Cartas a la prensa – Ecología – 2009

20090303. Coches y contaminación.

                                 “-Nuestros coches se esfuerzan por aliviar el problema de la contaminación”, presume el vendedor.  “-Con motores que emitan menos CO2?”  “-No: con ventanillas más herméticas”.  Esto sería mero humor negro si no respondiera al feroz egoísmo de quienes, por ganar más, menosprecian la salud ajena. Porque de hecho la Comisión Europea investiga a España porque la publicidad de los coches oculta la debida declaración de esas emisiones contaminantes.

                                   Esto constituye un gravísimo atentado a la salud pública, originando muchas enfermedades y muertes del conjunto de los ciudadanos. Muertes tan ciertas, y muchas más, que las de los atracadores navajeros, pero literalmente difuminadas tras la cortina de humo de su tardío efecto, que dificulta el que el  público, -al que la va la salud e incluso la vida-, se rebele con la eficacia que requiere la lucha contra esa peste.

20090407. Cerdos políticos.

                             ¿Cerdos políticos? No hay que escandalizarse. No es un insulto a los políticos. Y del cerdo me gustan hasta los andares. El tema es de fondo, no de calificativos. Ha transcendido que en la reunión contra la crisis del G-20 en Londres no se ha servido carne de cerdo, para evitar herir susceptibilidades. Más vale  respetar tarde que nunca.

                             Yo espero que, antes de que se agrave más la crisis económica y ecológica, se dé un ejemplo más completo, y en una próxima reunión internacional se sirvan menús vegetarianos. Así se nos alertaría de que la multiplicación por cinco en poco más de cincuenta años del consumo de carne en los países ricos ha sido una causa fundamental de un empobrecimiento insostenible de los suelos y de la economía de los países pobres, además de producir, por esos excesos en unos y carencias en otros, gravísimos daños a la salud de todos.

20090415. Perra vida.


                                 Perra vida, mondo cane. Un país suramericano hizo una ley maravillosa o, como se dice allí, “para asombrar a los ingleses”, para proteger a la mujer trabajadora… con lo que su contratación cesó casi por completo, por ser demasiado cara. Ahora, perdonen, la comparación, señoras, el ayuntamiento de la capital de mi tierra quiere prohibir hasta con 400 euros de multa a quien no saque a pasear a su perro al menos durante veinte minutos al día, con lo que, como demógrafo, preveo que la adopción de canes descenderá a cifras infinitesimales.

                                 Nadie me malinterprete: soy ecologista de carnet, y defensor, por escrito y en manifestaciones, de sus derechos, como ahora sigo haciendo contra ese exceso contraproducente. Porque, ay, todo hay que decirlo: conozco bien el paño: confieso que soy de esa tierra de Dalí que –cada cual se enorgullece de lo que carece- no cesa de alabarse de su sentido común, de su seny… comparado con el del vecino, pobre víctima, al parecer, de la tramontana, o de hablar algo distinto. Así yo critico ahora a los promotores de esa antológica alcaldada, y ellos, sin duda, dirán que es a mí a quien le falta sentido común. Quizás ambos tengamos bastante razón; yo más, por supuesto, si todos así. ¡Pobres perros, tan injustamente calificados por nosotros de irracionales! Hay cariños que matan.

20090501. Toros y nobleza.

                           A mí me parece de lo más congruente, y apto para reavivar en decaído turismo en esta crisis, el que la duquesa de Alba, como miembros de la Casa Real, vayan a los toros. En otros países tienen impresionantes museos de cera que reviven personajes y horrores del pasado; aquí, además, los tenemos en vivo y en directo.

20090815. Festejos mortales.

                                    Una víctima mortal más este año, hoy en Peñafiel, de los toros soltados en la calle, en bárbaras “fiestas” pagadas con dinero de todos. ¿Cuántas van ya? ¿A qué esperan los ciudadanos así esquilmados de su dinero, y hechos cómplices involuntarios de esa insensatez, y también los familiares de las víctimas, a las que se invitó a participar en tan peligrosa actividad, en llevar a los tribunales a tan irresponsables autoridades?

20090821. Taurino manipulador.

                                     La carta de un taurino, Ángel Santamaría, intenta “torear” la verdad, capeando a los ciudadanos. Pretende que los antitaurinos somos pocos, como si la razón tuviera que definirse por mayorías; por lo demás, nos manifestamos pocos, como pocos también proporcionalmente pocos nos manifestamos contra el excesivo precio de los pisos, o contra ETA; muchas veces, en este último caso, los mismos, contra lo que gratuitamente nos achaca ese Ángel difamador; pero todas las encuestas muestran que la gran mayoría de la población está con estos pocos manifestantes en estos tres problemas.

                                        Por otra parte, es posible que haya excepciones, como en Bilbao, donde el ayuntamiento no emplee nuestros impuestos para torturar animales: pero los toreros que actúan ahí también se (de)forman en Escuelas de toreo estatales, que sí malgastan perversamente así los impuestos de todos.

                                      Por último, es humano –explicable, si no justificable, ni eficaz, y en eso estoy de acuerdo con él- que algunos ciudadanos insulten a los torturadores y sus cómplices, que a veces son tan descarados son ellos los que los provocan: ese Ángel tiene una extraña sordera, que le impide oír los insultos de los de su bando.

20090825. Toros, cultura y democracia.

              ¿Qué imagen da de sí un país en el que la ministra de Cultura –y es la segunda ministra del ramo que lo hace- alaba el espectáculo de torturar y matar animales por diversión, incluso contra la firme oposición de la gran mayoría de los españoles? ¿Y en el que hacen lo mismo otros altos cargos que debieran distinguirse por su imparcialidad y equilibrio, como el Defensor del Pueblo, y el rey? ¿Y en el que la Asociación Taurina del Parlamento es diez veces más numerosa que la antitaurina? En vez de fomentar la cultura y la democracia, esos dirigentes intentan rebajar el nivel de cultura y humanidad ya alcanzado por la ciudadanía española y por otros pueblos de nuestro entorno.

20090826. La infame fama de Buñol.

                                                   Hay pueblos que adquieren una triste notoriedad por una violación, un robo o un asesinato. El del valenciano Buñol lo ha conseguido por encarnar  el inhumano, siniestro desprecio de los pueblos ricos hacia los hambrientos del mundo.

                                                     Lo que empezó como una vergonzosa gamberrada prohibida durante años por su mismo Ayuntamiento, es ahora patrocinado por él, perdiendo toda decencia “porque atrae dinero”, como dice el actual alcalde. Más de cien mil kilos de alimento, en forma de tomates, son tirados literalmente a la calle, en una insultante provocación a los centenares de millones de desnutridos y hambrientos del mundo, insulto que medios de comunicación cómplices difunden, para no ahorrar ni esa ofensa y humillación añadida a los marginados.

                                                   La imagen de miles de sonrientes gorditos revolcándose literalmente en la calle en esa basura sanguinolenta, que simboliza demasiado bien lo que ese desperdicio cuesta en vidas humanas, agrava la desesperación pasiva de muchos de ellos y la lógica rebelión, no siempre bien encaminada, de algunos otros. Pero éstos, por lo visto, son todavía demasiado pocos para que hagamos, al menos por miedo a merecidas represalias, lo que no hacemos por justicia y humanidad.

20090829. Reacción ante un desperdicio ostentoso.

                                      Parece que la ciudadanía se despierta de un sopor no sólo veraniego, y este año de crisis encontramos una fuerte reacción contra el espectáculo provocador y denigrante del desperdicio de cien toneladas de alimentos para revolcarse contra ellos ante un planeta con miles de millones de personas hoy aún más pobres y hambrientas.

                                     En uno de los foros abiertos en Internet sobre el tema, las intervenciones llegan ya casi al medio millar, casi todas lamentando la imagen que da de nuestro país, y del mundo desarrollado. Y los pocos que defienden esa gamberrada, tantos años justamente prohibida, y hoy patrocinada por su ayuntamiento, no hacen sino confirmar con sus sinrazones el rechazo de casi todos. Así quien pretende que se trata de tomates incomestibles o podridos, porque ¿por qué paga el Ayuntamiento 30.000 euros por ellos? Y ¿por qué los dejan pudrir? Otro se escuda en que sería caro enviarlos al Tercer Mundo, como –se le responde ahí-  si no pudieran enlatarse, o transferir su valor; y que infinitamente más que su coste, lo grave y sangriento es su simbolismo, la burla que esa destrucción festiva de alimentos supone para los más necesitados.

                                    Claro que eso importa poco a los que, como el alcalde del pueblo de Buñol, lo justifica todo por el dinero, por ser rentable turísticamente. Y, ya puestos, no falta el chulito de turno que se pone en jarras y dice que al que no le guste, que no mire, que con lo suyo hace lo que le da la gana, como otro cuando pega a su hijo o maltrata a su mujer…

                                   Esperemos que esos restos de un lamentable pasado dejen pronto de revolcarse impresentablemente entre detritos de tomates, y se pongan rojos de vergüenza como un tomate, renunciando a ese bochornoso espectáculo.

20091011. No ayudar a los piratas.

                          Somalia es de los pueblos más pobres del planeta. Aprovechando su caos político, ricos piratas van a saquear sus costas sin pagar ningún canon de pesca, arrasando sus caladeros y contribuyendo a la muerte literal por hambre de sus habitantes. Y aún tienen la desvergüenza de denunciar como piratas a los pescadores arruinados que, para dar de comer a sus familias, roban al ladrón, piratean al pirata que viene a robarles hasta sus alimentos más indispensables.

                            Hay aquí políticos tan corruptos que se atreven a exigir que paguemos con nuestros impuestos unos soldados que arriesguen su vida para que esos piratas españoles puedan seguir saqueando con impunidad.  Demasiado mal lo ha hecho también ya el Gobierno al dar, sin las debidas garantías, tantos millones a otros grandes piratas, culpables de nuestra crisis económica, que encima han utilizado este dinero sacado a todos, no sólo a algunos ahorradores, para aumentar aún más sus astronómicos sueldos.

20091216. Dinamarca huele mal.      

                                             La historia, por desgracia, se repite; como en Hamlet, se multiplican hoy las denuncias de que “hay algo podrido en el reino de Dinamarca”. Como la “guerra preventiva” de Bush, una reciente ley ha autorizado a la policía danesa a detener a más de mil manifestantes en la Cumbre del Clima antes y “por si” iban a cometer algo ilegal, soltando después de ese antidemocrático secuestro a todos menos cuatro de los manifestantes.

                                             “Detención preventiva, democracia perdida”, denuncian con razón quienes ven así deteriorarse tanto, no solo el clima físico y la esperanza de remediarlo en esa desdichada Cumbre, sino también los más elementales derechos humanos.

                                            “¿Una UE política o policíaca?” se preguntan muchos ante esos vergonzosos abusos policiales. El extremismo de los malos políticos, que se muestran tan incapaces de evita hasta el deterioro físico de nuestros países, y no nos dejan ni respirar un aire no contaminado, se ensaña contra los ciudadanos concienciados que protestan pacíficamente contra su incompetencia. Esa creciente perversión política de tan malos dirigentes tiende a empeorar nuestro ambiente físico, social y político, favoreciendo toda clase de extremismos, en un círculo vicioso de consecuencias incalculables.

20091222. ¡Qué locura!

                    “-Mi nuevo coche está diseñado contra la contaminación. –¿Consume menos? –No: tienen las ventanillas más herméticas”. Esta concepción, caricaturescamente egoísta, es la que todavía predomina en las sociedades ricas, como se ha comprobado demasiado en la reciente reunión de Copenhague. Posición egoísta e insensata, porque la situación es cada día más insostenible, y hoy ya vivimos casi todo el tiempo fuera del coche y rodeados otros artefactos muy contaminantes que debilitan nuestra salud y acortan nuestra vida. ¡Qué locura!