Economía – 2019

20190520. Los billetes de 500.

        Me alegro de la condena a muerte de los billetes de 500€, que quizás han hecho más daño aún que el terrorista Ben Laden, como ya se les comparó porque todos hablaban de ellos y nadie decía saber dónde estaban. Más aún me quejo de su concepción y nacimiento, dado el precedente y justa muerte de los billetes de 1000$ por contribuir a la economía sumergida y delictiva. ¿Tanto tontos fueron los dirigentes de la EU al permitirlos? O, peor aún y más probable ¿intentaban y consiguieron durante un tiempo aprovechar el hueco dejado por esa medida sobre los de 1000$?

         Ahora mismo, después de muchos años de discutir sobre lo que no tenía ni que haber existido, y dejar de fabricar esos billetes de 500€, vemos que literalmente al día siguiente se empiezan a retirar los que llegan a los bancos, lo que prueba el absurdo o la mala intención haber seguido creándolos hasta el día anterior. Esperemos que las nuevas autoridades de la EU que acabamos de elegir sean menos incompetentes y/o más honradas.

20190829. Lo de Coca-Cola no es un bulo.

       Yo creía que era un bulo (fake news para los cursis) hasta que alguien de toda mi confianza lo vio en una farmacia madrileña. Ha aprovechado un vacío legal sobre los productos que éstas pueden vender y generosas presiones de diverso tipo (incluso a la patronal farmacéutica CGCOF, como he comprobado en Internet). De ese modo la multinacional Coca-Cola ha conseguido que su brebaje parezca en ese ambiente un remedio más, no lo que químicamente es: un problema sanitario contra el que se advierte cada vez más en los países en que las autoridades sanitarias cumplen con su deber.

20191220. Prudente regalo de lotería.

                                                 Un ciudadano, ante el cada vez mayor y más disperso círculo de parientes, no pudiendo adivinar los gustos y conveniencias de todos, decidió hacerles el tradicional regalo de fin de año con varios décimos de lotería a cada uno. Pero habiendo leído informes de los problemas que tenían muchos de los que recibían los mayores premios, empezó a regalar a cada uno décimos de distintos números. Con ello consiguió además que les tocara más veces y se lo agradecieran más.

                                                 Con parecida prudencia, prefirió regalar décimos de distintos números a las personas que le ayudaban, para no quedarse quizá de golpe sin varias de ellas, un problema previsible si les tocara a todas un gran premio.

                                                 Por último, para que todos apreciaran más el regalo, les entregaba a todos con tiempo los décimos, alargando así por más tiempo su gozo por la esperanza de ganar, que después se convierte en gran alegría, ay, para pocos.

20190328. El bache de Carmena.

                                              Vivo en un barrio con calles llenas de rajas y baches, víctima de ese treinta por ciento del presupuesto para arreglos que Carmena ha confesado no haber gastado. Algo aún más lamentable, porque hace un año vecinos y comerciantes sufrimos numerosas y largas molestias por múltiples “transformaciones de aceras” que, excepto para el adjudicatario de obras, fueron inútiles, perjudiciales e incluso ridículas, como los “salvavidas” junto al mercado de Ventas, que los camiones debían invadir para virar a la izquierda.

                                           Se dirá que La Concepción no tiene mucho tráfico, lo que no es cierto. Pero a un conocido mío, esta misma semana, un bache le reventó una rueda en la calle Bravo Murillo. Quizá su denuncia consiga que el Ayuntamiento (todos nosotros) le pague los más de cien euros de la broma, pero nadie le resarcirá de todas las molestias que esto le ocasionó. Y lo mismo se diga de todos los perjudicados por esos percances y costes, cada vez más graves cuando el pavimento no se repara a tiempo. No olvidaremos esas brechas físicas ni otras aún más graves ahora que se acerca el momento en que podamos juzgar por fin a la jueza Carmena, que tanto presume de que va a ganar.

20190220. Multas salvajes.

                                   Leo con satisfacción que las autoridades actuales piensan rebajar las multas por aparcamiento indebido en Madrid Centro. Supongo que esta noticia no indica que vayan a limitar ahora a ese pequeño perímetro su promesa de rebajarlas en toda la ciudad. En Alemania, de mayor renta por persona, la sanción es de 20 euros y aquí de 90, por lo que las nuestras no se pueden calificar sino de multas injustas, salvajes. Me recuerdan los 700 euros de castigo a los pobres que rebuscaran comida en la basura -no se sabe si admirar más su crueldad o su necedad al creer que podrían pagarlos- de un Gallardón que después, promovido nada menos que a Ministro de Justicia por ceder con un chanchullo la alcaldía a la esposa de Aznar, Rajoy tuvo que obligarle a dimitir por intentar restringir aún más los derechos de las mujeres.

20190820. Recibos inválidos e insalubres.

                            La empleada de un gran almacén me advirtió que hiciera una fotocopia del recibo del móvil que le compraba, pues su tinta se borraba en poco tiempo, antes de vencer la garantía. Y ahora leo que esa tinta tiene componentes dañinos para la salud, por lo que no conviene tocarla con los dedos. Espero que tanto las autoridades económicas como sanitarias actúen con la prontitud que requiere esa amenaza a la economía e incluso a la salud de docenas de millones de españoles.