Cartas a la prensa – Ecología – 2017

20170706 Ante la muerte de un torero.

                                    Una vez más sufrimos las voces extremistas ante la muerte de un torero en la plaza.  Ninguna persona de bien se alegra de la muerte ajena en sí misma. Pero por eso mismo, puede alegrarse de la muerte de un terrorista que iba a matar a muchos, o de un dictador que está matando miles o docenas de miles de personas.

                                  Exaltar, como se acaba de hacer en muchos medios, la “gloriosa” muerte un especialista en torturar toros por diversión es, digámoslo claro, seguir fomentando la muerte de otros toreros en ese lamentable espectáculo, que debiera ser prohibido, como ya lo mandó un Papa, obedecido en países más humanitarios, como Portugal e Italia- hace ya varios siglos.

                                El torero no es un “asesino” porque mate toros, como afirman algunos exaltados animalistas, pero es responsable de fomentar una conducta que llevará a la muerte a otras personas, como ha sucedido ahora. Más aún, según han probado las ciencias sociales, “cruel con toros, cruel con toros”. El torero estimula así en sus espectadores –muchos millones, contando los actuales medios de difusión- instintos crueles también contra sus prójimos. Por todo lo cual, y en cuanto torero, ninguno de ellos puede ser calificado de “buena persona”, como nos presentar al difunto otros miembros de ese vergonzoso oficio.

20170725 Peligros sin vacaciones.

                                     Este periodo estival puede darnos tiempo para reflexionar como hacer frente, cada cual, conforme a sus posibilidades, contra los muchos y gravísimos peligros que nos circundan y que no están tomando vacaciones. Putin acaba de mostrar su poder personal sobre Trump, cuyos familiares han tenido contactos muy sospechosos, lo que ésta provocando hoy fuertes relaciones, incluso callejeras, en EE UU.  Al este, Erdogan aprovecha el aniversario del golpe de julio pasado para afianzar aún más su dictadura, que daña aún más la situación global de la región. Al norte, el desgajarse de un iceberg de tamaño de la provincia de Gerona revela, como las nuevas olas de calor sin precedentes entre nosotros, la tan alarmante aceleración del desastre climático. Si seguimos a este ritmo cansino en nuestra respuesta a esos desafíos ¿qué porvenir espera a nuestros hijos, e incluso a nosotros mismos?