Género – 2003

20030515. Madre muy culpable.

                             La insensatez o frivolidad, llegan a producir enormes daños cuando se propagan nada menos que a través de una cadena de radio que presume de ser… seria. Así, tras dar noticia de que una mujer que, empleando las modernas técnicas de fecundación, consiguió ser madre a los sesenta y cinco (65) años, el locutor, contagiado sin duda de la insensatez –por decir lo menos- de esa mujer, no se le ocurrió nada mejor que añadir, por todo comentario: “Nunca es tarde si la dicha es buena”. ¿Qué dicha cabe esperar para la víctima inocente de ese permanente e irremediable maltrato que supone tener una madre voluntariamente tal a los 65 años, es decir, para el niño?

20031109. Bomberos machistas.

                           El cartel que está siendo distribuido por el Cuerpo de Bomberos de Madrid es importante por varias razones: 1) La buena calidad de los consejos que da para actuar en caso de incendio 2) La autoridad que lo patrocina 3) El carácter masivo de su distribución. 4) El coste económico y de tiempo de lectura y asimilación que nos supone.

                           De ahí que sea lamentable su altísimo grado de machismo; subyacente, por supuesto, pero por eso mismo más peligroso, por infiltrarse inconscientemente en nosotros. En primer lugar, es obvio que lo que cuentan son los varones. De los 21 afectados en un edificio de siete pisos dedicado a la vivienda, 17 (o 18, hay una figura ambigua) son varones; desequilibrio que está en contra por completo de la igualdad numérica entre los sexos, para no hablar del normal predominio numérico de mujeres en los hogares. Segundo, y aún más grave. TODOS los que toman una actitud positiva, para combatir el incendio, (excluyendo la figura ambigua), son varones, mientras que las tres mujeres sólo están recibiendo pasivamente la ayuda de los bomberos (una, mientras espera, protege a sus hijos); es decir, no sirven para nada positivo, son un mero peso a evacuar. Y el que sea tan machista como para dibujar esto, o contemplarlo sin notarlo, mejor que vaya al psicoanalista, y no nos contamine propagando su visión desequilibrada sobre los sexos.

                           Ligado, al parecer, a esto, hay otro hecho asombroso en el mismo cartel: De los 21 adultos afectados por el incendio, doce van desnudos. TODOS, de nuevo, son varones (excepto la figura ambigua, que esta peculiaridad parece confirmar como varón). Lejos de mí el sentir herido mi pudor por ello: “hasta” Fraga se ha declarado públicamente partidario del nudismo… en privado. Pero, este nudismo masivo hogareño –como esa distribución numérica entre los sexos- es contrario a cuanto conocemos en la realidad. ¿O es que conviene desnudarse en un incendio? Entonces, ¿por qué no se recomienda hacerlo?  y ¿por qué NINGUNA de las mujeres está desnuda?

                            Ese cartel, en suma, muestra que los bomberos no sólo pueden dar muy buenos consejos en su especialidad, sino que –como otros estamentos tradicionales que están en la mente de todos- necesitan urgentemente recibir consejos en otros campos para no perjudicar a la sociedad a la que sin duda quieren servir.