El diario ABC y la fundación Sexpol

Un año más, el diario ABC ha arremetido contra el gobierno, ahora del PP, porque no ha repartido el 0,5 del IRPF de la misma, única perfecta manera cuyo secreto cree tener él sólo ABC. Y, de nuevo, entre las muchas organizaciones receptoras, ABC ha vuelto a criticar groseramente, con una obvia y enfermiza obsesión sexual, a la Fundación Sexpol.

Nada más natural ni lamentable que esta impotente rabieta. Recordemos que ABC no se casa (no puede casarse) con casi nadie. El motivo es muy sencillo y comprobable: en temas sobre sexualidad y familia, la posición de ABC está a las antípodas de como piensa y  actúa el noventa por ciento (90%) de los españoles. ¿Qué sería de nuestro país, con tantos problemas de paro, vivienda, etc., si los ciudadanos hicieran caso de las exhortaciones de ABC en pro de la familia numerosa y en contra de la planificación familiar? ¿Quién no recuerda la feroz campaña de ABC contra el derecho de los demás a poderse divorciar? ¿Cómo no lamentar la obsesiva lucha de ABC contra el preservativo, cuando tenemos el récord europeo de SIDA?

Se comprende pues que ABC, despechado al ver el escaso éxito de sus obsesivos, cotidianos requerimientos sexuales al conjunto de los ciudadanos, concentre morbosamente su desafecto en nuestra Fundación, que encarna a sus ojos una sexología moderna, científica, aplicable y aplicada, mayoritaria: representamos. pues, para ABC, lo que él quisiera y no puede  ser. Es pues tristemente lógico que ABC, como cualquier otro grupo integrista, quiera eliminarnos. Y que ahora a ABC le escueza también el que «su» PP no adopte íntegramente sus ideas, sino que tenga una visión más centrada, de Estado.

En efecto: incluso sólo desde el punto de vista económico, y prescindiendo de los conflictos psíquicos así ahorrados o mitigados, el «mero» hecho de evitar una sola concepción  no deseada o una infección de SIDA compensa económicamente la subvención de 15 millones que recibe nuestra organización. Porque nuestra Fundación, mejorable, como todas, y abierta a las críticas constructivas, está compuesta por psicólogos, pedagogos, sociólogos, etc., -que cooperan con muchas otras organizaciones, incluidas las Universidades Autónoma y de Comillas-, informa cada año a millones de personas mediante libros, artículos, cursos, participación en los medios de difusión, etc. Nuestro teléfono Sexinform, el (91)5222333, atiende de modo personalizado cada año a más de diez mil consultas sobre anticoncepción, SIDA, etc. Además, con otros donativos de origen no estatal y un trabajo no remunerado, la Fundación reparte anualmente más de medio millón de folletos informativos sobre esos y otros temas de salud, incluyendo los teléfonos de consulta de la Fundación AntiSIDA, la Cruz Roja, Alcohólicos Anónimos, orientación sobre drogas y Teléfono de la Esperanza, con un espíritu de cooperación no sectaria que desearíamos ver en ABC.

Al revés de lo que dice querer y no consigue hacer ABC, la Fundación Sexpol lucha con métodos realmente eficaces, como la educación sexual y la anticoncepción, contra el aborto; pero en casos extremos, previstos por la ley, informa también de las posibilidades de interrumpir el embarazo. ABC, ignorando una vez más en que época vivimos y que régimen y leyes nos hemos dado, se lo incrimina. ABC es libre de no hacerlo; pero no debiera seguir en su tradicional línea antidemocrática (y anticristiana, enmendando la plana a Dios, que nos hizo libres) de intentar impedir -por ley o fomentando la ignorancia- que puedan recurrir a esos procedimientos quienes, conforme a su conciencia, los juzguen correctos.