tanta locura- han acabado por darle carta blanca para que ejecute a quien quiera; de lo que ya tiene un siniestro récord, desde su época de gobernador de Texas, este Bush, tan legítimo hijo de su padre y de esa lamentable tradición sudista de integrismo y opresión de los pueblos de color.
20010924. Bárbara USA.
Estuvo bárbara. Todos los demás, centenares de parlamentarios sumisos como un rebaño, dieron un cheque en blanco para una “guerra a quien sea”, del modo más irresponsable, a un vaquero del más salvaje Oeste, que se considera el “bueno” de la película, y promete salvar a todos “de las fuerzas del mal”, en una nueva “Cruzada” que puede durar, promete, mucho tiempo, como las otras. Más aún, identificándose sacrílegamente con el mismo Dios, Bush ha tenido la loca arrogancia de llamar a su operación de venganza “Justicia Infinita”.
Sólo una mujer, con un valor que no tuvieron centenares de hombres, se negó a esa locura organizada en nombre de un patriotismo integrista que exige innumerables e indiscriminados sacrificios humanos, incluso de inocentes, como el fanatismo de su hermano enemigo, poniéndose así a su tan bajo e inhumano nivel. La historia recordará a esa parlamentaria californiana, que como ciudadana, como mujer y como madre se negó a refrendar incondicionalmente un nuevo holocausto, y a quien desde aquí, por su valor, por librar por la mínima a su Parlamento en vergonzoso entreguismo unánime a la locura, por haber luchado por proteger al mundo entero de una sangrienta y creciente espiral de violencia como la que cada día estaremos padeciendo más en los próximos años. Te debemos por ello una barbaridad, Bárbara Lee.
20010926. USA: terror e hipocresía.
Bush amenaza: o estamos con ellos o estamos contra ellos. Las cosas no son blancas o negras. Piqué; hay que “educar al pueblo español” para que acepte dar carta blanca a las represalias al “terrorismo islámico”, cuando nunca hablan de “terrorismo católico” en Irlanda. Educarnos no es darnos respuestas prefabricadas, sino hacernos preguntas. Todavía va a resultar que los ciudadanos del mundo somos lerdos y no nos damos cuenta de lo que intentan: adocenarnos, domesticarnos.
No podemos permitirnos más guerras, más opresión y más hambre. ¿Cuánto tiempo llevan los talibanes, pero también los saudíes y demás emiratos feudales amigos, oprimiendo su cultura, sus mujeres y sus libertades? EE. UU. los ha protegido, incluso a los talibanes de Afganistán. Ahora se erige en juez, parte y ejecutor vengador, nos anuncia una cruzada y más “guerra sucia”. Los norteamericanos no lo saben (se lo ocultaron o no quisieron creerlo), pero los demás ya sabemos lo que la CIA ha hecho: escuadrones de la muerte, complots… (Aznar, ¿no quedamos en que los GAL eran execrables? Claro, Bush no es González). No podemos permitirnos eso. Si tanto busca justicia Bush ¿por qué bloquea la ONU a su antojo? ¿por qué no obliga a Israel a que acate las resoluciones de la ONU? ¿por qué torpedea el Tribunal Penal Internacional?
Primero que acaben con las injusticias sociales, culturales y de todo tipo y después que hablen de democracia; quizás así no haya tres cuartos de la población mundial en la miseria que cualquier día se volverán contra el Occidente hipócrita que nada hace por ellos. Con lo que cuesta un avión F-16 se acabarían los niños raquíticos que mueren por millares. No podemos permitirnos tanta ignominia y tanto cinismo.
20011001. Afganistán espía.
Un canal televisivo español no sólo revela que hay una mujer que, escondiendo un ordenador portátil en sus ropas, comunica a Occidentes noticias desde las montañas de Afganistán, sino que da una serie de detalles personales y familiares sobre ella que facilitan mucho su identificación. ¿Cómo puede haber gente tan inconsciente, o algo aún peor?
20011001. USA pirata.
“Porque siembro el terror con un barco me matas como a pirata; porque tú siembras terror con cien barcos, te proclamas Gran Emperador”, le respondió un terrorista “al por menor” a Alejandro Magno. Contra las leyes internacionales, de las Naciones Unidas, sin presentar pruebas de culpabilidad aceptables para ningún Tribunal Internacional –cuya jurisdicción se ha negado siempre a reconocer- Estados Unidos ha atacado un país lejano. Osa apelar a una “defensa propia” sin cumplir ninguna de sus características, de ser necesario, inmediata, proporcional al ataque y limitada en el tiempo. Más aún, nos exige que acatemos todos y colaboremos al máximo con su “justicia infinita”, su “libertad perdurable” de actuar saltándose todas las normas y derechos humanos, igualando en barbarie a sus hoy enemigos -Bin Laden y los talibán-, a los que antes ese paladín de la democracia y, como siempre, “para defenderla”, había adiestrado en terrorismo contra terceros.
Esa inextinguible ansia de justicia ¿no huele de nuevo demasiado a petróleo y a imperialismo planetario? ¿O será quizá que cuando el más poderoso mata a víctimas inocentes del ya tan oprimido pueblo afgano –segando la vida incluso de miembros de las Naciones Unidas y de la Cruz Roja- ya no se puede hablar de crímenes, sino de “daños colaterales”? La cobardía, el silencio cómplice, incluso el apoyo a esos actos sangrientos –que nuestras autoridades asumen con tanto “valor”- consolida las cadenas de sus siervos en el mundo entero.
20011008. Carteles políticos.
No sé si esta carta llegará todavía a tiempo de ser tolerada, porque la oleada antidemocrática ha alcanzado ya tal nivel que los medios de difusión también censuran, recortan o directamente suprimen hasta este modestísimo sistema de expresión ciudadana. Quiero denunciar con indignación el vergonzoso espectáculo que acaban de dar los políticos en Galicia, como en otras partes de España. En efecto: veo por televisión que tienen el descaro de utilizar en exclusivo provecho propio la “antigua” pegada de carteles, mientras que han prohibido al resto de los ciudadanos este clásico modo de expresión, realmente popular y eficaz –baste recordar al famoso el renacentista italiano Pasquín, que en cierto modo le dio nombre-, con la sucia excusa de una “limpieza” que, como se ve, es en realidad ideológica, antidemocrática.
20011008. Ecología rídicula.
Recuerdo aún la época en que se autoexhibía orgulloso el “macho ibérico”, proclamando, con su habitual suficiencia y rotundidad, que había que poner todos los días un gato muerto a la puerta de esa ridícula invención protestante llamada la Sociedad Protectora de Animales. Digno retoño de aquel peligroso mamífero es el “gracioso” humorista de un diario capitalino, que estos días ha pretendido poner en ridículo a los ecologistas dibujando una hipotética manifestación para pedir a Bush que respete el medio ambiente de Afganistán.
Asombra su atrevido desconocimiento de hasta qué punto ese nuevo tipo de guerra –recuérdese Vietnam, o el Golfo Pérsico- perjudican, con el medio ambiente, la salud e incluso vida de los supervivientes y hasta del resto de los habitantes del planeta. “Al que escupe al cielo el escupitajo le cae en la cara”; lo mismo ocurre al inconsciente que se ríe del interés por el equilibro ecológico. Ligado a ello, no menos falsa y nociva es su presunción subyacente de que el preocuparse del medio ambiente lleva a despreocuparse de la humanidad, cuando –excepto en casos patológicos, conocidos precisamente por lo raro- todo está unido, según recuerda el ejemplo de san Francisco de Asís y las cada día mayores preocupaciones sociales de las organizaciones ecologistas.
20011009. Talibanes y mujeres.
Pido la palabra por haber sido gravemente insultado. Toda persona decente lamenta que un criminal no reciba en un momento dado su merecido cuando las pruebas contra él son anuladas por los tribunales por haberse obtenido de modo ilegal. Porque toda persona decente y sensata sabe que, si con la excusa de hacer justicia, no se respetan las normas de un Estado de derecho, pronto el remedio será peor que la enfermedad.
En modo semejante, quienes nos manifestamos en la Puerta del Sol de Madrid y en otras partes contra ESTA MANERA de hacer la guerra no estábamos, como pretende la señora Rosalía Blanco (EL PAÍS, 9 de octubre, pp. 23-24), en favor de los talibanes, sino pidiendo que se respete la legalidad internacional, que exige una adecuada intervención de las NN.UU. Tanto más cuanto que hace de juez y parte quien de palabras y obras ha mostrado su incapacidad para ser justo juez, hablando de “Cruzada”, “Justicia Infinita”, y “acabar con el mal en el mundo”, mientras rechaza el Tribunal Penal Internacional y los Tratados internacionales de limitación de armas químicas, las bacteriológicas y las nucleares; como también ha rechazado o roto los acuerdos internacionales de respeto a los Derechos Humanos e incluso a los Derechos del Niño, etcétera. Todo esto, y mucho más que podríamos añadir a esta vergonzosa lista, le descalifica plenamente para ser un juez adecuado, como pretende Bush por aquello de que “me llamo león”.
Mucho ojo también con victimistas como la señora Rosalía Blanco, que incluso acusa a todos los varones de Occidente de no preocuparnos por la situación de las mujeres, no sólo con los talibanes, sino en todo el islam, pretendiendo meternos a fondo en una lucha de civilizaciones. La ilegitimidad de los talibanes no se debe sólo a como oprimen a las mujeres, sino también a los varones; como la ilegitimidad de Hitler –con quien les compara- no se debía sólo a que maltratara a los judíos, sino también a todos. Ojo con aquellos(as) dirigentes de grupos marginados que intentan simplemente “dar la vuelta a la tortilla” y dedicarse a su vez, cuando pueden, a menospreciar y discriminar a los demás, en lugar de buscar un sistema más igualitario y democrático para todos.
20011010. Cinismo de Bush.
Cínicas son las declaraciones de bin Laden, queriendo justificar, por las numerosas muertes de inocentes en Oriente Medio, los atentados que mataron en Estados Unidos a quienes, en su gran mayoría, eran también víctimas inocentes del otro régimen económico y. Pero no menos cínicas, y más peligrosas, por ser más poderoso y por poder recurrir más a otros medios, son las expresiones –tan graves, que después tuvieron que parcialmente rectificadas- de quien convocó a los suyos y a todo Occidente a una “Cruzada”, enfrentándolos locamente a mil doscientos millones de musulmanes; quien se puso además en lugar de Dios llamando a su represalia nada menos que “Justicia Infinita”, e incluso se declaró dispuesto a “erradicar el mal del mundo”, como tantos otros fanáticos inquisidores y dictadores, enmendando la plana a Dios, que nos ha dado la libertad en esta vida, proponiéndose en cambio Bush una “Libertad Perdurable” de quitárnosla a cuantos quisiere malos.
Pasando de los dichos a los hechos, Bush, en sus ansias ciegas de venganza, ha mostrado también, con bin Laden, su desprecio a la vida de los inocentes, haciendo bombardear incluso la mayor ciudad de Afganistán, y matando a “terroristas” tales como funcionarios de las NN. UU. Uniendo a esto el insulto, ha lanzado ostentosamente a los millones de afectados y desplazados por sus operaciones guerreras en Afganistán 37.000 (treinta y siete mil) paquetitos de alimentos de un (1,00) kilo, migaja muy inferior en coste al 0,7 de cualquiera de los muchísimos misiles con que les matan. Hasta las ONGs más importantes y moderadas, como Intermón-Oxfam y Médicos Sin Fronteras, han tenido que denunciar esa vergonzosa operación de propaganda que tiende a confundir lo militar con la humanitario, hasta poner en peligro la misma vida de los cooperantes realmente humanitarios. ¿Cabe mayor cinismo, mayor perversión, mayor mentira? ¿Es esa la manera de defender los valores occidentales de respeto a la persona y a su vida (ya sabemos el triste récord de condenas a muerte que tiene como gobernador de Texas el señor Bush), de defender el pluralismo contra la intolerancia de cualquier “Cruzada”? Ahora, como antes del 11 de noviembre, de cuyas víctimas se aprovechan tan inhumanamente, quienes están realmente están detrás del señor Bush son las petroleras, los traficantes de amas, las tabacaleras y otras multinacionales que destrozan sin escrúpulos, no sólo el medio ambiente, sino directamente los pueblos, en búsqueda de dominar el mundo sin trabas para su beneficio económico.
20011011. Bush censura.
El primer “daño colateral”, la primera víctima de la guerra, es la verdad: “Amiga es la verdad, pero más amigo es Bush” se dice ahora, invirtiendo el dicho de Aristóteles sobre Platón. El Jefe lo exige: “Quien no está conmigo está contra mí”, declama este nuevo endiosado salvador del terrorismo, en su operación –en vano camuflada ahora con nombre menos descarado- de ”Justicia Infinita”. Incluso acaba de pedir que se censuren las declaraciones de su adversario, con el ridículo pretexto de que podrían tener algún mensaje secreto. ¿Cabe algo más “un-american”, más contrario a su mejor tradición, más antidemocrático que este intento descarado de instaurar la censura?
En realidad, la censura de los medios ya funciona, después que se ha acallado e incluso expulsado a periodistas que se atrevieron a criticar el silencio de Bush durante las primeras horas del ataque, los cuatro días que tardó en presentarse en Nueva York, etcétera. No hace falta haber estudiado psicoanálisis para comprende que la imagen que pretende darnos Bush de duro, de cowboy de Texas, de “killer” de tantos condenados a muerte, hoy exhibida a nivel planetario para perjuicio de todos, no es sino el intento de compensar la falta de carácter, el complejo de inferioridad de este débil personaje cuyo principal mérito es ser “hijo de papá presidente” y estar apoyado por las multinacionales más contaminantes y nocivas (petroleras, armamento, tabaqueras, etcétera), a pesar de lo cual sólo ha podido llegar por los pelos a ocupar el cargo.
Al mes del 11 de septiembre, nada refleja mejor hasta donde ha llegado esta censura de prensa que el bochornoso artículo del New York Times exaltando “el cambio” de Bush en este mes, ganando en confianza, dicen, como encargado de una misión, aunque debe reconocer que eso le hace aún más incapaz de tener en cuenta dos problemas a la vez, olvidando los problemas internos del país, su economía, etcétera, hasta el punto de que ya “No se reúne con los parlamentarios sobre los derechos de los pacientes”, sino con ”los comités de inteligencia sobre el esfuerzo bélico”.
En España, Aznar pasa el día ofreciendo gratis ayudas no pedidas, y sus acólitos llegan incluso a reprimir cualquier tipo de manifestación de opiniones disentientes, incluidas las concentraciones ciudadanas o los carteles en la calle. Ejemplo tan ridículo como triste de la censura en los medios lo da un diario capitalino hoy también, cuando, en la carta de un lector –reproducida por entero en medios- que protesta de los continuos colapsos “deportivos” en Madrid, y señala la presencia de una pancarta “Madrid colapsado por cuatro aprovechados”, junto con otras de reivindicaciones laborales o políticas, recorta sin pudor el texto transcrito por él de otra pancarta que decía: “Ni terrorismo, ni hambre”. ¡Hasta esos extremos ha llegado la censura para dar, como sea, la razón sólo a los de arriba, machacando la verdad!
20011013. Guerra en IU.
El Papa pide que callen las armas y se negocie para conseguir una paz duradera. Las Naciones Unidas, nuevo premio Nobel de la Paz, reclama una pausa en los ataques estadounidenses para obtener un arreglo. Sin embargo, aquí en España, el Ministro de Asuntos Exteriores dice que estar contra esa guerra es propio sólo de nostálgicos antiamericanos como IU. Señor Piqué: quizá no se le pueda probar ante los tribunales en otras cosas, pero con esas declaraciones le hemos pillado “in fraganti” intentado escamotear la verdad.
20011013. Piqué, belicista.
El Papa pide que callen las armas y se negocie para conseguir una paz duradera. Las Naciones Unidas, nuevo premio Nobel de la Paz, reclama una pausa en los ataques estadounidenses para obtener un arreglo. Sin embargo, aquí en España, el Ministro de Asuntos Exteriores dice que estar contra esa guerra es propio sólo de nostálgicos antiamericanos como IU. Señor Piqué: quizá no se le pueda probar ante los tribunales en otras cosas, pero con esas declaraciones le hemos pillado “in fraganti” intentado escamotear la verdad.
20011016. Censura de guerra.
El índice de lectores de periódicos en España es, con mucho, de los más bajos de Europa. Se trata de un círculo de lo más vicioso, porque, sin muchos lectores, la prensa depende de los gobiernos y de los intereses de grandes grupos económicos, tergiversando en favor de ellos los hechos, lo que le impide tener la confianza y respaldo de más lectores. Circulo vicioso de lo más nocivo para la democracia que, en expresión de Tocqueville, necesita más una prensa realmente libre que un Parlamento.
La guerra lleva hasta el colmo esta como otras contradicciones entre los “buenos”, partidarios de la guerra (eso sí, “justiciera” hasta el infinito, “por la libertad”… de matar más que los otros, etc.) contra los “malos”, partidarios de la paz. Para limitarme a lo que he podido observar directamente en las calles de Madrid, la prensa “eliminó”, silenciándolos por completo –o, en algún caso raro, se contentó con reducir a dos mil- los diez mil “malos” que se manifestaron en sus calles en favor de la paz, sin dar, por supuesto, fotos del acto, que hubieran desmentido tamaño embuste de tamaño. Incluso, unos días antes, en la Fiesta de la bicicleta, no sólo calló el hecho de que muchos, muchos ciclistas llevaban pegatinas pidiendo la paz, sino que consiguió sacar fotos de grupos de ciclistas en que estas pegatinas no aparecían, destacando en cambio, con fotos especiales, hechos realmente relevantes… para distraer, como el que un ciclista llevara un perro, y otro fuera bebiendo vino (¡!) de una bota. Esa “buena prensa” condena así al infierno del olvido a los “malos” pacifistas, mientras lleva trabajosamente a sus escasos lectores por el duro pero escogido, meritorio, “buen” sendero de la guerra.
20011016. Múgica sin entrañas.
“Por la boca muere el pez”. Mientras incluso los mismos estadounidenses reconocen mayoritariamente en las encuestas que el comportamiento de Israel influyó en los atentados terroristas del 11 de septiembre, y su gobierno se decide por fin a dar un paso importante en el reconocimiento del pueblo palestino, aquí el señor E. Múgica nos sale por las buenas proclamando que “los judíos no tienen ninguna responsabilidad, en absoluto… Jamás Israel, en las conversaciones con Palestina, ha sido más generoso de lo que lo está siendo ahora” (sic), por lo que, considera “inexplicable e injusto” cualquier crítica al sionismo. Sería ridícula, si no fuera tan grave, esta ceguera total de tantos judíos, incluso en la lejana diáspora, como éste señor Múgica, que, una vez más, aprovecha su cargo para meter baza en los temas que realmente le interesan; es una ceguera que sigue tiñendo de sangre y muerte Oriente Medio, incluso con “asesinatos selectivos” (el nombre lo dice todo), y cuyas salpicaduras están cada vez más cerca.
La entrevista termina también de modo estremecedor: al preguntarle el periodista, consciente la dura actitud que ha tenido al no recurrir, como le pedían nada menos que ochocientas personalidades y organizaciones, la Ley de Extranjería, que qué haría él si viera en una playa de Algeciras una patera de emigrantes que intenta llegar a tierra, Múgica contesta secamente: “-Yo no sé nadar”. ¿Qué entrañas tiene, si tiene, este “defensor” del pueblo que, con tal abogado, no necesita enemigos? ¿Hasta cuándo tendremos los ciudadanos que soportar tanta inhumanidad y tanta desfachatez?
20011023. Morir matando.
“¿Siempre se ha de pensar lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se piensa?” se preguntaba ya Quevedo. Pensado de forma racista, y actuando sin valentía ¿hasta cuando no vamos a actuar conforme a las cifras y personas reales remediando la raíz de la tragedia? Porque los atentados de los Estados Unidos nunca habrían sucedido si, incluso admitiendo que sus protagonistas inmediatos podían estar en parte –como todo el mundo- manipulados por otros, no se hubieran sentido obligados a morir matando, respaldados por la existencia de una gran opresión y miseria que elimina cada día a muchas veces más personas de desnutrición, enfermedades evitables y guerras que las el once de septiembre murieron en Nueva York y Washington. Y la culpable en no pequeña parte de esas otras víctimas -eso sí, de color- era una economía mundial dirigida emblemáticamente desde las Torres Gemelas y demasiado eficazmente respaldada por las armas del Pentagono. Cerrar los ojos a la realidad no es sólo inmoral, sino suicida, como se ha hecho al rechazar toda responsabilidad estadounidense, negando toda provocación previa, y teniendo a todas las víctimas, civiles y militares, como totalmente inocentes. Lógica reacción irresponsable tras ese rechazo a admitir ninguna responsabilidad, la adoptada política del “ojo por ojo” tiende a dejar al mundo ciego, como nos advertía Gandhi.
20011030. EEUU y el terror del ejército.
El justificado escándalo suscitado por la presunta insinuación de que el Ejército podría intervenir para luchar contra el terrorismo… de ETA puede abrir los ojos a quienes vacilan ante el bombardeo informativo en favor de la guerra, reforzado con el silenciamiento o tergiversación de la postura de los partidarios de la paz.
Porque la “defensa propia” sólo es legítima si es proporcional y en el momento del ataque, debiendo dejarse lo demás a las autoridades competentes, para no ser juez y parte. Pero ya vemos el respeto que Estados Unidos tiene a la ONU, y cómo se ha negado a firmar o roto sus compromisos en muchos Tratados internacional para humanizar en lo posible la guerra, sin reconocer ni siquiera el Tribunal Penal Internacional, para seguir actuando impunemente bajo la cobertura real de su poder militar, sin que numerosos gobiernos, por inconfesables intereses o por cobardía moral, procuren frenar sus desafueros.
20011023. EEUU: Morir matando.
“¿Siempre se ha de pensar lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se piensa?” se preguntaba ya Quevedo. Pensado de forma racista, y actuando sin valentía ¿hasta cuando no vamos a actuar conforme a las cifras y personas reales remediando la raíz de la tragedia? Porque los atentados de las Torres Gemelas nunca habrían sucedido si, incluso admitiendo que sus protagonistas inmediatos podían estar en parte –como todo el mundo- manipulados por otros, no se hubieran sentido obligados a morir matando, respaldados por la existencia de una gran opresión y miseria que elimina cada día a muchas veces más personas de desnutrición, enfermedades evitables y guerras que las el once de septiembre murieron en Nueva York y Washington.
La culpable en no pequeña parte de esas otras víctimas -eso sí, de color- era una economía mundial dirigida emblemáticamente desde las Torres Gemelas y demasiado eficazmente respaldada por las armas del Pentagono. Cerrar los ojos a la realidad no es sólo inmoral, sino suicida, como se ha hecho al rechazar toda responsabilidad estadounidense, negando toda provocación previa, y teniendo a todas las víctimas, civiles y militares, como totalmente inocentes. Lógica reacción irresponsable tras ese rechazo a admitir ninguna responsabilidad, la adoptada política del “ojo por ojo” tiende a dejar al mundo ciego, como nos advertía Gandhi.
20011121. Morir por Dios.
De malnacidos -por no ser agradecidos- sería negar ciertos avances, a los que no pocos debemos literalmente la vida. Y no me refiero sólo a los progresos sanitarios, sino a otros que ahorran muchas vidas, arrancadas antes cruelmente en plena juventud. Baste mencionar aquella siniestra canción, que algunos entonamos con alegre total inconsciencia en nuestra niñez:
“Por Dios, por la Patria y el Rey
lucharon nuestros padres;
por Dios, por la Patria y el Rey
lucharemos nosotros también”.
De hecho, era una incitación criminal al peor genocidio, el de nuestros mismos hermanos, en aquellas feroces e interminables guerras civiles que algunos todavía hemos sufrido en nuestras carnes.
He recordado esto al ver en televisión y en los principales diarios la imagen de un joven con la pancarta: “Aznar, servil, ¡ve tú a la guerra!” en la reciente manifestación contra la ley de educación. Más sensatos que los de antes, los jóvenes rechazan hoy la falsa –algunos dirían blasfema- pretensión de que “Dios está con nosotros” en que se basa Aznar, ofreciendo sacrificar a los hijos de los demás a Bush, incluso antes que éste le pida nada, en su integrista “Cruzada” por la “civilización” contra los “moros”. Tampoco los jóvenes, excepto algunos pocos integristas de ETA, están ya tan locos como para querer morir por una Patria con mayúscula, convertida en un ídolo que exige sacrificios humanos por su loco nacionalismo excluyente. En cuanto a morir por el Rey, ni su heredero se molesta ya en renunciar a su enamoramiento actual para asegurar en lo posible la pervivencia de la monarquía, y sin duda hubiera enarbolado, de haber podido, aquella otra pancarta de la misma manifestación, con el ya clásico lema: “Haz el amor y no la guerra”.
20011204. Israel.
La inmensa mayoría de los ciudadanos, normalmente pacíficos y honestos ¿nos dejaremos involucrar cada vez más en esta espiral de violencia y terror sin oponer la debida, sensata resistencia? ¿Podrán una vez más cuatro fanáticos -manipulados por ciertos grupos económicos camuflados por el manto de integrismo religioso y nacionalista- prevalecer y multiplicar la sangre y la ruina en el mundo entero? Hasta la mayoría los mismos estadounidenses, que aún se creen unos angelitos, acaba de reconocer en una encuesta que su tan unilateral e incondicional apoyo a Israel ha contribuido a desencadenar la actual crisis mundial.
No podemos olvidar, sin agravar más aún la crisis, que Israel se formó por imposición militar sobre los habitantes de Palestina en favor de unos extranjeros a los que Occidente misma calificaba con frecuencia de “terroristas”. Qué desde entonces centenares de miles de palestinos viven desplazados, en campos de refugiados. Que, no contento con haber sido creado por la violencia externa, el nuevo Estado de Israel mantiene hoy aún otros territorios, ocupados por la fuerza, contra todas las disposiciones de las Naciones Unidas. Que el nuevo gobierno de Israel está presidido por un militar que ha provocado la nueva crisis para alcanzar el poder y atizar aún más la confrontación. Que hay diez veces más muertos entre los palestinos que entre los israelíes, pero que estos últimos son considerados en Occidente como “soldados legales”, aun cuando practican deliberados “asesinatos selectivos”, mientras que los palestinos son tenidos por “terroristas”. Que Israel, lejos de ser aislado e incluso invadido, como otros países vecinos cuando ocupan otros territorios y no aceptan las resoluciones de las Naciones Unidas, es apoyado económica, política y hasta militarmente por Occidente.
Lo que está ocurriendo en esa zona pone de manifiesto lo atroz de una situación que cada vez más nos afecta más a todos en una guerra ya realmente planetaria, “civil”, en la que lo bueno parecen ser las muertes producidas con armas más costosas, empleadas contra los pobres, y lo malo las realizadas con armas más pobres contra los ricos; las primeras son muertes “justicieras”, y las segundas, “terroristas”.
20011204. Israel.
La inmensa mayoría de los ciudadanos, normalmente pacíficos y honestos ¿nos dejaremos involucrar cada vez más en esta espiral de violencia y terror sin oponer la debida, sensata resistencia? ¿Podrán una vez más cuatro fanáticos -manipulados por ciertos grupos económicos camuflados por el manto de integrismo religioso y nacionalista- prevalecer y multiplicar la sangre y la ruina en el mundo entero? Hasta la mayoría los mismos estadounidenses, que aún se creen unos angelitos, acaba de reconocer en una encuesta que su tan unilateral e incondicional apoyo a Israel ha contribuido a desencadenar la actual crisis mundial.
No podemos olvidar, sin agravar más aún la crisis, que Israel se formó por imposición militar sobre los habitantes de Palestina en favor de unos extranjeros a los que Occidente misma calificaba con frecuencia de “terroristas”. Qué desde entonces centenares de miles de palestinos viven desplazados, en campos de refugiados. Que, no contento con haber sido creado por la violencia externa, el nuevo Estado de Israel mantiene hoy aún otros territorios, ocupados por la fuerza, contra todas las disposiciones de las Naciones Unidas. Que el nuevo gobierno de Israel está presidido por un militar que ha provocado la nueva crisis para alcanzar el poder y atizar aún más la confrontación. Que hay diez veces más muertos entre los palestinos que entre los israelíes, pero que estos últimos son considerados en Occidente como “soldados legales”, aun cuando practican deliberados “asesinatos selectivos”, mientras que los palestinos son tenidos por “terroristas”. Que Israel, lejos de ser aislado e incluso invadido, como otros países vecinos cuando ocupan otros territorios y no aceptan las resoluciones de las Naciones Unidas, es apoyado económica, política y hasta militarmente por Occidente.
Lo que está ocurriendo en esa zona pone de manifiesto lo atroz de una situación que cada vez más nos afecta más a todos en una guerra ya realmente planetaria, “civil”, en la que lo bueno parecen ser las muertes producidas con armas más costosas, empleadas contra los pobres, y lo malo las realizadas con armas más pobres contra los ricos; las primeras son muertes “justicieras”, y las segundas, “terroristas”.
20011214. Nazis judíos.
Se asombraba un amigo mío español educado en París de que un sacerdote de allí tuviera respecto a muchos temas una posición más próxima a él, que se había hecho ateo, que, a otros sacerdotes, pero españoles; le respondí que más cercanos a él aún estarían los sacerdotes holandeses. Porque la cultura nacional todavía moldea mucho la interpretación de los valores, incluso entre los miembros de concepciones tan monolíticas como la católica.
No es, pues, tampoco de extrañar que una cultura nacional como la alemana que, entre otras cosas, hizo surgir el nazismo, se manifestara en modo demasiado parecido en su polo al parecer opuesto, el judaísmo, máxime en su nueva versión nacionalista-sionista, surgida en periodos y lugares culturalmente tan cercanos a los del nazismo. Asombrarse de que se pueda hoy comparar los métodos que cada vez más están empleando los sionistas con los métodos los de los nazis, y pretender que comparar a ambos grupos es absurdo, basándose en el argumento de que los nazis persiguieron a los judíos, es tan incongruente como declarar que sería falso tachar de antidemócrata a ninguno de los que “probaron serlo” luchando contra la dictadura de Franco, porque hoy está claro que entre ellos ha habido personas, e incluso grupos, tanto a derecha como a izquierda, de claras aspiraciones dictatoriales y totalitarias en favor de su propia ideología.
20011218. Israel y USA.
Hasta el mismo pueblo estadounidense se está cayendo del burro, y reconoce mayoritariamente en las encuestas que el 11 de septiembre está ligado al excesivo apoyo de su país a Israel. A pesar de lo cual, estos mismos días se está agravando aún más esa parcialidad y empeorando la situación. Esto se debe, en parte, a que Estados Unidos es en cierta manera también judío, con fuertes colonias, concentradas en su costa este, en particular en el “Estado Imperial”, Nueva York, hasta el punto que en ciertos lugares de Estados Unidos se utiliza decir “un neoyorquino” como eufemismo de “un judío”. Empleando sistemas propios de sociedades secretas, copan amplias esferas de las finanzas, la cultura y la política, en una estructura piramidal que les da un poder muy superior a su número. También influye que, cultural y sentimentalmente, los estadounidenses se creen, como los judíos, el pueblo elegido por Dios, que emigró a la tierra prometida, en su caso, América, para poder practicar con pureza su fe, creyéndose también destinados a salvar al mundo para la democracia, lo que les permite actuar con tan buena conciencia y tan pocos escrúpulos como Israel.
Teniendo, por un lado, aliado con los palestinos, al conjunto de países árabes y a los musulmanes del mundo entero, y por otro estando apoyado Israel de ese modo por los Estados Unidos y por otros Estados y grupos de Occidente, el conflicto no sólo está resultando interminable, sino cada vez mayor, convirtiéndose ya ante nuestros ojos en un real incendio que contamina al mundo entero y amenaza con provocar una conflagración mundial que deje pequeñas a las anteriores.