20210224. País de Justicia archivada.
Un nuevo escándalo judicial en un caso con cuatro muertos, diez heridos y docenas de personas gravemente afectadas. Un juez archiva la causa por la explosión de gas la calle Toledo de Madrid. Por supuesto que, como dice el juez, se debió a un escape de gas lento y prolongado. Pero hubo varias personas que alertaron horas antes, sin que los responsables tomaran las medidas oportunas. Y cuando por fin hicieron algo, no fue con el personal autorizado.
Entonces, ¡oh milagrosa casualidad! fue en ese momento, sin culpa de nadie, cuando se produjo, ella solita, la explosión. Y, nadie tiene la culpa de que de las ocho calderas tres fueran ilegales, causa probable de del siniestro por una deficiente colocación: En todo caso, esas calderas ilegales casi duplicaron la fuerza y los daños de la explosión. Sin duda son las calderas de Pedro Botero, es decir, cosa del demonio. Porque, una vez más, en pleno siglo XXI, como el Quijote hace cinco siglos, con la Iglesia hemos topado; y mucho me temo, añado como su acompañante, con nuestra sepultura, puesto que los responsables del edificio eran eclesiásticos y hubo el doble de muertos. ¿Cabe mayor burla a la Justicia de verdad y a cómo deben actuar con el prójimo los verdaderos cristianos en este país de Justicia archivada?
20210228. Extraña acta y jueza.
Cuatro muertos, diez heridos y centenares de afectados es algo para tomarse muy en serio. Máxime si en la explosión que produjo esas desgracias hay puntos muy oscuros que determinar y uno demasiado claro: dos de las calderas que explotaron eran ilegales. Sin embargo, a los pocos días, la jueza María Inmaculada Lova (sic), del Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid, ha archivado el caso sin encontrar ningún culpable, por lo que unas víctimas se quedarán sin indemnización y a otras las tendremos que pagar entre todos.
Como ciudadano me parece justo que se investigue si, para esa evidente contradicción, no ha influido el que el inmueble y sus responsables pertenezcan a la multinacional más poderosa del mundo, (cuyo nombre omito para no dañar su reputación) y saber si la jueza pertenece o está relacionada con dicha organización, cuyo jefe se interesó de inmediato desde Roma por el desastre. También puede ser pertinente el que se sepa por qué esa jueza fue jubilada por incapacidad permanente en 2013, pero poco después, como milagrosamente, ha vuelto a ejercer en Guadalajara y ahora en Madrid a ejercer. Creo que los hechos lo exigen para que confiemos en la Justicia, como es necesario para que funcione nuestra democracia.
20210304. Hay Justicia, no justicia.
La absolución de Cifuentes fue, sin duda, una pura injusticia. Pero ¿la habría recurrido ahora la Fiscalía si no la hubiera nombrado Sánchez? Porque es la misma que acaba de afirmar que no hay delito de odio en el chat de los generales en que se hablaba de fusilar media España.
También se ha declarado invalida la ley de Aznar que permitió matricular 35.000 propiedades a la Iglesia católica, pero quien quiera anularlas deberá pleitear por su cuenta, una a una, con esa multinacional. Como una jueza, de curioso historial y nombre, “Lovo”, acaba de declarar que fue “casual” no hay culpables de la explosión que mató a cuatro personas, hirió a diez y dejó centenares de perjudicados, a pesar de que -entre otras cosas- dos de las calderas que explotaron eran ilegales, pero sus dueños casualmente eran clérigos.
Mientras, PSOE y PP pelean a degüello por ver quien nombra más dirigentes de los jueces para asegurar su impunidad, cuando está establecido que son los mismos jueces los que deberían nombrar parte de sus jefes. No mencionemos siquiera, por inexistente, la Justicia en relación a las infantas o reyes. En España no es que no haya Justicia, ni que sea un cachondeo, sino que, fiel heredera en lo posible del no tan antiguo régimen, funciona muy bien en favor de los poderosos.