Cartas a la prensa – Educación y Cultura – 2015

20150109. “¡El cinturón, c!

Me escandalicé un poco. Porque era una carta a la prensa, muy  sensata y  bien escrita. Se indignaba con razón de que todavía el 23 por ciento de los fallecidos en tráfico no llevaran puesto el  cinturón, pero terminaba con un perentorio: “¡Poneos el cinturón, coño!”. Sin embargo, recordé al repartidor de volantes electorales que me dijo que cuando añadía a su voceo esa exclamación eran bastantes más los que se aceptaban su folleto, y que en Chile nos llaman “los coños”, porque es lo que más decimos. Habrá que mejorar nuestro nivel cultural; pero, mientras, para casos como éste, de vida o muerte, c…, creo que  quizá se puede perdonar su uso. Como consuelo, recordemos  la menos erótica expresión  que es la más frecuente en boca de nuestros vecinos franceses: “Merde!”.

20150201. Demonio de profesora.

                               El juez ha imputado a la profesora de religión que fue determinante para que se sometiera a una menor a trece  (13) exorcismos, con un tacto físico más parecido a un abuso sexual que a un rito católico. Las autoridades eclesiásticas se hacen las locas. El perfil ultra y homófono de ese demonio de profesora es conocido desde hace mucho tiempo. Es penoso para las personas decentes –católicos o no- el que tengamos que pagar a la fuerza, con impuestos, las enseñanzas de esos dañinos fanáticos, por culpa de un  Concordato anticonstitucional, que ningún Gobierno ha tenido el valor de modificar.

20150302. A cabezazos.

                                     No hace falta, no, remontarse a las pinturas de Goya o a los versos de Machado. Tenemos un Ministro, y nada menos que de Educación, que se enorgullece públicamente de responder a las críticas como un animal cornudo; concretamente, como un toro: a cabezazos. Y este domingo hemos tenido una manifestación contra un partido político, “distinción” antes reservada al del Gobierno de turno; también parece que ha descendido mucho la venta de los sabrosos yogures griegos. Sólo falta que, recordando la, en esto, triste herencia de quienes han ocupado España más que ningún otro grupo dominante, haya también aquí quienes, como los extremistas islámicos en el Medio Oriente, acaben de destrozar las pocas estatuas griegas que nos quedan de su paso por aquí.

20150421. Educar a la delincuencia.

                               Yo mismo he sido víctima, a mis 77 años, de la agresión de una pandilla que, me decían riendo, podían hacerlo gratis porque eran menores de catorce años. La actual ley, con la mejor intención, por supuesto, fomenta los peores instintos de los granujillas, que acabarán siendo grandes delincuentes; entrenándose, ahora tenemos el caso del “niño” que, después de proclamar orgulloso tiempo que iba a acabar con muchos, mató a un profesor con una ballesta.

                                  No se trata sólo de esa desgraciada ley. ¿De qué sirven también unas escuelas que, aparte de unos valores morales, no advierten a todos que, como a los locos, a los menores “irresponsables” se le aplicarán medidas represivas por sus acciones antisociales? Muy caro acaban pagando, como ahora, el no enseñar que puede haber a esa misma edad quien –loco o malvado- puede causar crímenes irreparables; y que, por lo tanto –en vez de reírse y fomentar con su menosprecio que el individuo se esfuerce en demostrar que puede hacerlo- los jóvenes deben alertar a sus tutores de casos tan anómalos como el ya citado.

20150625. Que sean los mismos.

                                       Una encuesta nos acaba de informar que uno de cada cuatro españoles todavía cree que el sol gira alrededor de la tierra. Un número casi idéntico aún cree en el infierno. Y acabamos de comprobar que una cantidad parecida sigue votando al mismo Gobierno. Dios quiera que ese porcentaje, como indica cierta lógica, corresponda fundamentalmente al mismo grupo de personas y no formen una compleja mayoría que retrase aún más nuestra incorporación a la modernidad, o incluso dé marcha atrás en lo ya conseguido.

20150707. La dignidad vence al miedo.

                                 “La dignidad vence al miedo” titula un difundido diario la noticia de que el “no” ha casi duplicado el número de votos de un “sí” servil a un imposible pago de la deuda, como reconocía la misma Merkel en 2011.

               Habría que añadir que, junto con su dignidad, también ha vencido su mayor conocimiento de la realidad. Aquí, donde uno de cada cuatro españoles aún cree que el sol gira alrededor nuestro y que existe un infierno, y donde Rajoy ha mantenido hasta casi al final al mejor ministro… de des-educación, Wert, todavía tiene éxito en esos amplios sectores marginales el no menor error de creer, -engañados por medios de comunicación privados, vendidos al PP, o públicos, ocupados ilegalmente por el Gobierno-, que España puede ser Grecia… o hasta Venezuela. También el mito de que los griegos no trabajan, cuando sólo se ha empleado para fines sociales la décima parte de esa deuda, siendo los grupos financieros, políticos y militares corruptos los culpables de la crisis, de modo demasiado parecido, en eso sí, a lo que ha sucedido en España.

20150802. Merecido premio a Wert.

                                  Es alarmante la falta de sentido político que muestra el tipo de protestas de una desorientada oposición por el destino de embajador ante la OCDE de Wert. El portavoz parlamentario de Educación del PSOE ha llegado a escribir un artículo “Roma no paga a traidores, pero Rajoy sí”. Pero ¿Qué mayor fidelidad que la del ex ministro Wert a Rajoy, destrozando, – hasta perder toda reputación, quedar agotado y pedir el dimitir-, un sistema de educación que podía obstaculizar el triunfo del Rajoy y del PP?

                                  Por supuesto que Wert, como Rajoy y el PP, traiciona, va contra los intereses de un país moderno y democrático como debiera ser España: eso es lo fundamental, lo que debiera subrayar siempre la oposición; su ingenuo escándalo es contraproducente, sirve para mantener la ficción de que esos, digamos, señores, y ese partido buscan el bien de España, y no, como prueban cada día nuevos hechos, beneficiarse ellos.

20150817. Famosillos ofensivos.

Entre otras desgracias, en España padecemos una epidemia de famosillos por un día que, incapaces de decir nada interesante, intentan destacar por decir burradas, ofender a los demás, o ambas cosas a la vez. En esto último acaba de destacar uno de ellos, de cuyo nombre no quiero acordarme para no hacerle el juego, que acaba de cocearnos al decir que las aceitunas son un alimento más bien para animales, ofendiendo a los muchos millones de sufridos conciudadanos suyos que las consumimos con placer, como buen complemento, sin “alimentarnos” fundamentalmente con ellas. ¡Qué cruz, tener que aguantar a quienes ni saben expresarse con propiedad ni con educación!

20151009. Organizar la convivencia.

                                          Inaugurada por Rajoy y clausurada por el Rey, se ha celebrado una Cumbre de inventores y empresarios, cuya importancia es evidente. Pero, para que todo este progreso material no se desperdicie o incluso sea al final fuente de conflictos, es de esperar que se celebre pronto otra cumbre para organizar mejor entre todos nuestra convivencia, con expertos sociólogos, politólogos, pedagogos, psicólogos y psiquíatras; la necesitamos con mucha urgencia todos; repito, modestamente, todos.

20151222. Ganó las elecciones Wert.

              Algunos se asombran de que, con la promesa de acabar con la corrupción, ganara el PP. Pero estos mismos días también el papa ha prometido por milésima vez luchar sin descanso contra la corrupción, mientras surgen nuevos escándalos, como el de Bertone. 

             No es casual que el porcentaje de los que votan al PP sea muy parecido al de los que aún creen en el infierno y que el sol gira alrededor de la tierra. Ni que el PP, siguiendo la senda que abriera el PSOE al aceptar que todos paguemos los colegios religiosos concertados, haya mantenido toda la legislatura y premiado con un chollo en París al peor Ministro de (des)Educación que hemos conocido, máximo artífice de la victoria electoral del PP, Wert.

20151226. La Universidad rectifica.

       Tras una serie de trámites, y recibir una petición con 75.000 firmas, una Universidad ha retirado el doctorado “honoris causa” que había otorgado en 2009 a Rodrigo Rato. “Rectificar es de sabios”; esperemos que pronto, comprobada cada vez más la pésima relación que tuvo y sigue teniendo con casi todos sus familiares, con unos amigos, muchos de los cuales están o han pasado ya por la cárcel, con unos jeques tiranos del petróleo y con Putin, etcétera, la misma Universidad, y para preservar el buen nombre de la monarquía, retire el honor que le hizo al titularse con su nombre al pasado rey, de triste memoria, Juan Carlos I.