Cartas a la prensa – Justicia – 2000

20000425. Indultos interesados.

“Cristianos de arroz”, llamaban despectivamente en China a los pobres que, impulsados por el hambre, se hacían católicos. Hoy ya, en general, la Iglesia ha rechazado esas degradantes formas de proselitismo, denunciadas también por tantos gobiernos del Tercer Mundo.

          Pero, horror de horrores, lo que no se tolera ya ni en países marginados lo encontramos todavía vigente aquí; incluso en auge, pues se acaba de restablecer en Valladolid.  Son los “Cristianos por la libertad”, apelativo que habría que dar, no a una hipotética asociación confesional de defensa de los derechos humanos, sino al tan real y sórdido colectivo de hecho, de personas que para conseguir salir de la cárcel deben pasar por salir en procesiones de Semana Santa. Así el preso malagueño indultado este año, Antonio Ponce, que acaba de hacer unas declaraciones diciendo: “A partir de ahora, yo también soy creyente”.

“Cristianos de arroz” o “cristianos por la libertad”, estómagos agradecidos o liberados agradecidos, me permito dudar de la pureza de esas conversiones, mediante un procedimiento que sin duda, premeditada, pública y oficialmente viola nuestra Constitución y desprestigia, no sólo a las autoridades civiles y religiosas directamente implicadas, sino al pueblo que lo consiente.