19990914. Sobre la llamada Deuda Externa.
El predominio técnico y financiero, las presiones políticas y hasta militares, e incluso la más vulgar y directa corrupción –de lo que tenemos tantos ejemplos recientes- ha hecho que en poco tiempo los países del Norte hayan sacado en pocos lustros de los países del Sur del planeta mucho más del importe de la deuda externa de estos últimos, con lo que han aumentado de modo alarmante, y a veces catastrófico, los desequilibrios anteriores. De ahí que, según reconocen los principales organismos internacionales, la cancelación –en modo racional, como todo- de esta deuda externa favorecería el equilibrio mundial, es decir, acabaría beneficiando a todos.
Sin embargo, algunas de las ONGs que hacen campaña en este sentido, todavía impregnadas, en el mejor de los casos, por la antigua mentalidad paternalista, hablan de “PERDONAR la deuda externa” (o emplean el adjetivo que, según la Real Academia, es su equivalente legal: CONDONAR), como si la culpa de la situación recayera exclusivamente en el Sur, y su reclamación fuera del todo justa. Así objetivamente, esas ONGs dan la razón al Norte y niegan la principal motivación que debería impulsar a los países desarrollados a eliminar esa deuda: lo justo de esa reclamación del Sur. Con estos amigos, los países subdesarrollados apenas necesitan enemigos.
19990903. Sigue el monopolio de Telefónica.
No son fruto de su ingenio ni de su trabajo. Favorecida por el progreso técnico general, Telefónica acumula a costa de todos unos crecientes y asombrosos beneficios, aprovechando una injusta situación privilegiada, hasta ayer monopolística y hoy aún fruto de aquel monopolio y del descarado apoyo unilateral del gobierno de turno. Ya las Cortes de Castilla decían al rey que “Lo que se da a uno, se quita a muchos”. Se debería, según se propuso ya hace tiempo, colocar en su edifico de la Gran Vía de Madrid una lápida que recordara: “Nunca tan pocos sacaron tanto a tantos”.