Monarquía – 2010

20100105. Los Reyes rendirán cuentas.

                “Los Reyes rendirán cuentas”, decía el titular. La letra pequeña aclaraba que se trataba de los Reyes de Holanda. Bueno, por algo se empieza, es un buen precedente. Si los millones de soberanos reales de una democracia, los contribuyentes, -que ejercen incluso de Reyes Magos para millones de pequeños ciudadanos-, deben rendir cuentas a Hacienda, es lógico que quienes los representan,  y cobran para ello en total más de 16 millones de euros al año, sin tener todavía un control oficial, rindan también pronto cuentas de lo que reciben.

20100108. Inevitable cambio en reyes.

                                                Hay quienes se quejan de que la Cabalgata de los Reyes Magos, -entre otras, la de Madrid-, tenga ahora menos símbolos específicamente cristianos. “Olvidan” que las fiestas están pagadas y son de todos, y que por tanto ningún grupo, aunque antes fuera muy mayoritario, puede imponer su ley a los demás.    

                                                Esos mismos protestadores -los protestantes es palabra reservada a otros adversarios suyos- ya no tienen la capacidad, que algunos todavía hemos conocido, de meter en la cárcel a quienes no piensen como ellos, y sus argumentos deben tomar ahora un tinte democrático que se les nota extraño, como siempre lo han sido respecto al verdadero cristianismo que, -como toda religión digna de ese nombre, no politizada-, exige se actúa por convicción interior, no por coacción. Y es lógico que la justa adaptación de las celebraciones a la realidad de la España actual se note más en esa Cabalgata, que recuerda un hecho tan secundario, incluso para los cristianos, como el de los tres Reyes Magos, que ni eran tres, ni reyes, ni magos, ni se sabe lo que ofrecieron, ni fueron ese día, ni…

20100108. Sin corona, por desnudez.

                                            Ha perdido la corona al conocerse una foto suya sin ropa. Pero no es quien puede pensarse. Una vez más, ha funcionado la ley del embudo. No se trata de un rey cuya foto desnudo en su lujoso yate dio la vuelta al mundo de Internet. Sino sólo de una mujer, reina de belleza en Francia.

                                           Aquí, por más que algunos griten “¡El rey está desnudo!”, por los regalos de múltiples y lujosos yates y otras cosas que recibe sin control, y el milagroso –por decir algo- aumento de su fortuna personal, esas denuncias son acalladas por el sistema, y todo sigue igual, es decir, bien mal.

20100120. Príncipe afortunado.

                                  Cuando el príncipe Felipe se casó, se le hizo la propuesta de que destinara sus regalos de boda a obras sociales, como habían hecho poco antes los príncipes de Gales, que evitaron así elegantemente la sospecha de aprovecharse de su cargo. Si no en su casamiento, ahora ya sí el príncipe español seguirá tan buen ejemplo, y destinará a fines humanitarios la inopinada herencia de un millonario menorquín. Cabe felicitarle por su gesto, que indica una profundización en su sentido social y profesional, y que sin duda atenuará las críticas a los muchos de millones de euros que, directa e indirectamente, nos cuesta cada año el conjunto de la Casa Real, gastados hasta ahora sin la transparencia que requiere nuestro sistema democrático y es ya común en otras monarquías europeas.

201002XX. Crítica al Príncipe.

                    Los romanos se quejaban amargamente de que los cristianos hubieran copiado sus Saturnalias para sus fiestas de Carnaval, y convertido su celebración del dios solar Apolo en la Natividad de Jesús, quejas que reproducían las que antes los etruscos habían hecho respecto a los romanos por el mismo motivo.

                    “Nunca nos bañamos en el mismo río”, como decía Heráclito, y la historia no se detiene. Los hombres públicos prudentes van juntando lo antiguo con lo nuevo, y suavizando los cambios. No lo comprenden quienes critican al príncipe Felipe porque, sobre el año compostelano, ha hablado de los valores de tolerancia y solidaridad de Europa, en vez de subrayar unos conceptos religiosos, ajenos ya a gran parte de los mismos peregrinos del Camino de Santiago, según una reciente encuesta.

                    Consuélense los críticos constatando que estamos en una época más tolerante y plural, y que el Estado democrático, aconfesional, ideológicamente neutro, no derribará sus templos, como los cristianos hicieron con los templos “paganos”, sino que dejará que cada cual edifique la iglesia que quiera y profese la ideología que le parezca, sin matar a moros o ateos, como hicieron hasta ayer mismo demasiados españoles afines a esos críticos.

20100215. Divorcio y corrupción.

                                         Tras el despido de Marichalar de una serie de empresas privadas después de su separación y divorcio de la Infanta, no puede estar más claro que lo contrataron y pagaron por ser miembro de la Casa Real, no por sus propios méritos. No puede, pues, estar más claro ese intento de corrupción, ni las consecuencias que de ello deben derivarse… si somos un Estado de derecho para todos sin excepción.

20100404. El rey, un espontáneo.

                                   En la actual controversia sobre el toreo, el rey se ha tirado al ruedo como “espontáneo”. Y como un mal espontáneo, por lo que ha sufrido una grave cogida. Porque no es que nadie le diera vela en este entierro, sino que incluso constitucionalmente tiene prohibido coger ninguna vela, tomar partido en tema tan politizado como es hoy el toreo. La única vela que puede tomar legalmente es la de las regatas; y el aceptar premios en ellas tampoco va muy fino. Todo ello puede contribuir a que un día, a vela o a gasolina, quizá en esa misma “Fortuna” envenenada y envenenadora que le regaló la Tabacalera, deba emprender, como su abuelo, un exilio sin retorno.

20100406. La Gran Vía de la censura.

                                              Los medios de difusión, al celebrarse el centenario de la Gran Vía en Madrid, han recordado la “anécdota” de que, al inaugurarse esa calle, al grito ritual de “¡Viva el rey!” parte del gentío respondió entonces: “¡Viva el pueblo!”. Pero la mayoría de esos medios ha silenciado el que ahora, al mismo grito pro monárquico, respondieron también no pocos silbidos de rechazo, e incluso alguna pancarta crítica.

                                              En los años treinta del siglo pasado, Prieto advertía a los colaboradores de su prensa que podían criticar las manifestaciones populares que no les parecieran oportunas, pero que era antiprofesional y antidemocrático el silenciarlas. ¿Hemos avanzado en respeto a la libertad de expresión desde el siglo pasado, o estamos reinaugurando la Gran Vía de la Censura, que tan cara acaba resultando para todos?

20100408. ¿Por qué no te callas?

                                         ¿Qué es más antinatural y escandaloso? ¿Qué un patrono emplee esa expresión con su empleado, cuando no cumple con su obligación, o que un mero invitado a una reunión de patronos se lo diga a uno de ellos? Todos recordamos que Juan Carlos I reprochó así, ante las cámaras de televisión, a un jefe de Estado elegido, en una reunión latinoamericana a la que asistía como invitado; por otra parte, algunos protestaron porque en estos días, en la Gran Vía madrileña, un ciudadano exhibiera ante el rey un cartel: “Rey, ¿por qué no te callas? En la guerra, calló; en torturar toros, campeón. Esos críticos serviles aún ignoran que, en una democracia, el rey es un servidor del ciudadano, y faltó a su contrato al tomar partido en favor de ese espectáculo sanguinario, vergüenza de España.

20100425. Bandera de convivencia.

                                                   En las manifestaciones promovidas por grupos de Memoria Histórica hubo muchas banderas de la Segunda República, y es lógico, para recordar a los que murieron por ella. Otra cosa muy distinta es el dogmatismo de ciertos republicanos, que hoy proclaman que esa tricolor “es la verdadera”. El republicanismo, por supuesto, no está ligado a ningún color; y, de hecho, en España misma, la primera república siguió usando la bicolor, hoy oficial en nuestro Estado democrático. Cuando llegue la república, una democracia más perfecta quizá mantenga o cambie su bandera por la de la segunda, o decida tener un nuevo que no esté hipotecado a ningún pasado, como la iniciativa tomada en esa misma manifestación, distribuyendo centenares de banderas con el lema ¡¡Justicia!”… y la franja inferior ni roja ni violeta, sino verde, como esperanza de una mejor convivencia, sin nuevas banderías que enfrenten a nuestros conciudadanos.

20100430. Adivinanza real.

                              Los amigos militares del rey terminaron en la cárcel tras el 23-F; sus amigos económicos –como Mario Conde, De la Rosa o Colón de Carvajal, también. ¿Dónde terminará ese jefe de Estado que nos regaló Franco?

20100512. Sanidad real.

                                 Hemos ido conociendo las condiciones, por lo demás explicables, de la operación quirúrgica del rey: una planta entera del hospital reservada para él, con enfermeras privadas y, por supuesto, sin lista de espera. Lo que no esperábamos es que saliera diciendo que eso prueba lo buena que es la Sanidad pública en Barcelona… y en Madrid. ¿Es posible tanta ingenuidad, tanto optimismo, tanto…?

20100516. Rey con y sin fortuna.

                         Hay que felicitar al rey, que ha tenido la buena fortuna de no tener cáncer de pulmón, como temía. Su médico dice que es de esperar que no fume más. Sería bueno que, ahora que ha salido a flote, renunciara también a la embarcación de pésima Fortuna, que le regaló la industria tabaquera, con la marca de su cigarrillo más vendido; y exhorte a todos los españoles a evitar esa droga mortal, que ha estado a punto de acabar con él, siendo la principal causa de muerte evitable en España.

20100530. Del rey abajo, a ninguno.

                                                       En vísperas del día mundial contra el tabaquismo hemos tenido un ejemplo literal de cómo el fumar no perdona “del rey abajo, a ninguno”, con la reciente operación del pulmón de Juan Carlos I. La reina ya coopera en las campañas contra el cáncer. Sería de desear que el rey pusiera también empeño en concienciar sobre este problema vital, compensando su larga historia de fumador público.

20100706. Tropezones reales.

                                Con la democracia parlamentaria, los reyes no gobiernan, reduciéndose su papel al de representantes simbólicos del país. De ahí que deban tener un cuidado exquisito, para no desequilibrar la balanza y tomar partido en un sentido u otro, para lo que debieran renunciar al cargo y pedir el voto ciudadano. Máxime cuando adoptan posturas y dan ejemplo de comportamientos ya mayoritariamente desaprobados dentro y fuera de nuestras fronteras.

                                  Así, en el caso español, para no hablar de su defensa pública del tabaco –fumando y aceptando regalos de “Fortuna”, que le costó incluso personalmente una operación de pulmón-, el monarca insiste desde hace décadas, y este mismo año, en defender como “fiesta nacional” el torturar toros; y la infanta Elena no ha tenido mejor idea que ir a la boda de Victoria de Suecia –conocida por su defensa de los animales- con un traje con motivos taurinos.

                                  Otros tropiezos de la Casa Real provienen del extremo aparentemente contrario, el excesivo amor a los caballos, desvelándose que, en plena crisis, pagamos a más de 60 personas para que cuiden a sus caballos; además de los gastos que originan sus caballos mecánicos, por la notoria afición del rey a coches de lujo; hasta el punto de que ha vendido uno que le regaló un jefe árabe –regalos que, como el de “Fortuna”, no son nada recomendables recibir a un funcionario público- por cien mil euros. Demasiados tropezones, aunque sea con coches, barcos, caballos o incluso toros, Majestad.

20100720. Pitidos muy reales.  

                                 No es la primera vez que, por motivos políticos, se ha pitado a la realeza, máxime en el País Vasco. Pero lo inédito es que en Madrid, y por parte de un público como el del Auditorio, se pitara, y a la reina, e incluso se escuchara algún grito de “¡Fuera, fuera!”, por un hecho tan directamente personal como el que llegara 20 minutos tarde al concierto… y que éste no empezara hasta que ella llegó.

                               Poco a poco vamos instaurando un sistema más democrático, desapareciendo los privilegios versallescos, que algunos nostálgicos aún se empeñan en mantener, perjudicando así a quienes tan torpemente quieren seguir sirviendo.

20100725. La salud del rey.

                               Los hijos adultos tienen derecho, por múltiples razones, a que no se les oculte el estado de salud de su padre. En modo parecido, los ciudadanos tenemos derecho a que no se trate con secretismo el estado real de salud del rey, como se está haciendo tras su última operación, disparando rumores que, esperamos, sean infundados. En todo caso, se requiere otro comportamiento informativo para la salud de nuestra democracia.

20100729. El doble espectáculo Bruni y Sarkozy.

                                 Poco edificante ha sido la escena la montada por el presidente Sarkozy al ir a donde su esposa estaba actuando en una película, aunque es obvia la “clase” de Carla Bruni, quien procuró que acabara pronto ese lamentable doble espectáculo.

                                  De ahí el que me parezca regio el que el príncipe Felipe no se haya casado con la modelo noruega, a pesar de sus tan visibles prendas, porque hay cosas que quienes eligen ser hombres de Estado debería saber de entrada que, aceptables en sí mismas,  son incompatibles con su cargo.

20100812. Un ejemplo regio.

                               “Que el Rey no fume será un ejemplo”, ha dicho el cirujano que operó su pulmón, Laureano Molins. El fumar no perdona a nadie, y sólo los constantes chequeos a los que se sometía permitieron salvar a Juan Carlos I. Muchísimos otros ciudadanos, más de sesenta mil por año, aun con menos “Fortuna” o puros, quedan inválidos o se hacen humo. Escarmentemos todos en pulmón ajeno.

20100814. Cuidar realmente la salud.

                                              Por supuesto, toda persona es libre de intentar curarse como mejor le parezca. Pero cuando se trata de alguien instruido y con medios económicos, y utiliza métodos no probados, habiendo otros eficaces, también las demás personas somos libres, y tenemos bases mucho más razonables, para dudar de su buen criterio. Y esto resulta especialmente preocupante cuando esa persona ejecuta dicha acción “curativa” en público y se trata  de alguien prestigioso por  otros motivos, cuyo ejemplo puede arrastrar a muchos.

                                             El hecho es que hemos comprobado con consternación la amplísima difusión que han tenido el reciente uso  por parte de miembros de la Casa Real de pulseras “energizantes” y parches “mágicos” de titanio, amuletos cuya eficacia no es otra que la puramente psicológica, el llamado efecto placebo. Aunque, al menos, esperamos, que en estas ocasiones no  hayan recibido por usarlos unos costosos regalos, como antes un yate “Fortuna” por practicar un hábito insano que es el que a más personas mata en España, y por el que ha tenido que ser recientemente operado y está en larga convalecencia otro miembro de dicha familia real.

20100915. Quema estúpida y contraproducente.

                            Como la del Corán en Estados Unidos, la quema de la fotografía de Juan Carlos I es estúpida y contraproducente. Las ideas se combaten con ideas, no con quemazones, que indican que sus adversarios no tienen mejores argumentos que un método bárbaro que debiera haber desaparecido ya por completo.

                            Los que preferimos una república a la monarquía nos avergonzamos del triste espectáculo que dan esos descerebrados que creen ser héroes por atreverse, enmascarados, a perpetrar un atentado personal (virtual, en foto), y a los que ni siquiera se les ocurre utilizar la foto de lo que realmente sería un símbolo de la monarquía, como una Corona, de modo parecido a lo que es una bandera respecto a un determinado sistema estatal.

20101001. El rey: la mitad de la mitad.

                                    Me entero con estupefacción que, dentro de la pequeña solidaridad ante la crisis que se exigirá a los altos funcionarios, – una rebaja de su paga de un quince por ciento-, la Casa Real, a la que –a pesar de los más de ocho millones de euros que recibe ya directamente- se pensaba aplicar la mitad sólo de esa contribución, ha conseguido que incluso ese menor sacrificio se rebaje a la mitad; es decir, que se aprieta el cinturón la mitad de la mitad que los demás. Eso sí que es un ejemplo real, cifrado, indudable: pero no de los buenos.

20101006. Vivir como un rey, divinamente.

                                          “La Casa Real ha dado el control de sus cuentas al Gobierno”. Tuve una momentánea esperanza… y una nueva desilusión ante este titular, pues se refería a Gran Bretaña. Aquí, ni el Parlamento ha conseguido saber cómo gasta la monarquía los muchos millones que nos cuesta.

                                         ¿Por qué vamos siempre tan atrás en la democratización de nuestras instituciones? La libertad se conquista, no la dan. La pasividad en la reclamación de nuestros derechos no sólo provoca grandes retrasos, sino incluso retrocesos, como ahora: en vez de dar ejemplo desde arriba y rebajar solidariamente a disminuir sus gastos, como los demás altos cargos del Estado, la Casa Real ha peleado hasta conseguir reducirlo a casi sólo la cuarta parte de los demás.

                                           Ya es hora de que cambie el significado ostentosamente discriminatorio para con los demás del “vivir como un rey”, como el de “vivir como un cura”, otro estamento social que ha mostrado ser muy reacio a llevar una parte del coste de la crisis, enviando al infierno al que tocara en lo más mínimo su sagrado derecho a “vivir divinamente, como Dios”.

20101024. Pulsera monárquica.

                            Hay quien atribuye la pulsera milagrosa de Pajín a un gesto de solidaridad con la monarquía, ya que el príncipe ha sido criticado hace poco por llevarla. Pero, al asumir el cargo de Ministra de Sanidad, creo que ahora que la preocupación por nuestra salud debe prevalecer sobre la política y renunciar a ese modesto y poco acertado homenaje cortesano.