20020826. La industria cárnica nos devora.
Ella propaga la necesidad y prestigio de comer mucha carne, productos lácteos y grasas; por su culpa, ya la mayoría de adultos del Norte padece ya sobrepeso y enfermedades anexas, almacenando tóxicos que llevan a dolencias cardiovasculares, cáncer, artritis, reumatismos, etc.; junto con las transmitidas por sus animales cruelmente hacinados y enfermos: encefalopatía, salmonelosis, clembuterol, etc. Esa industria dedica la mitad de los cereales del mundo al ganado, mientras, en parte por eso, mueren docenas de millones de personas al año de hambre en el Sur. Un boicot a tales excesos, un “cambio de menú”, volviendo a un moderado vegetarianismo es, pues, lo mejor para nuestra salud, para los más pobres, los animales y el equilibrio ecológico, que esa industria daña más que ninguna otra.
20020603. Vicente carta toros.
Envié una carta de apoyo a su propuesta de suprimir la sección de tauromaquia que, como a estas alturas ya es obvio, EL PAÍS no ha querido publicar. Aprovecho la ocasión para remitirle otras cartas que, muchas de ellas con pseudónimo, como la anterior, que desde hace quince años he enviado a la prensa sobre ese tema, y que repartí en la manifestación antitaurina de finales de mayo, silenciada por la prensa y reprimida por la policía, como denunció Ruth Toledano.
20060601. Toros policía.
Tras unos días de triste estupor, paralizada ante la gravedad de los hechos, la ruptura de esa conjura del silencio por parte de una valiente periodista, Ruth Toledano, me anima a aportar mi testimonio. Junto con otros cuatro mil ciudadanos venidos en autobuses desde Barcelona, Valencia, Zaragoza y otros puntos de España, nos manifestamos por la principal calle de Madrid, la de Alcalá, desde la plaza Felipe II hasta Las Ventas, no sólo en defensa de unos animales torturados, sino de todo un país más humano y civilizado, ya que, como decían algunas de nuestra más de doscientas pancartas, “Cruel con toros, cruel con todos”.
Como para darnos brutalmente la razón, cuando ya nuestra manifestación legal estaba disuelta, unos policías descontrolados se lanzaron sobre algunos de los manifestantes que se retiraban, los golpearon bestialmente, e incluso retuvieron y procesaron a uno de ellos. ¿Vivimos en un país civilizado, democrático? ¿Cómo es posible ese maltrato público, oficial, de pacíficos ciudadanos? Peor aún, la generalizada falta de reacción ante tales desmanes ¿no confirma hasta qué punto se han perdido de nuevo en nuestro país la libertad de expresión, el respeto a las personas, los derechos humanos? La cobardía, la insolidaridad de tantos hacia el vecino oprimido está reinstaurando para todas las prácticas antidemocráticas del régimen anterior.
20020513. Toros.
Me adhiero totalmente a la propuesta de Manuel Vicent de contribuir a hacer EL PAÍS y el país cada vez más coherente y humano, suprimiendo la sección dedicada al toreo, y publicando las sangrientas noticias al respecto, como debieran ser las de ETA, en breves comunicados en la sección de sucesos. Pongamos nuestra contribución en acabar con ese arte… de crueldad, tan folclórico como fuera en su día el arte gastronómico de la antropofagia, tan “fiesta nacional”, presidida por los reyes, como también fue después la quema de herejes por la inquisición.
20020509. Toros.
Estoy muy de acuerdo en que el fútbol es hoy un espectáculo violento, un negocio sucio, al que sólo “de manera irresponsable se le puede seguir llamando deporte”, según dice en su carta don Arturo Espinosa. Pero no coincido en la alabanza que este señor hace del público que asiste a las corridas de toros. Como miembro de varias organizaciones he repartido en múltiples ocasiones miles de folletos a ambos públicos, pudiendo así verlos muy de cerca y ser testigo privilegiado de sus reacciones. Y debo constatar que, aunque con modalidades diferentes, en parte por ser muy superior la edad de los asistentes a las corridas de toros, y por no existir entre sus aficionados la división regional o nacional del fútbol, en modo alguno puede afirmarse que su nivel de educación sea mejor, ni que sus reacciones en la plaza, en determinadas circunstancias, sea más equilibrada y civilizada.
20020216. Toros escuela sádica.
En la tradicional Escocia se ha prohibido su tan castiza como cruel caza del zorro. Aquí, en la España eterna, por el contrario, el Gobierno sigue subvencionando de muchas maneras, con millones de euros de todos nosotros, unas aún más sangrientas, incluso para las personas, corridas de toros, y eso a pesar de que ya la mayoría de los españoles rechazamos y nos avergonzamos de esa escuela pública e incluso oficial, real, de brutalidad y sadismo: “Cruel con toros, cruel con todos”.