Cartas a la prensa – Justicia – 2005

20050908. Avioneta acróbata.

                        No hay que olvidar a los pocos días esa tragedia, lo que facilitaría la repetición de tan evitables catástrofes. Las medidas ya tomadas pueden ser incluso parcialmente contraproducentes, como tapadera que da la impresión de que el problema está resuelto. Si no queremos que se repita, incluso agigantada, la muerte de inocentes por las ilegales acrobacias de un piloto militar habría que tomar, entre otras, las medidas siguientes:

1.- Degradar, a título póstumo, al culpable, medida tan justa como muy eficaz para quienes cometen esos delitos llevados por una desmesurada vanidad, claro aviso a los “vivos” que pretendan hacerlo en el futuro. También habría que suprimir esas “fiestas acrobáticas” legales, que fomentan tan funestas transgresiones; el ejército no es un circo, y las maniobras de sus aviones tienen que estar destinadas a cumplir sólo objetivos capitales, de vida o muerte, sin que su actuación deba bajo ninguna excusa prestarse al pavoneo y frivolización.

2.-La justa, indemnización a las víctimas no debe hacerse cometiendo otra injusticia, la de hacernos pagar por ello a los 40 millones de españoles, sino que debe recaer proporcionalmente, en lo posible, en todos los responsables, por acción u omisión, de ese delito.

3.-Las normas militares deben ser lo suficientemente eficaces como para disuadir a los quienes que en un momento dado pudieran escapar a su control y cometer un delito; y siempre debieran excluir la posibilidad de que hubiera reincidentes en casos tan graves, deliberados y gratuitos como el presente, degradando y expulsando a la primera a los culpables.

              La democracia debe manifestarse de verdad también en este terreno. De modo que los ciudadanos y asociaciones especialmente implicados en estos temas debieran, en el caso de que no se ejecuten las reformas oportunas en un tiempo prudencial, manifestarse masivamente ante un Ministerio de Defensa, al que ciertos actos, como éste, tienden a degradar y hacer irónico hasta su mismo nombre, convirtiendo algunos de sus miembros, mal controlados, y con los mismos costosísimos instrumentos que les hemos entregados para nuestra protección,  en agresores y verdugos, aunque sea “sólo” por imprudencia deliberada, de sus inocentes conciudadanos.

20051004. Eclipse de la Justicia.             

  ”¿Eclipse de la Justicia?”. En el mismo día y hora del eclipse, ante un juzgado que encausaba sindicalistas por la huelga del 20-J, una pancarta apuntaba a un fenómeno no menos cierto y patente, y mucho más dañino para el conjunto de los españoles que el reciente eclipse solar: el de una Justicia que no se reforma, a pesar del reconocimiento oficial y popular de sus enormes carencias, que en ese mismo juzgado ponía de relieve el tiempo transcurrido desde los hechos juzgados, para no hablar de su contenido. Sólo a los poderosos puede interesar esa ineficacia y desprestigio de una institución, que les permite esquivar fácilmente el castigo a sus abusos.

20051201. ¿Cuándo tendremos en España Justicia?

                      ¡Justicia! Veo en televisión a los allegados de los tres joyeros asesinados en Castelldefels reclamar a los jueces que cuiden mejor de nuestra seguridad. Y que el banquero Ybarra, que “distrajo” miles de millones, escapa con seis meses de cárcel que no va a cumplir. Y que Alierta, más de lo mismo en Telefónica, se salva del todo por prescripción. Y que el hijo superviviente de una de las familias que murieron en la inundación del ilegal camping de Biescas tiene que ir a buscar a Estrasburgo la justicia a la que aquí han dado injustificable carpetazo los jueces. Y…  Y…  Y…

                       ¿Cuándo tendremos en España una Justicia digna de respeto y confianza, todo lo contrario de lo que hoy, con toda justicia, con minúscula y ahora tan diferente en su contenido, de verdad, siente la ciudadanía y lo expresa en las encuestas? ¿Cuándo será la regla, y no la rarísima excepción, que el juez perezoso, descuidado o prevaricador sea juzgado, condenado y obligado a resarcir los daños ocasionados?